En la serie Silo de Apple TV+, basada en la trilogía de novelas distópicas de Hugh Howey, Martha Walker (Harriet Walter) se presenta como uno de los personajes más complejos y entrañables. En su rol secundario a lo largo de la primera temporada y en los primeros episodios de la segunda, se consolida como una figura crucial en la vida de Juliette Nichols (Rebecca Ferguson). Su evolución no solo refleja las profundas luchas personales que enfrenta dentro del opresivo mundo del silo, sino también su inquebrantable capacidad para superar sus miedos y brindar apoyo a quienes más lo necesitan.
Silo está ambientada en un futuro distópico, donde los remanentes de la humanidad sobreviven en un gigantesco silo subterráneo tras un evento apocalíptico en la superficie. Este mundo está regido por estrictas normas, una jerarquía autoritaria y un ambiente de desconfianza constante, donde cualquier intento de cuestionar el statu quo puede conducir a la muerte.
Dentro de este entorno claustrofóbico, los habitantes enfrentan no solo restricciones físicas, sino también barreras psicológicas que los mantienen atrapados en su lugar. Martha Walker encarna muchas de estas tensiones: es una mujer brillante y técnicamente talentosa que, sin embargo, lucha con miedos profundos que la han llevado a aislarse completamente en su taller.
El sueño de Martha Walker en la temporada 2 de Silo
Martha Walker es una ingeniera eléctrica que vive y trabaja en los niveles más bajos del Silo 18, un lugar donde se concentran los trabajos manuales y técnicos esenciales para el funcionamiento de la estructura. Su taller, un espacio lleno de herramientas, maquinaria y proyectos en marcha, es su refugio. A lo largo de la primera temporada de Silo, se hace evidente que Martha no ha salido de su taller en más de 25 años, un comportamiento que sugiere que sufre de agorafobia, posiblemente agravada por eventos traumáticos en su pasado.
Una de las principales razones de su aislamiento parece ser el miedo al abandono y la soledad, sentimientos que quedan reflejados en una conversación con Juliette en la temporada 2 de Silo. En el sueño que Martha describe, todos la dejan atrás en el silo, lo que subraya su inseguridad y su dependencia emocional hacia las pocas conexiones que mantiene. Además, su separación de Carla, una trabajadora del departamento de suministros con quien estuvo casada, parece haber profundizado su aislamiento emocional, llevándola a refugiarse en el único lugar donde siente que tiene control: su taller.
Martha Walker es una figura materna para Juliette Nichols
La relación entre Martha Walker y Juliette es una de las más emotivas y significativas de Silo. Cuando Juliette era apenas una adolescente, tras la muerte de su madre y su alejamiento del resto de su familia, encuentra en Martha una figura de apoyo. Aunque Martha es reacia a salir de su espacio físico, se convierte en una especie de madre adoptiva para Juliette, guiándola no solo en aspectos técnicos, como la reparación de maquinaria, sino también en cuestiones emocionales.
Martha fomenta en Juliette un sentido de independencia y fortaleza, enseñándole habilidades que eventualmente la convertirán en una de las principales ingenieras del silo. Esta relación de mentor-aprendiz también influye positivamente en Martha, ayudándola a abrirse emocionalmente y a encontrar un propósito más allá de su taller.
Agorafobia, el trastorno que padece Martha Walker
Aunque Martha Walker se presenta como un personaje secundario en los primeros episodios de la serie, su importancia aumenta gradualmente, especialmente hacia el final de la primera temporada. Cuando Juliette es elegida como Sheriff del silo, un puesto que inicialmente rechaza debido a la carga emocional que implica, es Martha quien la convence de aceptar el desafío. Esta conversación no solo resalta la confianza mutua entre ambas, sino también el profundo compromiso de Martha con el bienestar de Juliette.
