Spider-Man en los Cómics: la historia de un héroe hormonal

Stan Lee y Steve Ditko crearon a Spider-Man, el primer héroe teen: un nerd torpe y con problemas amorosos que se convirtió en un referente cultural para una generación que tenía al Che Guevara como bandera. Poder, responsabilidad y traumas adolescentes.

La historia de origen de Spider-Man en los cómics

En noviembre de 1961, Marvel Comics -la editorial que durante la Edad de Oro fue Timely Comics y luego Atlas Comics- lanzó su primer equipo de superhéroes, con el objetivo de competir con el éxito de ventas de Justice League of America. Mientras que National Allied Publications -que más tarde tomará el nombre de DC Comics-, tenía un panteón de héroes que se habían consagrado durante las décadas del ’40 y ’50, Marvel había cancelado Captain America y Namor the Sub-Mariner aparecía esporádicamente. 

En realidad, Marvel vivía de cómics westerns y de romance. Es en esta coyuntura editorial en la que aparecen los tres artistas que son centrales para La Casa de Ideas: Jack Kirby -su principal dibujante-, Steve Ditko -artista que durante la década del ’60 logró consolidarse como uno de los más importantes de la editorial- y por último Stanley Lieber, el gran Stan Lee

El cómic con el que Marvel Comics regresó al género de superhéroes fue Fantastic Four #1, escrito por Lee y dibujado por Kirby. Este número se convirtió en un éxito de ventas, por lo que Lee decidió continuar como escritor y marcó el inicio de la hegemonía comercial de Marvel, que se extendería hasta la década del ’70. 

A diferencia de la Edad de Oro, en la que Estados Unidos y sus héroes peleaban abiertamente contra el ejército nazi o japonés, durante los 60’s peleaban contra la Unión Soviética. Sin embargo, no lo hacían de forma explícita: los personajes se enfrentaban a villanos ideológicamente identificados con el marxismo, con rasgos étnicos orientales de la China de Mao o a países ficticios con gobiernos comunistas. Todo lo relacionado con la Guerra Fría formó parte de la línea editorial de la mayoría de las tramas de los superhéroes.

Este entorno de paranoia social fue el que le dio vida al universo de Marvel, que representaba los miedos y aspiraciones de la sociedad norteamericana dentro de sus páginas.

Después de los éxitos de Fantastic Four The Incredible Hulk, Stan Lee tuvo mayor libertad creativa para desarrollar sus historias, consultando solo al editor Martin Goodman para la toma de decisiones importantes, como el lanzamiento de nuevos títulos. Tal fue el caso de Spider-Man, que estaba ideado para ser lanzado con un título propio. Lee había pensado que este héroe debía ser un adolescente, con problemas de su edad, malo para el romance con las chicas, cohibido, huérfano y enfermizo. 

Lee señaló en varias entrevistas que Goodman estaba en completo desacuerdo. Los adolescentes eran presentados como sidekicks o personajes secundarios y no protagonizaban un título propio.

Goodman sostuvo que a nadie le gustaban las arañas, por lo que llamar a un héroe ‘Hombre Araña’ sería un rotundo fracaso. Pese a su oposición, para no arriesgar la continuidad de Lee dentro de Marvel, le dio permiso de publicar lo que quisiera en la serie Amazing Fantasy #15, que estaba por ser cancelada por sus bajas ventas.

Spider-Man en los Cómics: la historia de un héroe hormonal
Ilustraciones de Steve Ditko

Steve Ditko dibuja a Spider-Man

Lee encargó el diseño del nuevo héroe a Jack Kirby, quien ya había dado vida a Fantastic Four, The Incredible Hulk y en la década del ’40 había creado a Captain America. Los dibujos de Kirby, acostumbrado a retratar a superhéroes con músculos bien torneados, no le gustaron a Lee. Aunque Kirby era un artista consagrado de la industria, el escritor decidió trabajar con Steve Ditko, uno de los creadores de Superman, a quien había conocido durante las clases de dibujo que dictaba Jerry Robinson.

Spider-Man se convirtió en un éxito instantáneo, el número más vendido de Amazing Fantasy. Goodman accedió a otorgarle a Stan Lee permiso para hacer un título de este personaje, que comenzó a salir desde marzo de 1963 y se sigue publicando hasta la actualidad.

Aunque el cómic tuvo reinicios periódicos, la mayoría se basan en las primeras historias en las que apareció el personaje. Peter Parker es un adolescente de Forrest Hills en Queens, Nueva York; es huérfano y vive con sus tíos, que ya son mayores, Ben y May Parker. En cuanto a su vida social, es el más inteligente de su grupo, lo cual lo ha relegado y etiquetado como un nerd. Al principio las chicas no lo ven como un chico para salir. Incluso cuando invita a una, lo hace a una feria de ciencia nuclear. Ella lo rechaza categóricamente. Es en esta exposición donde es mordido por la araña radiactiva que le da sus poderes arácnidos.

