¿Qué pasó en The Walking Dead: Dead City 1×2?
Negan de Jeffrey Dean Morgan se convirtió en uno de los mejores villanos de la televisión reciente a través de una combinación perfecta de carisma, nihilismo y puesta en escena de la crueldad, antes de que The Walking Dead lo transformara en un antihéroe complejo hecho de errores, culpa y una historia de origen conmovedora. Cada vez que las circunstancias lo obligan a revisar su pasado como caudillo fiero y desalmado, se puede percibir la ambigüedad inscrita en su ADN, dividido entre ser una mejor persona y el hecho de que es bueno siendo malo en un mundo que te recompensa por ceder a tus pulsiones más oscuras.
En The Walking Dead: Dead City episodio 2, Who’s There (Quién Está Allí), Negan vuelve a su esencia sádica para de alguna manera reafirmar el discurso de que su crueldad era un espectáculo hecho para preservar a su grupo. “Verás. Yo era solo un monstruo cuando tenía que serlo. Cuando tenía que montar un show para proteger a mi gente”, le dice a Maggie (Lauren Cohan). Pero esa narrativa es engañosa: Negan usaba también el terror doméstico para reafirmar su poder y castigar de manera extrema cualquier arrebato -o sospecha- que cuestionara su dictadura dentro de Los Salvadores.
Las palabras del Negan actual se sienten sinceras, pero separadas del hecho de que realmente disfrutaba siendo un maestro de ceremonias del horror. De que en ese plus de goce radica su sadismo.
The Walking Dead: Dead City 1×2 sigue preparando el terreno para ese protagonista fantasma que es El Croata (Željko Ivanek), el nuevo villano -solo entrevisto en breves escenas en el episodio 1 y 2- que les da a Maggie y a Negan un enemigo común, la excusa para que recorran una Manhattan infestada de zombies y puedan confrontar su pasado. La temporada se perfila no sólo como una odisea urbana postapocalíptica, sino como el viaje psicológico y emocional de dos antagonistas convertidos en enemigos íntimos.
Todos los caminos llevan a El Croata: la serie se basa en Maggie y Negan encontrando aliados y enemigos que van escribiendo la mitología del nuevo villano. En Dead City episodio 2, el dúo sigue a Esther hasta el refugio de su pequeña comunidad, que vive bajo la permanente amenaza del grupo salvaje y dominante de El Croata, los Barazi. “Así que quieren llegar al psicópata. En eso podemos ayudarlos. Claro, si quieren morir.”, le dice una de los miembros de la tribu de Esther a Maggie y Negan, después de ser atacados por los Barazi y comprobar que la pareja no pertenece a esa banda.
En el episodio 1, Viejos Conocidos, Negan había resumido la esencia de El Croata de manera magistral: “Es un hijo de puta excepcionalmente loco”. Pero en Dead City episodio 2 amplía la información hasta configurar una especie de historia de origen:
“El Croata tenía una manera de leer a las personas y luego jugar con ellas. Cuando surgía una amenaza tenía una habilidad útil, pero llevó la tortura demasiado lejos. […] Le di una orden directa de que dejara ir a una vagabunda que habíamos encontrado. El Croata lo vio de otra manera. Tenía razón. Era una exploradora. O eso admitió después de días de… Era sólo una niña. Después de eso supe que era un perro rabioso que había que sacrificar. Tuve una oportunidad. Y fallé. Le volé una oreja. El resto escapó. No le he visto ni he sabido nada de él desde entonces. Hasta ahora.”
Knock Knock: Negan vuelve a ser Negan
El highlight del episodio es durante el ataque de los Barazi, cuando Negan hace su unipersonal del horror, un improvisado teatro de la crueldad que es su marca registrada. Knock Knock. Va rompiendo ventanas de un entrepiso con la cabeza de un Barazi capturado, ante la mirada de sus compañeros en la planta de abajo. “Mejor que saquen sus paraguas porque está a punto de llover”. Es una escena contundente que se convierte en un manifiesto gore cuando Negan le abre el cuello y el abdomen a su rehén, y literalmente llueve sangre y tripas sobre los Barazi.
El hecho de que Maggie está espiando la escena, lleva la narrativa de la serie hacia el terreno del discurso autoindulgente de Negan, del monstruo como personaje protector de los suyos. Una de las secuencias finales lo muestra con las manos manchadas de sangre, la simbología poco sutil de que a él no le molesta hacer el trabajo sucio.
Dead City se encamina a desdibujar las fronteras entre buenos y malos del pasado, el contraste entre Negan y Maggie y nuestra percepción de ellos: si ella se sigue autopercibiendo como esencialmente buena, Negan le recuerda que también ha matado a padres e hijos, que nadie en The Walking Dead puede sobrevivir sin que salga a la superficie su pulsión de muerte.
TRAILER | THE WALKING DEAD: DEAD CITY