El título del episodio 7 de Shōgun, Una Varilla de Incienso (A Stick of Time), revela la importancia de la escena de Lord Yoshii Toranaga (Hiroyuki Sanada) con Gin (Yuko Miyamoto), la dueña del burdel El Mundo de los Sauces (Willow World). En un capítulo marcado por la traición y la derrota, la expresión literal, “una vara de tiempo”, refiere de manera subterránea, casi clandestina, al tiempo que le queda al señor de la guerra después del colapso de Cielo Carmesí.
Después de siete episodios -de un total de 10-, la serie Hulu/FX (disponible en Star+ en Latinoamérica) aclamada por la crítica ha mantenido su estatus como lo mejor de la televisión en lo que va de 2024. El episodio 7 de Shōgun comienza con un flashback: una especie de historia de origen de Toranaga como guerrero, que humaniza al señor de la guerra convertido en leyenda y que cobra un nuevo significado después de su entrevista con Gin.
El episodio 6, Ladies of the Willow World, había presentado a Gin mientras negocia con Mariko (Anna Sawai) el precio de la cortesana vip Lady Kiku para pasar una noche con John Blackthorne (Cosmo Jarvis), cortesía de Toranaga después de que el inglés le salvara la vida cuando quedó enterrado por el terremoto. Gin es un personaje misterioso, que calla más de lo que sabe: en su aparente discreción, parece esconder todos los secretos de la ciudad. Intuitiva, experimentada, impresiona a Toranaga durante su breve varilla de incienso, la vara del tiempo del episodio 7 de Shōgun.
La conversación entre Gin y Toranaga en el episodio 7 de Shōgun
Al comienzo de la conversación entre Toranaga y Gin, se puede ver una varilla de incienso ardiendo en el centro de la habitación, que funciona como una especie de cronómetro y se considera un intercambio de tiempo respetuoso y reflexivo con un punto final predeterminado. Es una manera de ir directamente al centro del tema. La traición de su medio hermano, Nobutatsu, y el colapso de Cielo Carmesí produjeron una crisis en el entorno de Toranaga. “Quién sabe cuántas varillas de tiempo nos quedan”, dice el Señor de Edo antes de acceder al encuentro con Gin.
La conversación es, en definitiva, una reflexión sobre el tiempo: el que le queda a Toranaga, el que esencialmente se le está acabando para prepararse para una guerra inminente. Pero también habla de un tiempo vital: “Vivir en el Mundo de los Sauces implica entregar tu vida al servicio de los grandes hombres. Tu juventud, energía, ingenio y encanto. Lo entregas todo. Luego te marchitas y te descartan”, y cómo definir uno mismo el tiempo futuro: “el destino es como una espada: solo es útil para aquellos que pueden empuñarla”, protesta Gin ante el derrotismo de Toranaga y su “no hay futuro para algunos de nosotros”.
Lord Toranaga le permite a Gin tener el tiempo que le había prometido a pesar de todo que está sucediendo. Ella plantea asuntos gremiales y la perspectiva de expandir su negocio a Edo, el territorio gobernado por Toranaga. Su solicitud consiste en establecer dos casas de té -versiones más elegantes de los burdeles tradicionales- similares a El Mundo de los Sauces. Después de enumerar los sacrificios que implican ejercer la profesión, pide la seguridad que puede proporcionarle un gremio, una forma de reivindicar el trabajo de las cortesanas y asegurar un futuro que no dependa del encanto de la juventud. El favor de Toranaga implicaría marcar un precedente para elevar la profesión en todo Japón.
Pero además de iniciativa para promover sus intereses financieros y existenciales, Gin también demuestra un pensamiento político más profundo que los consejeros de Toranaga. En una cultura feudal dominada por un machismo porno, incluso Gin se promueve como un equivalente femenino de Toranaga: “Yo nací en la pobreza. Me criaron como cortesana. La mayoría maldeciría un destino tan detestable. Pero las dificultades me enseñaron a tener ambición y astucia, y me convirtieron en la mujer más exitosa de Izu. Así como sus dificultades lo convirtieron en el hombre astuto que es hoy”.
Shōgun episodio 7: el testamento de Toranaga
El flashback del inicio del episodio 7 de Shōgun cobra sentido retrospectivo: a los 12 años, Toranaga no estaba preparado para asumir las responsabilidades que implica ser un caudillo de guerra. En su primera batalla, Mizoguchi, el general enemigo ya vencido, lo designa para finalizar la ceremonia del seppuku: Toranaga debe cortarle la cabeza. En los 46 años siguientes, Toranaga perdió su condición de hombre y se convirtió en leyenda, pero la llegada de Nobutatsu revela un pasado sin el maquillaje que el tiempo la da a la historia: el niño necesitó nueve golpes de sable para finalizar el ritual.
El hijo de Toranaga, Nagakado, muestra a la largo de Shōgun una personalidad impulsiva e ingenua en asuntos políticos, que contrasta con la astucia y la sutileza de su padre. Toranaga tuvo que convertirse en un maestro estratega por necesidad y exceso de batallas. Nagakado cree que las únicas cualidades necesarias para ser un líder son ambición y demostraciones de fuerza. La lógica de Toranaga es inapelable: “¿Por qué los únicos que quieren ir a la batalla son los que nunca estuvieron en una?”.
Gin deduce que Toranaga no se permitiría “cometer un error tan imprudente” como para dejar expuesto e indefenso a su ya mermado ejército. Sabe que la argucia su Señor circula de manera subterránea y sólo finge una actitud de sumisión y decepción. Toranaga ve en Gin una mente estratégica equivalente, moldeada por las dificultades, que le permitieron convertirse en lo que es hoy. Toranaga recompensa la sabiduría y la fe de Gin poniendo sus peticiones en su testamento.
Shōgun está disponible en Star+.