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Crítica Thor: Amor y Trueno | El Nuevo Camino del Dios

Crítica Thor: Amor y Trueno 2022
Crítica Thor: Amor y Trueno | Thor se encuentra en un nuevo camino: debe redescubrir cuál es el rol que ocupa como Dios del Trueno.
3/5

Crítica Thor: Amor y Trueno

Taika Waititi había prometido una aventura mucho más alocada que en su anterior iteración, Thor: Ragnarok (2017), y cumplió. Este es el camino del Dios del Trueno en la cuarta fase del MCU. 

Thor, figura mitológica del panteón nórdico -que fue llevado a las páginas de los cómics en 1962 por Jack Kirby-, obtiene su cuarta película en solitario. Con esta aparición, son ocho cintas del personaje -sin contar el cameo al final de Doctor Strange (Scott Derrickson, 2016)- y es el único de los tres grandes (con Iron-Man y el Capitán América) que aún continúa su historia luego de Avengers: Endgame (Anthony Russo, Joe Russo, 2019).

El recorrido del Dios del Trueno no ha sido el mejor: tuvo una genial película introductoria, una secuela considerada de las peores películas del estudio y apariciones en dos de las tres películas corales antes del evento Infinity War/Endgame. Ragnarok, que sucede justo antes del cierre de la “Saga del Infinito”, buscó una nueva dirección que dividió a los fans: el director Taika Waititi tomaba las riendas y permitió a Chris Hemsworth (Thor) desarrollar su sentido del humor con libertad.

El resultado fue una película con título ominoso que terminó por ser la más divertida de la que hasta ese momento era una trilogía. Ni la Hela de Cate Blanchett o el fin de Asgard a manos de Surtur pudieron hacer frente a la ola de humor que plantearon el protagonista y el director, en la víspera de los que serían los momentos más dramáticos que sufriría el personaje en AvengersInfinite War (Anthony Russo, Joe Russo, 2018) y Endgame. El contexto no era el propicio, pero el producto fue sólido.

Crítica Thor: Love and Thunder 2022
Natalie Portman como Jane Foster y Chris Hemsworth como Thor. Foto cortesía Disney Studios.

Ahora, en pleno desarrollo de la fase 4 del Marvel Cinematic Universe, Thor se encuentra en un nuevo camino: debe redescubrir cuál es el rol que ocupa como Dios del Trueno. Love and Thunder lo enfrenta con dos aspectos de su realidad divina: un posible reemplazo y un antagonista que busca asesinar a todos los dioses por su propia naturaleza egoísta de situarse por sobre los mortales.

Gorr (Christian Bale) es el último habitante de un planeta donde los dioses se han vuelto sádicos y egoístas. Creen que sus adoradores no les deben más que alabanzas, pero no interceden en absoluto para ayudarlos. Al tener la oportunidad de confrontar a la deidad a la que rinde culto, Gorr encontrará desprecio, pero será elegido por la Necro Espada -un arma antigua que tiene la propiedad de asesinar seres divinos-, y comenzará una cruzada personal: a su vista, todos los dioses son iguales.

Jane Foster (Natalie Portman) se encuentra en un momento de su vida muy complicado: un cáncer le da pocas miras a futuro. Pese a que ha dedicado su vida a la ciencia, al agotar sus posibilidades sentirá el llamado de Mjölnir -el mazo de Thor que fue destruido por Hela-, una herramienta que, según los mitos, otorga salud y fortaleza.

Luego de los eventos de Endgame, Thor se encuentra de viaje con los Guardianes de la Galaxia, esperando encontrar un nuevo propósito. Se ha puesto en forma nuevamente, pero se siente vacío. Habiendo ganado una de las batallas más gloriosas contra Thanos, aún no supera haber perdido a Foster, la única mortal que amó en realidad. Un aluvión de llamadas de auxilio separa los caminos de los Guardianes y Odinson, quien se dirige hacia un planeta donde los Dioses están siendo asesinados. Allí se enterará que Gorr, el carnicero de dioses, va tras Asgard, que ahora se encuentra en el planeta Tierra.

