William Marston desafió a su época con su vida y con su obra: vivió en una relación poliamorosa con dos mujeres, practicó BDSM, enseñó en la universidad teorías revolucionarias sobre la superioridad femenina. La mayoría de los primeros superhéroes tenían sus raíces en algún tipo de evento trágico que motivó su carrera en la lucha contra el crimen. La historia de origen de Wonder Woman estaba basada en una visión utópica feminista. Su misión no era resolver traumas personales, era facilitar el establecimiento del matriarcado. Crónica de una revolución fetichista.
William Marston, el creador de Wonder Woman
William Moulton Marston no era el típico creador de cómics. La mayoría de los escritores de superhéroes de la Edad de Oro fueron hombres jóvenes: Jerry Siegel tenía 23 años cuando Action Comics #1 se estrenó, Bill Finger 25 cuando Detective Comics #27 tocó el éxito, y Joe Simon 27 cuando Captain America fue lanzado. Marston tenía 48 años cuando Wonder Woman apareció por primera vez en All Star Comics #8 en diciembre de 1941. H.G. Peter, el caricaturista establecido que Marston eligió para dibujarla, tenía casi tres veces la edad de sus colegas.
Muchos de estos creadores trabajaban en cómics con la esperanza convertir este hobby en su trabajo “real”, pero Marston ya tenía un trabajo. De hecho, tenía varios. Había obtenido tres títulos de la Universidad de Harvard: una licenciatura en 1915, otra en Derecho y un doctorado en Psicología. Enseñó en varias universidades, publicó libros, fue asesor de un estudio de cine en Hollywood y escribía artículos para revistas y diarios antes de crear a WW.
Marston era mejor conocido por inventar la prueba del detector de mentiras, o polígrafo, que se basó en su investigación de los cambios en la presión arterial sistólica. Era un académico, pero tenía algo de vendedor ambulante. Podía usar su detector de mentiras para propósitos nobles en juicios penales y también en anuncios de máquinas de afeitar Gillette para demostrar que eran la marca superior del mercado. Fuera del detector de mentiras, su trabajo psicológico también tuvo efectos duraderos: su teoría DISC sobre el comportamiento humano todavía se utiliza como una base para las pruebas de evaluación de la personalidad.
Incursionó en muchos campos, pero todo su trabajo fue conectado a través del tema común de su enfoque en el potencial sin explotar de las mujeres. Menos de una década después de que ganaran el derecho al voto, argumentó que, de hecho, eran psicológicamente superiores a los hombres.
En las décadas del ‘20 y del ‘30, las mujeres solo habían experimentado ligeros avances en la población laboral activa y, a menudo, en trabajos con escasas oportunidades para el progreso. Aunque ahora podían votar, en muchos estados norteamericanos siguieron luchando durante años por los derechos de la ciudadanía plena. Aquellas interesadas en formarse en la educación superior a menudo enfrentaban problemas por las reglas que limitaban el número permitido en los posgrados. Por ejemplo, muchas facultades de medicina habían restringido la matriculación de mujeres a un ridículo 5 por ciento de los estudiantes.
Wonder Woman y el poder femenino
La alta opinión de Marston sobre el poder innato del sexo femenino estaba influenciada por las mujeres que lo rodeaban. Vivía en una relación poliamorosa con Elizabeth Holloway Marston y Olive Byrne, ambas representantes del feminismo de la época. Elizabeth, su esposa, había obtenido una licenciatura en Psicología de Mount Holyoke College, otra en Derecho en la Universidad de Boston, y una maestría en Psicología en Radcliffe College. Había pagado su propia matrícula para su carrera de abogada cuando su padre se negó a apoyarla.
Ella trabajó junto con Marston en su investigación sobre la presión arterial sistólica, además de sus trabajos en universidades y revistas. Llevaban diez años de casados cuando Marston conoció a Olive, una estudiante de sus clases de Psicología en el Tufts. Ella también tenía una buena educación y conexiones muy estrechas con el movimiento anticonceptivo. Su madre, Ethel Higgins Byrne, había abierto el primer centro de control de natalidad de Estados Unidos en 1916 junto con la tía de Olive, Margaret Sanger.
Cuando Marston y Byrne se enamoraron, Byrne se mudó con ellos. Entre 1928 y 1933, cada mujer tuvo dos hijos. Vivían juntos como una familia. Holloway se puso a trabajar para mantener el hogar; Byrne se quedó en casa y crió a los niños. El trío decía que Byrne era la cuñada viuda de Marston. Sus hijos no se enteraron de que él era el padre hasta 1963, cuando finalmente Holloway lo admitió, y solo después de que obtuvo la promesa de que nadie volvería a plantear el tema.
Después de la muerte de Marston en 1947, Elizabeth y Olive continuaron criando a sus hijos juntas y fueron compañeras hasta el fallecimiento de Olive en 1990.
