El Gran Almirante Thrawn es lo suficientemente importante como para haber sido mencionado dos veces durante The Mandalorian; una, cuando Ahsoka exige su paradero (The Mandalorian 2×5), y la segunda cuando Moff Gideon (Giancarlo Esposito), habla mal de él en la llamada grupal del Remanente Imperial (The Mandalorian 3×7). Un pequeño vistazo a su cabeza en el tráiler de Ahsoka causó revuelo entre el fandom de Star Wars, mientras que el anuncio de su inclusión en el elenco de acción real en la Star Wars Celebration causó desató un auténtico frenesí. Sin embargo, ¿quién es este individuo capaz de generar semejante fervor?
Los orígenes del Gran Almirante Thrawn en ‘Star Wars’
Thrawn tiene una historia más complicada desde el punto de vista creativo y narrativo de lo que uno podría esperar de un villano de Star Wars. Para empezar, debutó en la novela Heredero del Imperio del autor Timothy Zahn, la secuela oficialmente licenciada de la trilogía original de Star Wars, allá por 1991. Ambientada unos cinco años después de El Retorno del Jedi, Heredero del Imperio muestra a las frágiles fuerzas de la Nueva República luchando contra una amenaza diferente a cualquier otra que hayan enfrentado antes: es decir, el Gran Almirante Thrawn, quien desde las sombras lidera el creciente Remanente Imperial hacia la reunificación galáctica.
Maldecido con el nombre completo de Mitth’raw’nuruodo, es la antítesis de un villano tradicional de Star Wars en varios sentidos. En primer lugar, es un alienígena de piel azul, ojos rojos y pómulos cortantes como vidrio, algo inaudito en el Imperio centrado en humanos y semi-xenófobo. Su especie, los Chiss, está envuelta en secreto y reside en una sección no cartografiada del espacio conocida como las Regiones Desconocidas.
En segundo lugar, es un Gran Almirante, un rango inventado por Zahn para su novela; es el puesto más alto militarmente que se puede alcanzar sin pisar los espinosos dedos del Emperador (Ian McDiarmid). Pocos oficiales reciben este título, lo que habla de las capacidades de este alienígena singular a los ojos del Emperador.
Lo que diferencia a Thrawn de otros villanos de ‘Star Wars’
En tercer lugar, y lo más notable, es un estratega. Thrawn, rara vez se altera o incluso irrita, lo que lo coloca en un contraste directo con el emocionalmente cargado Darth Vader (James Earl Jones) y el Emperador Palpatine. Supera a sus oponentes a través de la lógica y estrategias calculadas al ser la persona más inteligente en la habitación. Posee un sentido casi sobrenatural de observación que derrota a las personas antes de que siquiera hayan contemplado luchar de nuevo. Aunque no es sensible a la Fuerza, solo es hábil para percibir los detalles minuciosos.
En cuarto lugar y finalmente, su carta de presentación es el papel que el arte juega en su repertorio táctico. En sus propias palabras de Star Wars: Rebels: “Para derrotar a un enemigo debes conocerlo. No solo sus tácticas de batalla, sino su historia, filosofía, arte”. Y de “Heredero del Imperio”: “Aprende sobre el arte, Capitán. Cuando entiendes el arte de una especie, entiendes a la especie”.
Al estudiar el arte, deduce las tendencias culturales de una especie y extrapola cómo reaccionarán grupos o individuos en la batalla. Esos instintos devastadores combinados con su serena y tranquila compostura infunden miedo en los corazones de los oficiales imperiales y de la Nueva República por igual, presentando un tipo diferente de amenaza en el universo de Star Wars. Es tan formidable que solo algo demasiado extravagante para que él pueda prever puede desbaratar sus planes meticulosos.
La transición de Thrawn: Del libro a la pantalla
La constante tragedia que parece perservar a los villanos en el universo de Star Wars encontró a Thrawn conociendo su destino final en las páginas del último libro de la trilogía Heredero. Sin embargo, la mente brillante del Gran Almirante demostró ser tan irresistiblemente cautivadora para los fanáticos que Timothy Zahn extendió su legado a través de cuatro libros adicionales, explorando el impacto de Thrawn en la galaxia, además de brindar una precuela que arroja luz sobre sus días previos al Imperio.
