Westworld temporada 4, episodio 7: Metanoia
Si bien los primeros seis episodios de la temporada 4 de Westworld han sido convincentes, y en gran medida limpiaron el desorden narrativo creado por las temporadas 2 y 3, también parecieron ser una preparación para algo más grande. Con la gran cantidad de revelaciones de la trama y la muerte impactante de varios protagonistas, el episodio 7, Metanoia, cumple gran parte de esa promesa.
Metanoia es una joya caótica y densa en una temporada que es la mejor desde la primera. El título es una palabra oscura que significa “cambio en la forma de vida de uno como resultado de la penitencia o la conversión espiritual”, y este es un tema importante a lo largo del episodio, pero sobre todo se centra en la interacción entre el Anfitrión William y William, ambos interpretados por Ed Harris, que vuelven a la cima de su juego.
Maeve (Thandiwe Newton) y Bernard (Jeffrey Wright) inician Metanoia al abrir la puerta de Lo Sublime en la Presa Hoover, con un preludio que muestra a Bernard en su cuarto de hotel utilizando la simulación para salvar a ambas especies: humanos y anfitriones. Esta primera escena doble es desorientadora y parece llevar a la audiencia a creer que todo fue una simulación, casi como si los creadores Lisa Joy y Jonathan Nolan quisieran recordarle al público que todavía pueden engañarlos a su antojo.
Este engaño es parte de lo que hace que Westworld sea fascinante y molesta al mismo tiempo, pero al menos esta distracción en particular solo dura unos minutos.
Caleb (Aaron Paul) y Frankie (Aurora Perrineau) finalmente se reúnen, aunque es comprensible que ella esté asustada de que él se vea igual aunque hayan pasado más de veinte años. Esto solo es un trauma más para que Frankie absorba, y con cada cicatriz se vuelve más fría y distante, mientras que los anfitriones Bernard, Maeve y Stubbs (Luke Hemsworth) parecen mostrar la mayor humanidad de cualquiera de los personajes humanos restantes.
Teddy (James Marsden) está de vuelta, diciéndole al público y a Christina (Rachel Evan Wood) que el mundo que ve es real pero que en realidad ella no está allí. Es solo parte de la respuesta que busca en cuanto a la naturaleza de su realidad; todavía no sabemos cómo llegó allí o quién es exactamente. Él revela que ella tiene elementos de Dolores en ella y que Charlotte Hale (Tessa Thompson) comparte algo de ese linaje.
Metanoia nos trae el esperado enfrentamiento entre Maeve y Charlotte, una pelea mano a mano que las lleva a atravesar las ventanas de la sede de Olympiad a uno de los muchos estanques reflectantes que rodean el laboratorio de la trascendencia. Cuando Maeve entra en escena, Charlotte detiene su trasplante a uno de los cuerpos drones sin brazos que representa su ideal evolutivo. Algo que Charlotte debió lamentar cuando llega William y le dispara una bala en la cabeza después de asesinar a Maeve.
Eso es lo más muerto que un anfitrión puede estar en Westworld, aunque los flashbacks y la existencia continúa de Lo Sublime significan que ningún personaje se ha ido realmente. Pero en el mundo real, Maeve y Charlotte ya no serán factores peligrosos. Bernard tampoco: también es víctima de los disparos de la copia anfitriona de William.
Metonia: William y Christina experimentan grandes transformaciones
El anfitrión William parece haber seguido los caminos sanguinarios de su progenitor humano, y ahora está tratando al mundo como su propio parque personal de Westworld. Envía una orden desde la torre sónica a humanos y anfitriones por igual para luchar hasta la muerte, un conflicto que comienza cuando él destruye la torre y regresa a una ciudad de Nueva York en llamas acompañado por The Man Who Sold the World de David Bowie. Esta es la primera vez en sus cuatro temporadas que Westworld elige usar una canción con letra, y es que esta letra en particular refleja la vida tanto de William, tanto el humano como de su copia anfitriona.
‘La civilización es solo una mentira que nos contamos a nosotros mismos para justificar nuestro verdadero propósito’ le dice el William humano a su copia anfitriona. ‘No estamos aquí para trascender. Estamos aquí para destruir’. Atento a los consejos del humano a imagen de quién fue copiado, el William anfitrión busca su verdadera esencia y pone en marcha su plan. No una rebelión sino un caos global. Ese caos que llega al mundo, se dirigía allí de todos modos. Para evitar la aniquilación total, Serac creó Roboam en la tercera temporada y Bernard pasó ochos años en Lo Sublime.
Metanoia marca la primera vez en toda la temporada 4 en la que sus personajes principales y tramas se unen, revelando que todos existen en la misma línea de tiempo y realidad. La única excepción es Christina, que está cerca de convertirse en Dolores. Cuando Teddy le explica que tanto ella como Charlotte Hale son copias de la verdadera Dolores, Christina se encierra en el baño y trata de ahogarse. La imagen recuerda a ‘Ophelia’ del pintor Everett Millais, la escena es acompañada por una versión aún más inquietante de la partitura de Djawadi para los créditos iniciales que muestran la creación de los anfitriones, como si a través de su paso por el agua se estuviera recreando.
Cuando emerge de la bañera, los signos musicales indican un renacimiento, algo que podría ser peligroso, ya que este híbrido Christina/Dolores que surge del agua tiene una mirada que recuerda a la Dolores enojada y frustrada que lideró la primera rebelión de las máquinas.
Estos placeres violentos tienen finales violentos
A lo largo de la temporada 4, la audiencia ha escuchado una secuencia de notas emitidas por la torre de control de Hale. Esta secuencia se llama ‘Dies Irae’ o ‘Día de la Ira’, y se ha utilizado como señal de una fatalidad que se aproxima en un gran cantidad de películas en la historia del cine. Suena durante la muerte de Mufasa en The Lion King; en Star Wars, cuando Luke Skywalker regresó a su casa para encontrarse con tíos y estos han sido asesinados por las tropas imperiales; en varias secuencias de las trilogías Lord of the Rings y The Hobbit y en los títulos iniciales de The Shining, y en varias cintas más.
La secuencia fue utilizada cada vez que Charlotte da órdenes a través de la torre, pero cuando William ordena que humanos y anfitriones se enfrenten hasta que nadie quede vivo en el mundo, la secuencia es ensordecedora, vibra tan violenta que sacude a Stubbs, Frankie y Caleb, a pesar que se encuentran bajo tierra en una estación de subterráneos.
Esta escena es como si los pequeños presagios de fatalidad que se acumularon a lo largo de la temporada 4 finalmente llegaran a su punto crítico, desencadenando un caos insostenible para ambas especies.
Westworld temporada 4 emitirá su episodio final el 14 de agosto por HBO.