Todas las series y películas sobre Marilyn Monroe

Series y Películas sobre Marilyn Monroe
De la tortura existencial de Blonde a la fantasía porno romántica de Goodbye, Norma Jean, estas son todas las series y películas sobre Marilyn Monroe.

Toda belleza es un misterio. Y la historia de Marilyn Monroe es una tragedia griega moderna que el cine y la televisión pusieron en escena para dar distintas versiones de un mito que se reinventa a cada momento. De la tortura existencial de Blonde a la fantasía porno romántica de Goodbye, Norma Jean, de la dulzura frágil de My Week With Marilyn al sensacionalismo político de The Final Affair, estas son todas las series y películas sobre Marilyn Monroe.

1. Películas sobre Marilyn Monroe

Goodbye, Norma Jean (1976)

Goodbye, Norma Jean es una de esas películas que redefinen el concepto bizarro. A la sombra de Pink Flamingos (John Waters, 1972) y el cine escatológico del under de los 70’s, esta ‘película biográfica’ mezcla la vulgaridad y un feminismo barato con una producción extremadamente pobre. 

El incipit es prometedor: “No es una leyenda, ni la forma en que ella lo contó, así es como fue”. Goodbye, Norma Jean es cine exploitation, una narración lasciva y llena de abusos sobre cómo Norma Jean Baker se transforma en Marilyn Monroe -“Esa es la última pija que tendré que chupar”- se ilusiona la protagonista antes de terminar la película, que trece años después tendrá una secuela: Goodnight, Sweet Marilyn (1989). 

Misty Rowe fracasa espectacularmente como reencarnación de Monroe.

Marilyn: La Historia No Contada (1980)

Norman Mailer fue uno de los escritores clave de la non-fiction los 60’s y 70’s. Su biografía Marilyn (1973) fue el que reveló su relación con los hermanos Kennedy y a su vez cultivó varios de los momentos que se consideran canon de la vida de Monroe. Marilyn: The Untold Storyes una película para televisión de ABC basada en su libro, y le valió a Catherine Hicks una nominación al Emmy.

Pero la película parece inocua, incapaz de traducir en fuerza visual las palabras de Mailer, haciendo el retrato de una mujer desesperada por salir del estereotipo sexual y ser considerada una verdadera actriz. El centro de gravedad de Marilyn: The Untold Story es la relación con la profesora de actuación Natasha Lytess (Viveca Lindfors), el desarrollo del método basado en la teoría de Stanislavski y la dependencia de Marilyn de sus consejos mientras filmaba.

También su búsqueda intelectual está respresentada a través de su matrimonio con Arthur Miller (Jason Miller) -la estrella de la literatura del momento luego de ganar el premio Pulitzer por La Muerte de un Viajante-, quien escribió el guion de su última película finalizada, The Miftis (Vidas Rebeldes, John Houston, 1962). 

En comparación con Michelle Williams, Poppy Montgomery o Ana de Armas, Hicks se niega a ser la Marilyn Monroe que todos asumen. Es evidente lo poco que se parece, pero lo compensa con una actuación dinámica que revitaliza la personalidad seria de Marilyn, que puede ser optimista y alegre sin ser estúpida, despojándose de muchos de los movimientos teatrales que solo usa cuando su personaje está actuando en una película. 

Insignificancia (1985)

Marilyn le explica la Teoría de la Relatividad a Einstein con juguetes y globos. Luego intenta seducir al físico. Y no puede. 

Un encuentro probable en Nueva York a mediados de los 50’s, pero completamente ficticio, que el genial Nicolas Roeg -autor de películas de culto como Performance, Don´t Look Back, The Man Who Fell the Earth– pone en escena como una ácida crítica a la cultura de celebridad, su fascinación por las superficies brillantes y vacías de la fama.

Theresa Russell no se parece mucho a Monroe, pero ¿qué importa? El cabello rubio y los labios rojos están ahí, y también sus inquietudes intelectuales, su admiración por los hombres reconocidos por su inteligencia. Russell no imita. Ella construye su actuación desde cero, y funciona para sostener una película en la que el pensamiento (Einstein), la belleza (Monroe), la fuerza (Di Maggio) y la barbarie (Joseph McCarthy, el fóbico anticomunista autor de las lista negras) se encuentran en una habitación de hotel en escenas abstractas y psicodélicas.

