Crítica Smile (2022)
Las primeras pastillas de éxtasis estaban selladas con un simple smile. Tenía sentido: era difícil dejar de sonreír ante la descarga masiva de los neurotransmisores que activan el placer. Smile (Sonríe) invierte ese gesto facial espontáneo de satisfacción y bienestar y lo convierte en un fúnebre anuncio de la muerte. La película materializa el inconsciente, como si un trauma fuera el chiste malo que la mente se hace a sí misma y la existencia solo tuviera gracia justo antes de terminar.
Con su opera prima, Parker Finn no intenta reescribir el género de terror, pero compone un efectivo dispositivo cinematográfico con el que se revela como un estudioso alumno de Stephen King para una trama basada en la psicología de los personajes. Pero Smile es además un catálogo de distintas referencias cinéfilas que exploran el viaje al fin de la noche de la razón, en el que la locura desestabiliza el relato y distorsiona la realidad de los personajes.
Desde Repulsion (Roman Polanski, 1966) a It Follows (David Robert Mitchell, 2014) y de Jacob’s Ladder (Adrian Lyne, 1990) a The Ring (Hideo Nakata, 1998), Smile inscribe su historia en el doble proceso de un Mal transmitido por contagio tras presenciar un suicidio y cómo la mente comienza a ser un lugar poroso donde ya no es posible distinguir la realidad de la alucinación.
Rose Cotter (Sosie Bacon) es una psiquiatra curtida en los trastornos de la mente que trabaja en la sala de urgencias de un hospital. Pero esta noche llevan a una joven profundamente perturbada, anestesiada por el miedo y la falta de sueño, que le describe a Rose una entidad que la acecha, que solo ella puede ver y que puede tomar la forma de distintas personas: algunos son conocidos, otros son extraños random. Rose intenta tranquilizarla: “sé que parece real, pero no puede hacerte daño”. Es cuando la joven, con una escalofriante sonrisa, se dibuja una profunda curva en la cara y en el cuello con un cuchillo.
Si en It Follows la maldición se transmitía como una especie de enfermedad sexual, Smile utiliza el trauma que representa presenciar un acto tan autodestructivo -y las secuelas psíquicas que puede producir- como el desencadenante para continuar la serie de suicidios. Porque esos testigos involuntarios comenzarán a tener visiones esquizofrénicas, a ser perseguidos por una entidad polimorfa y sonriente que los invita a matarse, y su mente entrará en una espiral de paranoia insoportable.
Finn -que también escribió el guion de la película- no puede evitar en ciertos clichés del género: una investigación en el que el ex de Rose, oportunamente policía, la ayuda a descifrar este loop suicida en el que ella está destinada a ser la próxima víctima. Aun así, el director sabe manejar la tensión con un tratamiento visual asfixiante de colores apagados, planos aberrantes y con la cámara muy cerca de los personajes. La partitura de Cristobal Tapia de Veer, saturada de notas disonantes, complementa las imágenes para hacerlas un equivalente audiovisual de la mente de Rose: una topografía de lo siniestro.
El guion le permite a Bacon lucirse como una profesional del desequilibrio mental que intenta de manera creíble escapar a su destino psicópata. La actriz sostiene la película con una performance llena de ansiedad y alienación ante el colapso de un mundo que se sentía verdadero y ya no lo es. La película funciona cuando trabaja sobre las grietas de la realidad de Rose, sobre los síntomas de una locura inminente que transforma su vida y la de sus seres queridos en un infierno neurótico.
Parte del mejor cine de terror modelo 2022 es una odisea por la mente dañada de mujeres transitando los bordes de la demencia (Men, The Inhabitant, Pearl). Smile es un tour de force por los abismos de la razón, donde las imágenes del suicidio quedan tatuadas en un inconsciente habitado por los fantasmas de la muerte y la realidad se pliega sobre sí misma mientras intentamos sonreír para los demás.
Dirección y Guion: Parker Finn Fotografía: Charlie Sarroff Música: Cristobal Tapia de Veer País: Estados Unidos Año: 2022 Duración: 115 min. Con Sosie Bacon, Jessie T. Usher, Kyle Gallner, Caitlin Stasey, Kal Penn, Rob Morgan, Judy Reyes, Gillian Zinser, Kevin Keppy, Scot Teller.
DISPONIBLE EN PARAMOUNT+