Los primeros cómics de Wonder Woman
A finales de la década del ’30, Marston se convirtió en psicólogo consultor para la revista Family Circle, y su artículo Don’t Laugh At The Comics llamó la atención del editor de All-American Publications. El artículo trataba sobre la reacción despavorida que habían tenido los estadounidenses cuando Orson Welles adaptó en su programa de radio la novela de H. G. Wells, La Guerra de los Mundos, la noche de Halloween de 1938: una invasión extraterrestre ficticia, que causó pánico e histeria en muchas ciudades del país.
“Este episodio de la parodia estadounidense se puede atribuir casi en su totalidad a los cómics. Historias como Buck Rogers, que aparecen en los periódicos y las secciones de historietas de los domingos, y recientemente en las revistas de historietas mensuales, han creado un mundo de fantasía que es casi tan real para los adultos como para los niños”.
“Y eso significa que los adultos sanos a veces no pueden diferenciar entre hechos y fantasías. Hay millones de hombres y mujeres normales en la actualidad que no tienen ninguna resistencia mental a los cuentos de lo extrañamente imposible. Ningún ser sobrenatural es demasiado ilógico para creer en él. ¡El fascinante experimento de radio de Orson Welles demostró que los estadounidenses de hoy están viviendo una vida mental imaginaria en un mundo creado por cómics!”
El artículo discutió la creciente popularidad del cómic, alabando a Gaines en particular por el éxito de Superman. Gaines terminó contratando a Marston para que formara parte de la asesoría editorial de All-American Publications.
El momento para el cómic era movido: varios grupos de padres estaban molestos porque argumentaban que las historietas eran demasiado violentas y evitaban que sus hijos leyeran libros ‘reales’. En respuesta, muchos editores de cómics contrataron paneles de expertos en educación y psicología para revisar y aprobar sus libros.
En un artículo de 1943 de American Scholar, Marston escribió: “Me parecía, desde un punto de vista psicológico, que la peor ofensa de los cómics era su masculinidad espeluznante“.
Marston le presentó una superheroína al editor estadounidense Sheldon Mayer para dar a los lectores jóvenes una alternativa a la violencia masculina. La llamó Supreme the Wonder Woman (Suprema la Mujer Maravilla), que Mayer dejó en el simple pero más efectivo Wonder Woman.
La revolución fetichista de Wonder Woman
Marston escribió sus cómics bajo el seudónimo de Charles Moulton, una combinación de su segundo nombre y el de Gaines. HG Peter dibujó The Origin of Wonder Woman (El Origen de la Mujer Maravilla), así como casi todas las imágenes del personaje hasta 1958, en tres series diferentes: Comic Cavalcade, Sensation Comics y Wonder Woman. No se sabe mucho sobre Peter, o lo que pensaba sobre los temas e ideas feministas de Marston, pero sus casi dos décadas de dibujar el personaje sugieren que no estaba particularmente molesto por ellos.
Peter tenía un estilo único que era diferente del trabajo de sus compañeros en DC Comics. Había dibujado caricaturas para revistas de humor y trabajó en varias tiras cómicas. Tenía una técnica de caricaturista anticuada. Muchos de los jóvenes artistas de superhéroes dibujaron a los personajes femeninos con rostros con exagerado maquillaje y cuerpos exuberantes. Peter no tenía ese estilo: cuando Wonder Woman debutó en los kioscos, su figura resaltó por ser algo distinto.
“WONDER WOMAN SATISFACE EL DESEO SUBCONSCIENTE, ELABORADAMENTE DISFRAZADO DE LOS HOMBRES, DE SER DOMINADOS POR UNA MUJER QUE LOS AMA”
William Marston
La historia de origen de Wonder Woman
La historia de origen de Wonder Woman comenzó en All Star Comics #8, cuando un piloto de combate estadounidense, Steve Trevor, aterrizó en Paradise Island, el hogar de las míticas Amazonas. Miles de años antes, las Amazonas habían sido encarceladas por Hércules mientras realizaba sus famosos doce trabajos. El noveno fue capturar el cinturón de Hipólita, reina de las Amazonas, lo que hizo con artimañas y engaños. Después de que las Amazonas escaparon y abandonaron el agresivo y violento mundo de los hombres, fueron conducidas por Afrodita a una isla escondida, exclusiva para mujeres.
Para no olvidar nunca el trato cruel de Hércules y la naturaleza brutal de los hombres en general, las Amazonas adaptaron los grilletes que llevaban mientras eran prisioneras convirtiéndolos en brazaletes. Las famosas pulseras desviadoras de balas de Wonder Woman no eran solo una herramienta, sino un recordatorio constante de esta injusticia que convirtió un objeto de opresión en un objeto de fuerza.
