La nueva película de Jeff Nichols, The Bikeriders (El Club de los Vándalos), es la instantánea de una subcultura. Mejor: es la utopía efímera de un plantel de inconformistas, antes de que su modelo se convirtiera en una sucursal de la violencia legislada por los nuevos códigos de la criminalidad pandillera. The Bikeriders cuenta la historia de los Vándalos, un club de motociclistas de Chicago de los años 60’s inspirado en el verdadero Chicago Outlaws Motorcycle Club, el tema del legendario libro de 1968 del fotógrafo Danny Lyon.
Cuando se publicó a finales de los años 60’s, el libro de Lyon fue una especie de versión visual del Nuevo Periodismo, el movimiento creado por Tom Wolfe que borraba las fronteras entre el periodismo y la literatura. Siguiendo la tradición de Walker Evans y Robert Frank, Lyon adoptó un nuevo estilo documental, donde el fotógrafo invierte su subjetividad en retratar el mundo de su objeto.
Lyon, criado en Queens, Nueva York, comenzó a frecuentar a los Outlaws en 1963 (el año del asesinato de Kennedy, el año de la invasión Beatle a Estados Unidos), en el amanecer de su carrera como fotógrafo. A través de una mirada atravesada por la empatía y cierto romanticismo por lo marginal, Lyon capturó un estilo de vida vertiginoso, violento y desconocido para un mundo que pronto sería incendiado por esa generación en conflicto abierto con el sistema.
“En mi Estados Unidos, la gente era diferente, todos eran lindos y todo a su alrededor era hermoso”, dijo Lyon durante el Seminario de Fotografía de National Geographic de 2014. “Y, sobre todo, eran libres”.
Los clubes de motociclistas son un producto de la II Guerra Mundial: los veteranos que regresaban del frente europeo (en particular aquellos que tenían problemas para reintegrarse a la vida civil) comenzaron a formar nuevos grupos, cuyo estilo de vida se combinaba con ciertos valores a los que se aferraban: “La nostalgia por la camaradería y la asunción de riesgos de la guerra hizo que los clubes se enfocaran en los vínculos masculinos y en actividades peligrosas como, por ejemplo, andar en motocicleta, fuera particularmente atractivo. “
Muchos de estos clubes formaban parte de la Asociación Estadounidense de Motociclistas (AMA). La membresía en la organización, que fue fundada en 1924 y todavía existe hoy, requiere el cumplimiento de reglas estrictas. Algunos clubes se resistieron a estas reglas y se formaron sin el sello de aprobación. Como escribió Lyon en The Bikeriders, “están tan lejos en espíritu de las actitudes de la AMA que no quieren ni podrían recibir la sanción de la AMA. Estos se conocen como clubes de forajidos”.
Cómo el libro de Danny Lyon inspiró la película The Bikeriders
Hace veinte años, Jeff Nichols descubrió ese libro, “el más cool que jamás había leído”, a través de su hermano mayor, Ben. Se volvió obsesión. “Era la visión más completa de una subcultura que jamás había visto; honestamente, parecían ingredientes o instrucciones para ir a hacer una película”.
El libro llevó a Nichols a crear una ficción que incluyera personajes basados en las personas reales que Lyon había fotografiado. “Tomé algo de inspiración de los personajes, pero mi trabajo fue convertir el libro en un relato”. Además, Nichols incluye una versión higienizada del fotógrafo en la película, interpretado por Mike Faist. En la vida real, Lyon tenía 24 años y hacía tiempo que había dejado la escuela cuando conoció a los Chicago Outlaws. Como le dijo a The Telegraph, “Jeff me limpió: yo estaba más sucio que los motociclistas”.
Nichols encontró el enfoque de su ficción en el prólogo de Lyon de la edición de 2003 de The Bikeriders: “Hay una frase sobre el líder del club, Johnny, que había sido desafiado por el liderazgo”, explicó Nichols. “Mucha gente dice que ese incidente fue el fin de la era de oro de las motocicletas. Esa frase fue la que me dio forma a la película y a la narrativa”.
Quería que The Bikeriders, en la que comenzó a trabajar en 2015, se sumergiera en los márgenes de la sociedad y mostrara cómo ese modesto motín existencial contra la vida oficinista que ofrece el sistema, donde obedecer es una muestra de buena educación, podía convertirse en una carrera autodestructiva hacia la nada.
Aunque la historia de The Bikeriders es creación de Nichols, el aspecto visual de la película está sacado directamente de la fotografía de Lyon. Nichols incluso recrea algunas de las imágenes más icónicas del libro. Pero fue una foto de Cal (interpretado por Boyd Holbrook) la que tuvo el mayor efecto en el director: Cal sentado en la puerta de una estación de servicio con una botella en la mano y ninguna preocupación en su cabeza. “Mi esperanza era hacer una película que capturara ese sentimiento, que lo transmitiera a un público más amplio de cinéfilos”.