Marilyn y Yo (1991)

Una historia tan absurda que puede ser cierta. El esposo fantasma de Marilyn fue Robert Slatzer, que la noche del 5 de agosto de 1962 fue a reclamar el cuerpo todavía tibio de la actriz. La historia de Slatzer (Jesse Dabson) es la base de Marilyn and Me (Marilyn y Yo), una película para televisión de 1991 protagonizada por la imitadora Susan Griffiths.

Slatzer afirma haber estado casado con Marilyn durante unos días a principios de la década del ’50, pero no tiene pruebas. La película hace una flashback hasta julio de 1946 y a su primer encuentro con Norma Jean. Lo que sigue es básicamente la historia de su relación y los altibajos que sufre cuando Slatzer juega un papel secundario en el deseo de Norma de ser una estrella y los estudios conspiran para mantenerlo alejado de su “esposa”.

Películas sobre Marilyn Monroe
Theresa Russell, Insignificance (1985).

La Chica del Calendario (1993)

Tienen 18 años y están calientes. Tienen dinero robado. Fuman mucho porro. Y viajan a ver a Marilyn Monroe. Es 1962.

Calendar Girl (La Chica del Calendario) es la película de la que nadie esperaba nada y cumplió con esas expectativas. Aprovecha al chico hot del momento, Jason Priestley (la estrella de la serie televisiva Beverly Hills, 90210), que después de robar a sus jefes y un Galaxy 500 decide con sus amigos hacer la ruta Las Vegas – Los Angeles para conocer a Marilyn (Stephanie Anderson) antes de entrar en el servicio militar. 

Marilyn y Bobby: Una Relación Prohibida (1996)

El documental de la BBC Say Goodbye to the President de 1985 se basaba en la desclasificación de archivos del FBI y en las nuevas declaraciones de la ama de llaves de Marilyn, que cambió su testimonio inicial para revelar que Bobby Kennedy estuvo en la casa de la actriz horas antes de que muriera. Una década después, Marilyn and Bobby: Her Final Affair (Marilyn y Bobby: Una Relación Prohibida) dramatiza su relación para hacer un relato pulp lleno de sensacionalismo político.

Descrita como “una mezcla de ficción y periodismo especulativo” (lo que significa que no se puede confiar en nada), en esta película para televisión Bobby Kennedy es representado como un romántico bastante simpático que se enamora de una mentalmente débil Marilyn Monroe (Melody Anderson) después de que su hermano Jack se ha cansado de ella. 

Norma Jean y Marilyn (1996)

Al principio de esta biopic poco sutil, Eddie Jordan (en cuyo libro se basa la película) le informa a Norma Jean que ella es dos personas diferentes. Establece la hipótesis narrativa de la película de tener dos actrices que interpretan a Marilyn. Ashely Judd hace el papel de Norma Jean, una chica pobre que sueña con convertirse en estrella, pero su apariencia y su nombre se lo impiden. Después de someterse a una cirugía plástica, Norma Jean ya no existe y emerge Mira Sorvino como Marilyn Monroe. 

Si bien la transición inicial entre las dos se realiza de manera inteligente, la reaparición constante de Norma Jean para aconsejar a Monroe se suma al tono desigual de una película decidida a mostrar a Marilyn como una bomba hot sin talento, mientras Sorvino se esfuerza por interpretar a una mala actriz, intentando no parecerlo ella misma. 

Películas sobre Marilyn Monroe
Michelle Williams, My Week With Marilyn.

Mi Semana con Marilyn (2011)

My Week With Marilyn (Mi Semana con Marilyn) es menos una película sobre Marilyn Monroe que sobre lo que significaba estar en presencia de ella. Es la realidad a través del prisma de una mirada alucinada: la de Colin Clark, un joven de 23 años que trabajó como asistente durante la filmación de The Prince and the Show Girl (El Príncipe y la Corista, 1956) y se convirtió en su único aliado y confidente en un set transformado en un campo de batalla entre el director Laurence Olivier y su protagonista. Uno es una diva; la otra es Marilyn.