Tras la adquisición de Lucasfilm por parte de The Walt Disney Company y la designación de todas las novelas relacionadas, incluyendo las de Zahn, como contenido no canónico, el mundo quedó asombrado cuando el creador de Star Wars: Rebels, Dave Filoni, reintrodujo a Thrawn en el canon oficial de Disney. Gracias a este movimiento, Thrawn cruzó el umbral desde el mundo literario a la pantalla al convertirse en el antagonista en las temporadas tres y cuatro de Rebels. La impactante revelación de Thrawn por parte de Filoni en la Star Wars Celebration de 2016 desencadenó una ovación ensordecedora entre la audiencia.
En lo que concierne a su representación en la serie animada, Thrawn exhibe una crueldad ligeramente más pronunciada en su deleite por la maldad en comparación con la trilogía literaria. No obstante, la fascinante y singular magia reside en la observación de un personaje que ha arraigado en la imaginación de los lectores durante mucho tiempo, dando el salto de las páginas al movimiento. Thrawn emerge como un antagonista eficaz para el equipo Ghost, un logro que sigue a la derrota de cuatro Inquisidores, incluso del propio Vader y de Darth Maul (Sam Witwer).
Cuando todas estas figuras fracasan, surge el Gran Almirante. El actor danés Lars Mikkelsen, quien retoma su papel de Thrawn en la actuación en vivo, infunde vida al icónico personaje de piel azul con una interpretación magnífica que captura la esencia de su rol y más. Con su contemplación perspicaz y su calma serena, el Thrawn encarnado por Mikkelsen es carismático y aterrador en igual medida. La próxima serie Ahsoka, que se estrenará esta semana en Disney Plus, revelará las maquinaciones que Thrawn ha estado urdiendo desde su desaparición junto a Ezra Bridger (Taylor Gray), en el clímax de Rebels.
El resurgimiento de Thrawn en el canon coincide con el regreso de Zahn como autor de dos nuevas trilogías. Comenzando en 2017 con Thrawn (un título que comunica su mensaje), los tres libros, Thrawn, Thrawn: Alianzas y Thrawn: Traición, exploran la ascensión del enigmático individuo azul en las filas imperiales. En la trilogía de Ascendencia, conformada por Thrawn Ascendancy: Caos Ascendente, Thrawn Ascendancy: Gran Bien y Thrawn Ascendancy: Pequeño Mal, se desentrañan los orígenes de Thrawn, quien, siendo un joven singular arrancado de las sombras, se transforma en un respetado comandante militar en la jerarquía Chiss, a pesar de sus controvertidos métodos.
El Thrawn de Dave Filoni difiere del de Timothy Zahn
La trayectoria del personaje Thrawn se entrelaza en una narrativa compleja y enigmática, en la que su evolución diverge en manos de distintos creadores. La caracterización que Dave Filoni le otorga a Thrawn difiere notablemente de la visión plasmada por Timothy Zahn en sus obras. En esta trama de dualidades, emerge un personaje que cautiva por su riqueza de matices.
Para añadir un grado más de intriga a la trama, la caracterización de Thrawn elaborada por Zahn lo presenta como una figura mucho más intrincada que sus representaciones en Rebels o incluso en Heredero del Imperio. Desde su incorporación al Imperio, Thrawn actúa como un espía llevando a cabo tareas de reconocimiento para los Chiss, persiguiendo la protección de la galaxia en lugar de la anhelada dominación imperial. Su objetivo es aprovechar los recursos tecnológicos del Imperio y emplearlos como un añadido a la defensa contra las amenazas latentes provenientes de las Regiones Desconocidas.