Una vez en la isla, la reina Hipólita esculpió una hija pequeña hecha de arcilla a la que los dioses le dieron vida. La llamó Diana. Fue ella quien rescató a Steve. Los hombres no estaban permitidos en Paradise Island, y Afrodita y Atenea le dijeron a la reina que el soldado tenía que ser devuelto a América. Sin embargo, el mundo exterior estaba en guerra y Steve tenía información militar importante. Las diosas declararon que una guerrera amazona debía regresar a Estados Unidos con él porque “América, la última ciudadela de la democracia y de la igualdad de derechos para mujeres, ¡necesita tu ayuda!”
La reina organizó un torneo para encontrar una campeona entre sus mujeres. No dejó entrar a Diana porque no quería perderla, pero la aventurera princesa se disfrazó y participó de todos modos, ganándolo con facilidad.
Diana se convirtió en Wonder Woman, vistiendo un traje de lentejuelas de estrellas para que fuera reconocida como amiga de Estados Unidos. Ella llevó a Steve a casa en su avión invisible y estableció una identidad secreta como Diana Prince, la enfermera de Steve y más tarde su secretaria, para que pudiera estar cerca de su cargo. Cuando un peligro surgía, Diana Prince se transformaba en Wonder Woman y frustraba los planes de los villanos.
Si bien Wonder Woman era solo un cómic divertido para niños, también estaba estrechamente relacionado con las teorías psicológicas de Marston.
La teoría DISC de William Marston y su relación con Wonder Woman
En 1929, Marston publicó Emotions of Normal People (Emociones de Gente Normal), que describe su enfoque de la psicología y presenta la teoría DISC, un método que explica las interacciones humanas. DISC (Dominación, Inducción, Sumisión y Cumplimiento) dividió todas las relaciones (parentales, educativas, románticas o de otro tipo) en dos tipos: activas vs pasivas.
Marston argumentó que la mayoría de los problemas psicológicos provenían de las relaciones donde la sumisión era forzada y no voluntaria. En una relación favorable, la participación activa induce al participante pasivo a entregarse de forma agradable a la sumisión. Esto proporciona “una doble dosis de agrado adjunta al proceso de aprendizaje“. El dominio impuesto conducía a un cumplimiento forzoso, mientras que el incentivo amable a la sumisión voluntaria.
Marston afirmó que era más probable que los hombres fueran dominantes, mientras que las mujeres eran más propensas a sobresalir en la inducción y la sumisión, aunque de ninguna manera eran sumisas. Las mujeres eran más amorosas y desinteresadas y, por lo tanto, más dispuestas a entregarse con facilidad a los demás, pero también estaban mucho mejor preparadas para inspirar este tipo de comportamiento en los otros.
“Las mujeres, como sexo, están muchas veces mejor equipadas para asumir el liderazgo nacional que los hombres “. Esta capacidad para gobernar era biológica, ya que “no hay suficiente amor en el organismo masculino para gobernar este planeta pacíficamente. El cuerpo de la mujer contiene el doble de órganos generadores de amor y mecanismos endocrinos que el del macho”. El gobierno de los hombres dominantes llevó a la sociedad a la violencia y al conflicto, mientras que un gobierno femenino era la mejor oportunidad de la humanidad para esta paz.
En un artículo de la revista Tomorrow, escribió que “el futuro es de la mujer, tan pronto como ella se da cuenta de su frustración actual y su poderoso potencial. Las mujeres liderarán el mundo”. En una entrevista que dio al New York Times en 1937, declaró que “los próximos cien años verán el comienzo de un matriarcado estadounidense: una nación de amazonas, en el sentido psicológico más que en el sentido físico”.
Una vez que la Segunda Guerra Mundial había comenzado, Marston argumentó que la participación de las mujeres en el esfuerzo cotidiano de apoyar a su nación y a las familias durante la guerra les daría aún más fuerza y aceleraría este matriarcado venidero. Los cómics de Wonder Woman fueron su forma de preparar a los lectores jóvenes para esta revolución inevitable. Su editor, Sheldon Mayer, dijo que Marston “estaba escribiendo un libro feminista, pero no para mujeres. Estaba lidiando con una audiencia masculina”.
Las mujeres estaban en camino de conquistar el mundo y los hombres necesitaban apartarse se del camino. Marston declaró que “estas historias plenas e imaginativas satisfacen los anhelos que la vida cotidiana frustra y niega. Superman y el ejército de personajes de cómics masculinos que se le asemejan satisfacen el deseo de ser más fuertes y más poderosos que nadie. Wonder Woman satisface el deseo subconsciente, elaboradamente disfrazado de los hombres, de ser dominados por una mujer que los ama”.
Wonder Woman en la Edad de Oro de los cómics
La gran popularidad de los cómics ofreció una forma de llegar a las mentes maleables de la juventud masculina de Estados Unidos. Wonder Woman era en esencia teorías psicológicas de Marston disfrazadas de aventuras de superhéroes.
