Thriller criminal, épica post western, retorcida historia de amor: con Los Asesinos de la Luna (Killers of the Flower Moon), Martin Scorsese explora la historia de Estados Unidos para poner en escena los cimientos defectuosos sobre los que se construyó el país. La película retrata el Reinado del Terror que se instaló en las tierras del pueblo Osage en los años 20’s, cuando docenas de miembros de la Nación India fueron brutalmente asesinados después de que se descubriera petróleo en la zona. Fue la primera investigación trascendente del recién creado FBI.
Estos crímenes son parte de la historia negra del país, uno de sus traumas fundacionales, que la buena conciencia norteamericana ignoró durante décadas. En 1935, los asesinatos de los Osage fueron dramatizados en la película de Warner G-Men (G men contra el Imperio del Crimen) -realizada con la cooperación del FBI-, pero en la década de 1940, el recuerdo público del genocidio ya estaba desvanecido.
La película de James Stewart de 1959, The FBI Story (La Historia del FBI) -que mencionaba los homicidios de la familia de Mollie Kyle-, se parecía más a una propaganda oficial para justificar la paranoia anticomunista de J. Egar Hoover que un dispositivo para crear conciencia pública. A pesar de ser el tema de otras novelas, el trabajo de David Grann -en el que se basa Los Asesinos de la Luna-, fue el que más llamó la atención sobre la historia real de los asesinatos de los Osage, que todavía proyectan su sombra sobre la historia fundante de Estados Unidos.
La película de Scorsese es una interrogación brutal sobre las ideas que Estados Unidos tiene de sí mismo, donde el director disuelve el narcisismo de una nación con una oscura historia de avaricia, conspiraciones y racismo.
La historia real de los asesinatos de los Osage en Los Asesinos de la Luna
La película se inspira en la novela non fiction de 2017 Killers of the Flower Moon: The Osage Murders and the Birth of the FBI del periodista David Grann, que se centra en la vida y muerte de los Osage, una comunidad exiliada a Oklahoma -un especie de gueto olvidado de tierras inútiles que Thomas Jefferson les otorgó en el siglo XVIII, después de la conquista-, que en la década de 1920 se convirtió en la más rica per cápita del mundo gracias al petróleo encontrado debajo de sus tierras.
En 1925, el Congreso de los Estados Unidos aprobó una ley que sólo los Osage -personas que tuvieran como mínimo mitad de ascendencia nativa americana- podían heredar los derechos sobre la tierra (headrights). Los Osage adoptaron la frivolidad y el ocio improductivo de la cultura aristocrática de los blancos, invirtiendo el orden social natural del capitalismo: tenían mansiones, sus automóviles de lujo eran manejados choferes blancos, jugaban golf, enviaban a sus hijos a las mejores escuelas privadas de Europa, las mujeres lucían joyas y vestidos traídos de París.
En la misma ley, el gobierno estipulaba que continuaría administrando las regalías provenientes de sus tierras petroleras (incluso décadas después, la Nación Osage ha luchado contra el Departamento del Interior por la mala gestión y regalías atrasadas. En 2011, el organismo se comprometió a mejorar el sistema fiduciario). Los Osage eran considerados incapaces de administrar su nueva riqueza, por lo que se estableció un programa de tutores compuesto por los habitantes blancos más respetables de Oklahoma. Incluso las compras más rutinarias debían ser monitoreadas y requerían aprobación.
Los asesinatos de Osage -también conocidos como el Reino del Terror-, fueron documentados en los periódicos entre 1921 y 1926, e incluyeron docenas de víctimas (algunas de ellas de la misma familia), pero según diversas fuentes, los homicidios comenzaron antes, en la década de 1910. Uno por uno, los Osage fueron asesinados en circunstancias sospechosas no investigadas por la policía local, pasando de veinticuatro víctimas -cuando J. Edgar Hoover y el recién creado FBI se involucró- a más de sesenta en 5 años.
La investigación del FBI en Los Asesinos de la Luna
Los Asesinos de la Luna es una adaptación relativamente fiel a los sucesos de la historia real y del libro de Grann. La mayor diferencia surge en la narración: si la novela sigue la historia a través de la investigación de Tom White -que lo convierte en el héroe blanco institucionalizado-, Scorsese elige cuestionar todo el modelo sobre el cual está fundado Estados Unidos, cómo la violencia mafiosa es una continuación de la violencia simbólica del sistema contra los más débiles.
Como revela la novela de Grann, los asesinatos no fueron homicidios aislados, sino parte de una conspiración concertada por habitantes, agentes de la ley y legisladores blancos de Oklahoma, que se extendió hasta las altas esferas políticas de Washington, DC. La envidia y la codicia eran las monedas de cambio de los viejos magnates del ganado del pueblo. William Hale -interpretado por Robert De Niro en la película-, miró con desprecio a los Osage y vio una oportunidad de quedarse con sus tierras ricas en petróleo y los derechos de propiedad que les otorgaban amplias regalías anuales.
