Las mejores series de 2024
El streaming es un lugar inestable. En 2024, entre cancelaciones masivas, ajustes de presupuestos y los ecos de las huelgas del año pasado, los creadores enfrentaron el desafío de producir series relevantes en el contexto de escasez de un medio saturado de contenido, donde la novedad y la urgencia parecen más relevantes que las historias, los personajes, el lenguaje audiovisual. Es un momento en el que toda serie es un objeto frágil, en peligro de extinción. Con poco espacio para la experimentación y sin tiempo para el desarrollo y las necesidades de la narración, los programas deben capturar la atención desde el primer plano. O morir en el intento.
Del Japón feudal a los confines de un silo subterráneo, de los bajos fondos de Gotham a un desierto post nuclear, de Westeros a Irlanda, cada serie en esta lista comparte una característica esencial: la capacidad de convertir lo específico en universal, relatos que revelan tanto las sombras de la psiquis humana como los sistemas que nos moldean.
Con estas 15 series seleccionadas, intentamos celebrar lo audaz, lo imaginativo, lo perturbador. En un mundo donde la oferta de contenido parece interminable, estas series lograron detener el tiempo y exigirnos una pausa, un momento para mirar con atención este espejo del caos contemporáneo que es la televisión.
15. Un Hombre Infiltrado (Netflix)
La comedia reflexiva de Mike Schur, Un Hombre Infiltrado (A Man on the Inside), narra la vida de un investigador que ingresa a una comunidad de retiro para resolver un misterio. Lo que encuentra no son respuestas, sino el espejo invertido de sus propias fobias y pérdidas.
Ted Danson lidera esta serie sobre la muerte, la vejez y la resiliencia con una delicadeza demoledora, aportando profundidad a un personaje que, en su búsqueda de sentido, aprende a reconciliarse con la vida y la muerte. Con momentos de humor sutil y desgarradora humanidad, la serie convierte cada rutina en un recordatorio de la fragilidad de la existencia.
14. El Simpatizante (HBO)
El Simpatizante (The Sympathizer) reescribe el relato de la Guerra de Vietnam desde una mirada irónica y humana. Dirigida por Park Chan-wook, la serie sigue al espía comunista el Capitán (Hoa Xuande), mientras explora las complejidades de la identidad en un mundo fragmentado. Con Robert Downey Jr. interpretando múltiples papeles que representan los diversos rostros del imperialismo norteamericano, la serie logra un equilibrio precario entre la sátira y el drama existencial, deconstruyendo los mitos hollywoodienses sobre Vietnam y revelando las cicatrices psicológicas de aquellos que sobrevivieron.
La historia, estructurada como una confesión retrospectiva, invierte las nociones lineales de lealtad, pertenencia y verdad. En cada escena la identidad del Capitán se negocia y reconstruye, desde la caída de Saigón hasta su exilio en Los Ángeles, donde trabaja como consultor cultural en una película sobre Vietnam. La serie critica las representaciones orientalistas y a los tropos del cine bélico, a la vez que profundiza en las heridas personales causadas por la guerra.
El Simpatizante es, en definitiva, un retrato de cómo los individuos sobreviven y se reinventan cuando son forzados a existir en los márgenes de una sociedad atrapada en un simulacro de tolerancia, pero poco dispuesta a entender realmente al Otro.
13. Fallout (Prime Video)
La adaptación de Prime Video de Fallout logra el difícil equilibrio de ser una adaptación fiel a su origen de videojuego y, a la vez, crear un universo propio original. Dirigida por Jonathan Nolan y Lisa Joy, Fallout es una mezcla alucinada de David Lynch, Mad Max y la estética retrofuturista de los años 40. La serie captura la imprevisibilidad del mundo abierto del videojuego con una exploración de cómo la humanidad colapsa bajo presión, mientras mantiene un tono que oscila entre lo absurdo y la distópico.
Walton Goggins como The Ghoul, un sobreviviente atormentado que se mueve entre el héroe y el monstruo, condensa la brutalidad y el humor negro de esta serie que camina entre los restos de la humanidad.
12. Fantasmas (HBO)
Fantasmas de HBO, creada por Julio Torres, es menos una serie que un laboratorio psicodélico, en el que Julio Torres construye un universo perfectamente extraño donde la comedia se transforma en un viaje de autodescubrimiento. Con estilo surrealista, la serie ofrece una visión fragmentada de la lucha creativa, con sketches que exploran las dinámicas de poder y la absurda naturaleza del mundo laboral moderno.