En cuanto a la trama principal, los absolutos protagonistas son Thor, Jane Foster (Mighty Thor) y Gorr. Cada uno deberá atravesar un camino para superar la situación en la que se encuentra. Tres caras de la misma moneda: todos enfrentando lo que representa el mundo y la vida, cada uno desde su particular perspectiva. El amor y la desesperación son motivaciones fuertes, y cuando dos propósitos chocan, el enfrentamiento se vuelve encarnizado.

Thor: Amor y Trueno es una historia de crecimiento y transición simultáneamente. Waititi, además de ser el director, ha escrito la historia junto a Jennifer Kaytin Robinson. Tomaron como referencia los arcos de El Carnicero de los Dioses y Mighty Thor  -de la etapa de Jason Aaron-, y los resignificaron en esta historia sumamente entretenida y plagada del humor que caracteriza no solo a Waititi, si no al mismo Chris Hemsworth.

Se sumarán a la aventura King Valkyrie (Tessa Thompson), quien formará parte del grupo que buscará a Gorr, al igual que Korg (Waititi) quien continúa al lado de su fiel amigo Odinson. Dentro de la cinta, se busca expandir el ideal de las deidades, incluyendo un lugar llamado Ciudad Omipotencia, donde conoceremos a muchos dioses y donde el más grande es Zeus (Russel Crowe), que reforzará el motivo de Gorr.

Crítica Thor: Love and Thunder 2022
Christian Bale como Gorr. Foto cortesía Disney Studios.

Respecto a Gorr, Christian Bale demuestra que puede encargarse del rol que le asignen, y siendo una película con un tono casi infantil, este villano es alguien de temer. El carnicero de Dioses infectado con la Necro Espada es una fuerza de la naturaleza, con un objetivo claro y cegado por completo en su ambición. Un digno adversario, con el tiempo justo en pantalla para permitir que su impronta no se disuelva.

Al adaptar los cómics, Waititi debió buscar algo equivalente a la bomba deicida que funcione en la película y reúna la potencia necesaria para sustentar un McGuffin de esa potencia. La encontró en un ser cósmico que expande el universo de Marvel, yendo mucho más allá de los mismos Celestials que hemos visto a partes en etapas previas, y que fueron presentados en Eternals (Chloé Zhao, 2019) apropiadamente.

El argumento de Thor: Amor y Trueno tiene algunas carencias, pero se mantiene con una firmeza que permite que el espectador pueda acceder a la historia. Dejando fuera el por qué de la aparición de la Necro Espada y cómo Gorr trama su propio endgame, lo demás se apoya en las interacciones de los personajes y la vuelve un producto sólido.

La dirección de Waititi es correcta, aunque a veces abusa de los planos en solitario, aislando tanto a los personajes que pierde un poco la conexión entre ellos. Las batallas son el punto más fuerte a nivel espectáculo, inclusive por sobre los escenarios extendidos.

El diseño de producción es acorde a la fantasía, al igual que el vestuario. Pero lo que realmente destaca es la música de Michael Giacchino y Nami Melumad. El tema de Mighty Thor está inspirado directamente en el mismo personaje del Anillo de los Nibelungos de Wagner, ofreciendo una potencia a ambos portadores del Mjölnir que no se siente desde que la orquesta de Patrick Doyle atacara el tema compuesto para la primera aparición de Thor en 2011.

Esta película marca un rumbo definitivo para Odinson y compañía. El humor alocado de Waititi y Hemsworth, sumado a lo que aportan los demás personajes, busca interpelar a una audiencia joven. Aunque muchos niños tendrán pesadillas con Gorr, valdrá la pena. Thor: Love and Thunder puede vivir de la épica, pero funciona también en la comedia -quizá demasiada en algunos momentos-, pero esa es la visión que Taika Waititi tiene y es el camino que el mismo Thor ha elegido.

Dirección: Taika Waititi  Guion: Taika Waititi, Jennifer Kaytin Robinson Fotografía: Barry Idoine  Música: Michael Giacchino  País: Estados Unidos  Año: 2022  Duración: 125 min.  Con Chris Hemsworth, Natalie Portman, Christian Bale, Tessa Thompson, Chris Pratt, Jaimie Alexander, Karen Gillan, Dave Bautista, Pom Klementieff, Russell Crowe.

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