Al final de Goodfellas (Buenos Muchachos, Martin Scorsese, 1990), Henry Hill sale a buscar el periódico a la puerta de su casa. Ya ha traicionado a todos sus amigos, después de una vida dedicada a las extorsiones, asesinatos, fiestas con putas y drogas duras. Antes de darse vuelta para volver a entrar, mira a cámara: “Soy un nadie promedio. Puedo vivir el resto de mi vida como un schnook”. Es una mirada fría y cercana, que busca complicidad y está cargada de ironía. En ese momento todos fuimos Henry Hill. Hoy murió quien el dio vida a ese personaje tan al límite: Ray Liotta tenía 67 años.
La muerte de Ray Liotta
Las primeras informaciones indican que Liotta murió mientras dormía en un hotel de República Dominicana, en donde estaba filmando Dangerous Waters (Aguas Peligrosas), la película escrita y dirigida por John Barr. Liotta hacía el personaje de novio de la madre de una adolescente. En plenas vacaciones en un crucero, ella descubre su oscuro pasado.
Goodfellas -con Robert De Niro, Joe Pesci y Paul Sorvino– fue el papel que definió su carrera: el que lo encasilló como tipo duro y distante con el pasado cosido a la piel, a la vez que lo puso en la lista de los grandes actores norteamericanos capaz de pasar de la calma a lo maníaco en dos fotogramas. Hizo muchas veces el mismo papel, pero lleno de matices, que bajo un una superficie equilibrio emocional vibraba la psicosis y la supervivencia de los que no tienen miedo a la muerte.
Ese mismo personaje con modificaciones incluye su participación en Blow (Tedd Demme, 2001) el thriller narco de Johnny Deep; el empleado del Departamento de Justicia fácil de comprar de Hannibal (Ridley Scott, 2001); la claustrofobia asesina de Identity (James Mangold, 2003); la metáfora política de los ladrones perseguidos por la mafia de Killing Them Softly (Andrew Dominik, 2012); el policía corrupto de The Place Beyond the Pines (Derek Cianfrance, 2012).
Después de muchos proyectos irregulares, estaba en pleno proceso de volver a encontrar buenos personajes secundarios en buenas películas de primera -como Marriage Stories (Noah Baumbach, 2019), en la que hizo un cínico abogado de divorcio y el criminal paranoico de No Sudden Move (Steven Soderbergh, 2021)-.
Ray Liotta acababa de terminar Cocaine Bear, dirigida por Elizabeth Banks, y tenía planeado protagonizar The Substance, junto a Demi Moore y Margaret Qualley.