Tom Ripley es encantador, letrado y un monstruo. Es insidiosa la forma en que Patricia Highsmith nos seduce para que nos identifiquemos con él y compartamos su egoísmo. Ripley cree que sus deseos valen el precio que los demás tengan que pagar. Todos somos un poco como Tom Ripley.
Ripley de Netflix revitaliza el status del personaje como uno de los antihéroes predilectos dentro de la cultura pop. La serie sobre el infame estafador debutó con un alto nivel de aclamación crítica, y se posiciona como una de las mejores adaptaciones de la serie de novelas de Highsmith. El personaje y su historia tiene un catálogo de versiones cinematográficas, pero el creador, director y guionista de Ripley, Steven Zaillian, logra inyectarle al clásico las dosis de cinismo y perturbación que actualiza de manera convincente el material original.
La serie de libros de Tom Ripley de Patricia Highsmith tiene cinco entradas, de las cuales las dos últimas nunca han sido adaptadas ni al cine ni a la televisión: Tras los Pasos de Ripley (The Boy Who Followed Ripley (1980) y Ripley en Peligro (Ripley Under Water) (1991), publicada cuatro años antes del fallecimiento de la escritora. De las otras tres, la primera novela, El Talento de Mr. Ripley (The Talented Mr. Ripley), es el material base de la serie de Netflix, que también ha tenido dos adaptaciones cinematográficas; la segunda novela, La Máscara de Ripley (Ripley Under Ground), tiene una versión y la tercera novela, El Juego de Ripley (Ripley’s Game), tiene dos.
Éstas son todas las adaptaciones de la serie de novelas de Tom Ripley de Patricia Highsmith, clasificadas.
6. Sr Ripley: El Regreso (2005)
Esta versión de Tom Ripley no carece por completo de virtudes, pero es fácil señalarla como la menos convincente de todas las películas que presentan al personaje. Estrenada en 2005, Sr Ripley: El Regreso (Ripley Under Ground) es la adaptación cinematográfica más reciente de uno de los libros de la serie y la única versión cinematográfica de la novela de 1970.
Sr Ripley: El Regreso tiene algunos nombres conocidos, con Barry Pepper como el estafador titular y un reparto secundario que incluye a Tom Wilkinson, Willem Dafoe y Alan Cumming. La película se desarrolla algunos años después de El Talento de Mr. Ripley, cuando Tom se involucra en un plan para enriquecerse encubriendo la muerte de un pintor talentoso para luego vender obras de arte falsificadas con el nombre del artista.
Si El Talentoso Mr. Ripley de Anthony Minghella atenúa el comportamiento criminal de Tom, no elimina su instinto asesino, sino que le da anhelos comprensibles que los impulsan a sus asesinatos. El Tom Ripley de 2005 desea a una mujer, un amor que “puede sacar a un hombre de las profundidades más oscuras del infierno”. Quizás presenta la versión más oscura de Tom Ripley, pero en lugar de buscar ambigüedad y suspenso psicológico del libro, la película toma los elementos más duros del thriller, y rebaja la naturaleza criminal del protagonista a sus rasgos románticos y oportunistas.
5. A Pleno Sol (1960)
A Pleno Sol (Plein Soleil) es la adaptación francesa de René Clement de 1960 de la primera novela de Ripley, protagonizada por un joven Alain Delon como el antihéroe, un hombre que recién está aprendiendo que puede hacer realidad sus deseos más oscuros. Al comienzo de la película, Tom ha sido enviado a Roma para encontrar a su viejo amigo Philippe (Maurice Ronet), un playboy rico cuyos padres quieren que regrese a San Francisco. Tom no tiene prisa por regresar a Estados Unidos y disfruta dejar que Philippe le presente su vida de bohemio chic.
René Clement se inspira en Las Diabólicas (1955) de Henri Clouzot, otra historia de conspiraciones tortuosas y traiciones. Las dos mujeres de Clouzot tienen sentimientos lésbicos no expresados, al igual que los hombres de A Pleno Sol reprimen su homosexualidad. Ambas historias involucran cadáveres ahogados que aparecen o desaparecen según sea necesario. Y ambas tienen finales poco satisfactorios. La moralidad de la película de Clement traiciona de manera imperdonable a la novela de Highsmith.