Peter no sabe que la araña fue expuesta a radiación, solo se asombra de que tuviera un brillo singular. Incluso, ya consciente de sus poderes, lo atribuye a un milagro y no a un accidente científico. 

La elección de un adolescente con gusto por la ciencia no sólo fue una ocurrencia de Lee: a medida que el gobierno estadounidense hacía propaganda para convencer a la ciudadanía de que la energía nuclear era segura, la cultura popular comenzó a utilizar esta narrativa dentro de sus productos de entretenimiento. En los primeros años posteriores a la II Guerra Mundial, la energía nuclear se convirtió en una sensación mediática, que tanto jóvenes como adultos asimilaron en su vida diaria.

En las primeras viñetas que protagoniza Spider-Man, Lee describe el mundo ordinario de Peter Parker sin ahondar en una trama compleja. No obstante, es Ditko el que enfatiza las diferentes expresiones de Peter dependiendo del espacio en el que se encuentra.

Cuando está con sus tíos o en el laboratorio se le puede ver sonriente y confiado, mientras que al momento de convivir con personas de su edad parece inseguro y menospreciado. A diferencia de otros personajes de Marvel que tenían una personalidad extrovertida o sociables, Peter Parker es lo opuesto: un antihéroe. No posee un cuerpo privilegiado ni vive en la opulencia, y rara vez tiene un trabajo estable. 

El momento en el que el “mundo ordinario” de Parker queda atrás se hace evidente durante la exhibición de experimentos. A diferencia de los éxitos anteriores de la editorial, como Fantastic Four y The Incredible Hulk, Peter Parker no es víctima de un accidente de su propio experimento: solo estuvo en el momento y lugar exactos para que la araña radiactiva lo mordiera. Peter experimenta cambios en su cuerpo, que se asemejan a las habilidades de una araña y, a partir de ello, comienza a adquirir noción de sus capacidades sobrehumanas.

Una vez que Peter es consciente de sus habilidades, decide lucrar con ellas. La primera de sus ideas para obtener dinero es a través de concursos de lucha libre y así aprovechar la fuerza descomunal cortesía de la araña. Su performance es vista por un agente, que ve el potencial de Peter para la televisión. 

Desde la perspectiva visual, Ditko presenta una secuencia de batalla compleja e inusual: los superhéroes eran representados con una masculinidad exacerbada. Ditko dibujó a Peter Parker con el mismo aspecto delgado que tenía antes de adquirir sus poderes. Los protagonistas de las historietas siempre sufrían un cambio físico significativo, mientras que Peter solo sufre cambios fisiológicos, lo que le permite mantener su identidad en secreto. 

En la escena de la pelea, se puede ver la diferencia de proporción corporal entre un luchador y Peter. En cambio, su agilidad y fuerza es mayor a la de su oponente y logra someterlo de forma sencilla. Estéticamente, la máscara parece representar una suerte de transición del mundo cotidiano al mundo arácnido. 

La segunda parte de su negación al llamado heroico ocurre en su aparición en televisión, cuando se convierte en una sensación a nivel nacional. La notoriedad lo llena de soberbia: se cree un rockstar. De manera irresponsable dejar ir a un ladrón del estudio de grabación. 

La negación de Peter a convertirse en un héroe es compleja. En primer lugar, los superhéroes -en especial los de Marvel-, deciden combatir el mal debido a que enfrentan amenazas directas o presencian la aparición de villanos que atentan contra el estilo de vida americano: es más un acto de apoyo y voluntad que un deber, el cuál adquirirán con posterioridad. En el caso de Peter, en un primer momento busca un reconocimiento simbólico, la satisfacción social que nunca había tenido. Serán la culpa y la autoflagelación las motivaciones que lo llevarán a convertirse en Spider-Man. 

En una secuencia de la página 8 de Amazing Fantasy #15 ocurre un suceso coyuntural que cambiará toda su idiosincrasia. Una decisión pequeña que le traerá consecuencias irreparables: el asesinato de su tío a manos del asaltante que dejó escapar del estudio de tv. El tío Ben se convierte en la brújula moral de Peter.

De un momento a otro, el mundo cambia. Su percepción del bien y el mal pasa a resumirse en venganza pura. Pese a capturar al homicida, Parker decide entregarlo a las autoridades y, después de experimentar la tragedia, combatir el crimen responsablemente.

Aunque la venganza no es una característica de la personalidad de Spider-Man, su tío fue asesinado indirectamente por su omisión. Es la culpa encarnada en forma de homicidio la que cumple con el papel de guía. En momentos difíciles, recurrirá al recuerdo de su tío que le hace discernir y actuar conforme a los valores con los que fue criado. 

Tras capturar al asesino, Peter reflexiona sobre sus acciones hedonistas y sus consecuencias. “Con un gran poder, viene una gran responsabilidad” será el eslogan que servirá como faro ético para sus acciones futuras. Esta frase no aparece en los diálogos, sino en el último cuadro del narrador. Esta frase define a Spider-Man.