Las personas reales que inspiraron los personajes de The Bikeriders
Benny (Austin Butler)
En The Bikeriders, Benny es un hombre que pega primero y pregunta después, algo que no se diferencia del Benny real, uno de los personajes más misteriosos del Chicago Outlaws Motorcycle Club. Aunque Lyon entrevistó a muchos miembros del club, no había grabaciones de Benny -que tenía apenas 19 años en 1963-, que Austin Butler pudiera escuchar como preparación. Butler considera esto “una bendición, porque no hay nada que diga que sueno o no como Benny. Escuché muchas grabaciones que hizo Danny y me resultaron muy útiles. Pero al final, se trata más bien de la esencia de Benny y de cómo eso se refleja en mi voz”.
En muchos sentidos, el Benny de The Bikeriders es una creación de Butler. Una foto de 1965, Benny en el Semáforo, se convirtió en la inspiración para su look en el momento en el que Kathy (Jodie Comer) lo ve por primera vez en un bar local. En la película, al igual que en la foto, Benny está inclinado sobre una mesa de billar, con la cabeza agachada y sus tatuajes cosidos a la piel.
El único problema es que la persona de la foto no es Benny. Lyon se dio cuenta recientemente, después de que se reencontrara con el verdadero Benny, que ahora vive en Florida. “Así que lo llamé. Tuvimos una gran charla. Estaba muy entusiasmado”, dijo Lyon. “Y luego dijo: ‘Oye, ¿recuerdas la foto mía en el salón de billar?’. Le dije: Sí. Él dijo: ‘No soy yo’. ¿Qué? ‘Mira los tatuajes. No soy yo’”.
Kathy Bauer (Jodie Comer)
Mientras creaba el personaje de Kathy, Comer sólo pudo ver dos o tres fotografías de la mujer real que interpretaba. “Ella no es consciente de que la están fotografiando. Pero había mucho que podía extraer de esas fotografías”. En la película, Kathy es una mujer inteligente de Chicago que se enamora de Benny. Tenía 25 años y tres hijos. Se casó con Benny cinco semanas después de conocerlo en el bar de motociclistas al que la invitó su amiga (según Lyon, la pareja permaneció junta hasta la muerte de Kathy en 2023).
El fotógrafo la entrevistó varias veces sobre cómo era ser la esposa de un motoquero y escuchar esas entrevistas le permitió a Comer comprender mejor cómo veía Kathy el mundo en el que había entrado inesperadamente después de enamorarse de Benny. “Danny Lyon me dijo que sentía cosas muy profundamente, que era muy articulada y muy inteligente”, dijo Comer. “No sé si ella se veía a sí misma de esa manera, pero parece muy buena diciendo exactamente lo que siente”.
Nichols escribió gran parte de lo que Kathy dijo en esas entrevistas directamente en el guion, y la eligió como narradora de The Bikeriders, una especie de Eurídice de los años 60’s que funciona como guía en ese mundo masculino. Sabiendo lo importante que sería la voz de Kathy para la película, Comer trabajó duro para lograr su acento de Chicago, lo que no era una tarea fácil para la actriz nacida en Liverpool.
“Ella es de Chicago, pero cada vocal sonaba como una contradicción”, dijo Comer a Vanity Fair. “Mi coach de diálogo me dijo: ‘¿Quieres hacer un acento de Chicago o quieres intentar acercarte lo más posible a este audio?’ Y yo le dije: ‘Quiero sonar como ella, acercarme lo más posible a la grabación’”. Para aquellos que piensen que Comer exagera el acento de Kathy, se puede escuchar el audio original en el sitio web de Lyon, Bleak Beauty. La voz de Comer es perfecta.
Kathy murió antes del estreno de The Bikeriders. Benny sigue trabajando como mecánico. Tuvieron un hijo juntos: Kirk.
Johnny Goodpaster (Tom Hardy)
Tanto en la vida real como en la película, Johnny (Tom Hardy) es el presidente del Chicago Outlaws Motorcycle Club. Un hombre de familia, casado, que fundó su club después de ver a Marlon Brando en la película de 1953 The Wild One. Con su pelo engominado y su campera de cuero, Johnny representa una idea clásica del motociclista, una que comienza a sentirse obsoleta a medida que la violencia se vuelve omnipresente en la sociedad y las nuevas generaciones de los Vándalos incorporan el pathos de la época, marcado por la Guerra de Vietnam y el fin del multicolor ensueño hippy.
“Cuando miras a Johnny, ves a un hombre que se ve superado por los tiempos”, dijo Nichols. “Tiene el clásico pelo engominado hacia atrás de los motociclistas, pero los miembros más jóvenes ya no lucen así”.
Aunque la película muestra a Johnny tomando medidas drásticas, a veces violentas, para recuperar el control de su club, el verdadero Johnny era más un amante de las motos que un luchador. En su libro, Lyon no evita retratar el riesgo de conducir una motocicleta sin casco y a alta velocidad. Johnny, que una vez se rompió la pierna en 17 partes, calificó esas lesiones como una “enfermedad ocupacional”.
Muchos miembros murieron en accidentes y el Chicago Outlaws Motorcycle Club enviaban su dolor a los funerales en forma de enormes arreglos florales. En el libro de Lyon, Johnny explica : “Compramos para todos los miembros del club que mueren o son asesinados, incluso si no están en el club pero se fueron en buenos términos”.