4. El Juego de Ripley (2002)
¿Hay alguien mejor que John Malkovich para representar personajes sórdidos? Tom Ripley tiene el desapego de un psicópata hacia los valores humanos comunes. Malkovich (y Highsmith) le permiten un toque humanizador, la curiosidad sobre por qué la gente se comporta como lo hace. Al final de la película de 2002 de Viviana Cavani, cuando un hombre le salva la vida, este Tom Ripley sólo se le ocurre una cosa que decirle: “¿Por qué hiciste eso?”
La directora italiana Liliana Cavani es perfecta para dirigir una película de Tom Ripley: se siente cómoda con el tema de la depravación. Su película El Portero de Noche (1974) es la historia de una superviviente de los campos de exterminio nazis, que encuentra a uno de sus antiguos guardias trabajando en un hotel y comienza una relación sadomasoquista con él. Esa misma objetividad sobre los valores pervertidos es central en El Juego de Ripley.
La trama gira en torno a una venganza personal: Ripley hace los arreglos para que al hombre que lo insultó -un hombre de familia que está muriendo de leucemia-, le ofrezcan 100.000 dólares para cometer un asesinato. La filosofía de la película es la más cercana al personaje de Highsmith en la forma en que objetiva sus acciones. ¿Por qué pide a su vecino que mate a un hombre? “Porque puedo.”
Malkovich (que hace un cameo en la serie de Netflix) y Cavani hacen un estudio sobre el mal que muestra la delicada línea entre la crueldad y los más débiles destellos de sentimiento. Cuando Tom Ripley sonríe en el último plano, no ha perdido sus credenciales de psicópata, pero por fin ha encontrado algo en la naturaleza humana capaz de sorprenderlo. E incluso, quizás, conmoverlo.
3. El Amigo Americano (1977)
La adaptación de El Juego de Ripley de Wim Wenders, El Amigo Americano, sigue la misma premisa que la película de 2002, pero se siente lo suficientemente diferente a todas las adaptaciones de Tom Ripley hasta la fecha: hay algo alegremente perverso en filmar un thriller y luego descartar las partes que ayudarían a que tuviera sentido.
El Nuevo Cine Alemán que floreció desde finales de los años 1960 hasta principios de los 1980 siempre fue extraño y sofisticado. Los nuevos cineastas alemanes –Werner Herzog, Rainer Werner Fassbinder, Volker Schlondorff, Margarethe von Trotta, Reinhard Hauff y Wim Wenders– utilizaron colores e iluminación extremos, dispuestos a seguir a los personajes hasta las fronteras más lejanas del comportamiento humano con un uso consciente de la cámara. Como en los clásicos del expresionismo, parecieron añadir una dimensión adicional, deliberadamente artificial, a sus personajes e historias: no estaban interesados en el realismo.
Wim Wenders es el director más accesible y americanizado del movimiento. La historia de El Amigo Americano narra un triángulo criminal y personal que involucra a un estadounidense (Dennis Hopper), que se convierte en intermediario entre un gángster francés (Gérard Blain) y un fotógrafo alemán (Bruno Ganz). El gángster quiere contratar a un sicario; el alemán acepta el trabajo porque cree que se está muriendo y quiere mantener a su familia; y la trama se complica cuando se revela que el francés fingió el diagnóstico terminal.
Wenders omite fragmentos de la trama y opta por la sensación de sus personajes y sus ciudades (la película recorre Nueva York, París, Hamburgo y Munich) para examinar el crecimiento de una amistad entre alemanes y estadounidenses, con sus incómodas posibilidades de peligro y muerte. Visualmente es es hipnótica: la fotografía de Robby Muller utiliza el descaro y la profundidad de los colores, la exageración de la iluminación y la ambientación, la extraordinaria sutileza de algunas escenas y el aspecto casi agresivamente barato y estridente de otras. Una película atmosférica, excelentemente interpretada y llena de perfecto suspenso.
2. El Talentoso Sr Ripley (1999)
El Talentoso Sr. Ripley -al igual que A Pleno Sol y Ripley de Netflix- se basa en la primera novela de la serie, publicada en 1955, y muestra a Tom Ripley en el proceso de inventarse a sí mismo y encontrar el trabajo de su vida. Algunos hombres sienten envidia de autos, esposas o fortunas de los ricos. Ripley codicia sus identidades.
Las tres adaptaciones son lo suficientemente diferentes, a pesar de que giran en torno a la decisión de Ripley de que puede ser Dickie Greenleaf tan bien o mejor de lo que Greenleaf puede ser él mismo.
