Joker: Retrato de un Antagonista Perfecto

analisis del personaje del Joker
Anárquico, maníaco, perverso, el personaje del Joker evolucionó hasta convertirse en el villano por antonomasia. Miles de cómics, actores de primer nivel y cuatro películas nos narran su historia.

La historia de Joker en los cómics

El Príncipe Payaso del Crimen apareció por primera vez en las historietas de DC en Batman #1 (1940) como el típico pandillero, pero el personaje evolucionó hasta convertirse en uno de los más pérfidos malvados del mundo de los antagonistas.

Es fácil ver la influencia en la creación de Joker en la actuación de Conrad Veidt en la película de terror mudo de 1928, The Man Who Laughs (El Hombre que Ríe), la adaptación de la novela de Victor Hugo realizada por director alemán Paul Veni. Cualquiera que haya visto fotos de Veidt caracterizado como Gwynplaine, el hombre con la sonrisa marcada en su rostro a fuerza de cuchillo, puede dar fe de las similitudes. 

Joker
Conrad Veidt en la película de terror mudo de 1928, The Man Who Laughs.

Bob Kane, Bill Finger y Jerry Robinson comparten créditos por su creación. Durante las primeras décadas de su existencia en el mundo de los cómics, Joker no fue un personaje particularmente trágico. La villanía del archienemigo de Batman fluctuó entre escalofriante y despiadada a inofensiva y tonta. Siempre luciendo su característico maquillaje de payaso, primero como un asesino pandillero en la década de 1940, luego se suavizó para convertirse en una molestia más sofisticada en la década del ‘50. 

Para entonces, los editores de DC Comics habían decidido que a los villanos recurrentes de Batman no se les debería permitir matar con impunidad, ya que eso reflejaba mal la capacidad de Caped Crusader para combatir el crimen.

En la década del ‘60, cuando apareció en la serie de televisión Batman protagonizada por Adam West que se emitió en ABC, Joker era un figura secundaria tonta: un tramposo risueño interpretado por César Romero. Pero la representación hecha por Romero también contribuyó al éxito del programa, ayudando a promover la imagen del payaso y solidificando su posición como un villano popular en la mente del público, a pesar de que incluso en los momentos más inocentes del personaje, no se hizo ningún esfuerzo por inyectarle simpatía, cuyo misterioso trasfondo era parte de sus mitos. 

Sus caracterizaciones cinematográficas, interpretadas por ganadores del Oscar como Jack Nicholson, Heath Ledger, Jared Leto y Joaquin Phoenix, han sido igualmente enigmáticas. Sus motivaciones rara vez se explican con claridad y de manera lógica. Como su tocayo en los naipes, Joker es un comodín, una fuerza, un poder convincente que encuentra formas creativas de desatar el caos y girar de cabeza el mundo de Batman y Gotham City. 

El destacado escritor de Batman, Grant Morrison, señala que: “Si Batman era genial, Joker debía ser más genial. La pareja compartía la simetría perfecta de Jesús y el Diablo, Holmes y Moriarty, Tom y Jerry “. Las narrativas de Batman son a menudo más interesantes cuando el Joker está involucrado en ellas de alguna manera. 

Joker tiene el mismo estatus en el mundo de las historietas que cualquier superhéroe. El personaje fue uno de los primeros supervillanos en recibir un cómic mensual, que debutó en mayo de 1975. La portada del primer número presenta a los otros enemigos de Batman, incluidos Two-Face, The Penguin y The Riddle. 

Aunque la serie duró sólo 9 números antes de su cancelación, ilustra que a mitad de los años 70’s -cuando los cómics de superhéroes seguían siendo los más leídos- DC tomó la oportunidad de presentar a su mayor villano en un libro en solitario. Para los fanáticos del personaje, un juego completo de esta serie era a menudo difícil de obtener y se convirtió en un artículo valioso para los coleccionistas. En 2013, DC consideró oportuno reeditar la serie como una novela gráfica completa.

Joker analisis del personaje
The Killing Joke

La historia de origen de Joker

Si bien sus orígenes varían, ha habido numerosos intentos de contar su historia de fondo, con varios escritores que dejaron su huella en la mitología del payaso. El primer intento fue en Detective Comics #168 (1951), en el que fue posicionado como el criminal detrás de la máscara de Red Hood. Sin embargo, el villano más famoso del mundo no posee una historia de origen definitiva. El mismo Joker a menudo cuenta múltiples versiones de su pasado. 

A diferencia de Wolverine de Marvel Comics, cuya historia estuvo envuelta en misterio durante años hasta que fue narrada en la publicación Origin, la historia personal del Joker sigue siendo un enigma. 

La historia del villano, como su apariencia e identidad, muta y cambia a medida que los escritores la continúan reformulando. Es este misterio el que contribuye a hacer que el personaje sea tan convincente. Batman necesita a Joker y Joker necesita a Batman. A pesar de que ha matado a miles de personas (algunas muy cercanas al superhéroe), el Caballero Oscuro se ha negado a matar a su supervillano. Si bien hacerlo le evitaría al mundo una gran cantidad de sufrimiento, se rehúsa a dejar morir a su antagonista y, de hecho, a menudo intenta razonar con él sobre su relación mutua. 

Hacia el final de The Killing Joke, Batman le dice al Joker que no ve ninguna razón por la que deberían seguir intentando matarse y que incluso podrían trabajar juntos. En el crossover Marvel / DC de Batman y Punisher, cuando Frank Castle trata de dispararle a Joker en la cabeza, Batman le saca el arma. Punisher queda desconcertado, y le señala a Batman que podría terminar con el reinado del terror de Joker con una bala.

En Cacofonía, Batman visita a Joker en el hospital y le pregunta si él “realmente” quiere matarlo. Joker le contesta con la misma pregunta. Batman le dice: “no podría dejarte morir”. Joker, riendo, le contesta: “pero sí quiero matarte”. 

Joker ve sus crímenes como una forma de arte, y como todo artista es egoísta, sus acciones nunca están impulsadas únicamente por la razón. Como si fuera un actor, afirma que no le importa lo que piensen los críticos, pero en el fondo anhela una validación. Y sólo hay un crítico que le importa: el hombre murciélago.

Joker comics
Batman y Joker en The Killing Joke

“TODO LO QUE ALGUIEN HA VALORADO O POR LO QUE LUCHÓ … ¡ES UNA BROMA MONSTRUOSA Y DEMENTE! ENTONCES, ¿POR QUÉ NO PUEDES VER EL LADO DIVERTIDO? ¿POR QUÉ NO TE RÍES?”

Joker, The Killing Joke

Batman: The Killing Joke

El intento más recordado de crear una historia de origen de Joker provino de uno de los nombres más aclamados en el medio. Alan Moore escribió la novela gráfica de 1988 Batman: The Killing Joke, que fue dibujada a lápiz por Brian Bolland. Esta historia se basó en la tentativa de Detective Comics #168, de 1951, de proporcionar alguna razón para la existencia del villano, que si bien daba una explicación para su apariencia, hizo poco esfuerzo por comprender su locura central, apoyándose la noción de que era un criminal de carrera que acababa de sufrir un rápido cambio de imagen. 

En The Killing Joke, Moore tomó esa historia y trató de profundizarla. Su relato de 45 páginas revela el pasado de Joker: era un trabajador de la planta Ace Chemicals, que dejó su empleo para convertirse en comediante. Sin embargo, su carrera nunca despegó. Su vida se complicó aun más con el embarazo de Jeannie, su esposa. 

Desesperado, decidió ayudar a un par de delincuentes a concretar un robo en su ex empleo. Cuando Jeannie muere en un accidente, comienza a desmoronarse y tiene que ser obligado a continuar con el plan. Ya en la planta, las cosas no mejoran: la policía desbarata el atraco y Batman se hace presente. Vestido como Red Hood, intenta escapar y salta a un lago cercano sin percatarse que este estaba lleno de peligrosos químicos. 

La narrativa elimina el trasfondo de Joker como un maestro criminal y enfatiza que era un hombre relativamente común que tuvo ‘un mal día’ que lo llevó a la locura. En el presente de la historia, secuestra y abusa de Barbara Gordon, la hija del comisionado Jim Gordon y la actual Batgirl. Luego toma fotos lascivas de ella para atormentar a su padre.

Fue una historia impactante dentro de los parámetros de DC Comics, tanto más porque se presentó como canon, no como un cuento para adultos que existe fuera de las líneas argumentales mensuales de Batman. Barbara Gordon permaneció paralizada durante décadas a causa de una maniobra de Joker destinada a demostrar que lo que le había sucedido le podía pasar a cualquiera. “Tuviste un mal día y todo cambió. ¿Por qué más te disfrazarías de rata viviente?”, le pregunta a Batman. “Cuando vi qué broma negra y espantosa era el mundo, ¡me volví loco como un tonto! ¡Lo admito!”

Los esfuerzos del Joker por volver loco a Gordon fracasan. Batman, también transformado en una criatura disfrazada por sus traumas de huérfano, le recuerda a Joker que él mismo nunca sucumbió al mal. Pero a pesar de ese final agridulce, The Killing Joke ayudó a cimentar la reputación nihilista del villano, forjando un modelo moderno para un hombre que alguna vez fue retratado como un tramposo vicioso. 