Pero sus hipótesis no estaban exentas de defectos: un matriarcado también compondría una sociedad desigual, solo con roles invertidos, y Marston se negaba a aceptar la idea de que el poder corrompe tanto a las mujeres como lo había hecho con los hombres. Además, aunque la idea de que las mujeres eran superiores era rara y progresiva para su época, su concepto de género se basó en generalizaciones reduccionistas. La aptitud femenina para el amor era tanto materna como sexual, y su modelo oscilaba entre la puta y la madre.
Marston idealiza a las mujeres y sexualizaba su poder, afirmando que estaban mejor preparadas para gobernar basándose sólo en su su capacidad para cumplir los deseos de los hombres a los que subyugaron. Hay una especie de fetiche inherente en esta teoría. Sin embargo, los cómics no son libros de texto de psicología.
Wonder Woman vendió más que Superman en ocasiones, con más de cinco millones de niños leyendo cada número. El personaje fue un éxito instantáneo. Marston puede haber tenido algunas teorías complicadas y problemáticas en juego en sus cómics, que funcionaron como pura diversión para legiones de fans del personaje. Pero debajo de las historias de aventuras para niños que presentaban sencillos mensajes sobre una heroína fuerte y empoderada, había una línea cargada de fetiches bondages con algunas implicaciones dudosas.
Wonder Woman era algo más que otro personaje que luchaba contra el crimen. Sus aventuras, que iban desde ayudar a un nene acosado en el colegio hasta salvar el mundo de invasores alienígenas, le dieron un rango que Superman y Batman no tenían. La cosmovisión de Marston era única y progresista. Las primeras historias de Diana Prince todavía se sienten feministas, aún ochenta años después y resisten cualquier comparación con las historietas modernas y los personajes femeninos en libros, programas de televisión y películas del presente.
Todo el trabajo de Marston predicaba un fuerte mensaje sobre el poder femenino, y aunque su visión de una sociedad gobernada por mujeres nunca se concretó, fue una idea de vanguardia para su época. Pero cuanto más indagamos en el subtexto y las metáforas de su trabajo, es cuando más emerge su otro lado: en sus historietas abundan las imágenes bondage, agregando un componente sexual – que reflejó su propio fetichismo sin inhibiciones – , que complica su mensaje, pero no lo socava. De hecho, estas ideas de feminismo y fetichismo estaban unidas: ambas derivan de su trabajo psicológico. No se puede tener uno sin el otro.
Wonder Woman y el BDSM
Cuando pensamos en bondage en el presente lo asociamos al BDSM, es decir, en términos de esclavitud/disciplina, dominio/sumisión y sadismo/masoquismo. Este tipo de esclavitud tiene asociaciones muy específicas con elementos de cuero y látigos, y está vinculado a juego de roles y escapismo que solo tienen lugar en un corto espacio de tiempo. Para Marston, la esclavitud se trataba de sumisión, no solo de manera sexual sino en todos los aspectos de la existencia. Era un estilo de vida, no una actividad.
El patriarcado equivalía a guerra y codicia. Era motivado por la agresión. Un sistema forzado en el que aquellos que están en el poder no velan por los intereses comunes. Los hombres debían elegir entregarse a la ‘autoridad amorosa’ de las mujeres si querían que las cosas mejoren.
Que los hombres en masa elijan ceder el poder a las mujeres parece tan improbable hoy como en 1941, pero Marston estaba convencido de que los hombres realmente deseaban someterse a las mujeres, porque estas eran ‘soldados dotados de la naturaleza de Afrodita, diosa del amor y la belleza, y la suya es la única conquista a la que los hombres se someterán de forma permanente, no solo sin resistencia ni deseos de venganza, sino con agrado y alegría”.
Creía que el éxito de Wonder Woman era una señal de que este proceso ya había comenzado. Había que enseñarles a los hombres a disfrutar de la sumisión, que significaba renunciar a objetivos egoístas y dominantes a favor de una convivencia más armónica y amorosa. Si a los niños se les enseñara los valores de la sumisión en lugar de los valores patriarcales que predicaban otros cómics de superhéroes, entonces el matriarcado nacería más rápido y de manera natural.
Las imágenes de bondage que componen más de una cuarta parte de las viñetas de Wonder Woman mientras Marston fue su escritor, fueron en realidad una elaborada serie de metáforas sobre la sumisión. Casi todas las amazonas en Paradise Island se involucran en juegos de bondage, incluso durante sus festividades.
El Día de Diana, un festival dedicado a la diosa de la luna y la caza, parte de los ritos de celebración implicaba perseguir amazonas vestidas de ciervo, atar a las que fueran capturadas y luego fingir que eran cocidas en una enorme torta. Wonder Woman les daba un desafío para realizar para que pudieran ganar su libertad. La esclavitud era importante para las mujeres que eran nuevas en la isla y era parte del estilo de vida amazónico que debían aprender.
En una ocasión, WW llevó a un grupo de atletas a Paradise Island para una competencia, y estos se sorprendieron al ver tantas mujeres caminando con las manos y los pies encadenados. Un atleta preguntó a una de ellas si todas las amazonas tenían que usar cadenas, y ella respondió con entusiasmo: “¡Oh, sí, nos encanta!”
