Watchmen y The Boys examinan el superheroismo y la idea de responsabilidad. Los superhéroes son guardianes autoproclamados con habilidades muy superiores a las de los seres humanos normales. Tienen el deber de proteger vidas y respetar las leyes morales y sociales. Sin embargo, no responden a nadie, lo cual es un problema cuando se equivocan o abusan de su poder.
Aunque tanto el cómic como la serie abordan el nivel de compromiso de los superhéroes con las expectativas de la sociedad, cada uno explora el tema de manera diferente. Es la misma idea se plantea en la película del DCEU Batman v Superman: Dawn the Justice (Zack Snyder, 2016).
Watchmen de Alan Moore: Quién Vigila a los Vigilantes
Creado por Alan Moore (V de Vendetta, The Killer Joke, From Hell) y Dave Gibbons, Watchmen sigue a uno de los pocos justicieros enmascarados que quedan, Rorschach, mientras investiga la muerte de un héroe patrocinado por el gobierno llamado The Comedian. Rorschach cree que alguien está tratando de matar a los héroes enmascarados y advierte a sus colegas. Sin embargo, se está desarrollando una conspiración mayor que podría amenazar al mundo con la aniquilación nuclear.
Watchmen es una deconstrucción del género y critica a los superhéroes al mostrar sus personalidades defectuosas y cuestionar si se debe confiar en alguien con tanto poder. La frase “¿Quién vigila a los vigilantes?” se repite como un mantra a lo largo de todo el comic.
Los orígenes de esta frase se remontan al poeta romano Juvenal y sus Sátiras. La expresión latina Quis custodiet ipsos custodes se traduce literalmente como ¿Quién vigilará a los vigilantes? Este enunciado se usa a menudo como una réplica contra quienes están en posiciones de poder, queriendo que se les haga responsables de sus acciones y delitos.
En el contexto de Watchmen, décadas de vigilantismo han hecho muy poco para mejorar de manera tangible la sociedad. Los vigilantes son considerados los salvadores de la humanidad, pero sus acciones no han resuelto ningún problema social subyacente ni han detenido la Guerra Fría entre la Unión Soviética y los Estados Unidos.
De hecho, la mayor parte de la motivación de los héroes para luchar contra el crimen no es tan altruista como se les hace creer a los ciudadanos. Los Minutemen, el primer equipo de lucha contra el crimen, se establece como una movida de relaciones públicas del Capitán Metropolis. Los Crimebusters, sucesores de corta duración de los Minutemen, son reunidos por el Capitán Metrópolis en 1966 para combatir sucesos como manifestaciones contra la guerra y protestas por los derechos civiles. El grupo se desmorona rápidamente debido a la falta de interés y The Comedian se burla de la idea como una broma inútil.
En general, los héroes principales de Watchmen no lograron evitar que Ozymandias tramara un ataque extraterrestre falso en la ciudad de Nueva York para engañar al mundo. Adrian Veidt es el autor intelectual de todo un plan que cuesta la vida de 3 millones de personas para evitar una guerra nuclear con Rusia. Sus intenciones son buenas, pero su ejecución es catastrófica, y nadie le dice qué puede o no puede hacer porque nadie supervisa a un superhéroe.
Cuando Moore escribió Watchmen, el presidente Ronald Reagan y la primera ministra Margaret Thatcher encabezaban dos de los países más poderosos del mundo. Moore temía lo que gobernantes así podrían hacer si no los controlaban, y su obra es, en última instancia, un rechazo del superhéroe, la persona que cree que puede resolver todos los problemas de la sociedad por sí misma.
The Boys de Garth Ennis y Darick Robertson
Co-creado por Garth Ennis y Darick Robertson, The Boys sigue al equipo homónimo de vigilantes que buscan derribar a Vought International y exponer los abusos de sus superhéroes. Los superpoderosos son personas que aparentemente nacieron con habilidades sobrehumanas y son celebridades a los ojos del público.
Sin embargo, los supes ponen constantemente en peligro al mundo mediante un comportamiento imprudente con sus habilidades divinas. Vought International, la corporación responsable de comercializar y monetizar a estos héroes, es una empresa sospechosa que planea usarlos en el ejército de los EE. UU. para promover su dominación global. La serie deconstruye el género de superhéroes y critica la cultura obsesiva de las celebridades y el comercialismo.
En términos de responsabilidad, los supes no están controlados en gran medida y pueden salirse con la suya siempre que no perjudiquen los intereses de Vought. El velocista A-Train atraviesa literalmente a la novia de Hughie, pero en lugar de enfrentarse a un castigo serio, Vought cubre el incidente y hace que A-Train se disculpe a medias.
En una sociedad en la que el estatus lo es todo, los miembros de The Seven hacen lo necesario para permanecer en el equipo. Starlight hace caso omiso de su moral y A-Train toma una droga peligrosa llamada Compuesto V. Los supes creen erróneamente que son los elegidos de Dios, cuando en realidad sus poderes fueron fabricados en un laboratorio.
El equipo titular, los antihéroes, The Boys, quieren exponer las malas acciones de Vought al público y finalmente responsabilizar a los supes por sus acciones. Sin embargo, Billy Butcher y su equipo son extremadamente poco éticos en su enfoque. Su crueldad en muchos momentos hace que Vought se vea bien en comparación. Si algo se puede discernir de esta serie, es que la venganza puede convertir a cualquiera en los mismos monstruos contra los que está luchando.
Cómo se relacionan Watchmen y The Boys
Cuando se trata de la responsabilidad de los superhéroes, Watchmen y The Boys abordan el tema desde diferentes ángulos. Watchmen es una advertencia para las personas que piensan que pueden ser la autoridad final cuando se trata de salvaguardar una nación. Moore y Gibbons examinan la idea de que las personas en posiciones de poder deben rendir cuentas, ya que sin control caen en la corrupción y la tiranía. The Boys tiene un enfoque mucho más simple de rendición de cuentas y es que la violencia genera más violencia.
Ninguno de estos enfoques es necesariamente mejor. Si los superhéroes existieran, la adoración sin sentido conduciría a los mismos problemas encontrados en estas obras. La responsabilidad es necesaria para todos, pero especialmente para aquellos con influencia y poder. Como rezaba el tío Ben en Amazing Fantasy #15: un gran poder conlleva una gran responsabilidad.