¿Quién es Catwoman? ¿Es la última femme fatale de los cómics? ¿Es una antihéroe incomprendida, una criminal por circunstancia más que por elección? ¿Es el interés romántico inalcanzable, siempre escabulléndose por callejones y azoteas, destinada a correr siempre más rápido, saltar más alto, lejos del alcance de los hombres? La respuesta es tan esquiva como el propio personaje: ¿cómo no serlo, después de 82 años de historia en un género caracterizado por sus sensibilidades siempre cambiantes?
Retobada, plebeya, vulnerable, encendió las fantasías porno románticas de Batman y toda Ciudad Gótica. De la femme fatal del noir al twist tecnicolor de los 60’s, del anarquismo que le dio Frank Miller al freak show de Tim Burton, de la dominatriz de Halle Berry a la modernidad líquida de Zoë Kravitz. Insumisión, coraje y látex: las siete vidas de una marginal en estado salvaje.
La historia de Catwoman en los cómics
Creada por Bill Finger y Bob Kane para atraer a las lectoras y brindarle a Batman un claro interés amoroso, The Cat, como se conoció por primera vez a Selina, representaba las opiniones sesgadas de Kane sobre el sexo femenino. Para el escritor, las mujeres eran acertijos traicioneros, distantes y atractivos destinados a engañar y torturar. Kane no hizo ningún esfuerzo por ocultar sus dudosos prejuicios contra el sexo opuesto, declarando en su autobiografía de 1989 que “no queremos que nadie se apodere de nuestras almas, y las mujeres tienen la costumbre de hacerlo”.
En Catwoman, Kane creó su recipiente definitivo para la traición: una mujer atractiva, hermosa, escurridiza y peligrosa. Su caracterización contrastaba marcadamente con los otros villanos de Batman: mientras que Joker era trastornado, aterrador e imparable, Catwoman era seductora, tentadora e irresistible. Su villanía no era aparente, y eso la hizo mucho peor: era una embaucadora, una mentirosa, una maestra de la seducción, todo envuelto en un traje muy sexy. Su magnetismo ejercía una influencia lo suficientemente fuerte como para hacer que el Caballero Oscuro traicionara su código moral y pasará por alto sus transgresiones.
Catwoman ha llevado muchas vidas a lo largo de su existencia, convirtiéndose en lo que necesita para mantenerse al día: fue una mujer fatal en la era del cine negro, una criminal incomprendida en la era de los héroes amorales y un modelo feminista en la era de la liberación femenina. Catwoman siempre ha tenido una forma de encarnar la idea de qué feminidad prevalece en un momento dado.
Durante la Edad de Oro de los cómics, Catwoman se mantuvo fiel a la caracterización inicial de Kane. Podría ser vulnerable con Batman en una viñeta, para luego volverse agresiva y distante en la siguiente. Las tensiones con la Autoridad del Código de Cómics a mediados de los años 50’s atrofiaron su crecimiento, pero Selina demostró su resistencia. Sus historias giraban en torno a su dualidad y el juego de ajedrez metafórico que ella y Batman solían jugar cuando se enfrentaban.
Como muchos de los mayores enemigos del Murciélago, su historia de fondo era fluida. Catwoman era todo, desde una azafata amnésica hasta una mente maestra criminal tramposa. Nada era blanco o negro con ella: habitaba el gris más puro. Aún así, había mucho territorio para cubrir con una caracterización caótica que seguía siendo simplista. Afortunadamente, su destino cambiaría gracias a la intervención de tres mujeres que redefinieron el personaje en los años venideros.
Catwoman en la década del ’60: Julie Newmar, Lee Meriwether y Eartha Kitt
La serie Batman de la década de 1960 fue escapismo en su estado más puro. Excesiva, ridícula y adictiva, el espectáculo encarnaba la sensibilidad de la época que favorecía la sencillez y la salubridad. La actriz, bailarina y cantante Julie Newmar interpretó a Catwoman durante las dos primeras temporadas, ofreciendo una versión del personaje sin disculpas.
Newmar mezcló elementos de la feminidad tradicional que se esperaba de los personajes femeninos de la televisión con las ideas transgresoras inherentes a la propia Catwoman. El resultado fue un retrato versátil que equilibraba fácilmente la comedia y la seducción. Newmar se mostró burbujeante, espontánea, incluso sin pretensiones, a pesar de tener un control muy claro de la situación.
Entre las temporadas 1 y 2, se estrenó una película de Batman. Como Newmar no estaba disponible para repetir el papel, Lee Meriwether se puso los tacones de aguja de Catwoman. Su interpretación del papel mantuvo el enfoque sexual de Newmar pero abandonó todo rastro de alegría. Meriwether interpretó a The Cat como una simple femme fatale, muy parecida a la personalidad del personaje de la Edad de Oro.
La gente a menudo se olvida de Meriwether cuando habla de Catwoman, y es fácil entender por qué. No hizo mucho para establecer su propia versión definitiva del papel, y está intercalada entre dos versiones icónicas de un personaje que seguirá reinventándose a sí mismo de maneras mucho más interesantes.
