Hace más de tres décadas, Joker colocó la bomba que mató a Robin en las páginas de A Death in the Family. Pero los eventos que llevaron a la muerte del joven compañero de Batman fueron mucho más complejos que cualquier plan ideado por un supervillano: comenzó con un reemplazo impopular, una revisión mal aconsejada y una conversación informal entre tres personas en una reunión editorial; terminó con un sistema de votación telefónica en la que más 10,000 participantes eligieron –por estrecho margen– acabar con la vida del héroe.
Tanto la historia de A Death in the Family como su ejecución fueron polémicas: los periódicos estadounidenses dedicaron titulares al tema, y atrajo la atención de aquellos que no solían leer cómics pero estaban familiarizados con el fiel compañero del Caballero de la Noche.
Sin embargo, el Robin que falleció no era el mismo al que el público general estaba acostumbrado. En 1983, luego de que Dick Grayson se transformara en Nightwing, un joven llamado Jason Todd asumió el papel del segundo Robin. Como parte del dúo dinámico, Jason enfrentó a diversos villanos, pero cinco años y dos orígenes diferentes después, encontró su trágico destino en Batman #428: A Death in the Family.
La muerte de Jason Todd contribuyó significativamente a la sombría mitología del Caballero Oscuro, consolidando su relevancia a lo largo del tiempo, incluso después del retorno del personaje en 2005. La polémica votación telefónica que determinó el destino de Robin ha sido objeto de parodias y críticas recurrentes, y hasta el momento nunca ha sido repetida. No obstante, ¿qué sucesos llevaron al trágico fin del joven héroe en A Death in the Family?
Jason Todd, el sustituto del Robin de Dick Grayson
Corría el año 1982 y Robin se encontraba en una encrucijada: DC Comics tenía un gran éxito con New Teen Titans, la serie escrita por Marv Wolfman y dibujada por George Pérez. Esta versión actualizada del clásico equipo presentaba a Robin –el original, Dick Grayson– en un papel destacado como líder. Sólo había un problema: Batman todavía necesitaba un compañero.
Gerry Conway -quien estuvo a cargo de escribir las series de Batman y Detective Comics en el período 1981-1983-, siempre sintió que la versión del Caballero Oscuro como detective y guardián de Gotham funcionaba muy bien con un socio como Robin, un compañero más joven que pudiera aportar un poco más de ligereza al personaje. Pero a esa altura, Dick Grayson se había convertido en un adulto joven y era parte integral de la serie Teen Titans, tenía su propia vida y sus historias se desarrollaban al margen de Batman. No podía desempeñar ese papel secundario que el escritor estaba interesado en explorar.
Por su parte, Wolfman no quería renunciar a Grayson. Sus historias habían convertido al personaje en un verdadero líder. El trabajo de George Pérez fue elogiado por lograr que Robin tuviera una apariencia más adulta, alejada de los ridículos pantalones verdes que lo acompañaron tantas décadas. Sin embargo, aunque habían cambiado su imagen, ambos artistas poco podían hacer con su personalidad y carácter básico, algo que dependía de quién estuviera escribiendo la serie principal de Batman.
Para su serie de Batman, Conway sugirió reemplazar al Robin de Grayson con una versión más joven que pudiera agregar a la narrativa la dinámica de un pupilo. La editorial aceptó la propuesta, especialmente porque Wolfman deseaba explorar la relación de Grayson con otras figuras de DC como Starfire y desarrollarlo como un nuevo personaje llamado Nightwing. La decisión tenía sentido: Robin era visto como un compañero preadolescente, mientras que Conway quería un tratamiento de adulto joven. Esta evolución funcionó para ambos guionistas y también para Batman.
En una reunión con varios escritores y editores de DC Comics, incluidos Doug Moench, Marv Wolfman, Len Wein y el vicepresidente y editor ejecutivo Dick Giordano, se discutió la posibilidad de introducir un nuevo compañero para Batman. La idea era transformar a Jason Todd en el nuevo Robin, otorgándole el traje característico y permitiendo que Dick Grayson asumiera una nueva identidad. La sugerencia sorprendió a muchos en la reunión, ya que Grayson había sido Robin durante casi 43 años, que lo convertía en un elemento fundamental en la mitología de Batman.