Michelle Williams es puro encanto, una actuación que no se centra en la hipersexualidad de Marilyn sino en su sensibilidad, en sus procesos de pensamiento, en la consciencia del poder hipnótico que ejercía a su alrededor. Williams es todo lo que la Marilyn de Ana de Armas no es: transparente y manipuladora, naif y lúcida, refinada y egoísta. My Week With Marilyn es el retrato de una fuerza de la naturaleza suave e insegura y de la pesadilla que podía significar para algunos trabajar con ella. El cielo y el infierno en una sola persona.

Londres, 1956. Es el encuentro entre la estrella de cine más grande de Hollywood y el mejor actor de su generación, Laurence Olivier (un enorme Kenneth Branagh), un hombre curtido en los mejores escenarios de teatro del mundo y cuyas adaptaciones de Shakespeare siguen siendo de las más gloriosas del cine. Olivier es el coprotagonista y director de The Prince and the Showgirl –una comedia ligera con un subtexto político- y sus enfrentamientos con Marilyn son legendarios. Desprecia a Hollywood, a Marilyn, al método del Actor’s Studio. 

La histeria de uno y la inseguridad de la otra. Nunca conectaron: hay desencuentros, subestimación y maltratos que intensificaron las dudas de la actriz y que se traducen en demora tras demora: Marilyn está enferma; está con resaca; se está levantando; otros días ni siquiera se presenta a trabajar. Cuando se digna a aparecer, trae con ella a su profesora de actuación, Paula Strasberg (Zoe Wanamaker), quien mima a Marilyn y contradice las instrucciones de Olivier. Para el método, el actor es su propio director y el director una fantasmagoría que no conoce la interioridad sensible del personaje y que mejor ignorar.

Esa misma rutina se repitió su última película finalizada, The Misfits (John Houston, 1962), en la que incluso la filmación se demoró 10 días mientras la actriz fue enviada a una clínica a recuperarse (algunos afirman que en realidad Houston se había gastado el presupuesto en los casinos). Para Billy Wilder -que la dirigió en dos de sus películas más importantes: Seven Itch Year (1955) y Some Like It Hot (1958)también fue un calvario. En 1959 declaró: “El gremio de directores debería otorgarme la Medalla al Valor por haber trabajado con ella dos veces”. 

El documental Marilyn Monroe: The Final Days (2001) es un espejo real de My Week With Marilyn, con una Monroe imposible y un George Cukor exasperado tratando de imponer un poco de autoridad para terminar Something’s Got to Give. Nunca lo consiguió: Marilyn murió antes. La película nunca se estrenó.

My Week With Marilyn captura la belleza y bondad esencial de Marilyn al mismo tiempo que revela una personalidad casi infantil, una actriz llena de incertidumbres y fantasmas que necesitaba encontrar apoyo en gente que creyera en ella. Aún así, era capaz de iluminar el caos de una película mediocre solo con su presencia. Como termina reconociendo Olivier: “No importa si Monroe no puede actuar, porque cuando está en pantalla, nada más importa”.

peliculas sobre marilyn monroe
Ana de Armas y Adrien Brody, Blonde (2022). Foto gentileza de Netflix.

Blonde (2022)

Blonde (Rubia) no es una biopic, es puro teatro de la crueldad: el via crucis físico y emocional en el que Marilyn Monroe deja de ser un ícono cultural para transformarse en una mártir de la fama. Las víctimas no se admiran, se compadecen. Y la Marilyn de Andrew Dominik es una mujer al borde de un ataque de nervios. O en medio de un brote psicótico. Y más generalmente, es una mujer llorando. El problema de la película no es que altere los hechos de su vida, sino que Marilyn no tenga humanidad: un ser pasivo, sin poder de decisión, una esclava perpetua de sus traumas, de los hombres y de la industria del espectáculo.

Blonde es onírica y realista, brutal y enferma. Una maravilla formal cinematográfica que crea una atmósfera asfixiante para representar el estado mental de una mujer que siente que el mundo conspira contra ella. Una ficción paranoica más cercana al terror psicológico que al retrato de uno de los personajes más adorados del siglo XX. Dominik transforma la figura trágica de Marilyn en un símbolo de la cultura decadente de Hollywood, pero su película termina siendo lo mismo que denuncia: la explotación de una mujer abusada una y otra vez por los códigos machistas del cine.

