El universo oscuro y sombrío que Matt Reeves ha construido con The Batman encuentra en la serie de HBO El Pingüino una oportunidad para explorar la psique de sus personajes. En el corazón de esta narrativa se encuentra Oswald “Oz” Cobb, interpretado por Colin Farrell, un villano que transita entre la vulnerabilidad emocional y la brutal ambición. La serie no solo sirve como un puente narrativo entre las dos películas, sino como un espacio donde se pintan los orígenes de los demonios internos que convertirán al Pingüino en el rey del crimen de Gotham.
Cómo la escena eliminada de The Batman conecta con la serie El Pingüino
El viaje emocional de Oz en El Pingüino tiene sus raíces en una escena eliminada de The Batman, donde Selina Kyle (Zoë Kravitz) y Oz cruzan caminos en el club 44 Below de Carmine Falcone (John Turturro). Oz, al ver que Selina quiere descender al peligroso nivel VIP del club, intenta protegerla, pero no por motivos altruistas, sino porque sentía una especie de afecto no correspondido hacia ella. “Empiezas a entender que tiene debilidad por Selina y, de hecho, parece estar un poco enamorado de Selina. Sabe que estos tipos la perseguirán por todas partes. Eso no le gusta”.
Oz: “¿Abajo? No, no, no quieres hacer eso”.
Selena: “Necesito el dinero”
Oz: “Cariño, ahí abajo hay un montón de chacales. Te van a pasar por arriba”.
Oz saca su billetera y le pregunta cuánto dinero necesita. Prefiere pagarle a que ella baje. Selina rechaza su dinero y lo interrumpe con total naturalidad, lo que provoca un cambio casi violento en la actitud de Oz. “En ese momento, lo ves todo; Colin hizo algo grandioso; todo se volvió muy oscuro y él dice: ‘No soy lo suficientemente bueno para ti, ¿eh? Sé que no lo ves porque nadie lo ve, pero un día esta ciudad será mía’”, recordó Reeves la escena eliminada.
Según el director, esta interacción inicial entre Selina y Oz en The Batman revela un lado más humano y vulnerable del personaje, una faceta que rara vez se muestra cuando está frente a Batman. La escena eliminada de The Batman es una revelación temprana, una señal de advertencia de la ambición de Oz, pero también insinúa una cicatriz emocional que alimentará su deseo de convertirse en un formidable jefe criminal con el que Batman se enfrentará en la secuela.
Reeves comentó que, al ser rechazado por Selina, el Pingüino dejaba entrever una ambición oscura que iba mucho más allá del simple control criminal: quería demostrar que algún día tendría el poder absoluto en Gotham. “Así que la idea era llegar a este punto con la serie. Nunca conseguiría que alguien como Selina lo amara de verdad. Sabe que todo tendrá que lograrse pagando de alguna manera porque siente que no es suficiente. Todo es transaccional. ¿De dónde surgieron esas heridas?”
Los orígenes de la oscuridad: el pasado de Oz en El Pingüino
En el episodio 7 de El Pingüino, la showrunner Lauren LeFranc revela el núcleo emocional del personaje: un pasado marcado por la tragedia familiar y un insaciable deseo de reconocimiento. Reeves expresó que el objetivo principal de la serie era explorar las heridas psicológicas de Oz, aquellas que alimentan su ambición y su crueldad. Para Reeves, era esencial que estas heridas no se limitaran a clichés como el bullying infantil, sino que fueran el resultado de decisiones terribles tomadas por Oz mismo.
LeFranc elaboró una desgarradora historia en la que un joven Oz, en un intento desesperado por obtener la atención exclusiva de su madre, Francis, provoca la muerte de sus dos hermanos al encerrarlos en la alcantarilla de los túneles del subterráneo de Gotham. Este trágico evento no solo transformó a Oz, sino también a Francis, quien pasó de ser una madre amorosa y trabajadora a una mujer consumida por el dolor y la culpa.
Reeves explicó que este enfoque humanizaba tanto a Oz como a Francis, mostrando que sus acciones y sus cicatrices emocionales estaban profundamente entrelazadas. Esta relación materno-filial se convierte en el motor de la narrativa, ilustrando cómo el amor incondicional puede distorsionarse hasta convertirse en una obsesión enfermiza.
El Pingüino como retrato psicológico del villano
En el episodio final de The Penguin, se revela que Francis siempre supo que Oz fue responsable de la muerte de sus hermanos. Según Reeves, este descubrimiento fue clave para entender la dinámica tóxica entre ambos personajes. Francis, incapaz de perdonarlo, llega incluso a planear su asesinato, describiéndolo como un “monstruo”. Sin embargo, este enfrentamiento también muestra el lado más humano de Oz, quien hace una última promesa desesperada para ganarse el amor de su madre: darle una vida mejor, con lujos y reconocimiento, incluso si eso significa cometer actos atroces.
El clímax emocional de la serie llega cuando Oz cumple su promesa de llevar a Francis a un penthouse con vistas a Gotham, un símbolo de su éxito. No obstante, la tragedia radica en que Francis, ahora en estado vegetativo, nunca podrá reconocer su logro. Reeves comentó que esta dualidad —el triunfo externo y el vacío interno— encapsula perfectamente el estado psicológico de Oz. Aunque ha alcanzado el poder que siempre buscó, sigue siendo un hombre atormentado por la ausencia de amor y aprobación materna.
Cómo El Pingüino se conecta con The Batman II
El final de la serie no solo establece el ascenso de Oz como el rey del crimen de Gotham, sino que lo prepara emocionalmente para su papel en The Batman II. Reeves explicó que el objetivo de El Pingüino era transformar al personaje de un gángster ambicioso a un villano completamente formado, cuyas motivaciones fueran profundamente humanas y, por ende, más aterradoras. Lo fascinante de Oz es su vulnerabilidad, una mezcla de resentimiento, dolor y ambición que lo hace impredecible.
Después incriminar a Sofia Falcone (Cristin Milioti) por sus delitos y del asesinato de Victor (Rhenzy Feliz), donde Oz deja atrás todo rastro de humanidad que le quedaba, uno de los momentos más impactantes del episodio fue la escena final en la que Oz, incapaz de superar la pérdida emocional de su madre, contrata a Eve, una trabajadora sexual, para que se vista como Francis. Reeves señaló que esta escena no solo era perturbadora, sino que encapsulaba el vacío existencial del personaje: incluso en su momento de mayor poder, Oz sigue siendo un hombre roto, incapaz de llenar el abismo emocional que lo define.
El Pingüino es más que una serie puente; es una tragedia shakesperiana que explora los complejos matices de la ambición, el amor y el poder. Reeves comentó que una de las razones principales para desarrollar la serie era profundizar en la psicología de Oz, mostrando cómo las heridas del pasado moldean sus decisiones y su crueldad. Este enfoque narrativo, combinado con la desgarradora interpretación de Colin Farrell, eleva al Pingüino de un simple villano a un personaje profundamente humano y trágico.
Con esta serie, Reeves y LeFranc han expandido el universo de Gotham, explorando los temas que lo hacen tan relevante: el costo humano del poder, la fragilidad de las relaciones y el legado de las heridas emocionales. Cuando finalmente veamos a Oz enfrentarse a Batman en la secuela, lo haremos con una comprensión más profunda de quién es y qué lo motiva, convirtiendo su historia en una pieza esencial del rompecabezas narrativo de Gotham. Es un hombre transformado por su pasado, cuyas cicatrices emocionales lo han llevado a la cima del poder, pero también al abismo de su humanidad.
El Pingüino está disponible en HBO y Max.