Como un Kafka pasado de ácido, Julio, el personaje, busca un “certificado de existencia” entre oficinas burocráticas; Julio, el creador, utiliza esta premisa para mirar con humor las contradicciones del capitalismo y las estructuras de poder. Cada episodio es una caja de sorpresas, desde una parodia de Real Housewives protagonizada por Emma Stone hasta un conflicto laboral entre elfos y Santa Claus. Más que una serie, Fantasmas es un manifiesto de lo extraño como acto de resistencia frente a la banalidad televisiva.
11. True Detective: Tierra Nocturna (HBO)
La noche eterna de Alaska es el escenario del renacimiento de True Detective en Night Country. Kali Reis como Evangeline Navarro y Jodie Foster como Liz Danvers, una detective inflexible y dañada, investigan un misterio gélido en el que los horrores sobrenaturales se encuentran con brutales realidades humanas.
Dirigida por Issa López, Night Country reimagina el género policial con una perspectiva femenina profundamente atmosférica. Cada encuadre, cada silencio, parece contener un mundo de oscuridad que amenaza con devorar a sus personajes. En este rincón helado del mundo, la misoginia, el abuso y la marginación indígena alcanzan su máxima tensión.
10. Feud: Capote vs. The Swans (Disney+)
Feud: Capote vs. The Swans pone en escena la hoguera de las vanidades que significó la publicación en la revista Esquire de La Côte Basque, la ficción venenosa de Truman Capote (interpretado por un antológico Tom Hollander) llena de infidelidades, chismes, resentimientos, escatología y hasta un asesinato impune: los secretos más sucios de la alta sociedad de Nueva York, de la que el escritor era amigo y confidente.
Dirigida por Gus Van Sant y basada en el libro de Laurence Leamer de 2021, Las Mujeres de Capote, la serie es un teatro de la crueldad glamoroso y superficial, ocho episodios de una decadente atmósfera color champagne que explora el antes, el durante y el después de la pelea que marcó la vida de todos los involucrados. Esta temporada 2 de Feud es un romance trágico, cortado por los bordes afilados de la traición. Pero también es una historia de personas muy blancas y privilegiadas y lo que sucede cuando invaden su perfecta privacidad.
9. Se Presume Inocente (Apple TV+)
En el centro de Se Presume Inocente (Presumed Innocent) late un dilema moral que se desmorona como un castillo de naipes. Jake Gyllenhaal encarna a Rusty Sabich, un fiscal atrapado en una red de deseo y poder que lo lleva al banquillo de los acusados por el asesinato de su amante. La serie, una adaptación de la novela de Scott Turow, se sostiene en los matices de su personaje central: Rusty un hombre cuyas certezas – y las de los demás – se van desmoronando bajo el peso de sus propias decisiones.
Mientras el caso avanza, las líneas entre lo profesional y lo personal se diluyen, mostrando que la justicia rara vez es imparcial. Ruth Negga, como la esposa de Rusty, aporta una complejidad que eleva este thriller a un estudio de las fisuras psíquicas que dejan el amor y la ambición.
8. House of the Dragon (HBO)
El fuego y la sangre se mezclan con el luto y la venganza en la temporada 2 de House of the Dragon. Emma D’Arcy como Rhaenyra Targaryen y Olivia Cooke como Alicent Hightower transitan la traición y la pérdida con una intensidad dolorosa, mientras la dinastía Targaryen se desgarra desde adentro. Ryan Condal siempre entendió que la relación entre ellas es el centro emocional de la serie: dos mujeres impotentes dentro de un sistema patriarcal obsesionado con la guerra.
Entre dragones, hechizos y muertes, la segunda entrega de la precuela de Game of Thrones baja la intensidad, se vuelve más introspectiva: una arquitectura del destino y la fatalidad, antes de el cielo comience a arder.
7. Desprecio (Apple TV+)
Con una atmósfera que se mueve entre la decadencia y el abismo, Desprecio (Disclaimer), dirigida por Alfonso Cuarón, es un estudio sobre la memoria y la venganza que cuestiona el papel del narrador como agente de la verdad. La serie es un thriller psicológico que subvierte la narrativa con flashbacks, puntos de vista contradictorios y medias verdades.
Cate Blanchett interpreta a Catherine Ravenscroft, una documentalista cuya vida se desmorona tras la publicación de un libro que revela un oscuro secreto de su pasado. Kevin Kline, como el hombre que desata esta tormenta, ofrece una interpretación tan cargada de resentimiento como de melancolía. Desprecio no ofrece escapatoria: es un descenso hacia el naufragio moral de sus protagonistas.
