Hace apenas dos meses, Henry Cavill estaba en la cima del mundo. Podría decirse que no había un producto más atractivo en Hollywood. Se estaba reuniendo con Marvel, protagonizando la serie The Witcher de Netflix, haciendo campaña para interpretar al próximo James Bond y adelantando su regreso como el Superman del universo DC. Parecía que la era de Henry Cavill había comenzado, pero en solo unas pocas semanas, todo se derrumbó.
El DCU y Henry Cavill
Cavill, sin saberlo, abordó de nuevo el tren de una empresa que pasó los últimos ocho años en modo de pánico total. Bajo la premisa de desprenderse de todo lo relacionado con el Snyderverse, los ejecutivos del conglomerado de medios se pusieron a trabajar. Su universo era un desastre y lo sabían.
El retorno de taquilla no era similar al obtenido por Marvel Studios. La película más taquillera del estudio, Joker, no es del estudio ni forma parte de la continuidad de su universo; The Flash se retrasó tres años debido a la controvertida vida de su estrella principal; y las producciones que lanzaron después de la Era Snyder, Black Adam incluida, apenas lograron recuperar la inversión, por no mencionar la falta de elogios de la crítica especializada.
A pesar de la exageración en torno al muy celebrado cameo en de Cavill en Black Adam, posiblemente la única parte de la película de superhéroes encabezada por The Rock que recibió algún halago, el anuncio de su regreso a Superman resultó ser el último clavo en el ataúd. James Gunn fue contratado para ser el Kevin Feige de DC Studios, y su primer plan de acción fue unirse a David Zaslav para eliminar tantas propiedades como pudiera. Batgirl, Wonder Woman 3, Aquaman 3 y Cavill como Superman, todos destruidos.
Qué pasó con Henry Cavill
Lo peor es que Cavill había renunciado a casi todas las demás oportunidades de trabajo para regresar como el Hombre de Acero. No solo dejó The Witcher en Netflix y fue reemplazado rápidamente por Liam Hemsworth, sino que su rumoreado papel protagónico como Wonder Man en Marvel fue para Yahya Abdul-Mateen II.
Claro, es posible que haya tenido un pie dentro y un pie fuera de la puerta de DC desde que obligó al equipo de efectos visuales de Justice League a trabajar horas extra al eliminar digitalmente el bigote natural que se había dejado crecer para Misión: Imposible. Pero Cavill parecía emocionado de dedicar esta próxima fase de su carrera a Superman. Llamó a su cameo de Black Adam “solo una pequeña muestra de lo que vendrá”. Quedó mordiendo el aire.
Después de que saliera la noticia de que Gunn quería reiniciar a Superman con alguien más joven, al igual que Marvel hizo con Spider-Man de Tom Holland, Cavill confirmó que colgaría la capa. “Es una noticia triste para todos”, escribió en Instagram. “Después de todo, no regresaré como Superman. Después de que el estudio me dijera que anunciara mi regreso en octubre, antes de la contratación, esta noticia no es la más fácil, pero así es la vida. El cambio de guardia es algo que sucede, lo respeto… Mi turno de usar la capa ya pasó, pero lo que representa Superman nunca pasará. Ha sido un viaje divertido con todos ustedes, hacia adelante y hacia arriba”.
Es un momento difícil para formar parte de Warner. Al igual que otra programación eliminada esta semana, muchos creadores y actores que estaban construyendo series muy populares se encontraron con la palabra que provoca dolor de estómago: cancelación. HBO se deshizo de Westworld, Love Life, Minx, FBOY Island, The Nevers, Legendary e innumerables proyectos animados.
Si bien esto también coloca a DC en un precario estado de cambio, la rápida cancelación hace que Cavill vuelva al frente de la carrera para convertirse en el próximo James Bond. Además de Wonder Man, el elenco de fanáticos de MCU ya había alineado al actor para innumerables papeles potenciales de Marvel, incluidos Capitán Gran Bretaña, Cyclops, Doctor Doom, Hyperion y Sentry. Sin embargo, será difícil para los fanáticos asimilar a otro actor en un rol que Cavill, junto a la dirección de Zack Snyder, hizo tan suyo.