A pesar de las dudas iniciales, Giordano sorprendió al grupo al respaldar la idea de manera entusiasta, dando luz verde al cambio. Esta decisión marcó un giro significativo en la historia de los cómics de Batman, ya que alteró su dinámica con Robin al introducir un nuevo personaje en el papel de su icónico compañero. Además, esta transformación también impactó las relaciones entre los personajes, ya que la brecha generacional entre ambos se hizo más evidente con el transcurso del tiempo, modificando así sus roles.
Wolfman se sorprendió del cambio en el lore de Batman. Aunque era una dirección hacia la que se dirigía con New Teen Titans, nunca esperó obtener el permiso para eliminar a Dick Grayson de la continuidad de Batman, lo que le permitió escribir tramas más maduras sobre el personaje, su proceso de separación del Caballero Oscuro y su búsqueda personal de identidad.
Jason Todd, el segundo Robin
Jason Todd hizo su presentación en Batman #357. El adolescente pelirrojo y sus padres, Joe y Trina Todd, conformaban un trío de acróbatas circenses conocidos como los Flying Todds. Cuando Trina y Joe descubren la verdadera identidad de Batman y del Robin de Grayson, acceden a colaborar en la investigación sobre un nuevo señor del crimen, Killer Croc, quien dirigía un esquema de protección en el circo ambulante donde actuaban.
La investigación culmina con la muerte de los padres de Jason a manos de Croc. Como resultado, Bruce Wayne acoge al huérfano Jason, quien, tras descubrir por sí mismo la identidad secreta de Batman, se une a ellos con un traje improvisado hecho con el antiguo atuendo circense de Dick Grayson.
Gerry Conway se apartó de los libros de Batman al finalizar esta historia introductoria, y el escritor Doug Moench heredó la tarea de desarrollar el personaje de Jason Todd, primero como el nuevo pupilo de Bruce Wayne, y más tarde como Robin.
En febrero de 1984, el mismo mes en que Dick Grayson formalmente se retiró de la identidad de Robin en New Teen Titans #39, Batman #368 dio la bienvenida a Jason Todd como el nuevo chico maravilla, con Grayson entregando su antiguo traje y título a su sucesor.
Durante los tres años siguientes, Batman y Robin se enfrentaron a la mayoría de los principales villanos de la galería de enemigos del Caballero Oscuro, así como a nuevos adversarios. Jason desarrolló un interés amoroso con una compañera de clase llamada Rena, estableció una asociación única con el detective Harvey Bullock de Gotham y se unió a los Nuevos Jóvenes Titanes en un momento en que Nightwing estaba bajo el dominio de Brother Blood. Finalmente, se enfrentó a matones y traficantes de drogas en su escuela.
La votación telefónica que decidió el destino de Robin en A Death in the Family
En 1988, las ventas mensuales promedio de la serie Batman alcanzaron su punto más alto desde principios de los años 70’s, impulsadas por los éxitos de The Dark Knight Returns y las aclamadas historias del Año Uno. Además, se encontraba en desarrollo una película dirigida por Tim Burton, cuyo estreno estaba programado para el año siguiente. La batmanía estaba a punto de desatarse. Y, sin que los lectores lo supieran, el destino de Jason Todd estaba a punto de quedar en sus manos.
En la sede de DC Comics, un aire de incertidumbre rodeaba al compañero de Batman. Para Denny O’Neil, la situación era clara: “Sabíamos que teníamos un problema con Robin”. El joven héroe se había convertido en un personaje polarizador que había despertado desagrado entre algunos lectores. En una reunión de redacción, surgieron debates sobre la posibilidad de matarlo. Ante la dificultad para llegar a una conclusión, O’Neil sugirió dejar que los lectores decidieran. Aunque en un inicio se consideró una idea terrible, finalmente todos estuvieron de acuerdo en llevarla a cabo.
