Crítica Free Guy: El Juego de la Vida

Crítica Free Guy 2021
Crítica Free Guy | La construcción de ese mundo, con miles de referencias, son elementos necesarios para entender las reglas a las que está sometida la narrativa en este universo.
1.5/5

La industria de los videojuegos viene pisando fuerte hace varias décadas, consolidándose en la actualidad como uno de los medios de entretenimiento masivos por excelencia, además de ser uno de los productos que más ganancias por merchandising producen a nivel global. Son una gran plataforma para contar historias a través de nuestra interacción directa como jugadores. 

El cine también registró la popularidad de los personajes que poblaban los cartuchos, discos y demás. Se hicieron varios intentos de llevar estos relatos a la pantalla grande, sin mucho éxito, a pesar de que las tecnologías, cada vez más avanzadas, se encargan de tapar esa línea que separa lo real de lo imaginario. Pero Free Guy, la nueva película del director Shawn Levy (Real Steel y la trilogía de A Night in the Museum) y protagonizada por Ryan Reynolds (Deadpool, Buried, The Amityville Horror), nos aborda con una historia original y fresca que exprime al máximo los recursos que una película basada en los videojuegos puede brindar.

Crítica Free Guy (2021)

Guy es un tipo común, con su trabajo de banquero común, en su ciudad no tan común, Free City. Todos los días se levanta a la misma hora, saluda a su pez dorado Goldie, y elige cuál de todas sus camisas azules va a usar para ir a su trabajo, que consiste en poner unos sellos y dejarse robar una y otra vez sin oponer resistencia.

Lo que Guy no sabe es que el realidad es un NPC (Non-Playable Character, o personaje no jugable) de un videojuego de mundo abierto, por lo que sólo está ahí para cumplir su papel programado mientras los jugadores del mundo real hacen misiones, matan, roban y hacen cuanto pueden y quieren en el mapa de la ciudad.

En el mundo real, Antwan, el dueño del juego, un gran personaje interpretado por el genial Taika Waititi (director de Jojo Rabbit y Thor: Ragnarok), está enfocado en sacar la secuela del popular juego dispuesto a hacer lo que sea para llenar más sus arcas, aunque esto implique mentir en las publicidades y fomentar un ambiente de crunch en el estudio de desarrollo (en una de las mejores críticas a los pobres métodos de trabajo que algunos estudios de la industria gamer aplican). 

Mientras tanto, Millie (Jodie Comer) con su avatar MolotovGirl está buscando evidencia que le permita probar que Antwan le robó parte de su código para crear el juego. Le pide ayuda a su ex socio Keys (Joe Keery), quien ayudó en el desarrollo del código y que ahora trabaja para Antwan.

Free Guy 2021 crítica
Free Guy

Cuando Free Guy se hace cargo de lo que es, es cuando realmente brilla. Tiene un gran trabajo en el concepto de “persona que vive en un videojuego’’, y la construcción de ese mundo, con miles de referencias que no están ahí para hacer el deleite del público gamer nada más, sino que son elementos necesarios para entender las reglas a las que está sometida la narrativa en este universo (como los skins, la interfaz del jugador con miles de puntos de interés para visitar, las barras de vida, la experiencia, etc…) e incluso referencias constantes a la realidad que rodea a los videojuegos (los distintos tipos de jugadores, los micropagos, los streamers).

El sentido de humor que maneja la película también es de lo mejor. Reynolds demuestra una vez más que este tipo de películas le sientan muy bien. Hay momentos en los que hasta los NPCs (que no son nuestro protagonista) roban una sonrisa por la sola simpleza de lo que están programados para hacer.

La película cumple todo lo que promete con creces. El mundo del film (tanto Free City como el real) interpretan lo que es sentarse a jugar online y todas las experiencias y hechos que conlleva. Te dan ganas de meterte a jugar y explorar el mapa de la ciudad con gente de todo el mundo, querés conocer a cada uno de estos NPCs, que en la mayoría de los juegos sólo sirven para que el mundo no se vea tan vacío. 

El ritmo del guion también hace que nunca nos aburramos queriendo ver qué es lo siguiente que el tipo de la camisa azul se propone hacer.
Como punto bajo, la historia del mundo real está sólo para darles algo de letra a los personajes de la vida real, porque lo que realmente vamos a querer ver es que pasa en Free City. Los efectos de la película son realistas, con grandes escenas de acción y destrucción. 

Free Guy tiene todo para ser un éxito en la taquilla, y para hacer de Ryan nuestro nuevo PJ de videojuegos favorito. Incluso no sorprendería que en el futuro lo veamos de regreso como skin en alguno de los Battle Royale más populares de hoy en día. 

El tiempo dirá si Free Guy está para hacer un punto y a parte en la historia de las películas sobre videojuegos, o si sólo pasará a la historia como otra game movie intrascendente. 

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