El streaming está saturado de series policiales. De asesinatos. De chicas muertas inocentes que resultan ser menos inocentes de lo que parecían. La mayoría se centra en el sufrimiento sensacionalista y en el morbo: un teatro de la crueldad atravesado por la lógica explotadora de los medios de comunicación. Pero las mejores series true crime intentan trascender los clichés de un género hiperbólico por naturaleza a través de una mirada artística y de cierta profundidad temática.
Bajo el Puente: La Verdadera Historia del Asesinato de Reena Virk (Under the Bridge) de Disney+, que se estrena el 10 de julio, no alcanza el nivel de lo mejor del género, pero su escritura reflexiva y las excelentes actuaciones la convierten en algo más que otra serie sobre un chica con muerte prematura. Y aunque sus protagonistas, Riley Keough y Lily Gladstone, son convincentes como las dos mujeres adultas atravesadas por la investigación de un homicidio, son los actores adolescentes quienes le dan a Bajo el Puente una sensación de volatilidad y violencia perturbadora.
Bajo el Puente, la serie true crime sobre el asesinato de Reena Virk
En la noche del 14 de noviembre de 1997, Reena Virk, de 14 años, llega a una reunión cerca del puente de Saanich, en la adormecida localidad de Victoria de la Columbia Británica en el sur de Canadá. Nunca regresa a su casa. El caos que produce su desaparición no se parece a nada que el pueblo hubiera visto antes. “La historia perseguiría a la isla durante años”, dice Rebecca Godfrey (Keough) en voz en off en los primeros momentos del episodio 1. “Cambió para siempre un hecho que alguna vez pareció tan inmutable, tan fundamental: se suponía que debíamos proteger a las jóvenes de Victoria, no que debíamos protegernos de ellas”.
Los adolescentes son perjudiciales para la salud: una masa ambulante de hormonas, feromonas, acné, inseguridad y mal gusto. Pero, la mayor parte del tiempo, son bastante inofensivos. En la prehistoria de los años 90’s, antes de las redes sociales, la popularidad se definía por cierta actitud punk, por tener los mejores CDs o padres con dinero. Crecer en los 90’s fue algo brutal, y esa ferocidad es el material del que está hecha Bajo el Puente, la adaptación del libro non fiction sobre el caso de Godfrey.
Rebecca regresa después de mucho tiempo a la ciudad donde creció para escribir un libro sobre la cultura juvenil de Victoria. Todavía no sabe que su estudio sociológico sobre la adolescencia se convertirá en una crónica roja: en el asesinato de Reena Virk (Vritika Gupta) están involucrados varios jóvenes de la comunidad. Bajo el Puente está en su mejor momento cuando profundiza en los inquietantes matices de este tipo de maldad adolescente.
Lily Gladstone, nominada al Oscar por Los Asesinos de la Luna, interpreta a Cam Bentland, la policía indígena que trabaja en el caso. Cam de Gladstone oculta la ira de toda una vida (sobre su propia educación, sobre su estatus de outsider) debajo de un exterior impasible. Cam tiene un pasado con Rebecca, y su mutua colaboración en el asesinato de Reena crea una dinámica equilibrada entre las dos protagonistas de la serie. Keough es nerviosa e impredecible mientras intenta navegar las oscuras tentaciones de esa relación, mientras que Gladstone es tan estoica y poderosa como lo fue en la película de Scorsese.
La representación de la adolescencia en Bajo el Puente
Alternando entre dos líneas de tiempo -antes y después del asesinato de Reena-, seguimos a tres de las atacantes: Josephine Bell (Chloe Guidry) -la carismática y voluble abeja reina, una chica obsesionada con John Gotti y el gangsta rap-, su mejor amiga Kelly Ellard (Izzy G.) -con alto factor psycho, como si fuera parte de alguna versión tardía del clan Manson- y Dusty Pace (Aiyana Goodfellow) completa la Crip Mafia Cartel. Por ser socialmente descartables, la policía las llama las “Chicas Bic”.
Retobadas y violentas, estas chicas con ínfulas de gángster hacen del desafío a la autoridad un estilo de vida. Utilizan el miedo como moneda de cambio: es lo que les permite ir más allá de la parte más vulnerable de la juventud contaminada y la inocencia perdida de Victoria. La suya es sólo una de las muchas perspectivas a través de las cuales Bajo el Puente filtra el crimen de Reena.
El plantel de jóvenes actores hace bien su trabajo. La Jo de Guidry es el tipo de chica magnética y aterradora al mismo tiempo. Ella es el satélite alrededor del cual giran Reena, Dusty y Kelly, cada una a su manera perfectamente convincente. Otro chico a la deriva, abandonado por su familia, es Warren Glowatski (Javon Walton de Euphoria), que aporta una sobredosis de empatía y vulnerabilidad. A través de estas actuaciones, Bajo el Puente subvierte nuestras suposiciones para hacer una poderosa distinción entre lo que la gente dice, lo que hace, cómo se les percibe y quiénes son en realidad.
La serie también explora a la familia Virk y cómo la opresión del fundamentalismo religioso puede proyectar inestabilidad, aislamiento y desesperación en una adolescente: estos testigos de Jehová de ascendencia india consideran la depilación una forma de paganismo, y se ven sacudidos por la insumisión de su hija mucho antes de que desaparezca. La creadora de Bajo el Puente, Quinn Shephard, hace un uso matizado de las identidades híbridas de los Virks, contrastando las tensiones específicas dentro del hogar con los prejuicios que tienen que enfrentar por el racismo velado de la comunidad.
El papel de Vritika Gupta es especialmente desgarrador como Reena: una vida llena de incertidumbre, represión y volatilidad. Como la única chica con ascendencia india en su escuela, es objeto de un acoso intenso e implacable, que configura una desesperación por pertenecer tan intensa que está dispuesta a dejar su humanidad en el camino. Ver cómo se desarrolla su historia es como contemplar la arquitectura de la fatalidad.
Adolescentes en la ciudad de la furia
Bajo el Puente falla cuando se desvía del drama adolescente e intenta forzar historias paralelas (un romance queer, la inmigración india a Canadá, el robo de niños de pueblos originarios): un exceso narrativo que se vuelve redundante.
Muchas series criminales de la última década repiten las mismas conclusiones sobre cómo la raza y la clase se cruzan con los sistemas de justicia penal, pero Shephard está alerta a la especificidad no sólo de los antecedentes de Reena, sino también de las diversas experiencias de todos los demás personajes atrapados en su historia. Los estereotipos resultan ser pistas falsas en este ecosistema cerrado de Victoria, en el que diferentes grupos sociales interactúan entre sí: policías de pueblos pequeños, padres de diversos estatus raciales y socioeconómicos, adolescentes que piensan que son más duras y más malas de lo que realmente son.
En Bajo el Puente hay un crimen injustificable, pero la serie busca sus causas en los pliegues de una sociedad quebrada, que no cuida a las nuevas generaciones. Aquí, nadie es perfectamente inocente. La serie pone en escena una imagen amplia del mal, llena de perspectivas diferentes. El abandono, la imposición de una moralidad obsoleta y la desigualdad social generan violencia. Y todos estos adolescentes viven en la ciudad de la furia.
Bajo el Puente: La Verdadera Historia del Asesinato de Reena Virk se estrena el 10 de julio en Disney+.