Batman #424 marcó un hito en la historia de DC cuando el editor Len Wein autorizó una votación telefónica para que los lectores decidieran el destino de Jason Todd. Pensada más como la solución a un problema editorial que como un truco publicitario, la propuesta era innegablemente innovadora para la época: en lugar de eliminar de manera autocrática a un personaje principal, involucraron de manera directa a los fanáticos de la serie. Para O’Neil, esta era una oportunidad de hacer historia en el mundo de los cómics: “Era la primera vez que íbamos a tener una participación real de lectores en los cómics”.
Pero los ejecutivos de la editorial tuvieron que enfrentarse a una serie de obstáculos técnicos que amenazaban con arruinar su idea. Desde la obtención de los números de teléfono necesarios hasta la logística de gestionar un volumen potencialmente abrumador de llamadas, cada paso presentaba su propio conjunto de desafíos. Si bien las negociaciones con la compañía AT&T comenzaron en octubre de 1987, no fue hasta mediados de marzo del año siguiente que finalmente lograron obtener el contrato y reservar los números de teléfono para la votación.
La historia de la muerte de Robin en A Death in the Family
Fue Jim Starlin el que recibió la propuesta que cambiaría el curso de la historia de Batman. Denny O’Neil, consciente del deseo del escritor de eliminar a Robin de la serie, le ofreció la oportunidad de pensar la historia de la muerte del joven compañero de Batman. Starlin aceptó de inmediato y eligió a Joker como el ejecutor del destino fatal de Jason Todd.
Con el objetivo de involucrar plenamente a los lectores, se tomó la decisión de acelerar el proceso de narración mediante la publicación de números dobles. El arco narrativo de A Death in the Family comenzó con Batman #426, una entrega de doble tamaño escrita por Starlin y con el arte de Jim Aparo, Mike DeCarlo y Adrienne Roy, que llegó a los estantes el 23 de agosto de 1988. Dos semanas después, el 6 de septiembre, Batman #427, también de doble tamaño, continuó la trama de manera impactante.
La trama de A Death in the Family seguía a Jason en busca de su madre biológica, mientras Batman enfrentaba a dos viejos enemigos: Joker y Ratcatcher. En el clímax del arco argumental, Jason Todd es traicionado por su madre y debe enfrentarse a Joker, quien lo golpea lleno de furia con una palanca. Jason y su madre son encerrados en una habitación. Una bomba de tiempo está a punto de explotar. La tensión se vuelve insostenible. Batman irrumpe en la escena justo cuando el edificio estalla en una vorágine de caos y destrucción.
La contraportada interior de Batman #427 agrega el elemento participativo del lector, ofreciendo detalles para una llamada telefónica: un número para salvar a Jason y otro para votar por su trágica muerte.
La votación para decidir el destino de Jason Todd estuvo abierta durante 35 horas, desde las 9 am del jueves 15 de septiembre de 1988 hasta las 8 pm del viernes 16 de septiembre. El resultado tuvo una diferencia de apenas 72 votos: 5,343 llamadas fueron a favor de la muerte de Robin, 5,271 pedían que sobreviva.
Batman #428 fue lanzado el 18 de octubre. En el comienzo del número, Batman examina los restos del almacén bombardeado y, según la determinación de los fanáticos, descubre que Jason había fallecido en la explosión.
Publicado el 29 de noviembre, Batman #429 marcó el final de A Death in the Family, con Batman y Superman enfrentándose a Joker por el asesinato de Jason Todd. Sin embargo, cualquier acto de venganza queda en suspenso: al final de la historia, el Príncipe Payaso del Crimen, mal herido, logra escapar de los héroes.
