David Jaffe, creador de God of War, expresa su desacuerdo con el suave reinicio de la franquicia que suprime la trayectoria original de Kratos. A pesar del éxito de God of War en 2018 y Ragnarök en 2022, Jaffe sostiene que los desarrolladores desvirtuaron la evolución del personaje al transformarlo en un hombre de familia establecido.
Jaffe profundizó en su desilusión con el reinicio del videojuego y señaló las dificultades que los desarrolladores enfrentaron al abordar la trama de Kratos. El creador de la franquicia enfatizó que los desarrolladores no deben proyectar sus experiencias personales en el juego ni en sus personajes principales.
Aunque reconoció la importancia del desarrollo de personajes, Jaffe subrayó la necesidad de que los creadores respeten las características fundamentales de la franquicia. Utilizó comparaciones con icónicos personajes como Indiana Jones, Spider-Man y James Bond, argumentando que desmantelar a personajes tan atemporales es perjudicial. Aunque respaldó la nueva dirección de Kratos, ahora muestra inquietud por el futuro del personaje en la franquicia.
Jaffe critica la aproximación de Bruno Velasquez, director de animación de God of War: Ragnarök, hacia la evolución del personaje de Kratos. Atribuye a Velasquez la tendencia a extraer de experiencias personales al crecer y formar una familia para luego proyectarlas en Kratos y los demás personajes. Jaffe afirmó de manera contundente que no desea que Kratos madure si eso implica que enfrentará desafíos que no concuerdan con su personalidad.
Sugirió que estas vivencias deberían destinarse a nuevos personajes de God of War o a nuevas propiedades intelectuales. Además, insistió en que la libertad creativa debe respetar los principios y límites establecidos por la franquicia, señalando que aunque God of War de 2018 fue un ejemplo de riesgo exitoso, no está satisfecho con la dirección tomada en Ragnarök.
Una trayectoria desconectada en la historia de God of War
“Me gusta el primer [God of War], pero fue porque era tan meta e interesante y realmente tan bueno que estaba bien con eso”, aclaró. “Pero no me gusta la dirección que está tomando God of War en absoluto ahora [que he visto] Ragnarök. Jugaré Valhalla, [y] tal vez eso me haga cambiar de opinión. He dicho esto muchas, muchas veces, Ragnarök fue un gran juego, maravillosamente hecho, maravillosamente producido… pero simplemente no es God of War… no es para mí, pongámoslo así.” Jaffe también criticó al equipo de desarrollo por crear una historia que no está en sintonía con lo que la audiencia principal desea, señalando cómo la adición de Atreus como personaje compañero ha dividido a los fanáticos de la franquicia.
El primer juego de God of War se lanzó para la PlayStation 2 en 2005, dando inicio a una saga épica que sigue al soldado espartano Kratos en su venganza contra los dioses del Olimpo y los Titanes. La franquicia tuvo un receso de cinco años después de Ascension en 2013, seguido de un reinicio suave introducido por A Call from the Wilds. Ese juego sirvió como una historia de precuela para God of War de 2018, que sigue las nuevas aventuras de Kratos y su hijo Atreus por las tierras nórdicas.
God of War: Ragnarök acaba de recibir la expansión Valhalla con nuevas características de juego y elementos de la historia, disponible exclusivamente para PlayStation 4 y PlayStation 5.