The Crown temporada 5: la entrevista de Diana con Martin Bashir
El episodio 7 convirtió a The Crown 5 en una película noir. Escenas nocturnas, espionaje interno, encuentros clandestinos y estacionamientos abandonados: una puesta en escena que parece sacada de ese clásico de los 70’s sobre el Watergate All The President´s Man (Todos los Hombres del Presidente, Alan J. Pakula, 1976). La princesa Diana (Elizabeth Debecki) y el periodista Martin Bashir (Ten Percent) hacen los preparativos para una entrevista televisiva que marcaría el antes y después de una monarquía inmersa en una guerra mediática hecha de confesiones, acusaciones cruzadas y escándalos sexuales.
Después del libro de Andrew Morton, de los divorcios, del fetichismo de Sarah Ferguson y del Camillagate, llegó en 1995 la entrevista de Panorama de la BBC, en la que la princesa Diana habló con honestidad brutal sobre su matrimonio fallido con el príncipe Carlos, de su inestabilidad emocional y del control y vigilancia de sus acciones y conversaciones por parte de la Corona.
Carlos y Diana se habían separado informalmente en 1992. La biografía Her True Story de Morton (episodio 2) fue una bomba mediática que provocó la definitiva ruptura del matrimonio, y entre los muchos secretos que exploraba el libro se incluían la relación de Carlos con Camila Parker Bowles y la depresión, la bulimia y las tendencias suicidas de la Princesa.
El episodio 5 de The Crown 5 recrea la conversación íntima entre Carlos (Dominic West) y Camila (Olivia Williams), conocida como Camillagate o, más explícitamente, el Tampongate. La nota no se publicó hasta 1993, y en junio del año siguiente, el príncipe de Gales admitió durante una entrevista televisada con Jonathan Dimbleby lo que ya todos sabían: su romance con Camila. Diana habló abiertamente sobre el adulterio por primera vez en Panorama y dijo: “Éramos tres en este matrimonio, por lo que estaba bastante concurrido”.
También admitió su propio affair con el oficial militar James Hewitt y se refirió a su salud mental, destacando sus luchas contra la depresión posparto, la bulimia y las autolesiones que comenzaron prácticamente desde el comienzo del matrimonio, cuando tenía 19 años. Amplificó la controversia cuando aseguró que la monarquía se beneficiaría de cambios que la relacionaran con el mundo actual, incluso si eran “aterradores” para la institución, y que creía que el palacio estaba trabajando en su contra e interfiriendo con sus comunicaciones.
Martin Bashir tenía una ambición más grande que su ética y utilizó a ese monumento al documentalismo serio que era la BBC para conseguir la entrevista definitiva con Diana. Para ganar la confianza de su hermano Earl Spencer, en septiembre de 1995 Bashir le presentó extractos bancarios falsos, que mostraban pagos de un grupo periodístico a un ex miembro de su personal. Incluso mostró un segundo informe que involucraba a los secretarios privados de Diana y Carlos.
Las falsificaciones fueron creadas sin saberlo por el diseñador gráfico Matt Wiessler, quien realizaba un trabajo independiente para la BBC. Wiessler sostuvo que no sabía para qué se utilizarían los diseños y “le recalcó al señor Bashir que se trataba de un favor personal”. Cuando Wiessler vio la entrevista de Panorama, la conectó con los extractos bancarios que había realizado e informó sus preocupaciones a la BBC.
Se realizó una investigación por parte de Tim Gardam, entonces Jefe de Programas Semanales en BBC News and Current Affairs, y otros dos ejecutivos de la BBC. Bashir admitió haber falsificado los documentos, pero insistió en que no se los mostró a nadie. Luego obtuvo una carta firmada por Diana que decía que “no se arrepentía” de haber hecho la entrevista.
Garden aceptó esto como evidencia hasta 1996, cuando los rumores llevaron a The Mail on Sunday a realizar más investigaciones que presionaron a Bashir para que confesara. Una investigación interna concluyó que las negociaciones de Bashir con los Spencer fueron justificadas, aunque había violado las pautas éticas de la BBC.
Pero 20 años después, el juez de la Corte Suprema Lord John Anthony Dyson, llevó a cabo la investigación definitiva del caso, impulsado por las acusaciones de Earl Spencer de que Bashir le mostró los documentos falsos para “prepararlo” y asegurar la entrevista real, de lo que recibió evidencia en octubre de 2020, cuando la BBC publicó los documentos como resultado de la Solicitud de libertad de información (FOI).
La investigación concluyó que Bashir “mintió y mantuvo la mentira hasta que se dio cuenta de que ya no era sostenible”. Además, afirmó que la BBC encubrió a Bashir y, por lo tanto, “no cumplió con los altos estándares de integridad y transparencia que son su sello distintivo”.
En respuesta, Bashir se disculpó y calificó su falsificación como “una estupidez”, pero insistió en que no influyó en la decisión de Diana de hacer la entrevista. El periodista renunció la semana anterior a la publicación del informe, citando problemas de salud. Mientras tanto, la BBC envió cartas de disculpa al Príncipe William y Harry, así como al Conde Spencer, y devolvió todos los premios que recibió la entrevista, incluido un BAFTA de 1996.
Tras el resultado de la Investigación Dyson, el príncipe William pronunció una declaración condenando la forma “extremadamente preocupante” en que se obtuvo la entrevista y cómo manipuló la paranoia de su madre. “La entrevista fue una gran contribución para empeorar la relación de mis padres y desde entonces ha lastimado a muchos más”. Dijo que la entrevista carecía de legitimidad y no debería volver a transmitirse, y agregó que la “narrativa falsa” ha sido “comercializada” por la BBC y otros.
Mientras tanto, el Príncipe Harry citó la entrevista como “el efecto dominó de una cultura de explotación y prácticas poco éticas que finalmente le quitaron la vida”.
Casi 23 millones de espectadores vieron el programa para ver a Diana hablar sobre la crisis permanente de su matrimonio. Después de la entrevista, la Reina escribió a Diana y Carlos instándolos a buscar el divorcio que les había negado por demasiado tiempo.