Tanto Bolland como Moore han expresado su descontento con la obra, y Moore comentó en una entrevista que DC debería haberlo detenido en la decisión de paralizar a Barbara: 

“Creo que le dio demasiado peso melodramático a un personaje que nunca fue diseñado para llevarlo. Estaba destinado a ser algo que liberara los cómics. En cambio, se convirtió en un obstáculo masivo que los cómics ni siquiera parecen resolver hasta el día de hoy. Han perdido gran parte de su inocencia original y no pueden recuperarla. Y están atrapados, al parecer, en esta especie de gueto depresivo de tristeza y psicosis. No estoy muy orgulloso de ser el autor de esa lamentable tendencia”.

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The Killing Joke

A pesar de las críticas, The Killing Joke perdura como un hito en la industria, un ejercicio de brutalidad que se destacó en un mundo de cómics más familiar. Ha sido adaptado por varios directores de películas de Batman: Tim Burton, quien aseguró que era su cómic favorito; Christopher Nolan, aunque dijo que buscaba adherirse más a la presentación original del personaje de la década del ‘40; y Todd Phillips, cuya película toma el concepto de Moore de que Joker fue una vez un comediante de segunda categoría antes de tener un colapso mental.

El Joker de Moore insiste en que él y Batman son dos personas conducidas a comportamientos aberrantes después de una terrible tragedia; Moore enfatiza que el triunfo del personaje de Batman es que se resistió a abandonar la esperanza y abrazar la anarquía, como hizo el payaso.

Batman: A Death in the Family (Batman: Una Muerte en la Familia) (2012), de Scott Snyder, sugiere que Joker ama a Batman de una forma enfermiza. Este amor no es del tipo romántico: es más parecido al de dos hermanos que siempre están en desacuerdo. Una disfuncional amistad que le da a Joker un propósito. Al aceptar conocer a Batman en sus propios términos, el Joker abandona lo único que le dio poder. Después de todo, su objetivo al manipular a Batman no es destruirlo, sino forzarlo ‘a ver el mundo como yo lo veo’.

Batman ’89

Joker: Retrato de un Antagonista Perfecto

Para muchos fanáticos, las películas de Batman de Tim Burton son tan queridas como cualquier cómic del superhéroe. Su versión de Gotham City es a la vez cursi y espeluznante, lo que le da a Bruce Wayne y a todo tipo de personajes icónicos un escenario de recreo perfecto. DC revitalizó el BurtonVerse con el lanzamiento de Batman ‘89 #1 del escritor Sam Hamm, el artista Joe Quiñones y el colorista Leonardo Ito. El primer número prepara el escenario para una historia intrigante en el espíritu de las películas de Burton.

La escritura de Hamm coincide con el tono y el ritmo de las películas. En un nivel, este recorrido expositivo de Gotham es una excelente manera de reintroducir al público en el universo y sus habitantes, pero algunas de las presentaciones se sienten innecesarias. 

Quiñones tiene el difícil desafío de llevar las imágenes de las películas de Burton al medio de los cómics. En su mayor parte hace un muy buen trabajo al capturar la esencia de actores y escenarios conocidos mientras mantiene un cierto grado de maleabilidad caricaturesca. Harvey Dent es a la vez un excelente retrato del actor Billy Dee Williams. Lo mismo puede decirse del resto del elenco y de la propia Gotham. 

Hamm y Quiñones logran utilizar la estética de BurtonVerse para presentar una nueva historia y una nueva imagen de Harvey Dent. Equilibran la nostalgia con la innovación para crear una emocionante introducción a un mundo familiar. Hay momentos en que el material original amenaza con frenar esta historia contemporánea, pero logran mantener las cosas en movimiento sin incidentes. Batman ‘89 #1 sienta una base sólida para lo que será una historia salvaje y es una mirada retrospectiva a la Gotham de Tim Burton.

los mejores comics de joker
A Death in the Family

Los mejores cómics de Joker

BATMAN #1

Escrita en 1940, marca la primera aparición de El Joker. Es una historia clásica, de la Edad de Oro de los cómics. Se trata de un relato muy curioso, el primer enfrentamiento con el criminal. Además, Dick Grayson (el primer Robin) aparece en esta misma historia, ayudando a Batman a detener al villano.

THE JOKER’S FIVE-WAY REVENGE 

Neal Adams retrató al Joker como psicópata número 1 de DC Comics en esta historia, en la que el villano regresó más demente que nunca.

THE KILLING JOKE

Alan Moore, como guionista, junto a Brian Bolland y John Higgins, como dibujante y colorista, dan vida a esta historia, muy importante dentro de la mitología de Batman y de su enemigo. En este cómic, El Joker desea aplicar tortura psicológica al comisionado y ataca a su familia. Batman trata de encontrar al criminal y a su amigo. En el cómic aparece una supuesta historia del origen del Joker, explicando por qué su destino está ligado al de Batman.

SUPERMAN: EMPEROR JOKER

Una obra que data del año 2000 donde el duende Mr. Mxyzptlk ha perdido sus poderes a manos del Joker, que ha reformulado la realidad para que se adapte a su retorcida mente. La Liga de la Justicia ha enviado a Superman a Arkham tras el asesinato de Lex Luthor. Pero él deberá volver para poner orden, aunque eso signifique violar sus más sagradas reglas. Originalmente conocida como “Superman: Arkham”, la historia de Emperador Joker fue uno de los mejores cómics de su época. Nos muestra qué podría hacer el Joker si alcanzara el demente poder absoluto.

Joker en los comics
Joker

JOKER, de Brian Azzarello

El guion de Brian Azzarello es considerado uno de los mejores en los últimos tiempos, con unos toques noir y de película de acción, con una visión del personaje ahondando en su cerebro y en los motivos que le hacen comportarse de la manera en que lo hace. Es una historia en la que el protagonista es él y no Batman, porque el murciélago aparece solamente en un par de páginas.Lee Bermejo ha dibujado las historias que suceden en el universo DC y, más concretamente, las historias en las que aparece Joker. En la portada se observan unos ojos que todo lo observan y detrás de los dientes, la sonrisa macabra.

A DEATH IN THE FAMILY

En 1988 los fans de Batman recibieron la oportunidad nunca antes vista de decidir el resultado de una de las historias más cruciales del Caballero Oscuro. Mantener a Batman y Robin como el Dúo Dinámico o regresar a Batman como un guerrero solitario en su cruzada contra el crimen. La votación fue telefónica, el resultado fue respetado y esta historia fue escrita. Robin fue asesinado por Joker y Batman volvió a convertirse en el alienado protector de Gotham.

THREE JOKERS

Una misma noche en Gotham Joker es visto cometer tres crímenes en diferentes lugares al mismo tiempo. Esto pondrá a la Batfamily a investigar qué es lo que está pasando con Joker. Geoff Jones plantea un cómic de suspenso con los componentes detectivescos más famosos de las historias del murciélago, donde no solo vamos a explorar antiguos traumas del pasado de la vida de la Batfamila, si no que además vamos a ver de primera mano cómo luchan contra sus demonios. 

En cuanto a Joker, por un lado tenemos una versión más clásica del personaje perteneciente a la Golden Age, al que denominamos “El criminal”, luego tendríamos a “El payaso”, quien parecer ser la versión que vimos durante Una muerte en la familia, y por último pero al que probablemente todos los fans tengan más en mente “El comediante” que viene a ser la versión de la aclamada Broma Asesina de Alan Moore.

Batman: Three Jokers reexamina el mito de quién (o qué) es el Joker y qué subyace tras su eterna batalla contra el Caballero Oscuro. ¿Por qué existen tres Jokers?

Joker peliculas
Joker de Todd Phillips

Joker en la televisión

Si bien la actuación de Romero evocaba al pícaro tramposo, interpretaba al personaje con dignidad y gracia: era un villano inocente. Nicholson, Ledger y Phoenix le dieron al payaso una arista dura que lo hizo balancearse entre la locura histriónica y la máxima anarquía.

En la década del ‘90, el programa de televisión Batman: la serie animada, era conocido por su excelencia tanto en la animación como en la narración. Joker, esta vez con la voz de Mark Hamill, fue uno de los personajes más populares e interesantes de la serie. Aunque también ha sido interpretado por talentos notables como Larry Storch, Lennie Weinrib, Brent Spiner y John Kassir, la voz de Hamill es considerada el Joker animado más importante del Universo de DC: es tan definitiva que fue contratado para interpretarlo en los exitosos videojuegos Arkham Asylum (2009) y Arkham City (2011). 

Hamill también interpretó la voz de Joker en la película animada Batman Beyond: Return of the Joker (Batman del Futuro: El Regreso del Joker) (2000), que fue tan controvertida en el momento de su lanzamiento que tuvo dos versiones: una que no estaba clasificada y sin cortes, y una para niños con un villano atemperado y menos violento.

A pesar de todos los cómics, programas de televisión, películas, videojuegos, obras de arte que tienen a Joker y Batman en conflicto constante, el objetivo principal de Joker es hacer de Batman ‘lo mejor que puedes ser’. 

Joker en el cine: Batman (1989) de Tim Burton

En el verano de 1989 el mundo fue invadido por una criatura de la noche. Debido al marketing preliminar y al merchandising, que dieron lugar a una batmania a gran escala, no sorprendió que el largometraje sobre el superhéroe del cómic atrajera por igual a los fanáticos de Batman y a los espectadores no usuales a la oscuridad de los cines. 

De hecho, la película se había convertido en un éxito incluso antes de ser proyectada. Si se le preguntaba a Warner Bros., la campaña sin precedentes era muy necesaria, ya que Batman estaba recibiendo una fuerte reacción negativa tanto antes como durante su producción. 

