La introducción de cada nuevo planeta expande no solo la geografía de Star Wars, sino también la diversidad de sus historias. El episodio 4 de la serie Skeleton Crew, titulado Can’t Say I Remember No At Attin nos lleva a At Achrann, una de las joyas perdidas de la Antigua República, que ofrece un vistazo a los rincones más misteriosos y olvidados de este famoso lejano universo.
En 1999, en Episodio I: La Amenaza Fantasma, la galaxia de Star Wars comenzó a hacerse un poco más grande. Si bien varios libros y cómics habían indicado que el espacio se estaba expandiendo lo suficiente como para incluir áreas enteras donde el Imperio ni siquiera existía, la película estableció el canon de dónde estaba todo en la galaxia, en relación con los demás. Esta fue la primera vez que se habló en voz alta de Coruscant, un planeta ubicado en los Mundos del Núcleo de la galaxia, cerca del centro.
25 años después de La Amenaza Fantasma, Skeleton Crew vuelve a rediseñar el mapa de la galaxia. Pero esta vez, los detalles de la Antigua República son más misteriosos que nunca.
At Attin: la joya escondida de la Antigua República
Dicen que hay lugares tan hermosos que la galaxia misma conspira para ocultarlos. At Attin es uno de ellos. Este planeta, descrito como la última de las “Joyas de la Antigua República”, ha vivido durante siglos en los bordes de la leyenda, un nombre susurrado en cuentos para niños y en los suspiros de aquellos que sueñan con encontrarlo. Protegido por su propio mito, At Attin se ha convertido en el arquetipo de un paraíso perdido, un refugio donde la maravilla persiste, inalcanzable.
Mencionado por primera vez en el episodio 3 de Skeleton Crew, At Attin pertenece a un grupo de nueve planetas que destacaban por su belleza y riqueza. Según Kh’ymm, fue ocultado para protegerlo, convirtiéndolo en un mito para las generaciones posteriores. Su desaparición, junto con la destrucción de los otros ocho planetas, lo ha elevado al estatus de un tesoro perdido.
En el episodio 4 de Skeleton Crew, el grupo de protagonistas cree haber llegado a At Attin, pero descubre que se encuentran en realidad en otro de estos planetas legendarios: At Achrann. Esta conexión entre los mundos refuerza el misterio en torno a la ubicación exacta de At Attin y nos recuerda cómo la galaxia de Star Wars siempre encuentra formas de expandirse, un lugar donde lo conocido no es más que la superficie de lo desconocido.
At Achrann: Los Troiks en un mundo marcado por la guerra
El episodio 4 de Skeleton Crew se desarrolla en At Achrann, un planeta devastado por generaciones de conflicto. Su sociedad, liderada por los Troiks, refleja los estragos de un sistema donde la guerra ha moldeado cada aspecto de la vida. Los niños son criados como soldados, perpetuando un ciclo de violencia que parece inquebrantable. La llegada de los protagonistas, Wim, Neel, Fern y KB, abre una ventana al estado actual de este mundo: una civilización atrapada en el tiempo y consumida por sus propias luchas internas.
Los Troiks son un pueblo endurecido por el aislamiento y la desconfianza. Liderados por el General Strix, su desconexión del resto de la galaxia subraya el vasto olvido en el que pueden caer algunos mundos. Sin embargo, en medio de esta desolación, Hayna se eleva como una chispa de esperanza, una posibilidad de romper con el ciclo de violencia tras conocer un concepto en desuso: la bondad.
El nombre de At Achrann resuena más allá de la narrativa galáctica, evocando al Aqueronte, el río del dolor en la mitología griega. Este eco mitológico no es casual: At Achrann es un purgatorio donde las almas están atrapadas en un ciclo de sufrimiento, un recordatorio oscuro de cómo la guerra puede convertir la abundancia en un desierto.
Cómo Skeleton Crew amplia el mapa galáctico
Con la introducción de estos mundos, Skeleton Crew no solo amplía el mapa de la galaxia, sino que también reaviva el sentido de misterio y aventura que definió a Star Wars desde sus inicios. Si Naboo y Coruscant, presentados en La Amenaza Fantasma, expandieron el centro y las fronteras del universo conocido, At Achrann y At Attin nos llevan a los límites del olvido, a esos lugares donde la historia se desvanece en el mito.
La decisión de centrar el relato en estos planetas subraya uno de los temas recurrentes de la franquicia: la fragilidad de la memoria colectiva. Así como los Jedi fueron considerados una antigua religión en la trilogía original, a pesar de estar activos solo unas décadas antes, At Attin y At Achrann simbolizan cómo los lugares pueden desaparecer de la conciencia galáctica.
En este vaivén entre la luz y la oscuridad, entre lo perdido y lo buscado, Skeleton Crew nos recuerda que incluso en una galaxia tan vasta, los vacíos y las ausencias son tan importantes como las historias que conocemos. At Attin y At Achrann son pruebas de que siempre hay algo más allá de lo visible, esperando ser descubierto por quienes se atrevan a buscar.
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