No deja de ser paradójico: Ana de Armas hace el papel dramático que siempre quiso hacer Marilyn y nunca le dieron. La actriz cubana hace una actuación antológica como una Juana de Arco moderna que destila lágrimas a un ritmo vertiginoso. Armas le inyecta a su personaje una fragilidad emocional inquietante y una inestabilidad llena de carisma para soportar las decepciones constantes de la vida. Desde que Dreyer filmó a Renée Falconetti en La Passion de Jeanne D’Arc (1928) y Jean-Luc Godard a Anna Karina en Vivre sa Vie (1962) que un director no hacía un uso tan dramático y conmovedor del rostro de una actriz.

Blonde es un infierno glamoroso gobernado por hombres y en el que una muñeca rota trata de sobrevivir. Dominik utiliza un magnífico vocabulario de ideas, imágenes y ritmos, por momentos reinventa el discurso en el plano y hace de la película un mapa mental psicodélico y realista, perturbador y emocionante. Pero el director parece tenerle menos respeto que lástima a su protagonista. Una fantasía del horror en la que queda poco de Marilyn para tanto drama: una víctima no solo de los hombres, sino también de su propia película.

Series sobre Marilyn Monroe
Kelli Garner, The Secret Life of Marilyn Monroe.

2. Series sobre Marilyn Monroe

Blonde (2001)

Blonde de 2001 es un relato coral en el que la propia Marilyn, sus amigos, familiares y amantes cuentan su vida para mostrar dos lados de su historia: la necesidad de ser amada mientras los hombres sentían la necesidad de poseer su belleza. Esta Marilyn no está dispuesta a todo por conseguir fama y poder dentro de la industria del espectáculo, sino que la serie la pone en contexto, la deja hacer catarsis y revelar su “verdadero yo”.

Cuando Poppy Montgomery trata de imitar a Marilyn parece que estuviera en un espectáculo de Las Vegas. Pero son esos momentos en los que solo deja los gestos superficiales y el tono suave del personaje que se permite ser una actriz y no una doble disfrazada: ahí aparece la esencia y la sensibilidad de Monroe.

La miniserie de Chopra (2 episodios de 2 horas de duración) no busca el sensacionalismo de la muerte o de la vida sexual de Marilyn. Intenta humanizarla a través de distintos puntos de vista, pero cae en los estereotipos habituales de abuso, violaciones y maltratos de todos los hombres para terminar de mostrar a su protagonista como una víctima más de su propia belleza.

La Vida Secreta de Marilyn Monroe (2015)

Marilyn como mujer y no como objeto. The Secret Life of Marilyn Monroe no revela muchos secretos, tiene un tratamiento visual plano y demasiado clásico, pero logra algo más importante: un enfoque diferente del mito Marilyn. Es una mirada en primera persona que resalta su interioridad a través del autoanálisis, su gradual conquista de poder dentro de la industria y que está enfocada menos en los hombres con los que se relacionó en favor de las mujeres que la hicieron ser quien era: su madre Gladys (la enorme Susan Sarandon) y su tía Grace (Emily Watson).

Esta adaptación del libro de J. Randy Taraborrelli mantiene un tono melancólico y respetuoso sin ser trágico o explotador. Dos capítulos y casi 3 horas de duración le alcanzan a Laurie Collyer para poner en escena todos los highlights de la vida de Norma Jean y de Marilyn Monroe con un ritmo que permite desarrollar las distintas etapas y mostrar a una persona completa, con todos los matices de su personalidad y una inteligencia emocional para usar su cuerpo cuando lo necesitaba y no permitir los abusos de sus jefes, directores y maridos. 

Kelli Garner hace una interpretación sólida que combina momentos de emoción y decepción, angustias y triunfos, unidos a una sensibilidad y resiliencia que nunca se siente forzada. Ella es sexy sin ser sexual; vulnerable sin ser psicópata.

“Miles de Marilyn se bajan de los autobuses todos los días” -le dice Richard Zanuck cuando Marilyn pide un salario más equitativo al de otras estrellas-. Ella responde: “No: miles de Norma Jean se bajan de bajan de los autobuses”. Esta Marilyn es romántica y está dañada, pero también es manipuladora y es consciente de lo que puede hacer en una taquilla. Si Blonde refleja su lado más oscuro e indefenso, The Secret Life of Marilyn Monroe muestra a una Marilyn que no busca amor ni aprobación: busca respeto. 

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