El momento más destacado de Martha en la primera temporada ocurre en el episodio final, cuando supera su agorafobia por primera vez en décadas para ayudar a Juliette. Martha visita a Carla (Clare Perkins), su expareja, para asegurarse de que se utilice la mejor cinta térmica disponible en el traje de Juliette antes de que salga al exterior. Este gesto, aparentemente pequeño, resulta crucial para la supervivencia de Juliette y demuestra que, a pesar de sus propios temores, Martha está dispuesta a arriesgarse por las personas que ama.
El aislamiento de Martha no solo refleja sus luchas internas, sino que también sirve como una metáfora de las restricciones impuestas por la estructura misma del silo. En teoría, la construcción está diseñada para proteger a sus habitantes de los peligros externos. Sin embargo, las estrictas reglas y el control autoritario transforman este refugio en una prisión psicológica, donde los miedos personales se magnifican y las conexiones humanas se ven obstaculizadas.
En el caso de Martha, su taller es un microcosmos del silo: un lugar que inicialmente le brinda seguridad, pero que eventualmente se convierte en una cárcel autoimpuesta. Su decisión de abandonar este espacio al final de la primera temporada de la serie simboliza un acto de resistencia, un pequeño pero significativo triunfo sobre las restricciones que definen la vida en el silo.
El papel de Martha Walker en la temporada 2 de Silo
La primera temporada de Silo terminó con Juliette aventurándose en el páramo, donde logra sobrevivir gracias a una cinta térmica especial desarrollada por Martha Walker. Ahora, en la segunda temporada, el relato se divide en dos historias separadas: una que sigue a Juliette mientras explora el mundo exterior, y otra que sigue en el silo que dejó atrás, donde pasó de líder a símbolo de un próximo levantamiento ciudadano.
“Tenemos cinco relaciones centrales en esta temporada”, dice el showrunner Graham Yost. Una de esas relaciones está formada por Martha Walker y Carla, que forman el corazón emocional del levantamiento como dos “ancianas” obligadas a participar en un movimiento mucho más grande que ellas mismas. “Ellas son buscadoras de la verdad y se las pone en el centro del asunto para que puedan generar un cambio. Creo que a Carla le sorprende tanto como a cualquier otra persona que ella esté allí haciendo cosas, pero solo lo hace porque se siente bien”.
Para Martha Walker en particular, la ausencia de Juliette -y su posible supervivencia- significa más de lo que puede decir. “Hay un pequeño atisbo de esperanza de que esté viva, pero hay una especie de precaución autoprotectora al creerlo porque sería demasiado terrible sentirse decepcionada”, explica Walter. “Juliette es la figura principal de un movimiento. Incluso si no está viva, creemos en lo que ella buscaba y por eso mantendremos vivas las cosas para ella”.
En el episodio 1 de la temporada 2 de Silo, se profundiza en la relación entre Martha y Juliette a través de flashbacks que muestran cómo su vínculo se formó en los años previos. Estas escenas subrayan el impacto de Martha en la vida de Juliette, tanto en términos prácticos como emocionales. Las habilidades que Juliette aprendió en el taller no solo la convierten en una ingeniera talentosa, sino que también la preparan para asumir el liderazgo como Sheriff y enfrentarse a las verdades incómodas sobre el silo.
Para Martha, estos flashbacks también destacan cómo Juliette la ayudó a superar su aislamiento emocional. A través de su relación con Juliette, Martha recupera parte de la conexión humana que perdió tras su separación de Carla y su retiro del mundo exterior.
A pesar de su rol modesto, Martha Walker es una figura clave en el universo de Silo. Representa la humanidad, la resiliencia y la importancia de las conexiones personales en un mundo definido por la opresión y el aislamiento. Su historia de superación personal y su inquebrantable apoyo a Juliette la convierten en un personaje fundamental, no solo en términos narrativos, sino también como símbolo de esperanza y resistencia en un entorno desolador.
La temporada 2 de Silo promete explorar aún más el pasado y las relaciones de Martha, dejando claro que su papel seguirá siendo central para el desarrollo emocional y temático de la serie. Martha Walker no es solo una ingeniera brillante; es el corazón de la serie, una luz que guía a Juliette a través de la oscuridad.