Los fanáticos del Caballero de la Noche no estaban del todo convencidos cuando se anunció que la silla del director era para el hombre detrás de Pee-wee’s Big Adventure (La Gran Aventura de Pee-Wee) (1985): el idiosincrásico Tim Burton, quien acababa de estrenar su segundo largometraje, Beetlejuice (1988). Menos de acuerdo estuvieron con que Burton contratara a la estrella de la comedia Michael Keaton como el multimillonario Bruce Wayne de día, Caped Crusader de noche. Ni siquiera el estudio estaba seguro de su decisión de colocar a Burton al frente del proyecto.

La indignación de los fanáticos por Keaton, por otro lado, había alcanzado proporciones impresionantes. Warner Bros. recibió 50,000 cartas protestando por la elección del elenco. Suele pasar: la misma desconfianza de los fanáticos cayó sobre el fallecido Heath Ledger cuando se hizo público que se estaría aplicando el maquillaje de Joker en The Dark Knight (2008) o, incluso más recientemente, el desdén que recibió Robert Pattinson cuando se confirmó que la capa de justiciero sería suya. 

A la luz del rechazo de parte del fandom, el estudio quería hacer todo lo posible para convencer a su público objetivo de que la película de Burton estaría a años luz de la serie protagonizada por Adam West en los años 60‘s, que era la marca registrada de Batman hasta el momento. Y funcionó.

Burton no sólo cumplió cuando se trató de poner oscuridad al superhéroe, sino que convirtió a la película en la primera en ganar 100 millones de dólares en sus primeros diez días. Batman fue el largometraje más taquillero en la historia de Warner hasta ese momento, superando el récord que había establecido el estudio con The Exorcist (El Exorcista) en 1973. Además, fue la mayor fuente de ingresos de taquilla de 1989, así como la película de superhéroes que más entradas vendió de la industria, sobrepasando a Superman (1978).

Una de las principales razones por las que Batman se convirtió en un éxito, dejando de lado su enorme campaña de marketing, fue la magnífica actuación que ofrecieron tanto Keaton como Nicholson, apaciguando rápidamente a los fanáticos y a los críticos.

Keaton fue elogiado por su interpretación nerviosa y atormentada, y logró cambiar la percepción del público de cómo debería verse y actuar un superhéroe de película, allanando el camino para opciones de reparto poco probables como Tobey Maguire, Mark Ruffalo y Robert Downey Jr

Joker en el cine jack nicholson
Jack Nicholson, Batman (1989)

Los actores que interpretaron a Joker en películas: Jack Nicholson

Interpretado por el fantástico Jack Nicholson, que obtiene tanto tiempo de pantalla -sino más- que el personaje principal, su Joker es un villano creado por el propio Batman. Cuando lo encontramos por primera vez, es un criminal que se llama Jack Napier: un gángster peligroso, sin duda, pero no el supervillano definitivo. Sólo después de que Batman interfiere en sus negocios, Jack sufre un trauma que lo lleva a convertirse en Joker y a abrazar por completo su nueva identidad. 

Mientras que el Bruce Wayne de Keaton mantiene su vida dividida por su alter ego, su némesis toma una ruta diferente: él no se resigna a vivir una doble vida, sino que se convierte en una versión integrada de su verdadero yo, una encarnación acentuada del potencial destructivo de Jack. Al igual que Batman, sus acciones están motivadas por el dolor que alimenta la venganza. Pero a diferencia del Caballero Oscuro, se fusiona por completo con su otro yo, mostrando a Bruce Wayne lo delgada que es la línea entre héroe y villano y qué cerca está el propio Wayne de poder cruzarla.

Jack Napier es un individuo que tiene un desprecio insensible por los demás y explota intencionalmente a las personas cercanas a él. Esta característica es inseparable de su interés en el caos: la falta de remordimiento por las malas acciones lo conduce a un patrón creciente de violaciones de políticas o leyes. 

Este Joker tiene un estilo de pensamiento binario, de modo que alguien está con él o en su contra. La línea es muy frágil: debajo de la apariencia confiada hay un humano increíblemente vulnerable. Antes de la película que protagoniza Joaquin Phoenix, el Joker de Nicholson era la única versión que llena algunos vacíos biográficos significativos en su narrativa que no son contados desde su punto de vista poco confiable. 

No se revela mucho sobre los factores de desarrollo sociales, ambientales o genéticos que pueden haber dado forma a su personalidad antisocial, pero la concisa revisión de Batman del expediente de Jack nos lleva a conocer algunos hechos clave: fue acusado de asalto con un arma a los 15 años; sus habilidades en química y arte a una edad temprana son notables. El archivo se registró antes de la transformación en Joker y contiene términos como “inestable” y “muy inteligente” que nos dan pistas sobre déficits de personalidad preexistentes: una serie de comportamientos y propensiones preocupantes que se consideran factores de riesgo de violencia criminal.

Durante el asalto a Axis Chemicals cae a un contenedor de químicos tóxicos. Sobrevive, pero la cirugía reconstructiva no puede restaurar su cara. Este es el punto de inflexión para Jack, el momento en que comienza a manifestarse su anarquismo y violencia intensa. Ya se sentía explotado y deshonrado por el capo mafia Carl Grissom. Napier interpreta la traición en Axis y la desfiguración resultante como una experiencia que legitima su idea preexistente y vengativa. “Soy víctima de nuevo. Estoy moralmente indignado de nuevo y, por lo tanto, debo tomar el asunto en mis propias manos“. 

Poco antes de asesinarlo, Joker le dice a Grissom, “Jack está muerto … llámame Joker”, para anunciar su nuevo yo. Ha vuelto a la vida: una versión extrema de Jack, con su nueva identidad dándole pleno permiso para seguir sus impulsos preexistentes. Pero, ¿por qué su venganza violenta no terminó después de asesinar a Grissom? La hostilidad que sintió hacia Grissom fue tan intensa que se propagó a todo un grupo de personas. 

Joker se siente obligado a pasar a otros que representan o participan de alguna manera en el elitismo económico, social y político de Gotham. Bruce Wayne, sin duda, es una figura contribuyente dada la simbología de su estatus socioeconómico. La participación de Wayne en la historia en realidad acelera el comportamiento de Joker hacia acciones cada vez más violentas y arriesgadas.

Joker en el cine jack nicholson
Jack Nicholson, Batman (1989)

Si bien Jack era sólo un hombre impulsado por las emociones y dotado para las artes, después de renacer como el Joker, el gángster se rinde por completo tanto a su impulso emocional exagerado como a sus tendencias más elevadas, al usar la destrucción como una expresión artística. Causa estragos en Gotham City mientras los ejecuta como si se tratara de una performance, etiquetándose a sí mismo como “el primer artista homicida completamente funcional del mundo”. 

La actuación extravagante y perfectamente psicótica de Nicholson traduce todos estos matices. Aunque el actor fue la primera opción para el papel icónico, no fue el único: Willem Dafoe, David Bowie, Robert De Niro y Brad Dourif fueron también considerados. Cuando se le ofreció el papel, Nicholson dudó. El estudio se acercó a Robin Williams (quien aceptó la oferta), usándolo como un medio para lograr que Nicholson accediese. 

Su Joker captura las características más indelebles y reconocibles del Joker de los cómics: es un criminal excéntrico con un sentido del humor sádico. Sin embargo, el actor amplifica los rasgos más exaltados por el ego: un sentido de sí mismo inflado, una grandiosidad abierta y la incapacidad de tolerar a otros en el centro de atención. 

Este Joker requiere una audiencia. Sus trajes de color púrpura brillante están confeccionados de forma impecable. Su maquillaje de payaso es perfecto y atrae todas las miradas. Cuando lo vemos correr a través del Museo Flugelheim, riendo con picardía bajo su boina de seda, no podemos evitar responder de la manera en que lo hace Vicki Vale: congelarnos de incredulidad ante el espectáculo, y seguir mirando. 

El narcisismo del Joker está íntimamente ligado a su propensión a la violencia, que utiliza como solución o mecanismo para recuperar poder, control o notoriedad. Está jugando un juego en el que mantiene la confianza y la lealtad sólo como herramientas operativas: las conexiones con las personas se forman sólo para poder tomar represalias con abuso y terror emocional. La idea de que puede crear un miedo desestabilizador en los demás es, en su opinión, una manifestación artística. 

El Joker de Nicholson está perfectamente ubicado en los años 80’s de Reagan: una época de indulgencia y ostentación. Las bellas artes reflejaban exclusivamente a los ricos dominantes. Para el Joker, subvertir el orden social significa apropiarse de lo que se construye culturalmente como refinado y convertirlo en algo grotesco, artificial y extravagante. Manipular los productos cosméticos de la ciudad con el compuesto letal y mutilador Smylex es otro ejemplo de los intentos de Joker de transfigurar y apropiarse de lo que la sociedad valora como hermoso. 

Del mismo modo desfigura a su ex novia, Alicia, para llamarla “una obra de arte viva”. Para él, al igual que las pinturas del Flugelheim, las mujeres son artefactos visuales y, por lo tanto, también pueden ser rediseñadas.

Joker casi siempre es retratado como un personaje visceral y apasionado con sentimientos muy intensos. De hecho, en la representación de Nicholson, parece haber una conexión entre la violencia y el placer. Pero lo que despierta el goce en este Joker no es la violencia en sí, sino el significado de la violencia: a través de la destrucción gana poder, dominio y se convierte en el centro de atención. Parece haber un impulso adicional de adrenalina, como si la propia asunción de riesgos llenara su cerebro de sustancias químicas que lo llenan de placer.

