La duplicidad está en el centro del episodio 1 de El Simpatizante (The Sympathizer), la nueva serie limitada de HBO. La adaptación de la novela homónima ganadora del premio Pulitzer de Viet Thanh Nguyen, comienza con un epígrafe: “Todas las guerras se libran dos veces. La primera vez en el campo de batalla, la segunda en la memoria”.
Los recuerdos, entonces, se convierten en una forma de combate privado para el narrador de la historia -conocido simplemente por “el Capitán” (Hoa Xuande)-, un hombre que hace del antagonismo un estilo de vida. Parece ser miembro de la policía secreta de Vietnam del Sur y un aliado de Estados Unidos, pero en realidad es un espía del Vietcong que trabaja como agente encubierto de la revolución comunista.
La doble vida de un espía es sólo una de las muchas contradicciones que lo convierten en “un hombre con dos caras”. Es hijo de madre vietnamita y padre francés y, por tanto, se siente constantemente dividido entre dos mundos, dos culturas, dos identidades. La dualidad del Capitán incluso se manifiesta en sus mejores amigos de la infancia: el revolucionario comunista Man (Duy Nguyen) y Bon (Fred Nguyen Khan), un soldado fanático de Vietnam del Sur.
El Capitán intenta ser varias dos cosas a la vez: vietnamita y estadounidense, capitalista y comunista, soldado y amigo. Todos piensan que él es su hombre de confianza y él hace todo lo posible para mantener esa ilusión. Pero cuanto más intenta ser todo para todas las personas, más comenzará a debilitarse el control sobre su identidad.
La función de la memoria en el episodio 1 de El Simpatizante
El Simpatizante pone en escena el acto de recordarse a sí mismo: el Capitán lucha bajo presión por recordar los acontecimientos de su vida con la mayor claridad posible: enviado por el Vietcong a un campo de reeducación, debe escribir una confesión detallada de su sus actividades después de la caída de Saigón. Cualquier fallo puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.
Con una voz en off omnipresente, el Capitán rompe la cuarta pared: interrumpe, rebobina, reelabora en tiempo real sus pensamientos para contextualizar mejor la información, se disculpa por perderse algún detalle, se pregunta por qué está narrando ciertas escenas que lo comprometen o explica por qué una escena de sexo tiene valor testimonial.
Es una técnica narrativa audaz, que no sólo captura el estilo resbaladizo e interjectivo de la novela de Nguyen, sino que le permite a los co-creadores, Park Chan-wook y Don McKellar (Last Night) buscar una dualidad similar a la de su protagonista: atravesada por el yo del Capitán, El Simpatizante es tanto un manifiesto sobre la naturaleza imprecisa de la identidad racial como un estridente thriller de espías, una divertida sátira bélica y un drama oscuro e incisivo.
En definitiva, El Simpatizante es una historia sobre contar historias. Más específicamente, se trata de la batalla por el control narrativo, donde los puntos de vista sobre la guerra de Vietnam se reconfiguran continuamente.
Esta sensación de una historia en constante devenir está encarnada por Robert Downey Jr., quien aparece como una variedad de personajes diferentes. En el episodio 1 de El Simpatizante se presenta como Claude, el agente de la CIA que actúa como facilitador del Capitán. Con su pelo naranja oxidado, su piel con manchas hepáticas y sus ojos vidriosos, Claude sobresale con la impúdica falsedad de lo exótico defectuoso.
En los episodios siguientes, Downey será un profesor de Estudios Orientales al estilo John Waters, un congresista y un director del New Hollywood decidido a contar lo “auténtico” de la Guerra de Vietnam (siempre y cuando eso no implique retratar a los vietnamitas como personas reales). Es el papel perfecto para un actor cuya energía ilimitada se desborda en un hermoso caos interpretativo.
Park Chan-wook y el arte del flashback en El Simpatizante
Maestro del uso del flashback (Oldboy, The Handmaiden, Decision to Leave), Park Chan-wook sabe lo que es recorrer océanos de tiempo en sus películas. En El Simpatizante, tuvo que anticipar cómo recibiría la audiencia una historia fragmentada, atada al pulso de una memoria que se deconstruye en tiempo real.
La confesión del Capitán es un elemento de la adaptación de la novela, pero la segunda pieza de ese marco narrativo es el Comandante (Quinn Hoàng), el jefe de la policía secreta anticomunista, el tutor del Capitán en Vietnam del Sur. El director coreano explicó: “El Comandante se pregunta sobre esta confesión como lector. En un sentido metafórico, se pregunta lo mismo que el espectador: ‘¿Qué está pasando aquí? Todo eso ayuda a ver cómo se desarrolla la historia, manteniendo una distancia adecuada. Cuando sentimos que quedamos absorbidos por la historia, es interrumpida y reelaborada desde otro ángulo”.
Como muchas de las películas de Park, El Simpatizante reconoce que incluso la enemistad es una relación interpersonal, una forma retorcida de vínculo. Donde hay desconfianza puede haber fascinación. Con su confesión, el Capitán involucra al Comandante, que comienza a descifrar a su ex pupilo y comprender su ideología. “El propio comandante, sin que él lo sepa, queda hipnotizado por lo que el Capitán comparte”, añadió. “Creo que todo habla de la fascinante capacidad narrativa que tiene el Capitán, de los altibajos y de la gran historia de su vida”.
El Simpatizante está disponible en HBO y Max.