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Spider-Man dibujado por Steve Ditko

El héroe con miedo

A diferencia de muchos héroes, que son reconocidos después de su primera hazaña, Spider-Man obtiene un examen negativo por sus acciones heroicas. Jameson es el dueño del Daily Bugle, un diario local con una credibilidad dividida entre la población de Queens. Desde el número uno de la serie The Amazing Spider-Man, la prensa será un factor importante en la opinión pública sobre las acciones del enmascarado. Las reacciones de Peter serán coherentes con su edad: en muchos casos tomará de forma personal estos ataques.

Spider-Man tiene momentos en el que el destino lo lleva al fracaso. El primero ocurrió en The Amazing Spider-Man #3 en el que es vencido por Doctor Octopus debido a la arrogancia que desarrolló Peter en sus primeros encuentros con Chameleon (The Amazing Spider- Man #1), The Vulture y The Tinkerer (The Amazing Spider-Man #2). La derrota constante, no sólo en el aspecto heroico sino en la vida diaria, es el motivo por el que muchos niños, en especial los adolescentes, se identificarán con el personaje.

Sin embargo, la primera derrota marca una narrativa diferente con respecto a otros cómics de Marvel. Spider-Man rompe con el estereotipo del héroe invicto, atrevido y sin miedo. En el #3, Peter deja de lado su egolatría y se centra en resolver el problema usando su inteligencia, evitando ser visceral, decisión que lo lleva al éxito.

Aunque es desenmascarado frente a sus conocidos, ninguno cree que él sea en verdad Spider-Man, sino una estratagema para impresionar a su interés amoroso, Betty Brant. La incredulidad de los allegados de Parker va más allá de la trama de dicho cómic: esta viñeta podría interpretarse a nivel social como la desconfianza de la generación dominante sobre la nueva, que estaba manifestándose como un grupo distinto y activo por cambiar su contexto. 

Spider-Man se comporta más como un sidekick que como un héroe consolidado, una singularidad que obedece a la narrativa: Parker es un héroe que va aprendiendo a través de sus errores.

Spider-Man y el ideal masculino

Peter tiene a su tía delicada de salud, por lo que no tiene otra opción que huir de una pelea para cerciorarse de que ella está bien. El periódico Daily Bugle titula que Spider-Man es un cobarde que huye.

Lo interesante en esta viñeta es quiénes son los que concuerdan con la primera plana del Bugle: hombres blancos de clase media. El giro de acontecimientos convirtió a Spider-Man en un falso ídolo, puesto que la cobardía no es una característica con la que los norteamericanos se identificaban. Por lo tanto, no debía ser comprendido, ni tenía derecho a una réplica, simplemente se convirtió en un paria social.

Para entender este comportamiento colectivo, es necesario retomar los temores y angustias de la sociedad estadounidense. Después de la II Guerra Mundial, se consagró la masculinidad militar de la clase media/alta blanca como el ideal al que aspiraban los hombres. Por ello, hasta mediados de la década del ’60, la valentía y la lealtad eran valores muy específicos que la sociedad buscaba inculcar y reforzar en los niños y jóvenes de una época convulsionada por la guerra de Vietnam. Por lo tanto, el huir significó la desgracia moral de Spider-Man, al menos por un par de números.

A pesar de que la mayoría de los cómics estaba destinado a un público infantil, The Amazing Spider-Man fue leído en su mayoría por adolescentes, por lo que Lee y Ditko se enfocaron en la vida personal de Peter Parker, y cómo su alter ego la afectaba. 

Uno de las principales problemáticas de Peter era su relación con las mujeres. Por un lado, Parker no es una persona sociable ni cumple con los cánones estéticos del adolescente de los ’60s: alto, fuerte y atlético. Por otro lado, no puede revelar su identidad por miedo a represalias contra su tía. Sin embargo, la narrativa de Lee dotó a Peter de un atractivo basado en la actitud valiente que empieza a desarrollar en su grupo escolar, en específico a la hora de discutir con Flash Thompson.

Aunque Peter tiene una relación formal después del #39, la mayor parte de estos números se encuentra en un triángulo amoroso adolescente entre Liz Allan, compañera de clase, y Betty Brant, secretaria de J.J. Jameson. Peter está completamente decidido por Betty, pero Liz busca cualquier excusa para estar cerca de él. Brant siempre es testigo de estas insinuaciones y del consenso de Peter, lo cual impide que ambos den el siguiente paso. 

Para enredar más la vida romántica de Parker, Lee decidió incluir una tercera chica a la ecuación. Esta joven sería introducida por la tía May, a través de una cita arreglada entre ella y la señora Watson, tía de la joven en cuestión. En palabras del autor, decidió que Peter rechazaría una y otra vez aquella cita ya que “era vergonzoso salir en una cita arreglada por tus padres”. Peter no conoció el rostro de Mary Jane Watson hasta el #42.

