Jonathan Majors, conocido por su papel en el Universo Cinematográfico de Marvel, fue sentenciado por un tribunal de Nueva York este 18 de diciembre, declarándolo culpable de agresión y acoso en relación con un incidente doméstico que involucra a su ex novia, Grace Jabbari, ocurrido en marzo.
De acuerdo con información de The Hollywood Reporter, Majors fue condenado por un juez tras cuatro horas de deliberación por parte de un jurado compuesto por seis personas durante tres días. Acompañado por sus abogados, familiares y su pareja, la también actriz Meagan Good, a Majors se le informó que la audiencia de sentencia está programada para el 6 de febrero de 2024. El actor enfrenta una posible condena de hasta un año de prisión por los cargos imputados. No obstante, Majors fue absuelto de otros dos cargos relacionados con el incidente con Jabbari, al ser considerado inocente de asalto intencional de tercer grado y acoso agravado de segundo grado.
El abogado de Jabbari, Ross Kramer, emitió una declaración tras el veredicto, expresando que ella se siente “satisfecha al ver que la justicia prevalece con el veredicto de culpabilidad de hoy”. Kramer añadió: “La firmeza de la Sra. Jabbari para llevar este caso hasta su conclusión demuestra su extraordinaria fortaleza y resistencia. Lamentablemente, por cada sobreviviente como la Sra. Jabbari, que se presenta para responsabilizar a su agresor, hay muchos otros que sienten que no pueden hacerlo. Esperamos que sus acciones sirvan de inspiración a otros sobrevivientes para compartir su verdad y buscar justicia”.
Los cargos que pesaron sobre Majors surgieron a raíz de un incidente entre él y Jabbari el 25 de marzo, tras una noche en Brooklyn. Majors alegó haber llamado al 911 al encontrar a Jabbari inconsciente en su habitación de hotel. La policía, al llegar, lo arrestó e imputó cargos después de descubrir varias lesiones en la mujer, incluyendo un dedo fracturado y un oído lacerado. Majors negó las acusaciones a través de su equipo legal e inicialmente afirmó poseer pruebas en forma de mensajes de texto que demostraban que Jabbari retiró las acusaciones.
El futuro de Jonathan Majors en el MCU después de ser condenado por la Justicia
Jonathan Majors obtuvo reconocimiento por su destacado papel como Kang el Conquistador en el Universo Cinematográfico de Marvel (MCU), recibiendo elogios por su interpretación del imponente supervillano que maneja el tiempo en Ant-Man and the Wasp: Quantumania, película en la que compartió pantalla con Paul Rudd y Evangeline Lilly.
Más recientemente, asumió el papel de la variante de Kang, Victor Timely, en la segunda temporada de Loki. Sin embargo, desde que surgieron sus problemas legales, el futuro de Majors como Kang es objeto de serios interrogantes.
A pesar de la manifestación pública de apoyo por parte de Marvel hacia Majors, circularon múltiples informes que sugieren que el estudio está explorando posibles sustitutos. Además, hay rumores de que Marvel está contemplando abandonar la trama de Kang. Este personaje interpretado por Majors desempeña un papel central en el MCU y estaba programado para tener una participación destacada en las próximas dos películas de los Vengadores, The Kang Dynasty y Secret Wars.
A raíz de sus problemas legales, Majors fue apartado de varios proyectos y acuerdos de patrocinio de alto perfil. Además, su próxima película de drama deportivo, Magazine Dreams, postergó su estreno. En medio de estas circunstancias, se sumaron denuncias de abuso contra Majors por parte de otras personas, alegaciones que el actor negó rotundamente.
En su última aparición en la pantalla grande, Majors interpretó a Damian “Diamond Dame” Anderson en Creed III, compartiendo créditos con Michael B. Jordan.
Durante los primeros cuatro días del juicio, Jabbari brindó su testimonio, indicando que las lesiones que presentaba se originaron en un altercado ocurrido horas antes de que fuera descubierta. Relató que durante un trayecto en automóvil de regreso a casa, leyó un mensaje de texto del teléfono de Majors que la ofendió. Jabbari sostuvo que Majors la detuvo de manera agresiva al intentar quitarle el teléfono, sujetándola del dedo, el brazo y el antebrazo derecho, además de torcerle el antebrazo y golpearle la cabeza. Se alegó también que Majors la volvió a colocar en el automóvil para evitar que escapara, aunque él argumentó en contra, negando el uso de fuerza al reintegrarla al vehículo.