Cuando Los Anillos de Poder cambió del continente de la Tierra Media a la isla de Númenor, el público conoció un conjunto de personajes, algunos nuevos y otros familiares para los fans de los libros y películas de El Señor de los Anillos. Los ancestros de Aragorn, Isildur (Maxim Baldry) y Elendil (Lloyd Owen), se mostraron en pantalla por primera vez en la serie, así como Eärien (Ema Horvath), la hija de Elendil, y la reina regente Míriel (Cynthia Addai-Robinson). Sin embargo, el que probablemente resulte significativo y problemático durante mucho tiempo es el Canciller Pharazôn (Trystan Gravelle).
En su primera aparición, Pharazôn parecía tener cierto peso de autoridad detrás de él y pudo decidir qué hacer con Galadriel (Morfydd Clark) y Halbrand (Charlie Vickers) durante su estancia en la isla. Más tarde, en el episodio 4, La Gran Ola, supo cómo contener a la descontenta masa de los Hombres del Rey cuando ponía en manifiesto su descontento por la estadía de la elfa en la isla. Pero, ¿quién es Pharazôn realmente? ¿Cómo llegó a esta posición y por qué tiene tanta influencia?
Quién es Ar-Pharazôn en Los Anillos de Poder
Para responder a la pregunta, tenemos que volver a los primeros años de la historia numenoreana. En la apertura del episodio 3, Adar, Míriel es la reina regente, pero su padre, Tar-Palantir, todavía está vivo y técnicamente es el rey. Tar-Palantir es el vigésimo cuarto rey de Númenor, y la razón por la que ha sido rechazado por su propia gente es porque era un partidario de los Fieles: una minoría de la población que se mantuvo fiel a los Elfos y Valar a pesar de la creciente ola de resentimiento contra ellos por parte del resto de la población.
Los Hombres del Rey no solo se opusieron a los Fieles, sino que también lo hicieron con los Elfos y los Valar y, finalmente, fueron abiertamente hostiles a ambos. Llegaron a ser llamados así debido a que fueron favorecidos por los reyes de Númenor desde el decimocuarto rey (Tar-Ancalimon) en adelante. El vigésimo tercer rey, Ar-Gimilzôr, fue el que más enfrentó a los Fieles, pero su hijo, Tar-Palantir, se parecía a su madre y apoyó sus políticas.
Pharazôn es el hijo del hermano menor de Tar-Palantir, Gimilkhâd. Si bien Ar-Gimilzôr quería que su hijo menor sucediera al trono, no pudo lograrlo; Gimilkhâd se parecía mucho más a su padre que a su hermano, y Pharazôn a su padre y abuelo. Esto significa que, en términos de linajes, Pharazôn es sobrino del rey y primo de la Reina Regente.
Al comienzo, Pharazôn demostró ser eficiente, carismático e incluso generoso. Incluso fue un buen amigo de Amandil, el padre de Elendil, que era uno de los Fieles, aunque el propio Pharazôn llegó a ser uno de los líderes de los Hombres del Rey. El aspecto de su historia que complica las cosas es que la compresión de tiempo que ocurre en Los Anillos de Poder hace que no quede claro en qué punto de su vida está Pharazôn cuando finalmente lo conocemos. Sin embargo, lo que logra en su vida es significativo, aunque también desastroso.
La juventud de Pharazôn
Cuando era más joven, Pharazôn ganó distinción como un gran comandante y líder, con importantes logros en el campo de batalla en la Tierra Media. Pero mientras estaba fuera, su padre había muerto -extrañamente joven para un númenóreano-, lo que provocó su resentimiento por la inmortalidad de los Elfos y Valar, algo que se se intensificó con el el tiempo.
Cuando regresó a Númenor, fue muy generoso con la riqueza que había adquirido en la Tierra Media y ganó un público muy leal, especialmente porque se mantuvo firme contra el impopular apoyo de Tar-Palantir a los Fieles. Sin embargo, fue solo cuando Tar-Palantir murió que la ambición de Pharazôn lo llevó a una locura finalmente destructiva: usó su poder e influencia para obligar a Míriel a casarse con él. A pesar la ley numenoreana prohibía el matrimonio entre primos, se casaron, y Pharazôn usurpó el trono. Se hizo llamar Ar-Pharazôn, “El Dorado”, rechazando la tradición de tomar un nombre real en Quenya, la lengua de los Elfos.
Cuando más tarde supo de las maquinaciones de Sauron en la Tierra Media, se dispuso a destruir sus fuerzas y ganar para sí mismo un imperio. Lo consiguió, de una manera. Derrotó y humilló a los ejércitos de Sauron en la batalla y llevó al líder de regreso a Númenor. Lo que no pudo ver fue que esto solo fue una estrategia del propio Señor Oscuro.
Poco a poco, Ar-Pharazôn llegó a confiar en Sauron, cuya influencia -y sus propias inseguridades-, lo hicieron consciente de las restricciones de su mortalidad y a temer cada vez más de una muerte inminente. Se volvió aún más desconfiado y vengativo hacia los Fieles, y la influencia de Sauron se filtró en los propios númenóreanos, pervirtiendo su religión y sembrando la desconfianza hacia los Valar.
Pharazôn y su relación con Morgoth
Ar-Pharazôn comenzó a adorar al propio Morgoth, ofreciendo sacrificios humanos (a menudo de entre los Fieles) en el templo construido en su montaña sagrada, Meneltarma, con la esperanza de que se le concediera la inmortalidad. Incluso, cerca del final, cortó el Árbol Blanco de Númenor siguiendo el consejo de Sauron.
A pesar de sus mejores esfuerzos, Ar-Pharazôn envejeció gradualmente, hasta que, en su desesperación, llegó a creer que los Valar estaban acumulando su poder de inmortalidad en Valinor y que se volvería inmortal si hacía la guerra contra ellos y se apoderaba de sus tierras. Como consecuencia, levantó una poderosa flota para enfrentarse a los Poderes y continuó a pesar de todas las advertencias aprensivas vistas en los cielos sobre Númenor. Los Valar prohibieron a los númenóreanos poner un pie en su territorio, pero Ar-Pharazôn desafió esta prohibición.
En el último momento, aparentemente, casi se detuvo, pero sus dudas dieron paso a su orgullo y aterrizó en el Reino Bendito. En este punto, la deidad creadora del mundo, el propio Eru, separó las tierras inmortales para siempre, remodelando el mundo plano y haciéndolo redondo. Se abrió un gran abismo y se tragó la flota de Ar-Pharazôn, y el propio reino de Númenor se hundió bajo las olas, como una especie de reflejo de la historia de la Atlántida en el mundo de Tolkien. El mismo Ar-Pharazôn fue tragado por la tierra, y allí encontró su fin.
La pregunta de cuánto de esta historia podría cumplirse en Los Anillos de Poder aún no se puede responder, y las notas de Tolkien están llenas de posibilidades y versiones alternativas de los eventos: en algunas, Míriel incluso apoya a Pharazôn y se une a su arrogancia destructiva.
Los personajes de la serie aún no se han revelado por completo, y los eventos en sí mismos pueden cambiar de forma en el transcurso de los episodios. Pero al menos una cosa está clara: el gran impacto que Ar-Pharazôn tiene en Númenor solo está comenzando.
El Señor de los Anillos: Los Anillos del Poder estrenará sus dos primeros episodios el 2 de septiembre en Prime Video.