Si bien la narrativa de Lee es envolvente para el lector adolescente, la labor de Ditko en el dibujo permite mostrar visualmente la rivalidad entre Liz y Betty. La vestimenta y el peinado de estos personajes representan tanto los diversos estilos de moda femenina en la década y las diferencias de clases. Por un lado, Liz pertenece a una clase media alta, mientras que Betty pertenece a una clase trabajadora, que se gana la vida como secretaria. Mary Jane Watson tiene una vestimenta atrevida, al estilo de Sophia Loren, sex symbol del momento. Con esta secuencia de viñetas, Ditko expone tres realidades de la feminidad presente durante los ’60s. 

Aunque Lee presenta a Peter como una persona inesperadamente atractiva para algunas mujeres, no hay que perder de vista el fondo de la historia y el público que la consumió. Al ser un cómic de entrega mensual, las tramas fueron presentadas de forma paulatina. Además, la interacción con el público a través de cartas de los lectores fue un factor que pudo influenciar la narrativa, por lo que el triángulo amoroso entre Betty, Liz y Peter se demoró y no tuvo una pronta resolución.

Para el caso de los cómics, y en especial Spider-Man, los artistas desarrollaron tramas en las que las mujeres eran víctimas de los enemigos del héroe, convirtiéndose en una parte fundamental de la motivación del protagonista. Incluso muchas lo ayudarán a cumplir sus metas.

“NUNCA PENSÉ QUE SPIDER-MAN SE CONVERTIRÍA EN EL ÍCONO MUNDIAL QUE ES. SOLO ESPERABA QUE LOS LIBROS SE VENDIERAN Y CONSERVARÍA MI TRABAJO “.

Stan Lee

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Spider-Man según Stan Lee y Steve Ditko

Huele a espíritu adolescente

A diferencia de los mitos y las leyendas, que tienen un principio y un fin establecido, los cómics tienen una continuidad diferente, que solo está delimitada entre una publicación y otra. Si bien las leyendas dejan algún conocimiento o reflexión, Lee dejaba las consecuencias de lo ocurrido para el siguiente número, con el objetivo de motivar al lector de comprarlo. Marketing puro. 

Junto a la continuidad indefinida del cómic, las enseñanzas varían dependiendo del contexto: pueden ir desde lo cívico y el ayudar al prójimo, hasta criticar las manifestaciones estudiantiles. Al final de cada historia, Ditko y Lee presentan una viñeta dentro de la narrativa general, en la cual se incluía un mensaje reflexivo o un mensaje que mantuviera la emoción para el siguiente número. 

El compromiso de Spider-Man con su rol como superhéroe es indiscutible. No obstante, sus acciones tienen consecuencias negativas, especialmente en la opinión pública y en su vida diaria. Sobre Peter recaen muchas problemáticas de los adolescentes como el bullying, la vida amorosa, la vida escolar, la vida en casa; los vínculos familiares y los miedos. De igual manera representa las consideradas falencias de los jóvenes, como el comportamiento impulsivo.

Pero sobre todo, proyecta algo más global: que esa generación no encajaba con el mundo de los adultos, debido a las nuevas ideas de rebelión y autonomía con las que se identificaban como grupo.

Tras el lanzamiento y éxito de Spider-Man desde Amazing Fantasy #15 y su cómic propio lanzado en marzo de 1963, las historias con protagonistas con problemáticas que iban en contra del arquetipo del joven norteamericano acapararon el mercado de historietas. Marvel Comics fue la primera editorial que incursionó en este cambio. 1963 es el punto de ruptura entre las narrativas tradicionales de los superhéroes y Spider-Man es el punto de partida de este giro narrativo. El desarrollo de un personaje con valores diferentes a los deseados en el contexto y el éxito obtenido, como fue el caso de Peter Parker, sentó una base en la que Stan Lee, Jack Kirby y Steve Ditko se afianzaron para desarrollar nuevos personajes. 

El primero de ellos fue Iron Man, quien tenía una personalidad muy diferente a los científicos abnegados a su deber de mejorar el mundo. El segundo es Dr. Strange, que apareció en Strange Tales #110 de 1963. La diferencia de este personaje frente a los demás héroes de Marvel es el origen de sus poderes. Stephen Strange, pasó de ser uno de los cirujanos más importantes de New York, un hombre de ciencia, a convertirse en el Hechicero Supremo de la Tierra. Además de insertar la magia como otro súper poder dentro de este universo, sus historias estuvieron fuertemente influenciadas por la psicodelia. 

El tercer título fue X-Men #1, publicado en septiembre de ese año, que narra las batallas, -tanto físicas como raciales-, de un grupo de mutantes liderados por el Profesor Charles Xavier. La importancia de este título es la forma en que Lee y Kirby se manifestaron contra la segregación racial. Para evitar problemas con el gobierno, decidieron utilizar el concepto de “mutante” para exponer la discriminación y segregación de un grupo de personas por ser diferentes. Los X-Men deciden utilizar sus poderes para proteger aquellos que los discriminan. 

