Uno de los villanos más icónicos de la ficción, Sauron, ha mantenido a lo largo del tiempo una apariencia física enigmática. J.R.R. Tolkien, el creador de este oscuro antagonista, lo describe con gran ambigüedad, y gran parte de las imágenes populares —ya sea el temible guerrero de armadura negra o el siniestro ojo llameante en la cima de Barad-dûr— provienen en gran medida de la trilogía cinematográfica de El Señor de los Anillos, dirigida por Peter Jackson.
Sin embargo, Tolkien ofrece una visión más matizada de Sauron durante la Segunda Edad de la Tierra Media, época en la que se desarrolla la serie de televisión Los Anillos de Poder de Prime Video. En el canon, tras su derrota a manos de Morgoth, Sauron regresa bajo la apariencia de Annatar, descrito por Tolkien como una “forma justa”, aunque los detalles sobre su apariencia siguen siendo imprecisos. Dado que Annatar juega un papel crucial en la segunda temporada de la serie, este artículo explora lo que la mitología de la Tierra Media nos revela sobre el rostro adoptado por Sauron en esta etapa de su historia.
Durante mucho tiempo, Sauron pudo cambiar de forma
El estatus de Sauron como Maia le confiere la habilidad de cambiar su forma física a voluntad. Aunque es más famoso por su rol en la guerra, Sauron comenzó su existencia como uno de los Maiar, espíritus primordiales creados por el dios Eru Ilúvatar para servir a los Valar.
Corrompido por Melkor, quien más tarde se conocería como Morgoth, Sauron sucumbió a la maldad a través de la codicia, el celo y la ira. Como todos los Maiar, Sauron podía adoptar cualquier forma física, un don que muchos de sus compañeros usaron para mezclarse sin ser detectados entre los Elfos y otros Hijos de Ilúvatar. Sin embargo, Sauron decidió explotar esta capacidad de manera más teatral, creando una especie de “fiesta de disfraces” en solitario.
Durante la Primera Edad de la Tierra Media, Sauron utilizaba su habilidad para cambiar de forma como un medio para infundir terror en sus enemigos. A medida que comenzaba la Segunda Edad, podría haber comprendido que una estrategia opuesta sería más efectiva. Así, regresó a la Tierra Media bajo el alias de “Annatar”, que Tolkien describe como una “forma justa”. Aunque Tolkien no ofrece una descripción detallada del atractivo rostro de Annatar, los reinos que lo aceptaron como un aliado valioso sugieren que su forma era probablemente similar a la de un Elfo o Númenóreo.
El nombre “Annatar” también formaba parte de la astucia de Sauron. En la lengua Quenya de los Elfos, “Annatar” significa “Señor de los Regalos”, un guiño a su promesa de ofrecer conocimiento, gloria, riqueza y poder a quienes siguieran su falsa sabiduría.
Cómo Annatar engañó a los elfos de la Tierra Media
Annatar supo explotar los deseos de los Elfos a su favor. Su primera misión bajo esta identidad fue engañar a los Elfos en Eregion, donde fue recibido calurosamente por los más destacados herreros de la raza. No obstante, no todos los Elfos se dejaron llevar por sus encantos. Elrond, Gil-galad y Galadriel sospecharon que las promesas de Annatar eran demasiado buenas para ser verdad y, como resultado, Annatar evitó acercarse a Lindon y Lothlórien. A pesar de sus reservas, ninguno de los Elfos, ni siquiera los más cautelosos, logró discernir que el intrigante Annatar era en realidad Sauron disfrazado.
El objetivo de Sauron en Eregion era la creación de los Anillos de Poder. Como Maia que había servido bajo Aulë, el deidad asociado con la artesanía y venerado por los Enanos, Sauron poseía un profundo conocimiento tanto de la herrería como de la magia oscura. Aprovechó ambos saberes para guiar a los Elfos en la fabricación de los Anillos de Poder. Los Elfos, ansiosos por cumplir su ambición de crear estos poderosos artefactos, aceptaron la ayuda de Annatar, sin saber que su orientación encubría una traición. Según se relata en La Comunidad del Anillo, Sauron tejió un elaborado plan para corromper a aquellos que portaran los Anillos durante su forja.
Los dieciséis Anillos de Poder, que más tarde serían portados por Enanos y Hombres, fueron directamente influenciados por Annatar. Los tres Anillos de los Elfos fueron fabricados por Celebrimbor, pero bajo la influencia de la pérfida metodología de Sauron. Posteriormente, Annatar se retiró a Mordor para forjar el Anillo Único. Fue solo cuando Galadriel, Gil-galad y Círdan se colocaron sus tres Anillos que los Elfos comprendieron la magnitud de la traición en la que habían caído.
