
Crítica Quizás Para Siempre: Los Esclavos del Amor
Quizás Para Siempre es menos una comedia que un discurso saturado de nostalgia sobre la pérdida del compromiso en la era del amor líquido y el miedo a las relaciones duraderas. Es una película fuera del tiempo, de un romanticismo conservador, que pone en escena el estado de dependencia emocional de la pareja como un fin en sí mismo.