Por último, ese mismo mes salió The Avengers: Earth’s Mightiest Super-Heroes! #1, en el que Lee reúne a Thor, Iron Man, Hulk, Ant-Man y Wasp en un mismo equipo, como DC Comics había hecho con Justice League of America. Si bien Spider-Man no influyó en la narrativa de esta nueva serie, permitió a la compañía a atreverse a tomar mayores riesgos creativos sin temer a los fracasos comerciales.

Gracias a las ganancias obtenidas con otros títulos -como fue el caso de The Amazing Spider-Man, el más exitoso de todos-, la empresa perdía poco dinero si una nueva serie no se vendía bien. Aunque los superhéroes adolescentes existieron desde la Edad de Oro, su desarrollo literario fue muy escaso, con excepción de Robin, sidekick de Batman. Peter Parker padece recriminaciones y el rechazo de la opinión pública, siendo Spider-Man, y de sus compañeros de clase, como Peter Parker. También experimenta emociones y tiene experiencias humanas con las que un adolescente se podía identificar. 

Desde su primera aparición, Lee dejó plasmada la imagen de un muchacho retraído, con una nula capacidad para socializar, enfocado al estudio. A lo largo de sus historias, se mantuvo la idea de su impopularidad. Sin embargo, con la obtención de sus poderes, él no podía revertir esa situación sin lastimar a los abusadores. Aunque tuvo oportunidades de vencerlos, siempre limitó su fuerza por el miedo a que sospecharan de su alter ego. Así mismo, su identidad secreta como la salud de su tía influyeron profundamente en su desarrollo social, lo cual no le permite tener tiempo libre.

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Spider-Man

El papel de la ciencia en los cómics de Spider-Man

Otra de las aspiraciones que tuvo la sociedad para los jóvenes norteamericanos era su desarrollo científico. A diferencia de otros superhéroes como Thor, Iron Man y Hulk, que utilizaron la ciencia como una trama constante para solucionar sus problemas, el caso de Peter es diferente: la ciencia es algo más que un trabajo o una herramienta. Para él, el desarrollo de sus capacidades científicas significa la posibilidad de acceder a una beca universitaria, establecerse dentro del mercado laboral, escalar en las jerarquías sociales y ser exitoso según las aspiraciones de la época. 

A pesar de todas las adversidades, Peter tuvo el promedio más alto de su clase. Su esfuerzo obtiene la recompensa de una beca completa para estudiar en la Empire State University. Flash Thompson, su abusador, también obtiene una beca en la misma universidad gracias a sus logros deportivos.

Ambos casos muestran las posibilidades que tenían los muchachos de clase media para acceder a una educación superior de élite, el logro más importante para los adolescentes hasta la mitad de la década, cuando el movimiento contracultural comenzó ver el sistema educativo como obsoleto, clasista, sexista y racista, lo que, en un contexto de creciente violencia, terminó en tomas de universidades por parte de los estudiantes en 1968.

Si bien no todas las historias se centraron en el compromiso escolar de Peter, Lee y Ditko se esforzaron en retratar su dedicación por el estudio, más que en su talento natural para las ciencias, como se vio en historias posteriores y en las adaptaciones cinematográficas.

Desde el punto de vista familiar, la tía May es el único pariente que tiene Peter y es una persona con muchos problemas de salud. No obstante, Peter jamás expresa una sola queja de los cuidados que le realiza. Incluso gran parte de sus ingresos como fotógrafo los utiliza para evitar que su tía tenga que buscar un trabajo. Si bien la salud de su tía fue parte fundamental de algunas historias dentro de este periodo, la intencionalidad de Lee sólo era la de presentar una serie de problemas que se le acumulan mientras tiene que salvar la ciudad. 

No obstante, podemos ver dos motivaciones muy complejas que convergen en su doble vida: culpa y deuda. Peter siente una culpa permanente por la muerte del tío Ben, y su búsqueda por encerrar delincuentes es su manera de expiar su mayor pecado, no detener al ladrón que después asesinaría a su tío. Peter también siente una deuda impagable con la tía May, por lo que se ve impulsado a ser un buen alumno, un sobrino ejemplar y el sostén de la familia. 

Parker, el chico genio desarrolla sus dones para ascender académica y económicamente con el objetivo de que su tía May reciba todas las atenciones médicas posibles. Por otro lado, Spider-Man no duda ni un instante en poner en riesgo su vida. Si al principio deseaba el reconocimiento de la gente, después solo se preocupó de que esa gente estuviera a salvo.

Aunque el sacrificio es una constante, Peter, de un modo u otro, también disfruta de sus dones y la importancia de su actuar como héroe. La enseñanza moral con la que inmediatamente se asocia a Spider-Man es el deber social de usar las habilidades de cada uno para el bien común, sin importar las privaciones o padecimientos personales que cueste. 