WW no solo dirigió la actividad bondage, sino que aceptó ser sometida. En Wonder Woman #13, siete amazonas la envolvieron en cadenas y cuerdas, atándola a un poste de madera. Se estaba divirtiendo mucho y gritó: “Átenme tan apretada como puedan, chicas, con las cuerdas y cadenas más grandes que encuentren”.
El bondage era un juego para las amazonas, un deporte que todas jugaban y disfrutaban. Su intención nunca fue herir, ridiculizar o avergonzar a alguien, y había reglas de seguridad y cuidado. Incorporaron la esclavitud a su sociedad como una expresión de confianza para enfatizar que su utopía tenía lazos con la sumisión.
Todas las amazonas eran devotas de Afrodita, el amor era parte de la fundación de su sociedad. La reina Hipólita consultaba con la diosa a menudo, y gobernaba la isla con ayuda de su sabiduría. A través del bondage, ellas promovieron el respeto mutuo y el afecto.
Si bien Paradise Island fue el resultado final de la sumisión, el propósito de Reform Island era enseñar a los villanos a renunciar a su propio egocentrismo y aprender a someterse. La mayoría de ellos estaban bastante cómodos con sus estilos de vida criminales y no creían que pudieran ser modificados de alguna manera, pero todos terminan obedeciendo a la ‘autoridad amorosa’ de Wonder Woman.
Las cosas eran mucho más difíciles en el mundo de los hombres, pero Wonder Woman llevó el poder de la sumisión con ella en su lazo dorado. El lazo fue elaborado con el cinturón de Hipólita, el símbolo del poder de la reina y del matriarcado amazónico. Mientras interrogaba a un presunto espía nazi, WW lo ató con su lazo: “Voy a hacer que me digas la verdad, mientras estás atado con la cuerda dorada debes obedecerme!“
El lazo le dio a control total sobre cualquiera que ella atara. Se ha escrito mucho sobre los vínculos entre el lazo y el trabajo de Marston en el desarrollo de la prueba del detector de mentiras, pero si bien existe alguna conexión, el lazo era mucho más que un simple polígrafo. Marston creó a Wonder Woman como un “símbolo dramatizado de su sexo. Ella es fiel a la vida, fiel al universo y a las características de las mujeres en todas partes. Su lazo mágico es solo un símbolo del encanto femenino.” Toda mujer podría ser una Mujer Maravilla y toda mujer tenía su propio lazo. No tenía que ver con el detector de mentiras: era su sexualidad.
Según Marston, “el encanto de la mujer es el único vínculo que puede ser lo suficientemente fuerte como para sostener a un hombre contra toda lógica, sentido común, o resistencia”. Al igual que quedar atrapado en un lazo real, una mujer podía capturar a un hombre con sus artimañas femeninas y conseguir que se someta a ella. Y, como eran mujeres y las mujeres eran inherentemente amorosas, usaban estos poderes para el bien.
Aunque Marston describió sus teorías de una manera inusual, el mensaje subyacente de sus imágenes de bondage era coherente. No había muchas personas, mucho menos hombres, defensores de elevar la posición de las mujeres durante la década del ‘40. Paradise Island, Reform Island y el lazo dorado ilustraron la fuerza y el poder femenino.
Incluso en el mundo de los hombres, contra todas las fuerzas del patriarcado, el poder de la sumisión era efectivo y beneficioso. Sin embargo, allí mostró un tipo diferente de servidumbre, donde las mujeres eran sometidas contra su voluntad. Mientras que la esclavitud entre las amazonas era fortalecedora, en el mundo de los hombres la esclavitud tenía el efecto contrario. Porque los hombres eran crueles y dominantes, tomaron los beneficios de la sumisión, y los retorcieron, dejando a mujeres impotentes.
Wonder Woman no solo fue encadenada, sometida y humillada, sino también en ocasiones, incluso, perdió su alma. Este no fue un mensaje sutil, pero ciertamente fue evocador: “no dejes que los hombres tengan el control o robaran tu espíritu”. La brutalidad del bondage sobre las mujeres estaba destinada a criticar la sociedad patriarcal e ilustrar los aspectos políticos y sociales que oprimían a la mujer. Esa sociedad dominante era estricta, pero al final, nunca podía reprimir a una mujer fuerte.
Wonder Woman y el deseo secreto de los hombres de ser dominados
Según Marston, el deseo de los hombres de someterse a las mujeres provenía de una combinación de dos cualidades femeninas. “Primero, los hombres normales retienen su anhelo infantil de una mujer que los cuide, así que quieren una figura maternal y cariñosa. En segundo lugar, en la adolescencia, un nuevo deseo es agregado: quieren una chica que los seduzca”.
Marston estaba escribiendo un libro feminista, pero no para mujeres: estaba tratando con una audiencia masculina. Jugó con los deseos masculinos sobre el bondage para atraerlos y luego golpearlos con sus metáforas y mensajes sobre la superioridad femenina.
