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Crítica Monkey Man | Dev Patel en la ciudad de la furia

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Monkey Man, la fantasía plebeya de Dev Patel, es un viaje mitológico, inclusivo y ultraviolento por los bordes marginales de la India.

“¿Has visto John Wick? “: la pregunta, formulada por uno de los personajes de Monkey Man, es tanto un meta comentario explícito como una declaración de intenciones. La ópera prima de Dev Patel es la versión lumpen de la saga de Chad Stahelski. Los suburbios superpoblados de Mumbai son una postal del subdesarrollo, un ecosistema primitivo, insomne, con calles-laberintos que hierven al ritmo de la pobreza y esconden un submundo saturado de pequeñas y grandes ilegalidades.

El exotismo existe para satisfacer la mirada ajena, y Patel llena la puesta en escena de color local, con un mundo marginal -la India como utopía de atraso, donde vivir y sobrevivir son sinónimos- como el reverso corrosivo de los ambientes chic de neón que frecuentan el poder político, económico y policial. La desigualdad social genera violencia. Y Monkey Man vive en la ciudad de la furia.

Dev Patel interpreta a Kid, un joven indio que se gana la vida en peleas clandestinas arregladas. Es Monkey Man, el eterno derrotado, el que hace lucir a su rival aguantando los golpes con estoicidad. Esta vocación para el martirio -una voluntad para sufrir, para lastimarse- es una metáfora poco sutil de su existencia averiada, pobre, marcada por traumas del pasado. Después de años de ira acumulada, descubre una manera de infiltrarse en el centro de la élite corrupta de la ciudad para realizar la venganza destinada a ajustar cuentas con los hombres que le quitaron todo.

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Dev Patel en Monkey Man: El Despertar de la Bestia

Monkey Man se siente como un déjà vu. Demasiado dependiente de su modelo, sin embargo se distingue por abandonar la legibilidad de las peleas de John Wick. Aquí prevalece el caos: no seguimos a un sicario profesional, sino a un chico de la calle devenido vengador anónimo. En lugar de permanecer en la posición de observador, la cámara se sumerge en el corazón de las peleas, con primerísimos planos de rostros deformados por el dolor. La agresión es el leit motiv de la película, que forma un teatro ultravioleto inmersivo, puntuado por música ensordecedora. El encuadre siempre parece al borde de no poder contener la sobrecarga de estímulos.

El exceso es el límite y una de la principales cualidades de la película: la audacia de Monkey Man se basa en una brutalidad ciega y desenfrenada. A través de un desorden generalizado, Patel intenta traducir la dinámica de las peleas del animé al live action: las coreografías no buscan la verosimilitud, sino enfatizar el impulso de los golpes y la potencia de los impactos con el uso de distancias focales cortas que amplifican los movimientos. El resultado es un vodevil enloquecido que asume plenamente su enfoque de película de explotación plebeya y la dimensión social del cine de acción tamil, con sus héroes modernos como encarnaciones de figuras mitológicas hindúes y sus vínculos litúrgicos con la naturaleza.

Kid es recibido por una secta transgénero cuyos integrantes -al igual que él- fueron expropiados ilegalmente de sus tierras por el actual guía espiritual del país. En un rito de pasaje lisérgico y ecologista, Kid se convierte en una versión punk de Hanuman -la deidad simia que protege a los luchadores virtuosos- e intentará restablecer el equilibrio de una sociedad profundamente desigual. Pero los límites éticos que separan a la élite rica -representada en forma estereotipada-, de la población tradicionalista y oprimida quedan desdibujados en el último movimiento: en su búsqueda de venganza, Monkey Man es también el representante de un grupo fanatizado dispuesto a responder a la violencia simbólica, económica y física del poder con una brutalidad igualmente destructiva.

Los guerreros reconquistan su reino: las ruinas de una civilización que nunca fue.

MONKEY MAN: EL DESPERTAR DE LA BESTIA
3/5
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Dirección

Dev Patel

Guion

Dev Patel, Paul Angunawela, John Collee

Fotografía

Sharone Meir

Música

Volker Bertelmann

País

Estados Unidos, India

Duración

121 minutos

Reparto

Dev Patel, Sharlto Copley, Pitobash, Vipin Sharma, Sikander Kher, Sobhita Dhuliwala, Makrand Deshpande

Tráiler

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