Spider-Man ayuda a extraños, personas que a menudo le temen o lo odian, influenciados por el diario de Jameson. El ayudar a pesar de ser un paria social propone la idea de que puede haber más responsabilidad que lo que se lee a simple vista.

Spider-Man en los Cómics: la historia de un héroe hormonal

Peter Parker va a la universidad

Si bien Peter Parker rompe con el arquetipo del joven estadounidense atlético y fuerte por un estudiante dedicado y poco sociable, existen elementos del establishment fuertemente arraigados en su idiosincrasia, que chocan con el contexto de la década del ’60. Tras dos años de publicarse The Amazing Spider-Man ininterrumpidamente, Lee decidió darle una continuidad a la vida de Parker. Como parte de este seguimiento, cambió su vida diaria y comenzó a escribir sus historias en la Universidad Empire State. 

La vida universitaria significó dos cambios importantes. En primer lugar, Spider-Man comenzó a ser consumido por un público universitario: Parker se convirtió en un espejo en el que los jóvenes lectores se veían. Esta identificación y popularidad llevó a Stan Lee a dar conferencias en universidades desde 1967. En segundo lugar, el escenario universitario le permitió a Stan plasmar el choque de realidades entre un joven que necesita trabajar para aportar con los gastos, con un grupo de jóvenes con comodidades cuya única obligación es el estudio.

Desde finales de la década del ’50, Lee había escrito historias con tramas ambiguas respecto al subtexto político. Por esta razón, Marvel fue bien vista tanto por la izquierda como por la derecha. The Amazing Spider-Man #38 es una historieta importante, no por su historia principal, sino por la lucha de ideales que Lee y Ditko presentan dentro del campus. 

En una secuencia de la página 10, se puede apreciar lo polarizada que se encuentra la universidad. Por una parte, Lee les otorga un discurso ambiguo a los manifestantes: pretenden cambiar el mundo, pero también usan su activismo como un pretexto para suspender las clases. Por su parte, Ditko presenta a los manifestantes con una vestimenta extravagante. Si bien no los dibuja como hippies, usan ropa y lentes que remiten a los estudiantes de protesta, con afiliación políticas de izquierda y proyectos progresistas, quienes se encontraban muy activos en las universidades en la década del ’60.

Gracias a Ditko, se puede apreciar el contraste de estilo entre los activistas y Peter, Flash Thompson, Gwen Stacy y Harry Osborn, compañeros de grupo en la universidad, más apegados a una vestimenta de jóvenes apolíticos.

Esta secuencia deja clara la postura de Marvel Comics: exaltar a los jóvenes complacientes con el status quo, que miran de manera molesta a Parker por mantener una conversación con el grupo de protesta. Sin embargo, resulta interesante la postura de Parker sobre la manifestación. No apoya a los manifestantes ni está de acuerdo con su grupo social que los critica. Lee pretendió darle una neutralidad política a su protagonista. No obstante, la forma en que presentó el contexto, deja claro su postura reaccionaria acerca de los movimientos estudiantiles.

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The Amazing Spider-Man, ilustración de Patrick Gleason

Los villanos de Spider-Man en los cómics: Otto Octavius y Norman Osborn

En el mundo de los cómics algunos personajes son importantes por ellos mismos; otros, por los enemigos a los que combate. Dentro de los primeros 39 números de The Amazing Spider-Man existen dos tipos de villanos que son frecuentes: mafiosos y científicos. En el caso de los mafiosos, pocos son lo que se convierten en una amenaza mayor. Los villanos que más dañaron a Spider-Man fueron los científicos. 

A diferencia de otros personajes, que luchaban contra grandes enemigos que buscaban destruir el mundo libre, Spider-Man se encargó de detener posibles amenazas futuras. El primer científico al que se enfrenta es al Dr. Otto Octavius, conocido como Dr. Octopus, quien tras un accidente nuclear pierde la cordura y se convierte en una amenaza. Cuenta con cuatro brazos robóticos que controla con su mente. Lee presenta a este villano como científico arrogante, que desea realizar logros importantes para la ciencia solo por su propia gloria personal y para obtener superioridad sobre los demás.

Dentro del contexto de la Guerra Fría, el desarrollo científico y tecnológico era crucial para tener ventaja sobre el otro bloque. Las formas en que éstas se desarrollaban también eran importantes para Lee. Los “científicos locos” representaban un peligro para la sociedad, ya que, al no obedecer la ética profesional o los acuerdos políticos entre los bloques, podían destruir el mundo en un arrebato de poder. 

El Dr. Octopus fue un villano recurrente durante las historias de Lee y Ditko, y lo convirtieron en uno de los enemigos más difíciles de vencer debido a su gran inteligencia y su sed de poder. Aunque no se da a conocer la nacionalidad del personaje, el nombre Otto puede atribuirse a la nacionalidad o ascendencia alemana. Lee había servido en el ejército norteamericano durante la II Guerra Mundial. A pesar de no haber combatido en el frente, bien pudo mantener un resentimiento sobre el antiguo enemigo.