El regreso de Newmar para la segunda temporada del programa disminuyó aún más las contribuciones de Meriwther. Sin embargo, la actriz dejó Batman al final de ese año, abriendo la puerta para que Eartha Kitt usara el catsuit. Kitt ya era una gran estrella gracias a su carrera como cantante y su casting fue un gran evento.
Aún así, muchos reaccionaron negativamente, en especial teniendo en cuenta la dinámica anterior entre Catwoman y Batman, que destilaba tensión sexual. Y debido a que en Estados Unidos fue una época de intensa división racial, una mujer negra en un romance con un hombre blanco era demasiado para algunos. Como tal, la Catwoman de Kitt vino con cambios significativos.
Atrás quedó cualquier sugerencia de un romance entre el Murciélago y la Gata. En cambio, la Catwoman de Kitt se convirtió en una ambiciosa y, a menudo, despiadada señora del crimen, adoptando un papel abiertamente antagónico. La voz aguda de Kitt y el uso de ronroneos ya son legendarios, pero su actuación fue más allá de lo superficial. Ella habitaba al personaje, usando todo su cuerpo para contar la historia de Selina. No solo caminó, sino que se deslizó por las escenas, usando sus palabras, ojos, manos y caderas para expresar la sexualidad y la sensualidad que exigía el personaje, pero que la televisión censuraba.
La serie terminó después de la tercera temporada, cerrando la puerta a otra Catwoman live action durante veinticuatro años. Mientras tanto, el personaje siguió siendo una presencia constante en los cómics, aunque con un enfoque más mortífero. En tono con el clima más oscuro de la Edad del Bronce, la Catwoman de principios de la década del ’70 se volvió más sanguinaria, incluso cruel, cometiendo una serie de crímenes y asesinatos que amenazaban con enviarla del gris al negro absoluto.
Catwoman de Frank Miller
A finales de los 70’s, Catwoman casi desaparece cuando Selina entró en una relación con Bruce Wayne, y sus contrapartes de Earth-1 incluso se casaron en DC Super-Stars # 17. Esta fue la primera vez que los dos personajes intentaron la felicidad romántica tradicional, y aunque el experimento no duró, proporcionó una idea de las complejidades de su atracción. Bruce y Selina tienen una desconfianza natural el uno en el otro que hace que su dinámica sea inherentemente caótica. Él la ama, pero siempre está esperando que ella se vuelva contra él. Por su parte, Selina lucha con la duda, siempre cuestionando si realmente puede pasar de página.
La historia de Frank Miller, Batman: Year One, proporcionó posiblemente la versión más conocida de la historia de fondo del personaje. Convirtiendo a Selina en una dominatriz que lucha activamente contra “el hombre” mientras protege a una joven indefensa, Miller redefinió a Catwoman como una liberadora, una feroz disruptora del sistema que opera fuera de la ley. Mientras que Batman luchaba para restaurar el poder en las instituciones, Catwoman buscó trasladarlo a la gente. Defectuosa y desquiciada, esta Catwoman de la era moderna allanó el camino para la versión live action más icónica del personaje.
Catwoman de Michelle Pfeiffer en Batman Returns
En Batman Returns (Tim Burton, 1992) presenta a Michelle Pfeiffer como Selina Kyle, una secretaria mansa e indefensa, una chica “sin sentido”, en sus propias palabras. Burton estaba mucho más interesado en los villanos que en el propio Murciélago, lo que dio como resultado una película en la que el típico viaje de liberación y autodescubrimiento del protagonista se cimenta en los antagonistas.
La Selina de Pfeiffer literalmente muere, empujada por una ventana por las manos enguantadas de un Christopher Walken como representante de la masculinidad opresora. Renacida como Catwoman, busca venganza contra los hombres que la agraviaron. Y en el mundo de Burton, todo hombre lo hace. Max Shreck la subestima, el Pingüino la usa, pero es Batman quien comete el error más atroz: él se niega a verla por lo que es, idealizándola como alguien a quien puede salvar.
La Catwoman de Pfeiffer no necesita un salvador. A ella le importa poco la redención o incluso la supervivencia. Batman Returns es una historia de venganza, y ella es la heroína original, una especie de Amy Dunne (Gone Girl, David Fincher, 2014), con muchas más vidas y muchos menos límites. Pfeiffer reúne todas las cualidades características del personaje: sexualidad abierta, dualidad de intenciones, lealtades cambiantes y alardea de ellas bajo una bandera de liberación y empoderamiento que sería crucial para la caracterización de Catwoman en el futuro.
En los años siguientes, el personaje alcanzó la cima de la popularidad. Catwoman recibió una serie en solitario, convirtiéndose en una criminal internacional con un código decididamente amoral. Debido a que los años 90’s fueron la época de las poderosas mujeres de negocios en los medios, Selina también fue directora ejecutiva de una importante corporación de Nueva York. Mientras tanto, también desempeñó un papel crucial en dos de las historias más icónicas de Bat, The Long Halloween y Dark Victory, en las que se da a entender que es la hija de Carmine Falcone.
