Representada en La Fe de los Siete por el Desconocido, la Muerte es sin duda uno de los personajes principales de House of the Dragon 1×8, El Señor de las Mareas, así como también lo fue en el episodio anterior, Marcaderiva.
Aunque no es atípico en el universo de Game of Thrones que un personaje importante muera, reorganizando con su deceso todas las piezas del tablero del Juego de Tronos, el ritmo narrativo de House of the Dragon demoró en entregar muertes importantes. Mientras Marcaderiva dedicó buena parte de su tiempo de ejecución a los ritos funerarios que vienen después de la muerte de una persona, El Señor de las Mareas se focaliza en lo que debe hacerse en los días que preceden a esa temida visita del Desconocido, en especial cuando quien la invoca es un Rey.
Lord Vaemond Velaryon (Wil Johnson) aprende que después de llamar a los hijos de Rhaenyra (Emma D’Arcy) bastardos, el Desconocido no siempre anuncia su llegada. Sin embargo, a veces, lo hace. Cuando esto sucede, depende de los amigos y familiares de la persona que pronto fallecerá hacer todo lo que esté a su alcance para asegurar que su ser querido tenga una muerte pacífica.
Aunque cuando hay una gran herencia sobre la mesa, no muchos hacen su mejor esfuerzo actuando, como si el que aún no se ha ido ya hubiera muerto. Y así, con Lord Corlys (Steve Toussaint) y el rey Viserys (Paddy Considine) a la espera de que el Extraño toque su puerta, las Casas Velaryon, Targaryen y Hightower se enfrentan por ocupar los tronos más poderosos de Westeros: el de Driftwood y el de Hierro.
En House of the Dragon 1×8 los problemas comienzan en Marcaderiva
Los problemas comienzan en Marcaderiva, seis años después del funeral de Lady Laena (Nanna Blondell). Debido a una herida mortal sufrida en los Peldaños de Piedra, donde la guerra está arrasando una vez más, Lord Corlys tiene pocas esperanzas de recuperar la plena conciencia y reclamar su lugar como jefe de la Casa Velaryon. Mientras aún respira, su mujer, Rhaenys (Eve Best), gobierna en su ausencia, pero los maestres ya dejaron claro que la Serpiente Marina se está quedando sin aliento.
Habiendo perdido a sus dos hijos, al menos hasta donde él sabe, Lord Corlys deseaba que su trono pasara a su segundo nieto mayor, Lucaerys (Elliot Grihault). Sin embargo, su hermano, Vaemond, tiene pensamientos diferentes sobre el futuro de Marcaderiva. Vaemond nunca se esforzó por ocultar sus sospechas sobre el verdadero origen de los hijos de Rhaenyra y Laenor (John Macmillan), ni siquiera durante el funeral de su propia sobrina. Proclamándose a sí mismo pariente más cercano de Lord Corlys y su único heredero varón, quiere tomar el trono de la Casa Velaryon para sí mismo y tiene la intención de presentar su caso ante el rey, o, más bien, la reina.
La misteriosa enfermedad que lo ha estado acosando desde el episodio 1 redujo a Viserys a una mera sombra de lo que era. Todo su cuerpo está cubierto de llagas, y cada vez que el rey aparece en público, cubre el lado derecho de su rostro con una máscara dorada para ocultar una mejilla sin piel y el cuenco de un ojo vacío. Dejando a un lado los efectos cosméticos, la enfermedad también le causa mucho dolor, lo que lo deja casi inmóvil, y la leche de amapola que los maestres le dan nubla su mente hasta el punto en que lucha por reconocer a su propia hija.
Dado que el rey no puede atender a la corte o asistir a las reuniones del Pequeño Consejo, depende de la reina Alicent (Olivia Cooke) para asegurarse de que el reino esté en orden, con ayuda de su padre, Otto (Rhys Ifans); la Casa Hightower es la que gobierna Westeros.
Teniendo en cuenta su alineación política, así como la disputa personal de Alicent con Rhaenyra y Lucerys, parece que las probabilidades están a favor de Lord Vaemond. Más allá de lo contraproducente que puede ser que un adolescente controle la flota naval más grande del reino, por lo que Luke no tiene muchas posibilidades de ganar la contienda. Pero Rhaenyra y Daemon (Matt Smith) no permitirán que pierda Marcaderiva sin luchar.
Después de todo, desafiar el derecho del niño al Trono de la Casa Velaryon significa poner en duda su derecho de nacimiento, lo que, a su vez, es un ataque directo contra el reclamo de la princesa al Trono de Hierro. Ahora que esperan el nacimiento de su tercer hijo, Daemon y Rhaenyra reúnen a los niños y parten hacia Desembarco del Rey. La reina Alicent y Lord Otto pueden no estar de su lado, pero el rey ciertamente lo está.
Más allá de todas las decisiones erradas de Viserys, no dejó de respaldar el reclamo de su primogénita como el único válido. Así que, pese a todo el dolor físico que soporta, decide dejar de tomar la leche de amapola para estar lúcido y cenar con su familia. Así que cuando Rhaenyra y Vaemond, quien ya había negociado su reclamo ante Alicent y Otto, habían presentado sus casos en la corte, el rey llegó arrastrándose hasta el Trono de Hierro y decidió tomar el asunto en sus propias manos.