Highsmith escribió El Talento de Mr. Ripley cinco años después de Extraños en un Tren (Strangers in a Train), que Alfred Hitchcock convirtió en la película que consideraba su favorita. Las dos historias son similares: Extraños en un Tren trata sobre un hombre que le ofrece a un desconocido con el que comparte el viaje un intercambio poco ortodoxo: yo mataré a la persona que odias y tú matarás a la persona que yo odio. Como ninguno tiene alguna conexión con las víctimas, no seremos atrapados.
El Talentoso Sr. Ripley culpa a Dickie por la muerte por ahogamiento de una mujer local y “cambia” esa muerte para encubrir otra: la del propio Dickie. La película de Hitchcock sugería sutilmente un sentimiento homosexual en el instigador, y Tom Ripley también parece sentir algo por Dickie Greenleaf, aunque el narcisismo y la sexualidad están tan mezclados en su mente que casi parece querer convertirse en Greenleaf para poder amarse a sí mismo. Anthony Minghella nunca lleva esta corriente subterránea a un plano de acción consciente y mantiene las complicadas necesidades y deseos de Tom Ripley enterradas en su psique.
La película significó un papel clave para Matt Damon y el elenco secundario incluye a Jude Law como un poco adorable Dickie, Gwyneth Paltrow con vocación para el martirio, Cate Blanchett y Philip Seymour Hoffman. La película es insidiosa en la forma en que nos lleva a identificarnos con Tom Ripley: vemos todo a través de sus ojos; es un monstruo, pero queremos que no sea atrapado: Minghella nos convierte, indefectiblemente, en cómplices de asesinato.
1. Ripley (2024)
El formato serie de casi ocho horas le permite a Steven Zaillian acercarse más a la tortuosa trama de la novela El Talento de Mr. Ripley que A Pleno Sol y que la versión de 1999. Los elementos en competencia que impulsan el retorcido sueño de verano de Minghella -el amor y la envidia, los privilegios y la codicia, la conformidad y el desafío-, no son las claves de Ripley de Netflix.
El Tom Ripley de Andrew Scott registra todos los matices del estafador camaleónico. En el episodio 1, está sofocado por su escasa existencia e incómodo consigo mismo. Como escribió Highsmith, Tom “siempre había pensado que tenía el rostro más aburrido del mundo, un rostro completamente olvidable con una mirada de docilidad que no podía entender, y una mirada también de vago miedo que nunca había podido borrar”.
Cuando conoce a Dickie Greenleaf, comienza a fusionarse con él, con la afectada confianza que conllevan los privilegios hasta que los internaliza, los hace parte de su retorcida naturaleza. ¿Está enamorado de Dickie, quiere ser Dickie o ambas cosas? ¿Acaso importa? Al final de la temporada, también se deshizo de esta personalidad y recreó a Tom Ripley en la imagen de Caravaggio. Ahora es un artista y logra, a través de la ilusión, la fabricación y la personificación, un equivalente orgánico de las obras del maestro barroco.
Scott, a sus 47 años, ofrece el primer Ripley definitivo en pantalla. La actuación de Alain Delon es un estudio de la crueldad glamorosa, pero no ofrece nada de la evolución de Tom desde un delincuente torpe y agraviado hasta un cerebro criminal cosmopolita y sofisticado. El personaje de Matt Damon se transforma, pero la energía del actor en las primeras escenas no logra presagiar de manera persuasiva el potencial violento del protagonista.
Con una exquisita cinematografía en blanco y negro, el director de fotografía Robert Elswit -que colaboró con Paul Thomas Anderson en There Will Be Blood y Inherent Vice– Ripley traduce con éxito al lenguaje visual motivos del libro.
En las ciudades costeras, desde Nápoles hasta Venecia, el mar brilla tentadoramente bajo el sol de la tarde, pero debajo de su superficie se esconde una extensión de negrura sin fondo. La mala vida de Tom en Nueva York tiene el valor de las fotografías sensacionalistas de la escena de un crimen. En Italia, las postales panorámicas de Elswit parecen salidas directamente de las películas del modernismo italiano de Federico Fellini, Michelangelo Antonioni o Roberto Rossellini. Al evitar los tonos dorados de A Pleno Sol y de la adaptación de Minghella, la serie también establece un ambiente más frío y siniestro.
La narración de Zaillian puede no parecer tan intensamente viva como la de Minghella, pero la disposición fría que aporta a la brutalidad cínica y egoísta de Ripley habla de la interpretación más furtiva de la historia de Highsmith: los peligros del hombre blanco desilusionado, el animal más peligroso de todos.