El clímax final de la temporada 1 de Ahsoka muestra a Baylan Skoll (Ray Stevenson) caminando sobre estatuas de piedra -que recuerdan al Argonath de El Señor de los Anillos-: dos monumentos que responden a la pregunta de qué ha estado buscando en Peridea.
Aunque Baylan Skoll ayudó a Morgan Elsbeth y fingió lealtad a Thrawn, su verdadero motivo fue descubrir la verdad detrás de las historias que escuchó en el Templo Jedi cuando era niño. A lo largo de la serie, insinúa que está buscando algún tipo de poder que se encuentra más allá de los Jedi y los Sith. Él interpreta la lucha en la galaxia como un ciclo de odio que nunca terminará, a menos que él mismo tome medidas para ponerle fin. Con el descubrimiento final, parece que pudo haber hallado el poder antiguo que necesita.
Baylan Skoll ve estatuas de los dioses Mortis en el final de Ahsoka
Baylan está de pie sobre la estatua del Padre, un personaje de la temporada 3 de Star Wars: The Clone Wars que habitaba en el misterioso reino de Mortis junto con sus hijos, el Hijo y la Hija. En el arco más alegórico de toda la franquicia, los episodios representaron el reino de Mortis como un conducto a través del cual fluía toda la Fuerza de la galaxia. Baylan parece haber llegado al lugar que le permita controlar la inmensidad de la Fuerza.
A la derecha de la estatua del Padre se puede ver la del Hijo. Sin embargo, la estatua de la Hija ha sido destruida y desgastada. En The Clone Wars, ella representaba el flujo del lado luminoso de la Fuerza en la galaxia. Si bien puede parecer simbólico, la ausencia de la estatua habla del estado de la galaxia durante el desarrollo de Ahsoka: después de la Orden 66 y la destrucción del Templo Jedi, quedan muy pocos que practiquen el lado luminoso de la Fuerza.
La historia de los dioses de Mortis en el canon de Star Wars
Si la Hija representaba el lado luminoso de la Fuerza, el Hijo representaba el lado oscuro. El Padre actuó como equilibrio entre los dos, asegurando que ninguno venciera al otro.
Durante Las Guerras Clon, Anakin Skywalker, Ahsoka Tano y Obi-Wan Kenobi fueron transportados al extraño reino de Mortis. Allí, el Hijo intentó seducir a Anakin hacia el lado oscuro, mientras que el Padre deseaba que Anakin asumiera su papel de mantener el equilibrio en la Fuerza. En ese arco, la Hija fue asesinada accidentalmente por el Hijo, quien la apuñaló con la Daga de Mortis. En varios sentidos, su muerte representó la destrucción de los Jedi y el surgimiento del lado oscuro.
Así como el Hijo tomó el control de Mortis y la Fuerza por un tiempo, Palpatine también reinó sin control sobre la galaxia. Sin embargo, el Padre se sacrificó para quitarle el poder al Hijo, poniendo así fin a los dioses Mortis.
Baylan Skoll y el llamado de Mortis
Todavía no está claro cuál de los tres dioses de Mortis llama a Baylan Skoll. Teniendo en cuenta la línea de tiempo de Ahsoka y que murieron en The Clone Wars, es extraño que se sienta atraído por ellos. Sin embargo, dado lo simbólica que es su existencia, es posible que aún persistan más allá de la muerte. Los dioses de Mortis estaban esencialmente ligados a la Fuerza misma, razón por la cual Baylan podría escucharlos todavía. Tal vez deseen que Baylan encuentre a Mortis y actúe como el nuevo guardián del equilibrio.
Es probable que la luz que Baylan ve en la distancia de Peridea sea el monasterio Mortis de The Clone Wars. Si bien Anakin, Ahsoka y Obi-Wan pueden haber sido transportados espiritualmente al lugar, Baylan parece haber encontrado el lugar físico real donde reside el monasterio. Si es así, entonces ha descubierto el conducto de la Fuerza misma. Aún está por verse qué significa esto para su personaje y cómo exactamente puede aprovechar el poder del monasterio. Con el fallecimiento de Ray Stevenson, será difícil para Dave Filoni concluir en el futuro la historia de Baylan con Mortis.
El episodio final de Ahsoka está disponible en Disney+.