Victoria Heyes emerge como uno de los personajes más complejos y desgarradores de la trilogía Terrifier. Su arco narrativo abarca las tres películas de la saga: desde su traumático encuentro inicial con Art the Clown en la primera entrega, pasando por su transformación en una paciente psiquiátrica que da a luz la cabeza del payaso en la segunda parte, hasta su regreso como una sobreviviente poseída en la tercera película. Su rostro mutilado en un testimonio viviente del horror delirante que Art the Clown deja a su paso por Miles County.
Victoria Heyes -interpretada por Samantha Scaffidi en las tres películas-no representa la típica “chica final” que el cine de terror ha establecido como convención – esas heroínas que atraviesan el infierno con una determinación casi sobrehumana-: Heyes porta sus cicatrices con una honestidad obscena, que desarma cualquier intento de mitificación.
De víctima a asesina: Victoria Heyes en Terrifier (2016)
Terrifier de 2016 comienza con la entrevista televisiva de Monica Brown (Katie Maguire) a la única sobreviviente de la Masacre de Miles County: Victoria Heyes. Su rostro desfigurado se convierte en un recordatorio ambulante no solo del horror que vivió un año atrás, sino de la transformación fundamental de su ser. “Ojalá estuviera muerta. La gente se asusta por la forma en que me veo, especialmente los niños. Para mí es muy difícil lidiar con eso”. La tragedia de lo irreversible. No hay reparación ni redención: solo una existencia marcada, una sobrevivencia que le niega cualquier tipo de “nueva” normalidad.
Pero el momento que cambió todo para ella comenzó la noche de Halloween del año anterior. Victoria estudia para sus exámenes en la universidad cuando su hermana Tara (Jenna Kanell) la llama desde la calle: el auto de su amiga Dawn (Catherine Corcoran) tiene una rueda pinchada. Cuando llega al depósito donde se encuentra Tara ya es demasiado tarde: el cuerpo de Dawn está cortado por la mitad y su hermana ostenta varios agujeros de bala en la cara.
Después, la sesión interminable de torturas e intentos de asesinato. La crueldad que Art the Clown destina hacia ella no es solo física; es una violencia que arrasa con la humanidad de Victoria Heyes y lo reemplaza con un vacío que sólo logrará llenar cuando le haga a otra mujer lo que el payaso le hizo a ella.
La supervivencia de Heyes en Terrifier (2016) tiene un precio demasiado alto. Las cicatrices físicas apenas raspan la superficie de su psicosis. La Victoria Heyes que emerge de esa noche sangrienta es apenas un fantasma de la mujer que entró a ese depósito. Es, de alguna manera, una antitestigo de su propio trauma, una sobreviviente que no encarna la victoria moral o emocional, sino la pura perseverancia en el horror.
Su apariencia pública en un programa de televisión revela hasta qué punto ha dejado de ser reconocida —no solo por quienes la rodean, sino por sí misma. Una especie de metamorfosis inversa, donde la exposición a la violencia ha dejado en Victoria una transformación grotesca y amargamente evidente. Es precisamente este estado “monstruoso” el que llama la atención del sensacionalismo televisivo. Después del programa, Victoria Heyes ataca y desfigura brutalmente a la conductora en su camerino.
Vicky + Art: Victoria Heyes en Terrifier 2
Terrifier 2 (2022), que continúa la historia de la primera entrega, introduce a Victoria Heyes en territorio sobrenatural: internada en el hospital psiquiátrico Ravenwood, es una presencia inquietante en el prólogo una nueva pesadilla. El personaje sólo aparece durante la escena post créditos, en la que Victoria escribe con su propia sangre en las paredes de su habitación insultos misóginos. Y un tierno Vicky + Art dentro de un corazón. Ay. Está embarazada.
A estas alturas, Sienna Shaw (Lauren LaVera) ya le cortó la cabeza a Art the Clown con su espada mágica, que fue rescatada por Little Pale Girl (Amelie McLain), la niña fantasmagórica que acompaña al payaso y con la que Victoria mantendrá una conexión especial en Terrifier 3.
En el final de Terrifier 2, Victoria Heyes da a luz la cabeza amputada de Art the Clown. Sí. What the fuck. Su ojo iluminado es un signo de que ya fue poseída por el demonio.
La posesión de Victoria Heyes en Terrifier 3
En Terrifier 3 (2024), la evolución de Victoria Heyes alcanza un nuevo nivel de complejidad. Si en la primera película pasa de víctima a victimaria, para la tercera entrega ya es una de las antagonistas.
Como explica Jonathan Shaw (Elliott Fullman) en la carta que le envió a su hermana Sienna, “tenemos que destruir a la niña antes de que sea demasiado tarde. Destruirla porque es inhumana. Un demonio. A veces los demonios intentan entrar a nuestro mundo, pero no pueden hacerlos solos. Tiene que elegir un recipiente, alguien recientemente fallecido que sirva de puente entre los mundos. Pero no cualquiera. Alguien siniestro, pervertido, con la peor clase de maldad”. Victoria es ese recipiente para Little Pale Girl.
Terrifier 3 continúa los eventos de la segunda entrega. El cuerpo decapitado de Art yace en un galpón, mientras Victoria y la cabeza del payaso masacran a los enfermeros del hospital psiquiátrico. Luego, en una casa abandonada, hibernan por 5 años, después de que Victoria se suicida con el fragmento de un espejo roto (el mismo que utilizará para autocomplacerse después), como si con el desangrado se fueran los últimos restos de humanidad que quedan en su cuerpo.
De esta manera, la tercera entrega de la saga confirma que Art es una entidad demoníaca. A través de Victoria Heyes, el payaso parece tener vínculos con fuerzas infernales. Victoria, poseída por la niña demonio, se convierte en acólita del payaso en la masacre.
El proceso tiene su remake fallida hacia el final: Little Pale Girl, después de asesinar junto a Art a los seres queridos de Sienna (a excepción de Gabbie) intenta poseer a la joven. “Voy a tomar todo lo que amas. Después voy a invadir tu linda piel rosada y destruirte desde adentro, como hice con esta perra [señala la cara desfigurada de Victoria]. No hay esperanza, no hay Dios. Ahora déjame entrar”. Al parecer, dejar a los sobrevivientes sin nada por lo que luchar los deja vulnerables a la posesión demoníaca.
Sienna, armada con la espada que le regaló su padre, decapita a Victoria Heyes / Little Pale Girl, que se convierte en sustancia sulfúrica que abre en el piso un agujero que conduce sin escalas al infierno.
La trayectoria de Victoria Heyes a través de la trilogía Terrifier dibuja un mapa del trauma y la supervivencia que desafía las convenciones del género. Su historia no sigue el arco tradicional de victima-superviviente-vengadora. En cambio, presenta una exploración más matizada de cómo el horror transforma, cómo las heridas más profundas nunca cicatrizan completamente, y cómo el horror puede fragmentar la realidad de una persona, alterando no solo su apariencia física sino su percepción misma del mundo.
Las cicatrices de Victoria Heyes son mapas que trazan el recorrido desde la inocencia hasta la psicosis. No es una heroína ni una villana en el sentido tradicional, sino una figura más compleja: un ser humano transformado por el horror que se rinde ante su trauma.