Terrifier 2 es lo que ya vimos demasiadas veces en los 80’s… pero más enfermo, perverso, repulsivo y sobre todo, mucho más divertido. La película funciona porque asume su condición de fantasía homicida y corre los límites del gore desde el absurdo y su propia incoherencia. Podría interpretarse como una parodia del género si no fuera porque lo hace desde la más absoluta seriedad de su puesta en escena del horror, una estética del exceso realista y vintage para una película alegremente sádica.
Terrifier (2017) se convirtió en una película de culto por un tratamiento fotográfico estilizado que servía de marco visual para Art The Clown (David Howard Thornton), el serial killer más delirante de la historia del cine, el payaso/mimo fetichista de la crueldad que hace del asesinato un silencioso acto de vodevil. Esta secuela toma lo mejor del original y lo amplifica con lo que podría llamarse un relato.
La historia de la película no es más absurda que la del resto de las películas splatter, pero la diferencia es que Damien Leone tiene el ingenio para asumir las limitaciones del género y llevarlas al plano psicodélico. Mientras el género se ahoga en tramas inverosímiles con ínfulas de guion, Terrifier 2 transforma su incoherencia inherente en surrealismo, sin descuidar las pulsiones homicidas que habitan mismo el espacio narrativo que el humor negro que supura Art.
La saga funciona donde fallan las demás: ante la aburrida pretensión del gore de crear historias -que continúan teniendo una relación demasiado flexible con la realidad-, Terrifier hace del non sense una virtud, borrando la frontera entre los sueños y la vigilia e incorporando elementos del género fantástico a la secuencia de sacrificios aterradores.
Terrifier 2, la fantasía enferma de Damien Leone
En esta secuela, Art the Clown parece tener algún tipo de motivación -ausente en la original, en la que solo se guiaba por el azar- para perseguir a Sienna (Lauren LaVera) y su hermano menor Jonathan (Elliott Fullam) por Miles County. Pero la trama no es explícita: es un rompecabezas al que le faltan piezas, que la saturan de posibilidades más interesantes que cualquier justificación predeterminada.
Sienna es una adolescente traumada por el suicidio de su padre, que dejó dibujos y recortes en un cuaderno que tienen alguna conexión con Art. Las secuencias oníricas tienen efecto en la realidad -como en Nightmare on Elm Street (Wes Craven)- y el disfraz que ella fabricó siguiendo el diseño de su progenitor la ayuda a enfrentarse con el payaso.
Pero es todo tan irreal y absurdo que hacen de Terrifier 2 una experiencia del shock visceral que puede interpretarse desde la psicología -hay sugerencias del orden sexual, edípico, fantasías de castración- y desde el deseo liberado de todo límite y de todo tabú, como una versión casta de los escritos del marqués de Sade. Enferma, retorcida, de mal gusto, la película reescribe el gore desde su vértice más delirante y propone un homicida grotesco ligado a las pulsiones más oscuras que habitan el inconsciente humano.
Terrifier 2 está disponible en Prime Video.