Aunque la idea es tabú, muchas personas en Gotham lo encuentran atractivo. Ya sea como admiración, atracción física o incluso enamoramiento, el encanto es real. El payaso de Nicholson tiende a ser elegante, sofisticado, carismático y coqueto. Por superficial que sea, este hechizo puede ser eficaz para atraer a otros hacia él. Con el tiempo desarrolla una identificación más fuerte con el concepto de sí mismo, que le permite realizar actos más extremos y horribles. Comienza a comportarse de manera que confirme que sus puntos de vista, acciones y gestos son el resultado de su propia identidad, al mismo tiempo que se invierten para formar y definir su persona.

La performance de Joker se puede interpretar como ruptura de su realidad percibida, o como el aumento de sus estados de ánimo extremos y eufóricos a niveles fatales en el clímax de la película. Mientras baila sobre la terraza derrumbada de la catedral de Gotham City, ha alcanzado la cima de su ensimismamiento; su actuación es para que toda Gotham City sea testigo y, al mismo tiempo, sólo para él. 

Mientras empuja sobre los ladrillos que se desmoronan, su imprudencia aumenta y sus inhibiciones se rompen. Incluso mientras se aferra a la escalera de cuerda, las emociones parecen una mezcla de miedo, asombro y emoción. Cuando grita: “¡A veces simplemente me suicido!”, su admisión es una apertura a cualquier resultado, siempre que implique emoción. Su muerte es una aceptación de que este patrón es insostenible y que se ha empujado más allá de sus propios límites. Trágicamente, el Joker llega a un punto sin retorno y debe soltarse por completo.

Joker heath ledger
Heath Ledger en The Dark Knight

Joker en The Dark Knight de Christopher Nolan

The Dark Knight (2008) es única en la filmografía de Christopher Nolan porque en su mayor parte es una película lineal. Es un director que tiende a distorsionar la cronología. Memento (2000) presenta dos tramas: una que avanza en el tiempo y otra que retrocede. Insomnia (2002) tiene cortes frecuentes de un evento que ocurrió antes de que comience la narrativa principal. Prestige (2006) se mueve entre dos versiones en competencia de una historia compartida. 

Batman Begins (2005) entra y sale del presente, ya que ofrece un origen para el Caped Crusader. Incluso Dunkirk (2017) tiene tres líneas de tiempo diferentes que sólo se superponen en el clímax de la narración.

Hay una razón para esto: la mayoría de las producciones de Nolan están ancladas en las experiencias subjetivas de sus protagonistas. La extraña cronología de Memento permite al público experimentar cada escena como Leonard Shelby (Guy Pearce), que no registra en recuerdos lo que le sucede. La narrativa de Batman Begins fluye con reminiscencias de Bruce Wayne (Christian Bale) antes de ser Batman. Dunkirk se centra en la experiencia subjetiva del paso del tiempo de los personajes que lo atraviesan.

A excepción de un par de montajes que muestran eventos asincrónicos y un flashback muy rápido de Rachel Dawes (Maggie Gyllenhaal), la mayor parte de The Dark Knight se desarrolla de una manera muy simple. Los hechos ocurren en secuencia y la trama se mueve de forma orgánica desde un punto al siguiente. Nolan estructura la película para cruzar múltiples ubicaciones e hilos narrativos en momentos clave en una línea de tiempo continuada. 

Esta elección cumple una función temática importante: la rígida estructura de la película existe en marcada oposición a la presencia del Joker (Heath Ledger). Se ha convertido en un cliché describir al Príncipe Payaso del Crimen como un ‘agente del caos’, pero esta vez realmente lo representa. No es sólo una amenaza para el ordenado mundo de Gotham, sino también un desafío para el lenguaje visual del film. 

En muchos sentidos, el Joker es un protagonista típico de Nolan: obsesivos que buscan imponer su propio orden en una realidad caótica. En Memento, Leonard construye un un misterio irresoluble para aliviar la culpa por su responsabilidad en la muerte de su esposa. En Batman Begins, Bruce construye a Batman para escapar de su ira y remordimiento por el asesinato de sus padres. Los personajes establecen reglas para gobernar su comportamiento y ordenar el mundo.

La tensión se produce cuando la cosmovisión del protagonista entra en conflicto con la realidad inmutable y cuando los sistemas y las reglas que han construido para protegerse se rompen. En Inception (2010), Dom Cobb se pasa la mayor parte de la cinta mintiéndose a sí mismo y a su equipo para mantener la ilusión de control. Su compañero comenta con ironía sobre “cuánto tiempo pasa Cobb haciendo cosas que dice que nunca debe hacer”.

La estructura fracturada de estas producciones refleja la experiencia subjetiva de sus protagonistas, invitando al público a vivir la historia desde su perspectiva. Nolan explica su enfoque a través de la metáfora de un laberinto: “No querrás estar colgado sobre el laberinto viendo a los personajes tomar decisiones equivocadas porque es frustrante. De hecho, quieres estar en el laberinto con ellos, haciendo los giros a su lado. Eso lo hace más emocionante“.

En The Dark Knight, Joker es tan aterrador porque la audiencia está mirando al protagonista desde afuera. Está arriba del laberinto. No hay una subjetividad para identificarse. El Joker se siente terrorífico por todo lo que dice y hace para demostrar que Batman vive en “un mundo sin reglas”. Quiere imponer las suyas. Sus planes complicados no son otra cosa que un conjunto de leyes. Cuando toma a Rachel y Harvey (Aaron Eckhart) como rehenes, incita a Batman: “Tendrás que jugar mi juego si quieres salvar a uno de ellos”.

Joker cine Heath Ledger
Heath Ledger, The Dark Knight (2008)

“INTRODUCE UN POCO DE ANARQUÍA, TRASTORNA EL ORDEN ESTABLECIDO Y TODO SE CONVIERTE EN UN CAOS”.

Heath Ledger, The Dark Knight

Joker permanece completamente anónimo en el transcurso de The Dark Knight. Tomando prestado un truco de The Killing Joke, el film se niega a darle al personaje un origen claro. Sin embargo, su objetivo final es validar su creencia de que las personas son “tan buenas como el mundo les permite ser”. Todos sus engaños y tácticas están diseñados para validar ese argumento, incluso si, como Leonard o Cobb, con frecuencia rompe sus propias reglas para demostrar su punto.

Este es el corazón del conflicto entre Batman y Joker. En Batman Begins, Bruce construyó a Batman como “un símbolo” que podría ser “indestructible” y “eterno”, una representación de lo que Gotham podría ser. Batman es una narrativa. En The Dark Knight, Joker se posiciona explícitamente como una contranarrativa. Como tal, parece librar una guerra contra la película en sí.

Joker ejerce una fuerza de atracción tan fuerte que dobla la película a su alrededor. El plano de introducción icónica, en la que el personaje se quita la máscara para anunciarse a la cámara, está apenas desenfocada, como si el personaje conspirara contra la autoridad no sólo de Gotham, sino también de Nolan.

The Dark Knight presenta dos vídeos caseros que son grabados por el Joker y vistos por todo Gotham a través del canal GCN. En la vida real, Heath Ledger se encargó de dirigir esos videos -bajo la supervisión de Nolan-, dándoles una calidad de aficionado. Ledger -que había dirigido videos musicales y hacía cintas experimentales caseras-, estuvo muy interesado en su interpretación del Joker, por lo que tiene sentido que él, el Joker, se hiciera cargo de esos videos. El trabajo de cámara de Nolan se vuelve más errático y desigual cuando se enfoca en el villano.

Hay un sentido en el que The Dark Knight se inclina hacia el villano. En la escena final, cuando cuelga boca abajo, la cámara comienza a girar para enfrentar al Joker en sus propios términos. El mundo está dado vuelta, pero el Joker mira a la cámara de frente: “La locura, como sabes, es como la gravedad”, le dice a Batman. La película literaliza esto, la cámara se mueve como si estuviera atrapada en la órbita del villano, atraída hacia él.

Una cinta de Nolan mucho más humanista, Interstellar (2014), sostiene que el amor es una fuerza universal equivalente a la gravedad, que son tan fuertes como para trascender “las dimensiones del tiempo y el espacio”. Dado lo importante que es el tiempo para Nolan como cineasta, es una afirmación impresionante. En The Dark Knight, el Joker parece presentar el mismo argumento sobre su propia locura. La forma en que la película parece ceder bajo la influencia del personaje sugiere que hay algo de verdad en esa declaración.

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Heath Ledger, The Dark Knight (2008)

El Joker de Heath Ledger

Heath Ledger merece todo el crédito que se ha ganado por su desempeño. Sin embargo, una de las razones por las que Joker funciona tan bien como él es porque la estructura lineal de la película está diseñada para interpretar al personaje de esa manera tan agresiva, para que pueda tomar el control de la narrativa y realmente “introducir un poco de anarquía” en su construcción. 

El Joker de Ledger encarna e intensifica las filosofías anarquistas del villano. Es homicida, hostil y desquiciado. Este Joker, sin embargo, está hiperconcentrado en la destrucción de la sociedad civil. Lo impulsa más la simbología del desorden, la ideología del caos que el proceso o la exactitud de llegar allí. 

Mientras que el Joker de Jack Nicholson buscaba interrumpir y reinventar la autoridad, el Joker de Ledger persigue un desmantelamiento completo del establishment. El Joker de Mark Hamill vinculaba la violencia con el placer, pero el de Ledger se desconecta de la emoción a favor del intelectualismo. Es un filósofo moral, un provocador y un empirista. De hecho, está motivado para demostrar que la eliminación del Estado dará como resultado una sociedad más libre y más justa. Este no reconocimiento del orden hace que la representación de Ledger sea más aterradora que otras caracterizaciones de Joker.

