El cine está de luto: murió el director Carlos Saura, el genio que elevó el lenguaje visual del cine español escapando de la censura de la dictadura Franquista, con una poderosa obra que reflejaba la atmósfera asfixiante que respiraba España en los 70’s y 80’s. Tenía 91 años.
La Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España dijo que Saura murió en su casa “rodeado de sus seres queridos”.
Fernando Méndez-Leite, presidente de la Academia Española, le rindió homenaje y dijo que la “obra muy personal, variada y creativa del cineasta ha dejado una huella imborrable en la historia de nuestro cine y la cultura española. En lo personal estoy muy triste, porque tuve el placer de conocer y tratar con Carlos por muchos años, a quien considero un maestro y un amigo.”
Carlos Saura iba a recibir el Premio Goya de Honor de la Academia en una ceremonia el próximo sábado. La Academia Española añadió que la 37ª edición de los Premios Goya rendirá homenaje a “un creador irrepetible”.
Carlos Saura, la resistencia del cine
Nacido en Huesca el 4 de enero de 1932, Carlos Saura estableció sus raíces creativas a la sombra de la guerra civil española y sus secuelas. Estudió en Madrid en el Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas. En 1958 estrenó su primer documental, Cuenca, que escribió y dirigió.
En 1960, coescribió y dirigió Los Golfos, una película sobre la juventud española que recurre al crimen para sobrevivir en los márgenes de Madrid. Con su colaborador frecuente Mario Camus en el guion, luego realizó Llanto Por un Bandido, un western histórico protagonizado por Fancisco Rabal y Lea Massari.
En 1966, la primera película de Saura con el productor Elias Querejeta, La Caza, fue la primera de España programada en el Festival de Cine de Nueva York. Los años 70’s elevaron a Saura como director de éxito con títulos como Peppermint Frappe, protagonizada por Geraldine Chaplin, La Prima Angélica y el clásico inmortal Cría Cuervos, un drama sobre una huérfana de 8 años y sus dos hermanas que viven a la sombra de la dictadura franquista.
La película de 1977 La Prima Angélica, sobre un hombre de mediana edad que recuerda su infancia y el presente en medio de la guerra civil española, ganó un premio del jurado en Cannes y consiguió un estreno en Estados Unidos. También ganó un Oso de Oro en el Festival de Berlín por Deprisa, Deprisa de 1981 .
Teniendo que hacer películas en medio de la amenaza de los censores españoles, Carlos Saura utilizó varias formas de arte y simbolismo mientras trabajaba con el guionista y actor Antonio Gades durante la década de 1980 en la Trilogía Flamenca. Eso incluyó una adaptación de ballet de Bodas de Sangre de Federico García Lorca, Carmen, una película sobre bailarines de flamenco ensayando una versión en español de la ópera Carmen de Bizet y El Amor Brujo, basada en el ballet de Manuel de Falla.
En décadas más recientes, Carlos Saura volvió al formato documental con películas como Flamenco, Flamenco, que narra esa tradición de baile y música como secuela de su Flamenco de 1995, y Fados, una película sobre la cultura musical del fado de Portugal.