Las representaciones de la muerte de Robin en A Death in the Family
La muerte de Jason Todd en A Death in the Family representó un punto crucial en la evolución del mito de Batman. Se convirtió en un monumento al Robin caído, sirviendo como un constante recordatorio para Batman del sacrificio y el costo de su cruzada contra el crimen. Junto a eventos como la parálisis de Barbara Gordon en The Killing Joke e influencias externas como el gran éxito de la película Batman de 1989, el Caballero Oscuro tomó un camino aún más sombrío, hasta convertirse en el vengador despiadado de la justicia que es en el presente.
Fuera de los cómics, en la película animada Batman: Under the Red Hood, la muerte de Robin de Jason Todd se presenta en la pantalla, mostrando uno de los momentos más impactantes en la historia del Caballero de la Noche.
La sombra de la tragedia de Jason Todd también se proyecta en la película Batman v Superman: Dawn of Justice (Zack Snyder, 2016), en la que la muerte de Robin a manos del Joker es insinuada, añadiendo una capa adicional de oscuridad al Universo Cinematográfico de DC.
El episodio Emperor Joker, transmitido en 2010 como parte de la serie Batman: The Brave and the Bold, hace referencia a A Death in the Family. Aquí, Bat-Mite hace alusión al cómic y al número telefónico para votar, mientras que se vislumbra brevemente a Batman sosteniendo a Robin entre sus brazos.
Incluso en eventos fuera de la pantalla, como la Fan Expo de Canadá en 2016, Kevin Conroy y Mark Hamill -célebres por sus interpretaciones de Batman y el Joker en la serie animada-, sugirieron la posibilidad de una adaptación animada de A Death in the Family. Este comentario resaltó la persistente relevancia y fascinación que rodea a esta impactante historia.
La historia de Jason Todd no concluyó con su trágica muerte. Después de una breve mención en la trama de Hush de 2003 -creada por Jeph Loeb y Jim Lee-, el escritor Judd Winick y el artista Doug Mahnke reintrodujeron oficialmente a Jason resucitado como el antagonista conocido como Red Hood en Batman #635 en 2005. Desde entonces, la evolución de Jason ha sido notable, transformándose de villano a héroe y antihéroe, e incluso alcanzando relevancia más allá de los confines de los cómics.
Sin embargo, entre aquellos que trabajaron en la construcción del personaje, no existe un consenso claro sobre las razones detrás de su trágico destino como Robin.
A Death in The Family no solo marcó un punto crucial en el lore de Batman y su universo, sino que también desencadenó un fenómeno único en la industria del cómic. Aunque en el presente la interacción con el público es más común, hace casi cuatro décadas, la idea de que los lectores determinaran el rumbo de una historia era revolucionaria. La muerte de Robin en A Death in the Family demostró que, aún en el mundo de la ficción, incluso los héroes más grandes pueden estar en manos del voto popular.
La versión alternativa de Batman #428: Robin Lives!
Décadas después de A Death in the Family, DC Comics lanzó una versión alternativa del cómic: Batman #428: Robin Lives! -de Jim Starlin y Jim Aparo– que imaginaba cómo habría sido la vida de Jason Todd si Robin hubiera sobrevivido a la explosión.
En el cómic, Batman busca a su compañero, atrapado entre los escombros: Robin todavía está vivo. Lleva a Jason a un hospital, pero el trauma ha dejado al joven héroe en coma. Allí recibe la vista de Dick Grayson, que ofrece sus servicios a su antiguo mentor. Batman rechaza la oferta de Nightwing y dice que se encargará del caso solo: “Así es como quiero hacerlo de ahora en adelante”.
La versión alternativa de Batman #428 reproduce el momento en que Bruce Wayne jura no trabajar con nadie de manera muy similar al cómic original, cuando le dice a Alfred que ya no quiere ayuda. Batman está conmocionado y ya no puede puede imaginar la idea de buscar otro compañero. Incluso si Jason Todd hubiera sobrevivido, Bruce nunca le hubiera permitido retomar su papel de Robin.
Batman reconoce que le ha fallado a su compañero y se promete a sí mismo hacer los cambios necesarios para evitar que algo así vuelva a suceder. Para Jason Todd, su carrera como Robin terminó en el momento en que Joker lo capturó.
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