Nolan imaginó un Joker muy amenazador en un panorama sociopolítico posterior al 11 de septiembre: un terrorista. Un enemigo que parece no tener reglas puede ser especialmente aterrador porque son impredecibles, no se puede razonar con ellos y no se los puede entender. Los Jokers de Nicholson y Hamill querían algo: notoriedad, jerarquía, poder, intimidad, emoción. El Joker de Ledger busca la desolación. Aunque se refiere a sí mismo como un “agente del caos”, no le importa cómo funciona, siempre y cuando disuelva las jerarquías injustas del sistema.

En sus momentos más intensos con sus adversarios, el Joker narra una historia sobre sus cicatrices faciales. Cada vez que lo cuenta el relato es diferente: en una versión, la desfiguración es el resultado de un severo abuso del padre. En otra, las cicatrices son autoinfligidas. Usa los relatos como herramienta: un mecanismo para infundir terror en aquellos a los que está amenazando. 

Sabe que debe crear una narrativa horrible y llena de trauma para infundir miedo, lo que le ayuda a permanecer impredecible y antagónico. Al hacerlo, sus percepciones se vuelven poco confiables y se torna difícil para las autoridades perfilarlo con precisión. Pero esta autodescripción también le ayuda a adherirse a sus creencias radicales sobre el orden social. Al no tener registro ni historia definida es todo el mundo: es nadie. Esta es una verdadera desviación de los Jokers anteriores que ansiaban la singularidad e hicieron grandes intentos para ser vistos como personas importantes, excepcionales, especiales. 

El caos de Joker se traduce a su apariencia: es visualmente desorganizado e inquietante. Su traje morado es opaco y polvoriento. Su maquillaje es descuidado y manchado. Sus cicatrices faciales visibles están cubiertas con un lápiz labial irregular en forma de sonrisa torcida. Sus murmullos y su comportamiento de relamerse los labios dan señales de confusión y locura, pero no es incoherente ni desarticulado. De hecho, a pesar de su aspecto es lúcido, atento y sereno. Es un extremista, pero describe sus filosofías con claridad y racionalidad.

La secuencia del robo en el Gotham National Bank nos da una idea de la conducta planificada y tranquila del Joker en medio de una sucesión de interacciones peligrosas y de alto riesgo. Incluso parece estar infraactivado emocionalmente. En la escena en la que el sale del Hospital General detonando un conjunto de bombas, se aleja del lugar con torpeza, de espaldas a los edificios, mientras culmina la destrucción. En un momento vuelve su mirada hacia atrás para asegurarse de que se active la última explosión, para luego dirigirse hacia su próximo paso. Satisfecho con su mensaje, sigue adelante.

Contrario a lo que piensa Alfred, Joker no está interesado en ver arder el mundo. El Joker de Nicholson hubiera organizado un espectáculo para llevarse el crédito por el atentado; el de Hamill se hubiera subido a la montaña rusa más cercana para aumentar la adrenalina. Pero el personaje de Ledger no es un maníaco compulsivo e insensato con un sentido de la realidad deteriorado.

Joker en el cine heath ledger
Heath Ledger, The Dark Knight (2008)

Como empirista, el Joker de Ledger intenta probar su teoría de que la gente no posee moral, y que las jerarquías construidas de la sociedad sólo sirven para oprimir a los desamparados y ocultar las tendencias naturales de esta inmoralidad humana. Quiere demostrar que los códigos éticos son capas superficiales de conformidad y que la gente sólo hace el bien para cosechar los beneficios del establecimiento social. No cree en el altruismo. 

Mientras es interrogado en el Departamento de Policía de Gotham, revela con franqueza sus perspectivas sobre el orden social: “La única forma sensata de vivir en este mundo es sin reglas”, le dice a Batman. “Verás … te lo mostraré. Cuando se acaben las cosas, estas personas civilizadas se comerán unas a otras“.

Aunque su apariencia es discordante y su comportamiento extremo, el Joker de Ledger no está desconectado de la realidad. Tiene la capacidad de razonamiento moral, puede juzgar las propias acciones y las de los demás como malas o buenas. No tiene dificultades para comprender y predecir el comportamiento y las creencias ajenas: simplemente cree que son defectuosos o idiotas.

Lo que es realmente aterrador es su objetivo: Joker quiere demostrar que la humanidad está enferma. Está obsesionado por revelar que “la locura es como la gravedad … todo lo que se necesita es un pequeño empujón”. En la escena del interrogatorio se revela su alta inteligencia emocional. Entiende la vulnerabilidad de Batman. A veces, es capaz de meterse bajo su piel. Admite que no quiere matarlo porque lo necesita como parte de sus experimentos sociales. De hecho, quiere aprovechar la rabia y la ira de Batman, su capacidad de fuerza, intimidación y violencia y, en última instancia, guiarlo hacia puntos finales anarquistas.

La interpretación de Ledger se produjo durante un momento histórico en el que la autotransformación y la encarnación obsesiva se vieron como marcadores de actuación de ‘calidad’. Ante la respuesta negativa del fandom por la elección de Ledger para hacer el nuevo Joker, el bombardeo de marketing que rodeó la película hizo referencia a su actuación como un trabajo psicológico profundo. Nolan fue franco en este frente, afirmando que Ledger “se convirtió” en el Joker: “Todo sobre lo que hace, desde cada gesto, cada pequeño tic facial, lo que hace con su voz. Todo habla al corazón de este personaje.” 

Heath Ledger nunca había recibido instrucción formal de actuación, sino que cultivó y modificó su oficio de un trabajo a otro. Cuando se le preguntaba sobre su método respondía: “No tengo una técnica… Nunca he creído en tener una técnica determinada sobre cómo actuar. No hay reglas y no hay un libro de reglas. Al final del día, todo se reduce a mis instintos”.

Ledger enmarcó su acercamiento al Joker en un lenguaje igualmente impulsivo. “En algún lugar dentro de mí, supe instantáneamente qué hacer con este personaje… No tuve que buscar, tenía un plan de ataque”. Durante la preproducción de la película, se aisló en una habitación de hotel por un mes, experimentando con voces y escribiendo un diario como si fuera el Joker, lleno de ideas e imágenes perturbadoras para ayudar a guiar su enfoque.

Al final de la película Joker admite ante Batman que es “incorruptible”, pero le explica alegremente que demostró su ideología a través de la caída de Harvey Dent. De este punto muerto Joker se ríe: “Esto es lo que sucede cuando una fuerza imparable se encuentra con un objeto inamovible”. Dent, una persona de moral sólida, era la figura más admirada, más esperanzada y eficaz de Gotham City, y quizás la más reflectora de un orden jerárquico que podría tener el potencial de ser armonioso. 

Bruce tendrá que encubrir los crímenes de Harvey para preservar la leyenda del llamado “Caballero Blanco” de Gotham. Debido a algunas fuerzas trágicas y traumáticas desencadenadas por el Joker, Dent se había vuelto loco, lo que originó el nacimiento de Two-Face. Joker pudo demostrar que aprovechando los males de la sociedad, podía crear monstruos: “Lo que no te mata, te hace simplemente …más extraño”.

El tiroteo de Colorado en la proyección de The Dark Knight

A menudo son las películas violentas más estilizadas las que tocan la fibra “peligrosa” de personas trastornadas. A Clockwork Orange (1971), Taxi Driver (1976), American Psycho (2000) y Natural Born Killers (1994), por ejemplo, fueron implicadas en ataques de imitación. El tiroteo de 2012 en Aurora, Colorado, mató a 12 personas e hirió a 70. 

Sucedió durante una proyección de medianoche de The Dark Knight Rises. Los primeros informes afirmaron que los testigos habían escuchado al tirador gritar palabras como: “Yo soy el Joker”. Se había teñido el cabello y se encontró “merchandising de Batman” en su departamento, lo que llevó a muchos a la simplificadora conclusión de que se trataba de otro caso de violencia inspirada en las películas. 

La teoría pronto se vino abajo: el tirador no era un fanático de Batman o Joker; su cabello estaba teñido de rojo, no de verde; la máscara de Batman en su apartamento fue comprada después de haber elegido qué película atacar. Según el fiscal de Aurora, el tiroteo podría haber ocurrido con la misma facilidad durante una proyección de The Avengers o Jurassic World: “No tenía nada que ver, que hayamos podido encontrar, con el personaje de Batman”.

Sin embargo, la figura de Joker fue utilizada para perpetrar al menos una decena de crímenes ultraviolentos. Uno de los peores fue el ataque a una guardería en Dendermonde, Bélgica. Kim De Gelder llegó el 23 de enero de 2009 al centro infantil y una vez dentro apuñaló a los niños en las cunas y a las cuidadoras: dos bebés murieron y diez quedaron heridos de gravedad. 

El agresor, que iba maquillado como Joker, huyó en bicicleta pero fue detenido. De Gelder era fanático de Batman: The Dark Knight. Estaba obsesionado con la película y la había visto una gran cantidad de veces; a pesar de que sus defensores alegaron que padecía esquizofrenia, The College of Psychiatrists lo declaró competente para responder por sus actos y en 2013 fue sentenciado a cadena perpetua.