¿Usó Sauron su apariencia como Annatar en Númenor?
Sauron pudo haber adoptado una forma diferente en su periodo de cautiverio. Más de mil años después de su fallido intento de someter la Tierra Media con los Anillos de Poder, Sauron se encontró al borde de la derrota cuando un ejército de Númenóreanos, liderado por el tiránico Ar-Pharazôn, navegó hacia la Tierra Media. Profundamente ofendidos por la autoproclamación de Sauron como soberano absoluto de la tierra, los Númenóreanos estaban decididos a someterlo. Al verse vencido, Sauron se sometió ante Ar-Pharazôn y fue hecho prisionero.
Existe una cierta ambigüedad sobre la forma física que adoptó Sauron durante su tiempo en el reino insular de Númenor. La obra de Tolkien sugiere fuertemente que pudo haberse transformado en una forma “justa”, pero nunca aclara si reutilizó la apariencia de Annatar o escogió una forma diferente para ganarse la confianza de sus anfitriones mortales. Se pueden presentar argumentos sólidos en ambos sentidos. Sin importar cuál fuera su apariencia, Sauron dejó atrás el nombre de Annatar, ya que los habitantes de Númenor conocían su verdadera identidad.
Una vez en Númenor, Sauron ascendió de prisionero a consejero de gran influencia. Utilizó su habilidad para encantar y manipular a quienes lo rodeaban, no con promesas de regalos y conocimiento, sino avivando la ya existente hostilidad de los Númenóreanos hacia los Valar y fomentando su adoración de Morgoth. Finalmente, Sauron logró convencer a Ar-Pharazôn de emprender un temerario ataque contra Valinor, llevando a Númenor a su perdición.
Por qué Annatar no aparece en El Señor de los Anillos
La caída de Númenor marcó el fin de la habilidad de Sauron para cambiar de forma. La intervención directa de Eru Ilúvatar, el dios generalmente distante de Arda, destruyó la isla y reconfiguró el paisaje para separar a Valinor del mundo. Como parte del castigo personal infligido a Sauron, Eru le despojó de su capacidad para adoptar una forma justa.
Tras la destrucción de Númenor, Sauron quedó limitado a su forma oscura y temible, una imagen que Peter Jackson retrata como un imponente adversario enfundado en una negra armadura. Aunque el diseño exacto de esta forma permanece envuelto en misterio, Tolkien menciona en dos ocasiones que Sauron tenía manos negras, una referencia que añade un matiz de ambigüedad a su apariencia final.
Cómo Los Anillos del Poder Temporada 2 introduce a Annatar
Prime Video ofreció una nueva perspectiva sobre el engaño de Annatar. J.R.R. Tolkien no proporciona detalles extensos sobre cómo Sauron engañó a los Elfos ni sobre cómo los convenció para que siguieran sus siniestros planes. La mayoría de los lectores imaginaron a Annatar apareciendo en Eregion y ganando la confianza de Celebrimbor de manera casi inmediata. Sin embargo, la segunda temporada de Los Anillos del Poder da un giro a esta visión. Dado que Celebrimbor ya conocía a Halbrand, y Annatar se parece a él, la confusión sobre cómo el Elfo podría haber sido engañado se vuelve evidente. La respuesta, sin embargo, se centra en la notable habilidad de Sauron para la manipulación.
En la serie, Celebrimbor sabe que no debe tratar con Halbrand en la segunda temporada, pero no tiene conocimiento de que el hombre es en realidad Sauron. Aprovechando esta laguna, Sauron demuestra su maestría en el engaño al transformarse de Halbrand en Annatar justo delante de Celebrimbor. Engaña al Elfo haciéndole creer que es un enviado de los Valar, un honor que hace que Celebrimbor se sienta especial. Esta estrategia es astuta, ya que, como Maia, Sauron solo está parcialmente mintiendo.
La serie de Prime Video ha encontrado amplias oportunidades para explorar e interpretar los matices que Tolkien dejó en blanco, mostrando cómo era realmente Annatar y cómo logró convencer a los Elfos de Eregion para llevar a cabo actos de autodestrucción masiva. La segunda temporada de Los Anillos del Poder ha logrado conectar hábilmente la figura de Annatar con la imprudencia de Celebrimbor, sorprendiendo incluso a los más conocedores de Tolkien, una tarea nada sencilla.