Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer es el segundo recuento de la vida y los crímenes del asesino en serie Jeffrey Dahmer que ha aparecido en los últimos cinco años, y la tercera versión de su historia en las últimas dos décadas: en 2017, Ross Lynch protagonizó My Friend Dahmer; hace 20 años, Jeremy Renner interpretó al asesino en Dahmer (David Jacobson, 2002). En Monster, la historia de Dahmer se cuenta una vez más, esta vez en forma de una miniserie creada por Ryan Murphy e Ian Brennan para Netflix, con Evan Peters como protagonista.
El programa sigue a Dahmer desde su búsqueda de los jóvenes que mató -17 en total- hasta su eventual arresto y enjuiciamiento. La producción llega en un momento en que la demanda de contenido true crimen está en su punto más alto. Tanto las plataformas como los canales de televisión produjeron innumerables documentales sobre crímenes reales y hasta comedias como Only Murders in the Building, que atraviesa todo el espectro del morbo cultural por la temática pulp.
Monstruo se ha convertido en una de las series más vistas del streamer desde su debut el 23 de septiembre y las críticas sobre el programa han crecido tan rápido como su popularidad. Los críticos han cuestionado la necesidad de revisar la historia de un asesino en serie que atacó a jóvenes que eran principalmente negros y latinos.
Gran parte de la discusión se ha centrado en la forma en que el racismo sistémico permitió que Dahmer siguiera matando hombres. Algunos familiares de las víctimas también se han pronunciado en contra de la serie, diciendo que los ha vuelto a traumatizar. Monstruo también fue criticada después de que Netflix la etiquetara como contenido LGBTQ, aunque recientemente la eliminó de esta categoría.
Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer comienza donde termina la matanza desenfrenada de Dahmer: cuando es arrestado por el intento de asesinato de Tracy Edwards. La historia real del arresto de Dahmer no es muy diferente al primer episodio de la serie, que muestra a Edwards escapando del apartamento de Dahmer y llamando a las autoridades locales. De manera similar a los eventos descritos en pantalla, el Departamento de Policía de Milwaukee encontró a Edwards corriendo semidesnudo con un juego de esposas colgando de su muñeca. Edwards luego llevó a las autoridades de regreso al departamento de Dahmer, donde descubrieron la escena del crimen de 15 asesinatos.
Hacia el final de la serie, Edwards testifica contra Dahmer en su caso contra el estado de Wisconsin, algo que también sucedió en la vida real. Edwards jugó un papel decisivo en el enjuiciamiento de Dahmer y dio un testimonio espantoso del hombre que lo atrajo de un bar con el falso pretexto de ver El Exorcista antes de intentar drogarlo, agredirlo sexualmente y asesinarlo. “Me subestimó”, dijo Edwards, según ABC. “Dios me envió allí para encargarme de la situación”.
La historia real de Jeffrey Dahmer
Dahmer nació el 21 de mayo de 1960 en Milwaukee, Wisconsin. Era el mayor de los dos hijos de Lionel Dahmer, un científico y químico investigador, y Joyce Dahmer, una ama de casa que padecía una enfermedad mental. Se cree que en su infancia, estuvo privado de atención, con su padre concentrado en el trabajo y su madre no disponible debido a la gravedad de su depresión y al uso excesivo de medicamentos recetados.
Aunque en sus primeros años se informó que Dahmer era un niño feliz, a la edad de cuatro años se sometió a una operación de hernia, después de lo cual se volvió cada vez más retraído. A lo largo de su niñez, desarrolló una fascinación por los huesos. Impresionado por la curiosidad científica de su hijo, su padre alentó el interés y lo llevaría a buscar animales atropellados, que le enseñó a diseccionar y le instruyó sobre cómo preservar sus esqueletos.
Alrededor de los 14 años, Dahmer comenzó a beber mucho, incluso durante la jornada escolar. También fue durante sus años de escuela secundaria que se dio cuenta de que era gay, pero comenzó a tener oscuras fantasías sexuales que involucraban disecciones y parejas sexuales que no respondían.
En 1978, Dahmer le quitó la vida a Steven Mark Hicks. El 18 de junio de ese año, atrajo al autoestopista de 19 años a su casa y lo golpeó con una mancuerna antes de estrangularlo hasta la muerte. Un día después, diseccionó el cuerpo de Hicks en el sótano de su casa y lo enterró en una tumba en su patio trasero. Este sería el primero de 17 crímenes que tendrían lugar entre 1978 y 1991.
Dahmer le quitaría la vida a su segunda víctima a fines de la década de 1980 después de una temporada en el ejército, del cual fue dado de baja por su comportamiento, y continuó hasta su arresto en 1991. Sus víctimas eran predominantemente hombres negros, asiáticos y latinos, con edades comprendidas entre los 14 y los 33 años. Su crímenes impactantes involucraron canibalismo, desmembramiento y necrofilia.
Entre 1988 y 1991, la frecuencia en la que Dahmer mató a sus víctimas aumentó rápidamente y durante este lapso de tiempo se produjeron 15 de los 17 asesinatos que había cometido. No conforme con torturar y asesinar a sus víctimas, documentó sus crímenes con una cámara polaroid. A partir de 1989, comenzó a almacenar partes de los cuerpos de las personas que había asesinado. Esto incluía varios cráneos, corazones, bíceps y genitales, todos los cuales estaban guardados en su congelador.
En 1991, finalmente fue atrapado cuando Tracy Edwards, escapó de su apartamento y fue encontrada corriendo por la calle con un par de esposas colgando de su muñeca. Le dijo a la policía que estaba tratando de matarlo, al entrar en el departamento de Dahmer, las autoridades encontraron partes de cuerpos en su heladera.
Después de ser arrestado, Dahmer confesó los crímenes que había cometido y dijo que había “creado este horror y tiene sentido que haga todo lo posible para ponerle fin”. Admitió haber asesinado a 16 jóvenes en Wisconsin desde 1987, con una víctima más: la primera, Steven Hicks, asesinado en 1978. Dahmer le dijo a la policía que había estado preservando los cráneos y esqueletos de sus víctimas para construir un altar, donde pudiera “meditar” y “sentirse como en casa”.
Dahmer fue encarcelado de por vida en 1992, recibió 15 cadenas perpetuas consecutivas, lo que equivale a 957 años de prisión. Más tarde también se le impuso una decimosexta cadena perpetua y, según los informes, le dijo al tribunal: “Nunca quise la libertad. Francamente, quería la muerte para mí. Sabía que estaba enfermo o era malvado o ambos. Los médicos me hablaron de mi enfermedad y ahora tengo un poco de paz. Sé cuánto daño he causado. Me siento tan mal por lo que les hice a esas pobres familias”.
En 1994, apenas dos años después de su larga sentencia, fue atacado y asesinado por su compañero de prisión Christopher Scarver, quien lo golpeó en la cabeza con una barra de metal. En una entrevista con el New York Post, el asesino de Dahmer dijo: “Algunas personas que están en prisión están arrepentidas, pero él no era uno de ellos”.
Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer se encuentra disponible en Netflix.