En un artículo sobre películas que escribió en 1929, argumentó que “el atractivo único de la actriz erótica” era la clave del éxito de la industria cinematográfica. Intentó hacer lo mismo en los cómics, con el atractivo único de la superheroína erótica, la princesa amazona.
En la década del ‘20, cuando desarrolló la teoría DISC, el estudio de la sexología había surgido como un nuevo campo en Psicología, que abogaba por los derechos sexuales las mujeres y condenaba a los hombres por sus pocas habilidades para aparearse.
Hubo una especie de renacimiento sexual cuando esta información se popularizó, con la publicación de manuales de sexología que impulsaban la armonía sexual para las parejas casadas y hablaban de la importancia de la satisfacción sexual para ambos integrantes del matrimonio. Aunque las teorías de los sexólogos mejoraron en relación a la situación de la mujeres, todavía quedaban muchas ideas represivas sobre ellas y el sexo.
La sexología estaba arraigada en la teoría de la evolución, por lo que los investigadores miraron al reino animal, donde los machos a menudo hacen una exhibición de fuerza para atraer a la hembra. Esto propagó un marco en el que los hombres estaban definidos como captores activos y agresivos, mientras que las mujeres eran pasivas y deseaban ser capturadas.
Ya que este deseo se daba por hecho, cualquier resistencia se consideraba parte del ritual de apareamiento. Si una mujer rechazaba a un hombre, era un acto fingido. Estas ideas se convirtieron en el respaldo teórico de la brutalidad. Si todo comportamiento sexual era natural e instintivo, el sadismo sexual también lo era.
Marston no estuvo de acuerdo. Para él, la agresividad de los hombres y la pasividad de las mujeres eran cosas que podían cambiarse con facilidad, porque eran producto de la sociedad. El patriarcado fomenta a los hombres a ser dominantes y gobernados por su egocentrismo, obligando a las mujeres a tener un papel subordinado.
Cuando dijo que las mujeres debían estar a cargo, significaba que debían estar a cargo en todas partes, especialmente en el dormitorio. En Emotions of Normal People, afirmó que “por mucha resistencia innata que puede sentir la mayoría de los hombres, [. . .] los cuerpos de las mujeres están diseñados para la captura de machos y no para sumisión a ellos“. Marston cambió por completo el marco de los sexólogos, y describió cada paso de una relación romántica en sus propios términos.
Las mujeres no eran pasivas en ninguna etapa. En las citas, por ejemplo, “el macho se convierte en un asistente constante de su captadora, obedeciendo sus órdenes habladas y buscando someterse a su inarticulada naturaleza emocional en todas las formas posibles“.
La mujer los captura con astucia, mientras que durante el sexo su cuerpo mantiene cautivo al hombre con su vagina. Una vez bajo su poder, la mujer debe iniciar todos los movimientos y el hombre debe responder a sus acciones, y solo con su permiso. Esto sería lo mejor para ambas partes, porque las mujeres obtendrían lo que desean y “los hombres normales obtendrían el máximo de la felicidad amorosa de ser controlados, capturados y cautivados por las mujeres“.
Wonder Woman y el sometimiento
Esto puede hablar más sobre Marston y sus gustos que ser una teoría precisa del comportamiento humano. Sin embargo, sus ideas fueron una ruptura significativa con sus contemporáneos. Al negar que la agresión sexual masculina fuera una ley de la naturaleza, también socavó la justificación del sadismo sexual, al que calificó de un ’extremo anormal’, que “impone diversas torturas sobre el cuerpo de la persona sometida, revelando el hecho que esa persona es considerada, por el momento, como un inanimado objeto”.
Dada su postura contra el sadismo, no sorprende que reaccionara frente a los críticos que afirmaron que el cómic era pervertido e inmoral. Escribió cartas y declaró ante las organizaciones cristianas que querían censurarlo. Marston afirmó que el sadismo era “el disfrute del sufrimiento real de otras personas” y que esto nunca podría suceder en sus historias, porque WW siempre escapaba. No estaba sufriendo, estaba atada para poder demostrar su fuerza y poder cuando se liberaba.
Sin embargo, la intención a veces no coincidía con su ejecución, y esta desconexión entre su defensa del cómic y la propia historieta quedaba expuesta. Si estaba tratando de enseñar a los niños los beneficios de someterse a las mujeres, se esperaría que sus historias muestren a muchos hombres atados por muchas mujeres, mientras se divierten en el proceso para predicar las cualidades positivas de dejar que una mujer tenga el control. En cambio, la gran mayoría de las imágenes de bondage en Wonder Woman tuvo a mujeres atadas contra su voluntad.
Uno asumiría que estar atado en el mundo de los hombres debe haber sido una broma para WW, ya que podría romper sus ataduras y derrotar a los malos con facilidad. Sin embargo, no sonreía mucho. Ella estaba frustrada porque no podía ayudar a sus amigas, llorando porque estaba indefensa, esforzándose mucho para no morir o que le arrancaran el espíritu de su cuerpo.