Antes del estreno de Joker de Todd Phillips, los familiares de los muertos en la proyección de The Dark Knight Rises escribieron una carta a Warner para expresar su preocupación por la película. “No es la intención de la película, los realizadores o el estudio presentar a este personaje como un héroe”, fue su respuesta.

Joker actores jared leto
Jared Leto, Suicide Squad (2016)

El Joker de Jared Leto en Suicide Squad

En 2014, cuando el estudio anunció que Jared Leto interpretaría al Joker, el actor convertido en músico acababa de ganar su primer Oscar por interpretar a una adicta a las drogas transgénero en el Dallas Buyers Club (2013) de Jean-Marc Vallée. Antes de esto, apenas había actuado, prefiriendo centrarse en su repentinamente exitosa banda de rock Thirty Seconds to Mars. Leto eligió los roles con mucho cuidado durante este período, por lo que fue un shock y un golpe de publicidad para Warner Bros. cuando fue anunciado como el supervillano más famoso del mundo.

Leto se lanzó al papel con la manía típica del actor de método. Envió una carta y un video a sus compañeros de elenco, disculpándose por no unirse a ellos para los primeros ensayos, acompañando su misiva con una rata viva para Margot Robbie, algunas balas para Will Smith y un cerdo muerto para el resto del equipo. Los ejecutivos de Warner, conscientes de la potencia que traería a la mesa la combinación entre un reciente ganador del Oscar y un papel icónico, debieron de estar locamente enamorados de la publicidad.

Con todo este alboroto, el fandom esperaba que este Joker emergiera como el líder del Suicide Squad, una pandilla de coloridos y bizarros supervillanos reunidos por la siempre cuestionable Amanda Waller (Viola Davies) para acabar con una amenaza aún peor que su propia maldad. 

No sabemos con exactitud cuál era el plan original, pero la película de David Ayer redujo al personaje a un papel secundario. Un poco de tortura aquí y allá, algunos escenas con la Harley Quinn de Margot Robbie en clubes nocturnos, y luego una ausencia total en la narrativa principal de la película. 

Presentado de manera breve y con una respuesta mixta a su participación, el futuro del Joker de Leto sigue siendo incierto. Su regreso sorpresa en el Snyder’s Cut ha dejado a los fanáticos especulando sobre su lugar dentro de los mitos de Batman del DCEU.

Cuando se trata de un personaje icónico, sobre todo uno arraigado en más de 80 años de historia del cómic, la gente tiene opiniones formadas y ver algo nuevo o desconocido en pantalla puede causarles aversión. En lugar de seguir una ruta más convencional, similar a las interpretaciones anteriores, Suicide Squad (2016) presentó un Joker que es nuevo y, sin embargo, está muy inspirado en los cómics. Es una presencia en constante cambio y un comodín, sobre todo porque la mayor parte de su actuación fue muy editada, re-filmada o “arrancada” de la película, según el director David Ayer.

Los personajes literarios siempre van a provocar debates sobre la precisión de su adaptación transmedia. A veces de una manera en la que la estética ahoga la discusión crítica sobre el comportamiento y el núcleo emocional de un personaje. Uno puede preguntarse por qué el Joker se sentaría durante horas solo para tatuarse su propio nombre en el torso, Del mismo modo, el infame tatuaje ‘damaged’ estaba equivocado y en general se burlaba de su obviedad.

Joker cine jared leto
Jared Leto, Suicide Squad (2016)

Sin embargo, la propia historia de fondo de Ayer para el tatuaje proporciona un contexto muy necesario para quizás alterar la percepción de las personas. La tinta de la frente es un recordatorio permanente para Batman (Ben Affleck) de cómo arruinó la sonrisa del Joker, golpeando sus dientes después del asesinato de Robin. Tatuarse a sí mismo como parte de una broma enferma puede parecer extraño, pero es el tipo de cosas que el Príncipe Payaso del Crimen podría encontrar graciosas. 

Las sonrisas en su mano izquierda y brazo derecho sugieren un deseo de ocultar su inseguridad o jugar con las víctimas en sus manos. Al igual que el Joker de Nicholson, el de Leto siempre está sonriendo. Llevar su mano tatuada sobre su boca también evoca la imagen de Gwynplaine (Conrad Veidt) de The Man Who Laughs, que inspiró en gran medida el diseño original del Joker y que a menudo ocultaba su sonrisa deformada. 

Con símbolos como un petirrojo muerto y un murciélago apuñalado, este payaso desea conmemorar sus crímenes en su cuerpo para que todos lo vean. Sus dientes plateados son una característica que le da a su apariencia general la estética de un gángster moderno. Su cabello verde brillante está peinado hacia atrás con estilo, mientras que su tez tiene un tono bastante único: pálido enfermizo a la luz del día pero blanco fantasmal en la oscuridad. 

Es un enfoque inteligente que insinúa sus diferentes facetas: de un individuo con enfermedad mental a un payaso aterrador. Su falta de cejas en realidad ayuda a su expresividad, lo que obligó a Leto a acentuar sus gestos. Los ojos penetrantes y huecos realzan su naturaleza espeluznante y seductora, similar a cómo Drácula seduce a su presa. Rezuma arrogancia, encarnada en su físico musculoso. No sólo es el Joker más capaz para competir con Batman en una pelea, sino que también maneja su cuerpo como una herramienta de poder e intimidación.

Este villano sabe que es atractivo y lo transmite como una forma de compensar su deformidad. El Joker siempre ha sido vanidoso y egoísta. Esto quizás se exhibió mejor en Batman: The Animated Series (1992-95), en la que se vestía elegante, orgulloso de su apariencia inmaculada. Del mismo modo, el Joker de Leto luce en una variedad de atuendos, renunciando al estilo clásico de la gabardina morada y trajes llamativos inspirados en los trabajos de Alex Ross, Brian Azzarello y Frank Miller.

A pesar de lo que algunos puedan afirmar, Suicide Squad elaboró un Joker que ofrecía una instantánea de varias interpretaciones cómicas, todo en una sola película. Calculador pero psicótico, compuesto y destructivo a la vez, su estilo chillón se siente natural para un personaje que se deleita en el caos organizado.

Sus extravagantes atuendos complementan su personalidad histriónica y muestran su obsesión con Batman. Los anteriores Jokers han afirmado tener afinidad con el murciélago, pero este Joker consolida físicamente su deseo de burlarse del justiciero y conmemorar su relación. Más allá de los tatuajes, también usa leggings adornados con símbolos de murciélagos, mientras que algunos en su club usan máscaras de Batman. Poco se sabe sobre su pandilla, pero el deseo que el logotipo de su enemigo esté siempre presente sugiere un pedido de atención en ausencia de Batman.

A Joker le encanta dar forma al mundo a su propia imagen, y esta versión parece feliz de compartir Gotham con el Caballero Oscuro. Sólo podemos especular sobre su relación, pero Suicide Squad fue una oportunidad perdida para que no interactuaran al menos brevemente.
La película ya estaba abarrotada con un gran número de personajes, pero tener a Batman encima del auto del Joker a escasos centímetros uno del otro, sólo para que el payaso desaparezca, fue frustrante. 

Sin embargo, la alegría en su rostro cuando se da cuenta de que el Batmóvil se acerca por el espejo retrovisor ofrece un vistazo de las emocionantes posibilidades que alguna vez se pensó que estaban en la línea cinematográfica. Gotham es el patio de recreo del Joker y está desesperado por que Batman se una a él.

Joker analisis del personaje
Jared Leto, Suicide Squad

En lugar del superhéroe, Joker se centra en Harley Quinn. No es ningún secreto a estas alturas que Suicide Squad no es la película que Ayer pretendía estrenar. Si bien ha insinuado una historia más oscura que se hace eco de Mad Love de Paul Dini y Bruce Timm, todavía hay elementos interesantes que llegaron al corte final. Ayer y Leto crea ron un Joker seductor y manipulador que aún brilla a pesar de una edición que lucha para hacerlo más cómico y enamorado. 

Su relación abusiva con Harley fue mal manejada, pero los actores compartieron una química tremenda en sus pocas escenas juntos, insinuando los complicados sentimientos del payaso. Joker no ama a Harley, pero a Ayer se le debe dar crédito por infundir dudas en la personalidad elaborada del villano. 

La personalidad del Joker ha evolucionado desde la concepción del personaje: desde un gángster asesino y surrealista hasta un bromista caricaturesco y un alma torturada una definición exacta sobre él. Así como los cómics han cambiado, es lógico que cada adaptación de pantalla sea diferente. Ayer y Leto volvieron a las raíces del personaje mientras le daban un toque moderno. Las críticas parecen olvidar que el Joker ya era un gángster psicótico en la década del ‘40.

El Joker de Leto hace un espectáculo para asegurarse de que nadie se meta debajo de su piel y rara vez deja que su máscara se deslice. Leto proporciona al personaje un gran sentido de imprevisibilidad; su actitud puede cambiar en un instante, similar a cómo Hamill se transformaría de alegre a enfurecido en segundos. 

Leto recibió algunas críticas por ‘sobreactuar’, pero el Joker debería exudar la extravagancia y la volatilidad propia de un lunático. Además, el hecho de que sus escenas en Suicide Squad están mal editadas, interrumpe el flujo narrativo del personaje. Su carcajada gutural fue una elección controvertida, pero honra la decisión de Hamill de alterar su tono vocal según el estado de ánimo del personaje. Ya sea por rabia o tristeza por la desaparición de Harley, echando la cabeza hacia atrás en victoria sobre su devoción por él en ACE Chemicals o su puro deleite en disparar sobre el escuadrón desde un helicóptero comandado, la risa cambiante del Joker ofrece una visión en su mente deformada. 