Viserys resuelve la disputa afirmando que la princesa Rhaenys es la única que puede hablar de los deseos de Lord Corlys por la sucesión de Marcaderiva, dándole así el poder de decidir quién tomará el Trono de Driftwood. Con seguridad, este precedente legal que sentó el rey será usado como excusa a futuro por Alicent para sostener el reclamo de su hijo como rey de los Siete Reinos.
Aunque Rhaenys culpa a Rhaenyra y Daemon por la muerte de Laenor, apoya el reclamo de Lucerys, algo que hubiera querido Lord Corlys, al mismo tiempo que acepta, aunque la decisión no recae en ella, ya que son hijas de Daemon, de desposar a Luke y Jacaerys (Harry Collet) con Baela y Rhaena (Phoebe Campbell) para asegurar que el legado de su familia continúe tanto en Marcaderiva como en el Trono de Hierro.
Aunque Lord Vaemond sabía que Rhaenys no iba a apoyar su reclamo, después de escuchar el veredicto del rey está enojado y pierde la inteligencia. Vuelve su ira contra Rhaenyra y sus hijos, llamando a los tres niños Velaryon bastardos y puta a la Princesa. Pero antes de que alguien tuviera la oportunidad de cortarle la lengua, tal castigo fue anunciado por Viserys para quien cuestione la legitimidad de los hijos de Rhaenyra en el episodio anterior, Daemon desenvaina Hermana Oscura y corta la cabeza del hombre por la mitad.
Las tensiones son altas dentro de la Fortaleza Roja, y la muerte de Vaemond es solo el ejemplo más obvio. Alicent y Rhaenyra todavía están librando su guerra silenciosa, la reina está enojada con el Príncipe Aegon (Tom Glynn-Carney), quien ha pasado de exhibicionista a violador desde su boda con su hermana Helaena (Phia Saban), y el Príncipe Aemond (Ewan Mitchell) está casi babeando de rabia por volver a ver a Luke después de que el niño le sacó un ojo. Ahora que ha crecido y luce rudo con una cicatriz y un parche en el ojo, Aemond está esperando el momento perfecto para vengarse de su sobrino.
Teniendo en cuenta que comparte con su tío Daemon el carácter y la posesión de segundo hijo que no tiene nada que perder, lo mejor por parte de los hijos de la heredera es dejar al tuerto en paz. Aún así, la familia es la familia, y los Targaryen pueden dejar de lado sus diferencias para al menos para una última comida con su patriarca enfermo.
La muerte de Viserys termina la pequeña tregua en el seno de la Casa Targaryen
Es una escena extrañamente placentera y conmovedora para el universo de Game of Thrones. El rey Viserys pronuncia un discurso sobre la familia que se mantiene unida, Alicent y Rhaenyra encuentran cosas para felicitarse la una a la otra, y Jace lleva a su tía Helaena a bailar. Aegon todavía encuentra tiempo para ser un poco perra, pero ni siquiera él puede arruinar la atmósfera de alegría que se apoderó de la habitación. Todos se ven tan felices… hasta que, por supuesto, el rey se va.
Cansado y dolorido, Viserys es llevado de regreso a su habitación por dos guardias justo cuando un par de sirvientes entran con un cerdo en una bandeja. Colocan el cerdo frente a Aemond, lo que le recuerda a Luke la vez que le dieron a su tío un cerdo con alas. Luke deja escapar una risita y Aemond responde con el último de una serie de brindis en los que felicita a sus sobrinos por ser tan… Fuertes. Eso es suficiente para poner fin a la fiesta y hacer que Rhaenyra regrese a Rocadragón. Curiosamente, Alicent le ruega que se quede y Rhaenyra accede a regresar a Desembarco del Rey lo antes posible a lomos de Syrax.
Pero la Alicent que Rhaenyra encontrará a su regreso probablemente no sea la misma que dejó atrás en esta oportunidad. Acostado en la cama, drogado con leche de amapola, el rey Viserys divaga con su esposa sobre el sueño de Aegon y el Príncipe que fue prometido, confundiéndola con su hija. Alicent no entiende, cree que Viserys está hablando de su hijo Aegon, al principio. Sin embargo, cuando el rey le dice que ella es la que debe unir el reino, algo hace clic dentro de su mente, y con una fuerte resolución abandona la habitación de su esposo.
El Señor de las Mareas es un episodio tranquilo para los estándares de GOT, aunque importante, ya que las piezas del juego se reorganizaron una vez más. Lord Corlys está fuera de escena, el rey murió al final. Marcaderiva y su flota están a punto de estar bajo el control de Rhaenyra y Alicent cree que conoce un secreto sobre el reino que en realidad no entiende.
Paddy Considine y la directora Geeta Vasant Patel hacen un gran trabajo durante los momentos finales de El Señor de las Mareas. Los susurros del rey de “No más” son desgarradores, y la iluminación y el trabajo de cámara lento hacen que la escena sea aún más conmovedora. La oscuridad de la imagen refleja el dolor y el aislamiento de Viserys del mundo que lo rodea. Hacia el final del episodio, el rey recibe la visita tan esperada del Desconocido, por lo que esta escena fue un adiós apropiado para alguien que por una mezcla de ego, amor y culpa dividió a la Casa Targaryen en dos.