Muchos de los agentes del FBI que investigaban los asesinatos se suicidaron o eran racistas. Un joven y ambicioso Hoover -una de las figuras pseudofascistas más polémicas de la historia de Estados Unidos, interpretado por Leonardo DiCaprio en la película J. Edgar de Clint Eastwood– se hizo cargo del caso y se convirtió en la primera investigación importante de asesinato de la organización. Hoover creó un equipo encubierto -que incluía al Texas Ranger Tom White– para localizar a los asesinos y llevarlos ante la justicia.
Wiliam Hale, Ernest Buckhart y las personas reales en Los Asesinos de la Luna
Los asesinatos devastaron repetidamente a la Nación Osage duraron años. Los Asesinos de la Luna no indica en qué año se desarrolla, pero la estancia de Ernest Burkhart (Leonardo DiCaprio) en Oklahoma comienza en 1920 o 1921. Allí se reencuentra con su tío William King Hale y conoce a su futura esposa Mollie Kyle (Lily Gladstone). La línea de tiempo de los eventos ocurre a lo largo de cinco o seis años, antes del juicio, que tiene lugar en 1926.
Los Asesinos de la Luna pone en escena a varias personas que estuvieron involucradas en la conspiración en la vida real, incluidas William Hale (Robert De Niro), su sobrino Ernest Burkhart (Leonardo DiCaprio), la esposa de Ernest, Mollie Burkhart (Lily Gladstone), su madre Lizzie Q (Tantoo Cardinal), el Texas Ranger Tom White (Jesse Plemons), el miembro de la Asamblea Legislativa WS Hamilton (Brendan Fraser) y el fiscal Leaward (John Lithgow). Los personajes secundarios incluyen a la hermana de Mollie, Anna Brown (Cara Jade Myers), su primo Henry Roan (William Belleau) y el sicario Kelsie Morrison (Louis Cancelmi).
En su novela, Grann destaca la participación de White y los otros miembros de su equipo para hacer colapsar el pacto de impunidad que cubría todos los espacios simbólicos de Oklahoma. El caso ayudó a legitimar al FBI ante la nación y a allanar el futuro liderazgo de Hoover.
El personaje que interpreta Leonardo DiCaprio en Los Asesinos de la Luna, Ernest Burkhart, está basado en el sobrino real del ganadero William Hale. Hale persuadió a su sobrino para que se casara con Mollie Kyle -un miembro de pura sangre de la tribu Osage-, antes de ordenar que su madre, sus hermanas, su cuñado y su primo Henry Roan fueran asesinados para rentabilizar sus pólizas de seguro y que Ernest pudiera reclamar los headrights de la familia. Cuando el FBI comenzó sus investigaciones, Mollie había estado siendo envenenada durante meses. Ella sobrevivió, y Ernest fue juzgado en 1926. Se declaró culpable. Recibió cadena perpetua por el asesinato de William E. Smith.
Los Asesinos de la Luna es ambivalente sobre las intenciones de Ernest en el envenenamiento de Mollie. El Burkhart real testificó que conocía los métodos habituales de Hale para usar alcohol ilegal envenenado para matar a otros miembros de la Nación Osage. Aunque nunca realizó una confesión del envenenamiento intencional de su esposa a través de la adulteración de la insulina, su comprensión de la operaciones de su tío y el plan general para heredar las riquezas de la familia de Mollie sugieren que era parte del plan.
El juicio real de los Asesinos de la Luna
William King Hale dirigió una red criminal con sus sobrinos Byron (interpretado por Scott Shepherd en la película) y Ernest Burkhart, que conspiraron para obtener los headrights de miembros prominentes de la comunidad Osage. La mayoría de los asesinatos de los Osage nunca fueron procesados, pero algunas de las personas involucradas fueron condenadas, incluido el magnate ganadero.
Entre junio de 1926 y noviembre de 1929, en cuatro juicios llenos de irregularidades, Burkhart testificó contra su tío y el sicario Kelsie Morrison -que ya estaba cumpliendo condena desde noviembre de 1926- admitió que había matado a Anna Brown a petición de Hale, quien fue finalmente condenado a cadena perpetua por otro asesinato: el de Henry Roan, el melancólico primo de Mollie.
Byron Burkhart, cómplice de Morrison, presentó pruebas ante el estado y no fue juzgado por el crimen.
El Departamento del Interior también acusó de corrupción a los miembros del programa de tutores, después de que ya habían robado millones de dólares de las cuentas de sus clientes, pero cada uno de ellos llegó a un acuerdo extrajudicial.
A pesar de las protestas de los Osage, William Hale fue puesto en libertad condicional en 1947. Murió en un asilo de ancianos Arizona, el 15 de agosto de 1962.
Los Asesinos de la Luna está actualmente en cines.