Nos guste o no, es memorable y podría infundir miedo en los corazones de ciudadanos y criminales por igual. Birds of Prey (2020) reveló que incluso el sádico Black Mask (Ewan McGregor) le tiene miedo; a pesar de su ausencia física, el Joker todavía se cierne sobre Gotham como una amenaza palpable. Harley quiere salir por su cuenta, pero ¿cómo se puede lograr la ‘emancipación’ sin enfrentar su pasado o sin detallar su abuso al espectador? La actitud de la película de no requerir más al Joker es irónica cuando se lo menciona demasiado a lo largo del film, lo que significa que el supuesto crecimiento de Harley suena vacío.

El Joker de Leto es un genio criminal que asesinó a Robin y ha sobrevivido a años de batallas contra Batman. Warner Bros. debería escuchar el pedido del fandom para publicar la versión más oscura de Suicide Squad de David Ayer y resolver el desastre que causaron al interferir con la visión del director. Leto tiene el potencial de llevar las mejores historias del Joker a la pantalla y encarnar las profundidades del personaje aún no explorado. Hay una sombra sobre la versión de Leto y los numerosos proyectos a los que alguna vez estuvo vinculado.

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Joker de Todd Phillips

La película Joker de Todd Phillips

Habíamos visto a Joker retratado en cine antes: como un asesino anarquista, un psicópata encantador e incluso un pandillero con estilo gótico bastante desaliñado. Pero en todas esas versiones nunca conocimos su historia de fondo, más allá de la mitología de cómic que lo precede. Joker ha funcionado siempre como un personaje sin arco propio, que irrumpe en los arcos de otros aportando lo que él básicamente maneja: caos. Todd Phillips dobla la apuesta y nos presenta una historia de origen perturbadora, oscura y violenta para Arthur Fleck.

Joker (2019) tiene una fuerte influencia de dos películas de Martin Scorsese: Taxi Driver (1976) y The King of Comedy (El Rey de la Comedia, 1982), ambas protagonizadas por Robert De Niro. En Taxi Driver, De Niro es Travis Bickle, un justiciero delirante, veterano de Vietnam y misántropo violento que se obsesiona primero con una militante de campaña (Cybill Shepherd), luego con una prostituta menor de edad (Jodie Foster) y, en última instancia, con sórdidas fantasías heroicas. 

En The King of Comedy, el actor interpreta a Rupert Pupkin, un pésimo pero optimista comediante obsesionado con el presentador de comedia nocturno Jerry Langford (Jerry Lewis). Pupkin es engañado sobre sus posibilidades de aparecer en el programa de Langford, por lo que él y su amiga, la igualmente obsesionada Masha (Sandra Bernhard), planifican y luego realizan un secuestro para hacer realidad sus sueños.

En estas dos películas, De Niro interpreta las dos caras de la misma moneda: hombres que pierden el contacto con la realidad y difuminan sus propias fantasías paranoicas con la vida real. Lo escalofriante de ambos es que se presentan como hombres comprometidos, corteses e incluso geniales, con un sentido moral muy desarrollado y un interés genuino en los demás como seres humanos. Nos engañan, como a las mujeres a las que ambos persiguen, para que pensemos que son, en el peor de los casos, ridículos pero inofensivos. Es solo cuando son rechazados que sus verdaderos colores comienzan a emerger.

De Niro también trabaja en Joker, ahora como personaje secundario que emula el papel de Jerry Lewis en The King of Comedy. Murray Franklin es un presentador de un programa nocturno a quien Arthur idolatra. Como Rupert Pupkin, Fleck pasa horas en su casa imaginando estar en su programa. Cuando logra su deseo, Franklin lo humilla mostrando un video en televisión nacional de su desastrosa rutina de stand-up. Y al igual que Travis Bickle, cuando lo empujan hacia su límite, Fleck se vuelve violento.

Pupkin no termina de ser agresivo: la pistola con la que él y Masha amenazan a Langford no es real, pero el potencial se cierne sobre todas sus acciones, especialmente a medida que se vuelven cada vez más desquiciadas. Eso es lo que le da poder.

Los tres personajes -Travis, Rupert y Arthur- tienen mucho en común. Las tres películas nos invitan a ver a un protagonista reírse, volverse violento y luego convertirse en un ícono popular aclamado por la sociedad. Y los tres piensan que son héroes existenciales: hombres que se enfrentan solos a la presión del mundo que los rodea y eligen forjar sus propios caminos.

Los responsables producción de Joker han rechazado en forma repetida la sugerencia de que su película pone tanto al personaje principal como a sus acciones violentas en cualquier tipo de pedestal. Joaquin Phoenix, quien interpreta a Arthur Fleck y poco a poco se convierte en su alter-ego Joker, abandonó una entrevista con The Telegraph cuando un periodista le preguntó si ésta era una preocupación que había cruzado por su mente. 

Y la productora Warner Bros. expresó en un comunicado oficial : “No se equivoquen: ni el personaje de ficción Joker, ni la película, respaldan la violencia del mundo real de ningún tipo. No es la intención de la película, ni la de los realizadores o el estudio presentar a este personaje como un héroe “.

Joker analisis del personaje
Joaquin Phoenix, Joker (2019)

El Joker de Joaquin Phoenix

Arthur Fleck es un hombre de mediana edad empobrecido y escuálido que trabaja como payaso en una Gotham plagada de crímenes. Tiene un peso inferior al normal, el rostro hundido y pálido. Aunque no es repulsivo, su apariencia desordenada y extraña es desagradable para los demás. En su comportamiento también es raro: es retraído y antisocial, pero no parece ser insensible o tortuoso. 

De hecho, Arthur es algo inocente y, en un inicio, bien intencionado con los demás, en especial con los niños. Sus habilidades de comunicación son deficientes; puede mantener la mirada fija en alguien durante demasiado tiempo, utilizar posturas corporales o expresiones faciales anormales, o perder señales interpersonales importantes, lo que hace que los demás se sientan molestos o incómodos a su alrededor. 

En su trabajo como payaso, las rarezas de Arthur se amplifican. En muchos sentidos, sus peculiaridades influyen en otros para excluirlo, intimidarlo o evitarlo, lo que a su vez lo lleva a aislarse, volverse más extraño y perder oportunidades para mejorar sus habilidades sociales. No intenta ser perturbador o extraño; no busca la emoción de molestar o poner en peligro a otros.

Joaquin Phoenix sale de la sombra de la interpretación icónica de Heath Ledger en The Dark Knight (2008) para ofrecer una actuación inmensa, trastornada y repugnante, llevando al personaje más allá de los límites de la normalidad con un toque casi juvenil en cada acción y reacción que retrata de manera fantástica. 

El actor, cuya carrera ya nos había regalado un trabajo sensacional en varias oportunidades (Walk the Line, The Master, Inherent Vice, Her, You Were Never Really Here, Don’t Worry, He Won’t Get Far on Foot) puede haber llegado a la cima de sus posibilidades con esta interpretación. Es imposible apartar la vista de él. La fisicalidad de su performance saca a relucir características y significados distintos que no están presentes en la narrativa o el diálogo de su personaje.

Joker se transforma de la naturaleza caricaturesca de la interpretación de Nicholson y lo desquiciado e impredecible trabajo de Ledger, para convertirse más en un individuo profundamente preocupante con una personalidad oscura y repleta de capas. 

El actor perdió veinticinco kilos para interpretar el papel, de modo que sus costillas y omóplatos sobresalen, y la delgadez le quema la cara hasta su esencia expresiva: cejas negras, mejillas cetrinas hundidas en la penumbra, una boca tan gomosa que parece estar gruñendo, un rostro perturbador coronado por una mata de pelo grasiento. Phoenix está jugando a ser un friki con una mente desquiciada, pero está tan controlado que es fascinante. Se mantiene fiel a la lógica desesperada de la infelicidad de Arthur. Él es consciente de que es extraño, pero no comprende hasta qué punto los demás lo encuentran inquietante.

Al contrario, sueña con ganarse su adoración convirtiéndose en un comediante exitoso. Él cree que su propósito en la vida es infundir felicidad en los demás. Fantasea con estar en el centro de atención, disfrutando del brillo de las luces del espectáculo, de la aprobación y los aplausos. 

A veces, incluso cierra los ojos y baila con lentitud al son de música imaginaria; convirtiéndose en el centro de atención, emulando a una figura popular como el famoso presentador de un programa de entrevistas, Murray Franklin: visible, idolatrado y respetado. Mientras imagina estas escenas, Arthur se ve a sí mismo como encantador, masculino y dominante. A pesar de estos sueños, la vida real de Arthur es monótona, repetitiva, poco gratificante y, al igual que el paisaje de Gotham City, desesperadamente desoladora.

A diferencia de otras representaciones, el Joker de Phoenix lucha por lograr una sensación de felicidad intrínseca y parece incapaz de activar sentimientos placenteros dentro de sí mismo. El de Nicholson se deleita con sus grandes y ostentosos actos de terrorismo; Hamill mantiene la manía eufórica al empujar cada vez más los límites asumiendo riesgos cada vez mayores; el de Ledger se deleita con el debate intelectual. 

Estos Jokers se presentaron con sus propios problemas, pero fueron capaces de encontrar formas de lograr sentimientos de placer. Fleck intenta encontrar alegría a través de su comedia, pero no puede superar las barreras de su enfermedad. Antes de involucrarse en cualquier tipo de violencia, Arthur está interesado en mejorar; busca formas de integrarse en la sociedad. Reconoce que necesita ayuda y que está cansado de pedirla. Su descenso al comportamiento antisocial y la violencia está, en parte, influenciado por las fuerzas contextuales que lo rodean: el sistema le falla.

