El episodio 4 de la temporada 2 de House of the Dragon atrajo a 8,1 millones de espectadores en HBO y Max sólo en Estados Unidos, superando apenas la audiencia que tuvo el episodio estreno el 16 de junio (7,8 millones de espectadores). Esta cifra sitúa el debut de la temporada 2 de House of the Dragon un 22% por debajo de los 10 millones de espectadores que tuvo el estreno de la serie precuela de Game of Thrones en 2022.
Según Warner Bros. Discovery, el episodio 1 de la segunda temporada de House of the Dragon se acerca ahora a los 25 millones de espectadores, y la puesta al día de la visualización durante el feriado del Día de la Independencia estadounidense del 4 de julio llevó a la temporada 2 de la serie a su “semana más fuerte hasta ahora” en Max entre el 1 y el 7 de julio.
La batalla épica del episodio 4 de la temporada 2 de House of the Dragon
El episodio 4 de la temporada 2 de House of the Dragon del domingo, titulado El Dragón Rojo y el Dorado, presentó la primera batalla de la Danza de Dragones en Rook’s Rest. A la emboscada preparada por Criston Cole (Fabien Frankel) y el príncipe Aemond Targaryen (Ewan Mitchell) -montado al dragón más grande y feroz de Westeros, Vhagar– se une en el último minuto su hermano usurpador, el rey Aegon Targaryen II (Tom Glynn-Carney) con su dragón Sunfyre.
Ambos hermanos se enfrentan a la princesa Rhaenys Targaryen (Eve Best), quien lleva a su dragón Meleys a la Batalla de Rook’s Rest en nombre de su reina Rhaenyra (Emma D’Arcy), la líder de la facción Negra de los Targaryen. La pelea culmina el arco trágico de Rhaenys, la Reina que Nunca Fue, una mujer que comenzó la serie siendo subestimada para el Trono de Hierro en favor de su primo y padre de Rhaenyra, Viserys (Paddy Considine).
Desde ese insulto original, Rhaenys ha soportado más indignidad y pérdida de la que le corresponde, incluida la muerte de sus dos hijos. La experimentada estadista ha sido crítica con Rhaenyra y una voz constante en contra de una violencia que terminará siendo autodestructiva.
En una entrevista a Variety, Best habló sobre el rodaje del episodio y las repercusiones de la trágica secuencia final en futuros episodios de House of the Dragon. Para la actriz, la transición de su personaje de intentar mantener la paz por cualquier medio necesario a ofrecerse como tributo es fundamental, comparando el uso de dragones con la guerra nuclear.
“El panorama más amplio es que no debemos enviar dragones a la guerra, no debemos volvernos nucleares a toda costa. Entonces, cuando ella dice: ‘Yo seré la que vaya’, sabe que no habrá vida después de eso. Fue una secuencia realmente complicada de filmar. Y fueron dos semanas en las que estuve sola en esa cosa grande, electrónica y en movimiento. Tiene una silla de montar en la parte superior y hay que subir un tramo de escaleras para llegar a ella. Luego te atan a la silla y la cosa comienza a moverse”.
House of the Dragon ya ha sido renovada para una tercera temporada por HBO. El elenco que regresa para la temporada 2 incluye a Matt Smith, Olivia Cooke, Emma D’Arcy, Eve Best, Steve Toussaint, Fabien Frankel, Ewan Mitchell, Tom Glynn-Carney, Sonoya Mizuno, Rhys Ifans, Harry Collett, Bethany Antonia, Phoebe Campbell, Phia Saban, Jefferson Hall y Matthew Needham.
Los recién llegados a la segunda temporada son Abubakar Salim como Alyn de Hull, Gayle Rankin como Alys Rivers, Freddie Fox como Ser Gwayne Hightower, Simon Russell Beale como Ser Simon Strong, Clinton Liberty como Addam de Hull, Jamie Kenna como Ser Alfred Broome, Kieran Bew como Hugh Hammer, Tom Bennett como Ulf el Blanco, Tom Taylor como Lord Cregan Stark y Vincent Regan como Ser Rickard Thorne.
Ryan Condal y el autor de Fuego y Sangre, George R.R. Martin, crearon la serie. Condal se desempeña como showrunner y productor ejecutivo junto a Sara Hess, Alan Taylor, Melissa Bernstein, Kevin de la Noy, Loni Peristere y Vince Gerardis.