El uso irresponsable de la ciencia y sus consecuencias también son representadas por Lizard. El Dr. Curtis Connors, un biólogo respetado en Florida quien, acomplejado por una amputación, experimentó con muestras de ADN de lagartos para desarrollar un suero que le permitiera recuperar su brazo. Pese a ser un científico brillante, su experimento fracasa y el suero lo convirtió en un lagarto.

A diferencia de Octavius, que ambicionaba el poder, Connors tenía la intención de salvar su vida y ayudar a los demás. En comparación-solo atemorizó las zonas aledañas a los pantanos y destruyó propiedad privada-, sí era una amenaza potencial para el estado de Florida. Parker se dedica a elaborar una cura en lugar de destruir al monstruo.

Norman Osborn, alias Green Goblin, es sin duda el villano que más ha dañado a Parker. Es un adinerado hombre de negocios, director de una compañía tecnológica y un científico brillante. Lee lo presentó como una persona fría, calculadora y desinteresado por su hijo Harry, quien se convertirá en el mejor amigo de Peter. Al igual que muchos de los villanos, Osborn fue víctima de un experimento científico que, si bien no lo afectó físicamente, su psiquis quedó dañada. 

Osborn y Octavius tienen una similitud que se contrasta por completo con Parker. Ambos son ambiciosos y están bastante seguros de su superioridad intelectual con respecto al resto de las personas. Cuando pasan a su alter ego, sus súper poderes eliminan muchas barreras para saciar sus deseos egoístas y narcisistas. A diferencia de ellos, Parker es ahora un joven adulto moralmente decente que obedece a la ley y, cuando se transforma, su carácter moral es igual que sin la máscara: sus ambiciones personales no dominan su carácter.

Osborn es un hombre de clase media que luchó contra toda adversidad para conseguir lo que él consideraba triunfar, aunque tuviera que denigrar a todos sus rivales de negocios sin ningún remordimiento. Trató de ser un padre atento, hasta que su experimento lo convirtió en un padre ausente. 

En una escena en la Peter puede liberarse y derrotar a Osborn, el científico asegura no recordar nada de lo que había pasado desde su accidente. Otros superhéroes habrían liquidado al enemigo, o al menos, que comparezca ante las autoridades. La decisión de Spider-Man es diferente. 

En primer lugar, Osborn conocía su identidad secreta por lo que, en caso de que recuperara la memoria, podría ir tras él o desenmascararlo. En segundo lugar, asesinar a Osborn sería una opción viable para mantener a salvo su identidad, pero iría contra una regla inamovible de Parker. Como única salida, decide confiar en la amnesia de Osborn, le retira el traje de Green Goblin y lo entrega a los bomberos, quienes acusan a Spider-Man de haber provocado un incendio.

Spider-Man en los Cómics: la historia de un héroe hormonal
Amazing Spider-Man, John Romita

John Romita dibuja a Spider-Man

A partir del #39 de The Amazing Spider-Man, John Romita se convirtió en dibujante principal. Lo importante a resaltar es el estilo de su trazo, parecido al de Ditko. Stan de todos los villanos de Spider-Man que invadían la isla de Queens, Lizard se mantuvo en Florida y fue Parker quien convenció a Jameson a ir tras él en busca de una noticia que vendiera. Aunque la fuerza y agilidad son ventajas que terminan ayudándolo a resolver la situación, éstas no funcionaron contra el Dr. Connors. El intelecto e interés de Parker fue lo que contribuyó a retomar el trabajo del científico para desarrollar una cura para la mutación de Lizard.

Es la primera ocasión en la que Spider-Man demuestra sus conocimientos científicos frente a otra persona. Además, la intención de Lee es mostrar la capacidad de Parker por salvar a todas las personas que pueda, sin importar que se hayan desviado del camino de la ley.

Aunque Connors no cometió delitos graves, Lee no quería que un cambio radical en la estética del cómic alejara a los lectores. Por esta razón, Romita fue insertando su estilo poco a poco hasta que el cambio se sintiera orgánico. Romita había regresado a Marvel en 1965 y sólo había trabajado en Daredevil. Tenía más experiencia con cómics románticos.

En cuanto a la complexión física de Parker, su mandíbula se fortaleció, su peinado cambió a un estilo más largo. Su vecina, Mary Jane Watson, cuyo rostro estuvo oculto durante un año y medio, finalmente se mostró: ella era una hermosa chica pelirroja cuya personalidad era extrovertida y fiestera. Así mismo Gwen Stacy, el nuevo interés amoroso de Parker en la universidad, fue dibujada resaltando sus atributos físicos. Como parte del bagaje de Romita, Lee pudo plantear una competencia entre Gwen y Mary Jane por conquistar a Parker.