Selina Kyle de Halle Berry en Catwoman (2004)
Con su papel como una fuerza independiente libre de la influencia del Murciélago, Warner Bros. comenzó a explorar la idea de una película en solitario. En inicio, Pfeiffer iba a regresar en una historia que vería a Selina amnésica viajar a Oasisburg, la versión DC de Las Vegas. El proyecto pasó años en un infierno de desarrollo, cuando Pfeiffer dejó el proyecto se rumoreaba que actrices como Ashley Judd y Nicole Kidman asumirían el papel, pero no se materializó nada concreto. Halle Berry ganó el papel, lo que llevó a la ahora infame Catwoman (Pitof, 2004).
Berry, que acababa de ganar el Oscar en 2002 por Monster’s Ball (Marc Forster, 2001) y estaba en lo más alto de una ola de éxitos comerciales que incluía haberse convertido en una chica Bond en Die Another Day (Lee Tamahori, 2002) y en la mutante Storm en la franquicia X-Men, parecía la elección perfecta para el papel.
Era físicamente impresionante y atlética y una actriz talentosa con una gran cantidad de premios en su haber. Con un elenco de apoyo que incluía a Benjamin Bratt de Law & Order como su interés amoroso y a la femme fatale de los 90’s Sharon Stone como la antagonista, Catwoman del director Pitof prometía ser una valiosa adición al floreciente canon de superhéroes del nuevo milenio.
Por desgracia, no fue así. Berry, interpretó una versión alternativa de Catwoman llamada Patience Phillips, apoyándose en el estilo de Eartha Kitt, e incluso incorporando sus icónicos ronroneos. Sin embargo, mientras que la serie de los 60’s reconoció y celebró el kitsch en la actuación de Kitt, Berry no estuvo a la altura del papel. El público se rio junto con Batman de 1966, pero se rio de Catwoman en 2004. Diálogos obsoletos, escenas de acción torpes y una versión realmente inexplicable del traje de la Gata, hicieron que la película fuera casi imposible de ver.
Catwoman fue lo suficientemente mala como para descarrilar la carrera de Berry por un tiempo, pero el personaje en sí salió relativamente ileso. Después del evento cómico Infinite Crisis de 2005, Selina abandonó su alter ego y se lanzó al papel de madre devota. Las historias futuras la verían actuando como una aliada de Batman. Seguía habitando el gris, aunque con cada nuevo número daba un nuevo paso hacia el blanco.
Catwoman de Anne Hathaway en The Dark Knight Rises
Selina regresó a la pantalla grande con The Dark Knight Rises (Christopher Nolan, 2012). Interpretada por Anne Hathaway, es la encarnación perfecta de la idea de Catwoman sin convertirse nunca en un personaje verdaderamente tridimensional. Como la mayoría de los personajes femeninos de Nolan, la Selina de Hathaway nunca se eleva por encima de la caracterización superficial y existe al servicio de la historia de Batman, actuando como un enemigo al principio antes de convertirse en un aliado improbable, dada la débil caracterización de ella en la historia en el tercer acto.
Aún así, hay algo impresionante en su interpretación. Esta Selina es la idea inicial de Kane a la perfección: una mujer peligrosa que usa sus atributos femeninos para castrar y engañar a los hombres que la rodean. A diferencia de Pfeiffer y Berry, Hathaway es tímida a propósito; a diferencia de Newmar o Meriwether, ella es sexual solo cuando es necesario. Su actuación encaja perfectamente con el enfoque hiperrealista de Nolan y al mismo tiempo encuentra formas de abrazar la naturaleza del personaje en su creación.
Catwoman de Zoë Kravitz en The Batman
10 años después de que la Selina de Hathaway apareciera en la pantalla grande, Catwoman es tema de la conversación. Su personaje de cómic está involucrado en una tórrida aventura con Batman, con los dos expresando su amor en cada azotea de Gotham. La última versión live action, interpretada por Zoë Kravitz, hizo su esperado debut con The Batman de Matt Reeves.
Esta iteración parece inspirada en las otras que la precedieron: el exterior de acero de Kitt, la sexualidad burbujeante de Newmar, la independencia violenta de Pfeiffer, la timidez suave de Berry y la ambigüedad contundente de Hathaway. Sin embargo, Kravitz agrega una melancolía que no está presente en ninguna otra. Esta Selina ha sido testigo de demasiada violencia en su vida y está decidida a hacer algo al respecto.
Entonces, ¿quién es Catwoman? La respuesta puede variar según cuál versión se conjure. Sin embargo, cada encarnación comparte un rasgo común que las une a todas: la perseverancia. En resumen, ella es una sobreviviente. El personaje ha sido todo bajo el sol y algo más, pero su atractivo permanece constante. Selina Kyle es a la vez heroína y villana. Vulnerable pero nunca débil, egoísta sin disculparse, Catwoman puede ser todo lo que los fanáticos quieren que sea, pero sobre todo, todo lo que ella quiere ser. Ahí radica su magia y su atractivo. Los héroes van y vienen, pero Catwoman permanece, siempre teniendo la última palabra con una sonrisa astuta y un maullido en la punta de la lengua.