La historia de Westeros se destaca como una de las más ricas en la cultura pop. George RR Martin creó un tapiz impresionante de héroes y conquistas, con un nivel de detalle que rara vez se encuentra en otros mundos de fantasía. Ahora, uno de esos personajes épicos volvió a la vida. En el episodio de House of the Dragon titulado Los Herederos del Dragón, la joven princesa Rhaenyra Targaryen, interpretada por Milly Alcock, se sumerge en el estudio de la historia de Nymeria, Reina de los Rhoynar y una de las guerreras más destacadas que jamás haya pisado Westeros, junto a su mejor amiga y futura némesis, Alicent Hightower, interpretada por Emily Carey.
La historia de Nymeria, Reina de los Rhoynar
La historia de Nymeria comienza siglos antes de House of the Dragon, incluso antes de La Perdición de Valyria, en la cuenca del río Rhoyne. En ese momento y lugar, la nación más poderosa era El Feudo Libre de Valyria. Su expansión envolvió a la mayoría de las ciudades, desde Astapor hasta Meereen. Eventualmente, la conquista valyria llevó al Feudo al Rhoyne, uno de los ríos más poderosos de Essos, y hogar de los Rhoynar, la gente que vivía en las ciudades que se levantaban en sus márgenes.
Las Guerras Rhoynish que siguieron fueron un esfuerzo condenado al fracaso desde el principio para los lugareños, y la princesa Nymeria lo sabía. Participó en el conflicto, pero al enterarse de la muerte de su compañero, decidió reunir todos los barcos que pudo encontrar y zarpó hacia el oeste con las mujeres y niños, ya que la mayoría de los hombres habían muerto luchando en la guerra. La leyenda cuenta que su flota constaba de hasta 10.000 barcos. Después de un viaje largo y peligroso, solo algunos de los barcos lograron tocar tierra en Dorne, la tierra más al sur de Westeros.
Game of Thrones y la saga literaria A Song of Ice and Fire describen a Dorne como uno de los Siete Reinos más fuertes y rebeldes, pero no siempre fue así. En el momento de la llegada de Nymeria, Dorne era un país pobre, con señores peleando por el agua y por cada pedazo de tierra fértil. Para guerreros entrenados como los Rhoynar, una tierra ya dividida debería ser fácil de conquistar.
Sin embargo, uno de los señores dornienses vio una oportunidad con la llegada de los Rhoynar. Para dar legitimidad a su reclamo sobre Dorne y dar aún más fuerza a su ejército, Nymeria se casó con Lord Mors Martell. Ese fue el comienzo de su conquista de Dorne, y la Casa Martell se renombró como Casa Nymeros Martell, trayendo el nombre de la nueva matriarca al redil.
Para los Rhoynar, la boda de Nymeria y Mors Martell significó un hito importante: su carrera finalmente había llegado a su fin. Lo que no esperaban era que su líder también ordenara quemar los barcos en los que llegaron, para evitar posibles deserciones o personas que regresaran a Essos. Sin embargo, públicamente, Nymeria declaró que se suponía que la quema de los barcos era un símbolo de que los Rhoynar encontraron sus hogares y que ahora por fin podrían dejar de correr.
Lo que siguió, por supuesto, fue más lucha. Las tierras de Mors y su fuerza militar no eran tan grandes, por lo que la mayor parte del ejército de la Casa Nymeros Martell estaba compuesto por guerreros Rhoynar, que también eran hábiles armeros y artesanos. La guerra de conquista dorniense, también llamada Guerra de Nymeria, duró años de lucha para derrotar a distintos rivales.
El mayor golpe que sufrieron fue la muerte de Mors en un duelo contra el rey Yorick Yronwood. Nymeria se volvería a casar dos veces: primero con el señor Uller de Hellholt, luego con el ser Davos Dayne de Starfall. Dos años después de la muerte de Mors, eventualmente sometería a Yronwood y tendría control sobre todo Dorne.
El gobierno de Nymeria en Dorne
Bajo Nymeria, Dorne consolidó su posición como uno de los territorios más poderosos de Westeros, en un momento en que la idea de los Siete Reinos no era más que ridícula. También incorporó algunas costumbre rhoynish en la política dorniense, siendo dos las más importantes: la primera fue establecerla como Principado, coronándose Princesa y a Mors Príncipe de Dorne (sus otros maridos sólo tenían la condición de consortes); el segundo fue abolir la necesidad de tener un heredero varón para asegurar la sucesión. De esta manera, la Casa Nymeros Martell nunca dejaría de mantener su lugar de poder como los gobernantes de la tierra.
Pero una mujer en una posición de poder, especialmente en una tierra como Westeros, nunca ha sido algo visto con amabilidad, ni por los grandes actores políticos ni por la población más humilde: hubo muchos rumores sobre Nymeria que duraron siglos. La más extraña y popular fue que no solo era una guerrera, sino también una bruja, lo que explicaría cómo pudo ascender a tal posición de poder.
Nymeria fue una líder inspiradora y una estadista astuta, algo que la mayoría de los señores de Westeros no eran. Su legado fue tan fuerte que las tradiciones que instauró duraron siglos, y sus relatos de conquista todavía inspiraron a las niñas siglos después. Dorne, bajo su dominio, creció hasta convertirse en uno de los territorios más poderosos de los Siete Reinos y, al mismo tiempo, mantuvo su estatus de Principado en la época de Game of Thrones.