Todos los personajes, incluyendo Flash Thompson, comenzaron a sonreír más. Aunque en un principio Lee no estuvo de acuerdo con los cambios del dibujante, al poco tiempo, pidió cambios para suavizar la seriedad de Parker: cabello más largo, el uso de jeans, botas. De igual forma, las chicas comenzaron a usar minifalda. Para lograr una representación más realista de la moda, Romita consultó la revista Women’s Wear Daily para actualizarse.

La madurez del héroe

La edad de Peter Parker, 15 años, fue un punto angular respecto a la sexualización de este personaje: si bien no era un adulto, tampoco se trataba de un niño. En un primer momento, se trató de privarlo de una manifestación de su sexualidad. Sumado a esto, el crecimiento de Parker fue desigual durante los primeros 39 números. Su desarrollo físico se dio tras el cambio de dibujante. Desde el aspecto mental y emocional, su evolución fue más lenta. Esto se debió a que Stan Lee mantuvo una constante en su narrativa que comenzó a madurar a partir del #50 de The Amazing Spider-Man. 

El punto de identificación entre Parker y su público fueron los problemas escolares que sufría en los primeros números, los cuales estaban basados parcialmente en las experiencias de Ditko y Lee. Sin embargo, los cambios artísticos de Romita y sus sugerencias narrativas para Lee fueron los principales factores que permitieron que Peter Parker creciera y madurara junto a sus lectores. A diferencia de otros títulos y editoriales, Marvel tenía el capital humano suficiente para seguir con la continuidad de un personaje hasta su madurez, así como desarrollar nuevos personajes.

Existe una buena forma de conocer el impacto de estas historietas en la gente: la correspondencia popular con los creadores. En algunos títulos de Marvel Comics, Stan Lee incluyó una sección para que los fanáticos compartieran sus impresiones, gustos y disgustos sobre las historias. En el caso de The Amazing Spider-Man, se llamó Spider’s web, que apareció en el # 3, en julio de 1963, y se siguió publicando hasta mediados de la década del ’70.

A diferencia de los reportes de ventas que sólo indican la rentabilidad y variables cuantificables, este feedback nos puede dar información respecto a la calidad de recepción de las tramas. En cuanto al formato de esta sección, estaba compuesto por dos páginas, que contenían entre 7 y 14 cartas o comentarios de parte de los fanáticos. Como mencionó Lee en su autobiografía, él supo del éxito de sus cómics antes de la llegada de los reportes de ventas por la cantidad de cartas que llegaban a las oficinas de Marvel. 

spider-man comics
Spider-Man, ilustración de Patrick Gleason

Spider-Man en la cultura nortemericana

Las historietas, sobre todo las de la II Guerra Mundial, contenían mensajes de propaganda de manera explícita. Durante la Guerra Fría, el mensaje propagandístico se hizo más sutil en la forma de representar a los villanos. Dentro de la narrativa de la década del ’60, el enemigo de los Estados Unidos era la Unión Soviética. No obstante, no era un conflicto abierto, por lo que se tuvo que recurrir a los elementos culturales y estereotipos. La introducción de Spider-Man al universo Marvel también se trató de un medio de propaganda, aunque este no confronta con ningún rival comunista, Parker es una proyección del joven ideal, defensor, tanto moral como científico, del estilo de vida americano.

Los orígenes de los superhéroes de Marvel Comics estuvieron basados en los miedos que estaban presentes en la sociedad norteamericana. En un inicio, las historietas buscaban cerrar filas en la ideología política de esa época. Pero el estilo de escritor que era Lee, acompañado de los artistas Jack Kirby y Steve Ditko, se centraron más en la introspectiva de sus personajes. En consecuencia, el mensaje ideológico fue disminuyendo dentro de las páginas de Marvel, enfocándose en el ser humano que vivía dentro de una sociedad adicta al miedo y a la paranoia y cómo, a través de sus habilidades, podía mejorar su entorno.

El valor del papel de Peter Parker y Spider-Man dentro de la sociedad norteamericana es muy relevante. Aunque sus creadores buscaban reforzar la educación anticomunista, los adolescentes se apropiaron de Parker, lo que lo convirtió en una proyección de las emociones e inquietudes de la juventud. En consecuencia, Marvel optó por eliminar los guiños anticomunistas en este título de manera paulatina, lo que atrajo a un gran número de púberes que lo adoptaron como un símbolo. En ese sentido, The Amazing Spider-Man se convirtió en un referente de los jóvenes de su generación.

Spider-Man no fue un elemento contracultural, sin embargo, significó un giro en la industria del cómic, que pasó de ser producto de entretenimiento dirigido a los niños a convertirse en un elemento de identificación de adolescentes en la década del ’60.

Sumado a esto, las virtudes científicas y morales de Peter Parker pasaron a segundo plano, ya que los jóvenes se interesaron y pidieron que la influencia de sus problemas personales en su vida de héroe fueran un argumento recurrente en las historietas. De esta forma, Spider-Man pasó de ser un cómic que buscaba transmitir valores a convertirse en un elemento de apropiación y de identidad.

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