El episodio final de Shōgun, titulado Sueño Dentro de un Sueño, presenta lo que parece un flashforward de los momentos finales de la vida de John Blackthorne (Cosmo Jarvis): rodeado por sus nietos, el anciano escucha las preguntas sobre sus días de gloria en Japón. Ciego, atormentado, Blackthorne sostiene el rosario de Mariko, el mismo objeto que más tarde vemos cómo arrojó al mar como una forma de despedirse de su enamorada.
En el podcast oficial del programa, uno de los creadores Justin Marks, analiza junto a Jarvis estas visiones de John Blackthorne en el final de Shōgun.
Las visiones de John Blackthorne en el final de Shōgun, explicadas
Para Marks, “John Blackthorne, a lo largo de toda esta historia, ha sido prisionero de su propia ambición, que podríamos llamar la enfermedad del colonialismo, o incluso también del capitalismo. Pero esta idea de estar tan atado a su ambición, a su impreciso sentido de pertenencia y de reclamar lo que el mundo le debe, es lo que lo convierte en el peor prisionero de todos. También lo es Yabushige.
En Blackthorne gira de manera crucial en torno a lo que llamamos el falso sueño. Queríamos abrir el episodio final de Shōgun con lo que parece el comienzo de una estructura de flashback, en la que saltamos hacia el futuro y conocemos a Blackthorne como un anciano para contar la historia desde un hombre que mira hacia atrás y se arrepiente de la vida que llevó.
Pero luego se revela que no era el sueño de un anciano que miraba hacia atrás, sino que en realidad era el sueño de un joven que esperaba con ansias una versión alternativa de su vida. Lo que Blackthorne está tratando de matar no es a sí mismo, sino a la versión de sí mismo que siempre ha sido y que lo llevará al arrepentimiento si no cambia. Cuando Toranaga le quita el cuchillo de la mano y luego lo mira, está mirando a un hombre renacido, a una persona completamente diferente”.
Según Cosmo Jarvis, “cuando lo conocemos por primera vez, John Blackthorne está totalmente obsesionado con la posibilidad de control. Pero después de meses de intentar lograr algo significativo en Japón con respecto a su personalidad inglesa y de estar sometido por la gente que lo rodeaba, comienza a asimilar algunos aspectos del país y sus costumbres: el sentido periférico del deber, de un mayor honor, la impermanencia de la vida, la inutilidad de luchar contra el destino y la posibilidad de una muerte significativa que le transmitió la muerte de Mariko y la destrucción de su barco.
En el episodio final de Shōgun él, por primera vez, se ve obligado a intentar algo que tiene un propósito objetivo en un sentido honorable y totalmente desinteresado y que no tiene nada que ver con sus objetivos establecidos desde hace mucho tiempo. Entonces, no creo que haya visto venir su arco, pero llega a uno. Se siente en cierto modo liberado al verse obligado a estar en una situación en la que ya no tiene nada a lo que apegarse. Y cuando eso sucede, entonces es capaz de intentar otra cosa, y así lo hace”.
El destino de John Blackthorne después de los eventos de Shōgun
En Shōgun, John Blackthorne es el outsider de la historia -una especie de avatar de la audiencia-, que comienza su viaje mientras se desarrollan y exploran las complejidades de la cultura samurái japonesa. Es un personaje en permanente estado de extrañamiento: para un hombre de acción, todo parece demasiado ceremonioso, enigmático, desafectado, con el inexplicable fetichismo por la muerte que rodea a sus anfitriones.
El Anjin también considera que su estadía en Japón es temporal, y se esfuerza constantemente por recuperar el control de su barco y navegar contra sus enemigos católicos, incluso mientras desarrolla una afinidad y respeto por las costumbres locales. El inglés cree que usa a Toranaga (Hiroyuki Sanada) para sus fines; sólo al final se da cuenta que fue todo lo contrario.
Pero en el final del Shōgun, a John Blackthorne la sangre le circula de otro modo: cuando los aldeanos son asesinados, acusados por el incendio de su barco, él ofrece su propia vida para detener el derramamiento de sangre. Si al comienzo de la serie el seppuku le resultaba un ritual inconcebible, hacia el final su disposición a suicidarse marca la total aceptación de las costumbres japonesas y de su nueva comprensión de la vida y de la muerte no como conceptos antagónicos sino contiguos, como las dos partes de un todo, conectadas por el honor, el deber y el propósito.
El destino de Blackthorne después del final de Shōgun es permanecer en Japón. Lord Toranaga mandó a quemar el barco para mantener al piloto inglés a su lado. Sólo dirá la verdad una vez que el Anjin haya construido uno nuevo. Incluso entonces, “probablemente también lo quemará”.
John Blackthorne está inspirado en el navegante inglés William Adams, según muchos historiadores, el primer británico en llegar a Japón. Si bien su importancia en los eventos por el gobierno del país es exagerado, Adams se convirtió en un importante asesor del shōgun Tokugawa Ieyasu y construyó para él un barco a vela de estilo occidental, el primero de ese tipo fabricado en Japón.
La novela de Clavell sugiere que John Blackthorne nunca regresa a Inglaterra y vive el resto de su vida en Japón. El final de Shōgun le asegura un destino en el que no se convertirá en un hombre arrepentido.
Shōgun está disponible en Star+.