6. Silo, Temporada 2 (Apple TV+)
La segunda temporada de Silo mantiene el nivel de una primera entrega gloriosa. Esta adaptación de las novelas de Hugh Howey se consolida como la serie de ciencia ficción más inteligente de los últimos años, una reflexión profunda sobre el control, la verdad y la supervivencia. Silo logra hacer que cada giro argumental sea una reflexión sobre nuestra propia sociedad: no es una serie sobre un futuro distópico, es un espejo de nuestros miedos más profundos.
Steve Zahn se une al reparto como Solo, un sobreviviente del Silo 17 marcado por el aislamiento, que aporta una humanidad cruda que contrasta con la dureza pragmática de Juliette Nichols (Rebecca Ferguson). Mientras la revolución es inminente, Silo no solo cuestiona las estructuras de poder, sino también nuestra capacidad para enfrentar la verdad cuando amenaza con destruirnos.
5. Ripley (Netflix)
Andrew Scott es hipnótico como el sociópata encantador Tom Ripley en esta oscura y elegante adaptación de la obra de Patricia Highsmith. Steven Zaillian convierte cada episodio en un tratado visual de moralidad retorcida, con una cinematografía en blanco y negro que refleja la dualidad de su protagonista: sofisticación y brutalidad, astucia y desesperación.
A diferencia de adaptaciones previas, esta versión de Ripley no esconde las grietas en la fachada de su antihéroe. Cada asesinato es un acto laborioso y repulsivo, y cada mentira, un espejo de la corrupción inherente a la ambición. Scott, con su mirada vacía y sonrisa glacial, encarna la banalidad del mal con un estilo que resulta fascinante y aterrador. Su Ripley es un vacío ambulante, un fraude tan seductor que es imposible dejar de mirarlo.
4. Industry, Temporada 3 (HBO)
En su tercera temporada, Industry alcanza su punto máximo con un retrato demoledor del capitalismo salvaje. Los creadores Konrad Kay y Mickey Down logran que cada episodio tenga la intensidad de un final de temporada. Esta entrega es un crescendo de decisiones frenéticas y errores catastróficos, y el extenso plantel de personajes – Harper (Myha’la), Yasmin (Marisa Abela), Robert (Harry Lawtey), Rishi (Sagar Radia) y Eric (Ken Leung) – asimila el caos con actuaciones electrizantes. Industry se consolida como la mejor radiografía moderna del privilegio y la ambición, donde las ruinas del éxito son tan atractivas como su fugaz recompensa.
3. El Pingüino (HBO)
La oscuridad de Gotham cobra vida en El Pingüino (The Penguin), con Colin Farrell desapareciendo en la piel de Oswald Cobblepot, un criminal moldeado por la tragedia y obsesionado con el poder. Farrell, irreconocible y genial, convierte cada gesto en una declaración de su lucha interna entre la humanidad y la monstruosidad.
La serie no solo explora los bajos fondos de Gotham, sino también los límites de la traición y la supervivencia. Cristin Milioti, como Sofia Falcone, es el contrapunto de Oz, y ofrece una interpretación cargada de furia contenida y ambición implacable. El Pingüino es más que una precuela de Batman II: es un estudio de la maldad como parte del ADN del cuerpo social.
2. No Digas Nada (Disney+)
En No Digas Nada (Say Nothing), el conflicto de Irlanda del Norte se explora con una intensidad emocional devastadora. Adaptada de la obra de Patrick Radden Keefe, la serie combina historia y humanidad, explorando el costo personal de la lucha armada del IRA contra la ocupación inglesa de la isla. Cada personaje es un microcosmos de contradicciones: guerrilleros atrapados entre la ideología y la culpa, el dolor y la esperanza, representando no solo su propia historia, sino la memoria colectiva de un pueblo dividido.
No Digas Nada logra humanizar un conflicto complejo sin caer en simplificaciones maniqueas. Su historia equilibra la escala política con la intimidad de las tragedias individuales. La serie no ofrece respuestas fáciles, sino que ilumina las sombras donde la memoria y el perdón nunca se terminan de encontrar.
1. Shōgun (Prime Video)
Shōgun es una obra maestra que destruye todo lo que creíamos saber sobre las adaptaciones históricas. Justin Marks y Rachel Kondo convierten la novela de James Clavell en un tour de force íntimo y épico que respira autenticidad en cada plano. Lejos del exotismo occidentalizado, la serie pone en escena la complejidad política y cultural del Japón feudal, construyendo un mundo inmersivo donde el honor y la supervivencia son inseparables.
La actuación de Hiroyuki Sanada como el Lord Yoshi Toranaga destila poder, sutileza y complejidad emocional. Junto a él, Anna Sawai como Mariko y Cosmo Jarvis como John Blackthorne completan un reparto que transforma lo que podría haber sido una simple historia de época en un drama político, sexual, bélico, cultural y filosófico.