El episodio 2 de Dune: La Profecía, titulado Two Wolves (Dos Lobos), muestra las consecuencias de las muertes simultáneas de Kasha (Jihae) y Pruwet Richese (Charlie Hodson-Prior) por inmolación psíquica, cortesía de Desmond Hart (Travis Fimmel). Estos asesinatos no solo atentan contra la frágil estructura de alianzas entre las casas Corrino y Richese, sino que altera los fundamentos mismos de la Hermandad Bene Gesserit.
El sacrificio de Lila en el episodio 2 de Dune: La Profecía
En Wallach IX, Valya Harkonnen (Emily Watson), Madre Superiora de la Hermandad, se enfrenta al reto de consolidar su poder frente a fuerzas que comienzan a escapar de su control. Antes de partir hacia Salusa Secundus a visitar en persona al emperador, le encarga a su hermana Tala (Olivia Williams) que someta a Lila (Chloe Lea), una joven acólita marcada por su linaje, al ritual de la Agonía. Este proceso no solo mide la resistencia física y mental de la persona, sino que busca abrir las puertas a las memorias ancestrales de la Hermandad.
Aunque no se lo llama explícitamente “la Agonía” en las películas de Denis Villeneuve, el procedimiento recuerda las secuencias de Dune en las que Paul Atreides (Timothée Chalamet) pone su mano en la “caja del dolor” de las Bene Gesserit y, más tarde, cuando su madre, Lady Jessica (Rebecca Ferguson), bebe del Agua de la Vida. Son momentos transformadores, pero también son pruebas del entrenamiento y la determinación personal del sujeto, lo que para Lila es una incógnita, ya que todavía es una acólita y parece más vulnerable que sus pares.
Impulsada por su fervor por la profecía y por lo que interpreta como la “verdad ardiente” que la Madre Raquella (Cathy Tyson) había imaginado, Valya entra en acción con su típica agresividad, pero parece haber malinterpretado la situación.
El ritual es un espectáculo tan íntimo como aterrador: gotas del veneno de Rossak caen sobre los ojos de Lila, desencadenando una comunión con sus antepasados en un espacio espectral que parece un templo abandonado. Allí, las figuras de las Reverendas Madres aparecen como sombras cargadas de secretos y reproches. En un giro trágico, Lila se convierte en un vehículo para la memoria de Dorotea, la nieta de Raquella asesinada por Valya décadas atrás. “Robaste mi futuro; ahora yo arrebataré tu esperanza”, declara antes de que Lila muera, transformando el ritual en sacrificio y el sacrificio en una acusación póstuma.
El enfrentamiento entre Valya Harkonnen y Desmond Hart
En Salusa Secundus, el centro de gravedad de la política imperial, Valya Harkonnen enfrenta un desafío inesperado en la figura de Desmond Hart. Este enigmático soldado, marcado por su encuentro con los mitos vivientes de Arrakis, posee un poder que desestabiliza no solo las intrigas palaciegas, sino la propia autoridad de la Hermandad.
Hart, cuyo contacto con un Shai-Hulud le ha conferido habilidades extraordinarias, se posiciona como un antagonista de múltiples rostros: profeta involuntario, asesino implacable y verdugo de los límites del poder humano. En una escena tensa, Valya intenta someterlo usando la Voz, la herramienta más refinada de la Hermandad. Sin embargo, Hart resiste, desarmándola con una frase cargada de psicoanálisis: “Tu mayor temor no es que no te escuchen; es que te escuchen y no les importe”.
El fracaso de la Voz trasciende lo personal: representa la fractura de un sistema de control que había definido el dominio de las Bene Gesserit. La autoridad de Valya, incontestable, comienza a resquebrajarse bajo el peso de un enemigo que no solo desafía sus poderes, sino que parece anticipar cada uno de sus movimientos.
Palacio, rebelión y los hilos del poder en Dune: La Profecía
En el episodio 2 de Dune: La Profecía, las intrigas en Salusa Secundus se multiplican, mientras el emperador Javicco (Mark Strong) y la emperatriz Natalya, que oscilan entre la debilidad y el cálculo, intentan manejar las consecuencias de las muertes de Pruwet y Kasha.
Desmond Hart confiesa tranquilamente haber matado a Pruwet en su nombre, ya que era evidente que Corrino no quería que se celebrase la boda. Horrorizado por el hecho de que su soldado haya tomado una iniciativa tan extrema, el emperador hace que arresten a Desmond y lo transfieran a una “celda de suspenso”. La influyente Lady Macbeth de Corrino, Natalya, parece abierta a la idea de que Hart podría ayudarlos a mantener el control de la situación. Quizás estén empoderando a un psicópata, pero si Desmond realmente pelea por los intereses de Corrino, podría ser la herramienta que necesitan.
En este contexto, Hart se convierte en una pieza clave: su capacidad para desatar destrucción con la mente lo posiciona como un arma de doble filo, tan temida como necesaria. ¿Debe el emperador Javico confiar en un hombre que afirma haber sobrevivido a un Shai-Hulud? ¿Acaso importa que haya cometido un crimen tan espantoso si aparentemente lo ha hecho por lealtad ciega a la familia real?
Paralelamente, Keiran Atreides, el maestro de armas y amante de la princesa Ynez (Sarah-Sofie Boussnina), orquesta un complot para derrocar al Imperio. Con un plano detallado del palacio en sus manos y una red de conspiradores, Keiran encarna la tensión entre los ideales de justicia y las alianzas circunstanciales. “Las grandes casas están acaparando especia, obligando a la gente a recurrir a la violencia para obtener lo que necesitan para sobrevivir”. Lo que no sabe es que dentro del grupo rebelde hay una infiltrada de las Bene Gesserit, Mikaela (Shalom Brune-Franklin) y que Valya considera sacrificarlo para recuperar el favor imperial.
Desmond Hart, la clave de La Revancha en Dune: La Profecía
En el episodio 2 de Dune: La Profecía, las palabras pronunciadas a través de Lila durante la Agonía resuenan como un presagio ambiguo: “La clave de la Revancha es uno nacido dos veces: una vez en sangre, otra en especia. Un revenant lleno de cicatrices. Un arma nacida de la guerra en un camino demasiado corto”.
Todo indica que la profecía de Lila habla de Desmond Hart. Como todos los humanos, nació en sangre, pero también experimentó un renacimiento en el desierto de Arrakis, cuando fue tragado por un Shai-Hulud. Dado que Arrakis es el único planeta donde existe la especia, y que los gusanos de arena son una parte clave de su producción, la experiencia de Hart es lo más cercano a un nacimiento en especia que se puede obtener. También tiene varias cicatrices en la cara y, como soldado, es la definición de “un arma nacida de la guerra”.
En el episodio 2 de Dune: La Profecía, Valya Harkonnen, una figura que había encarnado el control y la previsión, parece atrapada en un laberinto de fuerzas que exceden su comprensión. Hart, por su parte, expone las grietas en los mitos fundacionales del Imperio y la Hermandad. En Dos Lobos, la serie comienza a cumplir la promesa de su título, mostrando un mundo donde el poder y la mística colisionan, y donde los caminos del desierto conducen tanto al renacimiento como a la destrucción. ¿Quién tomará el control de este destino? Las arenas todavía no han decidido.
Dune: La Profecía está disponible en HBO y Max.