Wonder Woman era la campeona del poder y la superioridad femenina, pero en sus viñetas de bondage, los aspectos agradables y amorosos de la sumisión eran eclipsados por el dominio sádico. Si miramos las imágenes de sumisión como metáforas elaboradas para las teorías de Marston, estas se mantienen. Paradise Island es una utopía, los criminales se rehabilitan en Reform Island, y el mundo de los hombres es un lugar terrible, terrible para todos. Claramente, Wonder Woman muestra que las cosas van mejor con las mujeres a cargo.
Sin embargo, cuando observamos con más detenimiento, podemos ver desigualdad en sus planteos. Las metáforas de Marston no se presentaron de manera uniforme. Sus historias se centraron en un componente específico: mujeres atadas de una manera desagradable. Estas representaron la crítica de Marston de sociedad patriarcal, pero en los cómics se mostraban de forma desproporcionada con respecto al resto de sus teorías. Todo lo agradable de los aspectos positivos de someterse a las mujeres se acotó de manera significativa.
Marston reconoció que su historieta alentaría los gustos eróticos de sus fanáticos, que fue “genial” que algunos lectores se excitaran con el bondage. Lo que finalmente se presentó fue un libro de cómics lleno de imágenes de mujeres infelizmente atadas, destinado a entusiasmar al público masculino. Eso sugiere que puede haber habido algún fetichismo sádico en juego, donde los personajes femeninos estaban siendo dominados para el placer erótico del lector.
Sin embargo, mirando la serie en su conjunto, mientras Marston ilustró sus teorías teniendo a la Mujer Maravilla atada en todos los escenarios dolorosos, desagradables y sádicos posibles, la serie nunca fue abiertamente sexual. Marston reconoció la naturaleza erótica de la servidumbre, pero no había nada en los propios cómics que ligara la esclavitud al sexo o al fetichismo sádico. Wonder Woman era ficción para niños y, debido a su contenido con clasificación G, no contenía sexo explícito.
Venus With Us, la novela sexual de William Marston
Marston también escribió ficción para adultos: Venus with Us. Si bien no pudo profundizar en los aspectos sexuales de la esclavitud y sumisión con Wonder Woman, lo hizo con esta novela.
Venus with Us cuenta la historia de la vida de Julio César, el primer emperador de Roma, con un toque muy Marston. El emperador sabe que las mujeres controlan el mundo; que los hombres vivieron, lucharon y gobernaron, que las naciones crecieron, cambiaron y desaparecieron bajo el estímulo de la mujer. Cada paso en su propia carrera, a su juicio, fue decidido por una mujer. Marston reformula sus ideas en términos romanos: describe la sumisión /dominación en la sexualidad en términos en los que Venus, la diosa femenina, representa el amor sumiso mientras que Eros, el dios masculino, representa la lujuria dominante.
Las mujeres que rodean a César se convierten en sus esclavas, y a su vez, son esclavas entre ellas. Esclavitud y sumisión son juegos divertidos para las mujeres romanas de Marston, al igual que lo eran para sus amazonas. Hay amor y confianza mutuos por todas partes, y es agradable para todos los involucrados, aunque la novela agregó una dimensión sexual a este placer.
Venus with Us y Wonder Woman demostraron los beneficios de someterse a la autoridad amorosa de mujeres superiores. Mientras los cómics tenían a la Mujer Maravilla, la novela tenía a César. Ambos personajes abrazaron las teorías de Marston y las vivieron, pero había algo más con César. El trabajo forzado y el encarcelamiento eran acciones dominantes, y los cautivos y las mujeres atadas de las que disfruta César en varios pasajes del libro no están en esa posición por voluntad propia, sino más bien son objetos destinados a generar placer al sexo opuesto.
Por su propia definición, el héroe de Marston disfruta de una forma de esclavitud sádica y dominante. Al leer a César como representante de Marston, estas escenas respaldan la idea de encontrar placer sexual en la dominación sádica. Venus with Us no desaprueba el gozo de César en estas situaciones, sino que lo celebra. Si era aceptable que César se excitara con ello, entonces se traduce que estaba bien que un lector se excitara con una limitada e impotente Wonder Woman, sometida a los sádicos caprichos de sus captores.
Debido a que Wonder Woman estaba atada de manera involuntaria en la gran mayoría de sus viñetas, sus cómics pueden leerse con un nuevo enfoque. En Wonder Woman #6, publicada en 1943, ella apareció en una función de caridad a beneficio de las mujeres y los niños de Europa afectados por la guerra. La atracción principal del evento fue un acto de escapismo al estilo Houdini, en el que WW era encadenada y sumergida en un tanque de agua.