Funny Soony (Norman Reedus)
El verdadero Funny Sonny era un ex miembro de los Hell’s Angels, perfectamente salvaje. Norman Reedus se apoya en esa locura con su actuación, convirtiendo al motociclista de California en un adorable sasquatch. En el libro de Lyon, Sonny cuenta la vez que conoció a los Outlaws. Estaba conduciendo borracho cuesta abajo cuando vio a otro motociclista en dirección opuesta, un “chico con Honda pequeña, ya sabes, casco y todo. Subía la colina como un loco e iba bien… pero no se dio cuenta de algo: su moto iba hacia un acantilado. Logra saltar, pero la moto se fue por el acantilado. Nunca regresó”.
Al igual que en la película, el Sonny de la vida real ganó dinero como iconografía ambulante: lo contrataron para sentarse en su motocicleta a la entrada de un cine donde proyectaban Easy Rider, el clásico contracultural en la que básicamente dos hippies (Peter Fonda y Dennis Hopper) manejan Harley Davidson y buscan la verdad espiritual. (Las fotos de Lyon también inspiraron la “visión del motociclista como héroe forajido” de Easy Rider, que a su vez influyó toda la filmografía motociclística posterior).
Nichols quería incluir este momento real de la vida de Sonny en The Bikeriders para mostrar cómo los motociclistas se habían “convertido en una especie de versión cinematográfica de sí mismos. Están empezando a interpretar el papel de un motociclista” en lugar de ser uno.
Zipco (Michael Shannon)
Michael Shannon, colaborador de Jeff Nichols desde Shotgun Stories de 2006, fue el primer actor elegido para interpretar a Zipco, un personaje inspirado en el verdadero forajido homónimo. Se decía que nació en Letonia, y fue inmortalizado en la fotografía de Lyon, Funny Sonny Packing with Zipco, Milwaukee. Estaba en estado de embriaguez permanente, tenía siempre comida en la barba y, las pocas veces que usaba casco, mostraba una insignia alemana de la Primera Guerra Mundial.
Algunos de los diálogos del personaje en la película, incluido su monólogo sobre su hermano “Pinko”, fueron tomados directamente de las entrevistas de Lyon con el verdadero Zipco.
Cal (Boyd Holbrook)
El personaje de Holbrook en The Bikeriders, Cal, cuyo verdadero nombre era Arthur Dion, era un ex Hell’s Angel que se convertiría en el narrador principal del libro de Lyon. Fiel a su estilo, a menudo se ve a Cal trasteando con su moto a lo largo de la película, intentando construir una Harley que sea completamente suya.
Lyon consideraba a Cal un amigo cercano, pero con el tiempo ambos perdieron el contacto. Lyon se enteró de que Cal, que trabajaba como pintor de casas, murió tras caerse de una escalera y romperse el cuello. Desafortunadamente, ese es el caso de muchas de las personas a las que fotografió durante su estancia en Chicago. “La mayoría de los motociclistas que conocí están muertos”, dijo Lyon a A Rabbit’s Foot . “De vez en cuando escucho a sus hijos, a menudo preguntándoles sobre padres que yo conocía y ellos no”.
Puede que los Bikeriders no sean la verdadera historia del Chicago Outlaws Motorcycle Club, pero Lyon cree que el espíritu de esos moteros sigue vivo a través de su trabajo y ahora del de Nichols. “No creo que estuvieran buscando nada”, dijo. “Creo que se lo estaban pasando genial siendo ellos mismos”.
Danny Lyon
Lyon publicó varios libros después de The Bikeriders: Conversaciones con los Muertos mostró la vida de los reclusos en las prisiones de Texas, tras pasar pasó años observando y fotografiando a los prisioneros para el proyecto. Gran parte del trabajo de Lyon gira en torno a cuestiones socioeconómicas y la opresión institucionalizada. Otros proyectos de Lyon incluyen una exploración de la construcción de Manhattan e imágenes del Movimiento por los Derechos Civiles, en el que Lyon estuvo involucrado. A lo largo de su carrera, Lyon produjo varios cortometrajes semi-narrativos, entre ellos Social Services 127, Los Niños Abandonados y Little Boy.
Por The Bikeriders, Lyon recibió la beca Guggenheim en fotografía en 1969 y recibió una segunda beca en 1978. Recibió un Doctorado Honoris Causa en Bellas Artes del Instituto de Arte de Boston en 1995. En 2022, Lyon fue incluido en el Salón Internacional de la Fama de la Fotografía.
Su obra forma parte de las colecciones permanentes de múltiples instituciones destacadas, como el Museo de Arte Moderno, el Museo Metropolitano de Arte, el Instituto de Arte de Chicago y el Instituto Smithsonian. Inspirado por su trabajo en Centroamérica, Lyon construyó una casa en Nuevo México, donde vive desde 1970.
The Bikeriders (El Club de los Vándalos) se estrena el 8 de agosto en cines.