Sin embargo, este propósito no transforma a Thrawn en un héroe inmaculado, lo cual constituye parte de su atractivo. Su vida se dedica a la defensa de los indefensos, pero es un individuo capaz de recurrir a cualquier medio en servicio de un bien mayor. Por ello, Thrawn toma decisiones implacables, transgrede normas sin titubear y está la cuestión de su capacidad para cerrar los ojos ante las atrocidades perpetradas por el Imperio.
No obstante, el carácter de Thrawn despierta admiración en la Armada Imperial debido a su sentido de honor. Su respeto por los demás es inherente y su empeño se dirige a guiar, nutrir y empoderar a los oficiales bajo su mando, lo que gana su lealtad a través de la admiración en lugar del temor. Defiende con fervor a los inocentes y minimiza las pérdidas civiles siempre que le es posible. No logra comprender la política y, en ocasiones, enfrenta dificultades en el ámbito social.
Particularmente en la trilogía de Ascendencia, parece ubicarse en algún punto del espectro autista, esto debido a su carencia de habilidades políticas y la forma en que la sociedad lo aparta por sus habilidades especializadas. Los Chiss desestiman sus métodos, mientras que los celosos imperiales repudian su meteórico éxito. A excepción de las escasas amistades que forja, es un marginado por fuerzas externas, no por elección propia. Los Chiss finalmente lo exilian, lo que significa que nunca ha vacilado en proteger a su pueblo, incluso después de que sus líderes lo rechazaran de manera unilateral. Si esto no ejemplifica un comportamiento desgarrador de antihéroe, resulta difícil discernir qué lo hace.
El Gran Almirante Thrawn: Más que un villano, un antihéroe destacado
Lejos de ser una mera encarnación de la maldad, Thrawn se presenta como un antihéroe complejo y fascinante, lo que contribuye a su singularidad.Es interesante destacar cómo el carácter altruista de Thrawn trasciende las fronteras de las novelas de Disney. Tras la conclusión de Heredero del Imperio, cada obra dentro del universo expandido, escrita por Zahn, retroactivamente se transforma en una figura admirada, a pesar de sus decisiones cuestionables. Tanto en el canon de Disney como en el universo expandido, el temperamento de Thrawn permanece constante. Esto no es simplemente un caso de Disney suavizando a un personaje antipático; es una evolución continua de la visión del creador que data de la década de 1990.
En el contexto de la serie Rebels, la caracterización de Thrawn carece de matices. Se le presenta como el típico líder imperial malévolo, aunque se distingue por su inteligencia y aprecio por el arte. Es justo mencionar que Filoni sorprendió a Zahn con la producción avanzada de la tercera temporada y las limitaciones temporales de la cuarta temporada podrían haber influido en la caracterización. Sin embargo, se plantea una cuestión central en Ahsoka: ¿Qué versión de Thrawn prevalecerá? ¿Será la que respete la visión original del creador o aquella que se filtre a través de las restricciones de una trilogía descanonizada, tal como reconoció Zahn hace décadas?
Como mente creativa detrás de algunas de las más notables historias de la franquicia, Dave Filoni debería tener la libertad de moldear la serie Ahsoka a su antojo. Al mismo tiempo, es esencial que al utilizar la creación de otro escritor, se mantenga fiel a la perspectiva original. En lugar de adherirse ciegamente al concepto de un villano sediento de poder, ¿por qué no explorar a un Thrawn con motivaciones inesperadamente compasivas? ¿Qué tal si se explora la naturaleza sacrificada de Thrawn como fuente de conflicto entre él y los héroes? Esto aportaría frescura y originalidad a la narrativa, al tiempo que respetaría las intenciones meticulosas de Zahn.
La revelación de que Filoni consultó a Timothy Zahn para la serie Ahsoka infunde expectativas en los fanáticos, quienes esperan ver tanto al Thrawn que supera a sus enemigos entonando loas al arte como al que confidencialmente reconforta a jóvenes asustadas. Sin importar qué versión de Thrawn llegue a la pantalla, la pasión y el fervor por este personaje único, así como el regreso de Mikkelsen, son palpables. Ahora, solo resta aguardar hasta para conocer el desenlace.