Joker actores Joaquin Phoenix
Joaquin Phoenix, Joker (2019)

En los inicios de su producción, Martin Scorsese estuvo a cargo de dirigir Joker, pero debido a obligaciones contractuales previas, así como a la naturaleza del personaje protagonista, el aclamado director asumió el papel de productor y luego abandonó la película, dejando a uno de sus colaboradores a cargo. 

La dirección terminó en manos de Todd Phillips, quien eligió a Joaquin Phoenix para interpretar el papel principal y reinventó al personaje como Arthur Fleck, un comediante fallido y un paria mentalmente inestable que poco a poco comienza a abrazar su naturaleza más oscura como resultado del maltrato de la sociedad. Este Joker le debe mucho a la obra maestra seminal de Scorsese.

Tanto Joker como Taxi Driver presentan a individuos con trastornos psicológicos que, como resultado de las circunstancias que los rodean, así como de su confusión interna, caen profundamente en sus propias psicosis. Nadie alrededor parece preocuparse realmente por su estabilidad mental, y su desesperación se convierte en violencia. Para Travis Bickle, toma la forma de un intento de asesinato contra un candidato presidencial. Cuando falla, se involucra en un tiroteo con los proxenetas responsables de prostituir a una joven llamada Iris, con la que se ha obsesionado. 

En Joker, el descenso de Arthur a la locura empieza con el asesinato de dos jóvenes agentes de bolsa que molestaban a una chica en el subte -y luego lo maltrataban a él-, y culmina con el asesinato del presentador de TV Murray Franklin.

Un aspecto integral de ambas transformaciones es que estos actos de violencia terminan siendo celebrados. Taxi Driver termina con Bickle convirtiéndose en un héroe ante el ojo público, con una cobertura de noticias favorable y el padre de Iris enviándole cartas de agradecimiento. Joker toma una ruta similar, con los crímenes de Arthur inspirando una revolución social en forma de disturbios de clase.

Sin embargo, estos eventos no son necesariamente la verdad de la situación, sino más bien cómo los perciben los personajes principales. Dado que Joker y Taxi Driver son thrillers psicológicos, las películas se aseguran de que la audiencia experimente los eventos de la misma manera que Arthur y Travis. Sus acciones son en apariencia glorificadas porque sus protagonistas han regresado completamente a sus delirios. Los dos son personas desesperadas que habían sido ignorados por la sociedad, y se terminan convenciendo a sí mismos de su heroísmo.

Si bien el enfoque es diferente, otra trama que comparten Taxi Driver y Joker es una relación imaginaria de los protagonistas con un amor no correspondido. Ambos hombres son individuos perturbados que proyectan su necesidad de interacción social en dos mujeres. Sin embargo, cuando ellas los rechazan sienten que su última conexión con la sociedad en general se ha roto.

Aunque estas cintas exploran cómo sus personajes principales ven su propia estabilidad mental, divergen en la ejecución. En Taxi Driver, Travis tiene un momento de vulnerabilidad en el que confía sus pensamientos violentos y perturbados a otro taxista. Esto muestra su capacidad de autoconciencia: no quiere ceder a su psicosis. Esto permite a los espectadores comprender y simpatizar con su difícil situación, ya que su espiral descendente es una trágica inevitabilidad.

Joker proporciona un fuerte contraste. A pesar de los frecuentes intentos de Arthur de buscar la ayuda de su terapeuta, de su madre y de su padre potencial, Thomas Wayne, la película construye su transformación en Joker como un triunfo. Arthur termina rechazando la moral de la sociedad y disfruta de los actos de violencia, convirtiéndose en un héroe contracultural mientras está de pie sobre una patrulla recibiendo la adoración de la masa enmascarada con caretas de payasos.

Joker actores Joaquin Phoenix
Joaquin Phoenix, Joker (2019)

“¿Qué haría yo sin tí?” le pregunta Joker a Batman en The Dark Knight . “Tu me completas.” Tiene razón en más de un sentido: Joker, por su propia naturaleza, necesita de Batman. Porque sin el Caballero de la Noche allí para servir como contrapeso, la naturaleza anárquica, retorcida y perturbadora de Joker se vuelve difícil de tolerar.

Es cierto que, en términos cinematográficos, Joker tiene éxito en lo que se propone hacer. Está bien dirigida, Joaquin Phoenix hace una actuación antológica y la historia proporciona una visión espeluznante de la psique de su protagonista psicópata. 

Para ser justos, el Joker de Phoenix no es más malvado que sus encarnaciones pasadas. El de Ledger fue igual de retorcido, igual de nihilista; The Killing Joke presentó a un Joker cometiendo actos tan o más depravados y horribles. Estos Jokers, sin embargo, no existieron en el vacío: tienen una contraparte ideológica.

Joker, en comparación, carece de cualquier tipo de desafío moral para su villano. Ver a alguien participar en un acto despreciable y grotesco en la pantalla sin que nadie se levante para desafiarlo, sin ningún sentido de esperanza para los espectadores, es una experiencia ambigua. Con escenas de asesinato que son realistas, gráficas e intensas, destila crudeza. Si bien es injusto decir que la película celebra a su protagonista -o incluso que lo retrata con simpatía-, no presenta ningún argumento en su contra, confiando en la audiencia para emitir un juicio sobre él.

The Dark Knight y The Killing Joke tienen el mismo éxito que Joker en sumergirse en lo que hace funcionar al villano, pero estas historias brindan una alternativa a su cosmovisión enfermiza. Quizás la escena más poderosa de The Dark Knight se produce cuando el Joker hace que se evacúe parte de la población de Gotham en dos barcos: uno está lleno de presos y otro lleno de ciudadanos comunes. 

Los botes reciben detonadores y se les dice a los ocupantes que hagan estallar el otro bote o morirán ellos mismos. Después de mucho debate, ninguno de los ban dos decide seguir el juego, resignándose a la muerte en lugar de comprometerse con el asesinato. Incluso bajo presión, rechazan el enfoque caótico del Príncipe Payaso del Crimen.

Por otro lado, The Killing Joke le da al personaje una historia de fondo como un comediante fallido, que se convierte en el payaso asesino después de que la vida lo derrota. Al igual que Joker, el cómic se creó específicamente para explorar las motivaciones del personaje, mostrando cómo las presiones del mundo lo llevaron al abismo. Pero también muestra que no tenía que convertirse en lo que es, que fue su elección. 

El Joker decide que quiere demostrar que cualquiera habría seguido su camino si hubiera experimentado las dificultades que tuvo. Secuestra y tortura al comisionado Gordon y dispara y paraliza a su hija Barbara -se da a entender que incluso la viola-. Además del dolor físico que soporta, Gordon se ve obligado a mirar imágenes de lo que el Joker le hizo a Barbara. 

Cuando Batman lo rescata, Gordon insiste en que Joker sea capturado de forma legal. La experiencia lo deja marcado pero no roto, mostrando que no fueron las tragedias de la vida del Joker las que lo crearon, sino su elección; que todos tenemos que tomar una decisión cuando nos enfrentamos a tiempos difíciles y que ceder a la oscuridad nunca es inevitable.

Joker películas
Joaquin Phoenix, Joker (2019)

El director y guionista Todd Phillips convirtió un ícono del cómic en un drama psicológico que reflexiona sobre cómo la sociedad ve y trata los problemas de salud mental de ciertos individuos sin recursos. Joker se arriesga a ser percibida como una glorificación de lo que un hombre enojado y perturbado es capaz de lograr y genera un debate sobre si la película convierte un arquetipo violento en una figura heroica. En general, la película está más cerca del cine-arte que de una típica producción de cómics: muestra una acción menos explosiva pero posee más crítica social. 

A diferencia de otras interpretaciones del villano, descubrimos a un hombre solitario, tímido y poco carismático. La película utiliza el trauma por el abuso infantil de Arthur, así como su lucha con el trastorno mental, como un medio para ganarse la simpatía del público, en lugar de disgustarse por sus acciones. 

Por lo tanto, como personaje, Arthur apela a la tendencia humana a la compasión. Pero la narración da un giro inesperado: en una ciudad sumida en el caos, Arthur vuelve a nacer en un parto metafórico cuando emerge del patrullero luego del accidente provocado por los manifestantes. Como un mártir es depositado en el capot. Cuando se levanta ya es el Joker. Su vida, por fin, tiene sentido. En efecto, tal como él creía, todo es una comedia. Pero una brutal. Con su propia sangre esboza su macabra sonrisa de payaso. 

La escena final en el manicomio Arkham, pone en duda todo lo vimos antes. ¿Algo de lo que se muestra en la película sucedió realmente, o son los desvaríos de un hombre triste y encerrado anhelando atención? ¿Arthur es incluso el Joker? Terminar de esta manera vincula temas que el clímax de la película no hizo y realza su significado. ¿Arthur canaliza las frustraciones de un sistema injusto y se convierte en un ícono para un floreciente movimiento contracultural? Difícil de creer. 

El final nos revela otro tema: la naturaleza egoísta y autocompasiva de Arthur: si termina como un ícono célebre, parecería estar complaciendo su fantasía y sus métodos para lograrlo. Al agregar esta escena que cuestiona la veracidad de toda la historia, el final de Joker nos recuerda que Arthur es un hombre plagado de delirios de grandeza.

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