Fue uno de los raros casos, fuera de Paradise Island, en el que aparecía atada por su propia voluntad. Por supuesto, todo salió mal; Chetah apareció y ató a Diana con su Lazo de la Verdad y ella apenas pudo salir con vida del estanque. Marston le dio a la escena un giro extra. Antes de que Diana entrara en el tanque, dos viñetas describen los diversos tipos de elementos de tortura que se utilizaron para someterla.
El uso del brank en los cómics de Wonder Woman
El maestro de ceremonias que encabezaba el evento dijo: “Este es el famoso ‘brank’: una máscara de cuero que usan las mujeres prisioneras en la cárcel de St. Lazare, Francia. Cubre toda la cara y evita que la prisionera pueda usar su voz. El ancho collar de hierro en el cuello de Wonder Woman proviene del Tíbet: evita que la prisionera agache la cabeza. Este antiguo grillete griego sujeta con firmeza los tobillos “.
El brank, también conocido como Brida de Regaño, era una máscara de hierro que se parecía un bozal similar al que usa Hannibal Lecter en The Silence of the Lambs (El Silencio de los Inocentes, Jonathan Demme, 1991). Su objetivo era cubrir la boca, no la cabeza entera. Dentro de la máscara había una brida, que una vez colocadacomprimía la lengua, y de esta forma se le impedía hablar a quien la usara. Algunas veces, la máscara tenía picos afilados en la parte inferior para desalentar aún más cualquier intento de habla.
El brank fue un dispositivo de tortura que se utilizaba en mujeres para silenciarlas. En determinadas zonas de Europa en el siglo XVI, si se sospechaba que una mujer era una bruja, uno de los castigos que podía recibir era usar el brank. También se usó en mujeres consideradas chismosas o quejosas. Si un marido creía que su esposa era impertinente podría llevarla delante del juez local donde sería sentenciada a llevar el brank. Por lo general, tenía una cadena y se la adjuntaba una campana, de esta forma, al caminar por las calles, podría ser apedreada y golpeada por la gente que la viera.
Sin embargo, el brank en Wonder Woman tenía ligeras diferencias. Era una máscara de cuero que cubría toda la cabeza. La referencia a que provenía de la prisión de St. Lazare, un lugar real: un hospital que se convirtió en una prisión durante la Revolución Francesa – uno de sus más famosos prisioneros fue el marqués de Sade – , y luego una cárcel de mujeres en 1896. Albergaba a asesinas y prostitutas antes de su demolición en 1935. La brida de cuero se utilizó con las prisioneras peligrosas cuando tenían visitas. La máscara impedía que la rea intercambiara notas, venenos o metales pequeños a través de un beso.
Más allá de sus convicciones, Marston no parece ser solo un hombre que usó la temática bondage como una metáfora, sino una persona que conocía muy bien sobre el tema, y que con cierta frecuencia deslizó detalles demasiado puntuales sobre su fetiche en las historias que escribió. El bondage fue elaborado y detallado en los inicios de Wonder Woman, y saber que Marston pensaba que era aceptable ser excitado sexualmente por imágenes de mujeres atadas, nos pone a examinar sus historias desde otra perspectiva.
El feminismo fetichista de Wonder Woman
Así como podemos etiquetar a Marston como un fetichista del bondage, también decimos que Wonder Woman logró liberarse a sí misma en cada oportunidad, demostrando su fuerza y poder femenino. Esto redime a su creador. La obsesión con el bondage de Marston era fetichista, incluso a veces, sádica. WW, escapando de estos escenarios de esclavitud, demostró cuan feminista, empoderada y redentora era, aunque tanto su creador como el personaje son una gran paradoja.
Cuando se habla de Marston, se encuentran dos posiciones: o se lo llama charlatán, pervertido y por ende se descarta todo lo que escribió, o se pretende que el bondage en sus historias era intrascendente y se centran solo en sus teorías feministas progresistas.
Tanto los aspectos feministas como fetichistas de Wonder Woman tienen el mismo lugar de origen: el enfoque de Marston en la sumisión, que surgió de todas las teorías psicológicas que escribió. Por un lado, creía que las mujeres eran el sexo superior y pronto gobernarían el mundo, lo que lo condujo a crear un personaje femenino fuerte que pueda derrotar a cualquier enemigo y escapar de cualquier dificultad.
Por otro lado, la forma en que Marston desarrolló sus teorías acerca de la sumisión condujo a Diana Prince por un camino tortuoso que resultó en su sádica y sexual objetivación. Complicados y contradictorios, ambos lados no se pueden separar.
Descartar las imágenes de bondage para enfocarnos en los aspectos feministas de Wonder Woman significa que tendríamos que descartar la teoría de la sumisión que está en la raíz de la esclavitud. Pero cortando estas raíces el personaje pierde sus bases feministas. Afirmar que este fetichismo invalidaba el feminismo de la mujer, nos obliga a ignorar los innegables elementos únicos y progresivos del personaje. Ambos enfoques están equivocados: Wonder Woman era feminista y fetichista.