Elvis Presley había abandonado el edificio de la cultura pop, hasta que Baz Luhrmann lo trajo de regreso con una película caliente, excitante, hecha de imágenes que recorren las zonas erógenas de su vida y de un país que parecía estar divirtiéndose por primera vez. El proceso de exhumación del cantante continúa con Agent Elvis (Agente Elvis), una obscena serie animada para adultos que tiene la forma de la más salvaje fantasía de Elvis como un espía encubierto al servicio de Estados Unidos.
Elvis encerraba una contradicción existencial: su progresismo en términos musicales y raciales chocaba contra un patriotismo acrítico, ingenuo, adoctrinado en la propaganda política conservadora en plena Guerra Fría y de Vietnam. La premisa de la serie de Netflix se basa en el hecho real del encuentro entre Elvis y Richard Nixon, en el que el cantante le pidió al presidente que lo nombrara agente encubierto de la Oficina de Narcóticos y Drogas Peligrosas: quería salvar a su país de la degradación moral de los 60’s y de los grupos que amenazaban con desestabilizar el gobierno.
Agente Elvis, la serie revisionista de Netflix
Agente Elvis hace un revisionismo histórico psicodélico de la historia de Estados Unidos y de la vida de Elvis, donde los hechos reales están vistos a través del prisma de la conspiración: una agencia gubernamental clandestina dictamina la realidad del mundo mientras protege al país, que atraviesa la revolución social de la contracultura. El programa corrobora las teorías delirantes de la época, desde que Kennedy no fue asesinado a la llegada del hombre a la Luna como una puesta en escena realizada por Stanley Kubrick.
La serie de Netflix deforma el contexto de la época -a la manera de Quentin Tarantino– para colocar a Elvis como un héroe de cómic que descubre esa realidad alternativa y tiene una participación activa como agente encubierto. El creador Mike Arnold ofrece una versión hiperbólica del cantante, pero de alguna mantiene la esencia de su música, su personalidad, sus creencias políticas.
El acierto de Agente Elvis es no presentarlo como una héroe reaccionario, sino que encuentra su contrapunto desde el liberalismo de su compañera CeCe Ryder (Kaitlin Olson), la ingenuidad de su amigo Bobby Ray (Johnny Knoxville) y los excesos de Scatter, un chimpancé yonqui con tendencias homicidas. Elvis va descubriendo sus errores ideológicos sin perder el carisma ni el encanto.
La serie de 10 episodios es una producción animada de Sony Animations elegante y violenta, llena de bromas vulgares, sadismo explícito y excesos que se intensifican al máximo para llevar el relato al terreno de una incorreción política que, sin embargo, se siente forzada. Hay algunos intentos que ayudan a desarrollar la historia, pero la escritura vuelve a un nivel básico y repetitivo, sostenido por un carisma no necesita retoque para ser convincente como commodity de cultura pop: la serie vive y muere gracias a su capacidad para reinventar a Elvis en esta lisérgica realidad alternativa.
Agente Elvis presenta una reinvención desde el cómic de Elvis Presley
Matthew McConaughey no hay intenta sonar con la voz cargada de educada pobreza sureña como Elvis. Austin Butler hizo el resto: no hay actor capaz de igualarlo. Desde el primer episodio se exige instantáneamente una suspensión de la incredulidad en una animación psicodélica inmersiva, pero la interpretación de McConaughey es una barrera que superar.
Agente Elvis es colorida y enérgica, pero las comparaciones con Archer son demasiado evidentes. Desde la escritura hasta los personajes, la estética visual y la caracterización del propio Elvis, la presencia de Archer es una influencia profundamente arraigada en la serie y en el protagonista. Elvis es cool y menos corrupto que Archer, pero la arrogancia, el ego y la capacidad del personaje para comunicarse con su compañero chimpancé son demasiado familiares.
Sony Animations siempre ha sido el hogar de la animación innovadora y creativa, y la reinvención cómic de Elvis destaca el uso del color y el encuadre en la recreación de imágenes orientadas a la acción de alto octanaje perfectamente estilizada. La serie falla por ser correcta en su incorrección política, no hace descarrilar la trama hacia la psicodelia pura y se conforma con un caos aséptico, obsceno y bajo control. Agente Elvis es la fantasía violenta y patriótica del cantante, un sueño húmedo en el que el Rey del Rock and Roll reescribe la historia de Estados Unidos y su propia vida.
Agente Elvis está disponible en Netflix.